Aerum sabe que su pequeña familia está compuesta por sus dos Babas, dientitos y él. 

No quisiera que fuese de otra forma, están bien como están y Aerum es feliz teniendo a sus dos Babas y a dientitos, nada puede hacerlo más feliz que eso. Pero también ha ido aprendiendo, poco a poco, que hay otras personas a las que puede incluir en un dibujito más grande de familia. 

Como la tía Hana, que siempre le gritaba a la radio del carro porque, según ella, "esa música me da cáncer de oído"; o también los señores de cabello blanco a quienes visitaba porque la tía Hana lo llevaba. No sabía sus nombres, pero siempre le daban galletas. 

También le daban un poco de miedo. No tanto como la tía Hana o el monstruo de colores, pero Aerum siempre temía que no un día ya no lo dejasen volver con Baba. Sí Aerum no volvía con Baba, Baba se pondría triste y entonces Aerum también se sentiría triste, muy triste. 

Pero ya no estaría ahí para darle dibujitos que lo hicieran sonreír ni tampoco ver como Baba goo lo hacía un poquito más feliz con sus mágicos besos de chocolate. Es más...

¡Aerum ya nunca más recibiría los besos mágicos de su Baba goo! 

Si, ellos le daban un poco de miedo, pero Baba siempre le decía que ellos eran parte de su familia y que lo querían. Aerum se preguntaba sí también eran parte de la familia de Baba, pero las miradas que los señores de cabello blanco, sobretodo la señora, le daba a su Baba cada vez que lo veían le demostraban que ellos no lo querían. 

Pero no importaba... ¡Aerum y Baba goo podían querer el triple a Baba! 

¡Todos en su pequeña familia se querían el triple entre ellos! Incluso a él mismo, Aerum, que causaba ese gesto feo en su Baba cuando la palabra con A aparecía entre ellos. 

Aerum lo sabía porque Baba goo se lo repetía en las mañanas que se quedaban los tres en casa, cuando lo llevaba a la bañera y ambos se metían a jugar con dientitos entre las burbujas. Baba solía sentarse fuera y enjuagar sus cabellos con ese líquido naranjita que olía tan rico y sacaba espuma. 

.- ¿Dónde está nuestro amado, Ae - ssi? - solía preguntar Baba goo cuando la espuma eran tanta que lo cubría todo y lo volvía invisible a los ojos de sus Babas - Ay, Tae, hemos perdido a nuestro Ae - ssi. 

Aerum achicaba sus ojitos, contento de reconocer en la voz y en los gestos de sus Babas que ambos estaban contentos, lejos de esas expresiones que Aerum no entendía y que eran tan feas. Entonces las manos de Baba goo escarbarían en la espuma y lo encontraría, quitándole el poder de hacerse invisible, pero eso no le importaba a Aerum. 

Porque él podía renunciar a todos los poderes del mundo tan sólo para seguir escuchando a Baba decir: .- ¡Ahí estás! Nos habías asustado, mi amor. ¿Qué sería de los Babas sin Aerum? ¿A quién amaríamos entonces? 

La sonrisa de Baba entonces brillaría, tan bonita como era y Baba goo reiría mientras le daba muchos besitos mágicos en las mejillas. Aerum trataría de que los colores no le gritasen al oído y tan sólo se concentraría en esa palabra con A. La segunda y más bonita de todas las palabras con A que Aerum alguna vez había escuchado. 

Amar. 

Baba siempre se lo había dicho, desde antes incluso de que le explicara que era una familia. Siempre le repetía frases que él no entendía muy bien, pero que nunca olvidaba: "Te amo, Aerum. Papá te ama más que a nada en el mundo"; "Mamá te amó hasta su último aliento, Ae - ssi, todo su amor fue para ti"; "La tía Hana te ama, sólo que grita en vez de decirlo". 

Y por último y más bonito de todo: "Baba ama a Aerum y a Baba goo como Aerum ama a sus Babas y dientitos, ¿lo entiendes, cariño? Es por eso que somos una familia, porque a pesar de todo, nos amamos." 

Aerum entendía lo que era el amor. Lo entendía casi como le temía al monstruo de colores y eso era mucho. Así que Aerum sabía que era amado por su pequeña familia y por esas otras personas que también podría dibujar; también sabía que amaba, que amaba muchísimo. 

Aerum amaba a sus Babas y a dientitos, y ellos se amaban entre sí. Por eso en su familia nunca faltaría amor, a ninguno le faltaría; ni siquiera dientitos, que recibía cada noche un beso de Baba goo para que tuviese bonitos sueños. Y ni mencionar a sus Babas, que siempre se miraban como si la respuesta a todas las preguntas del mundo estuviese en los ojos del otro. 

A... amar; Aerum quería aprender a decirla porque esa palabra con A si le gustaba y si la entendía. Algún día lo haría, justo después de aprender a decir "Papá".

Como dije en una nota en mi perfil, por motivos familiares no he subido las actualizaciones de Apartamento 402, pero a más tardar el domingo en la noche estarán listas. Mientras tanto, este pequeño spin-off regresa con todo. ¿Debería subir un capítulo más?