>°10°< "Control"

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《2 Meses después》

—Ay cariño...es tan terrible esto... ―la mujer tenía una faceta falsamente preocupada, negaba con la cabeza viendo al bicolor―. ¿Por qué no te enseñé a ser más abierto...?

—¿Ahora de qué estás hablando? ―preguntó molesto por la actitud de su amiga.

—¡Chaos! Shadow, creo que eres el único que no lo sabe.

—Habla claro, Rouge, ¿de qué hablas?

—Todo a su tiempo...supongo... ¿En dónde está Sonic?

—No tardará en llegar...fue por provisiones para Tails...creo que han logrado llevarse bien, después de todo...

—Shad.

—¿Hmm?

—¿Que pasaría sí atraparán al hermano de Sonic y ya no tuviera ninguna necesidad de quedarse aquí?

—...Falta mucho para eso.

—Yo no estaría tan segura, tu tío Silver me dijo que lleva un gran avance localizando sus bases; tan solo unos meses más y él por fin será libre.

—... ―dejo de escribir su reporte, miraba a un punto muerto.

—¿Qué harías, querido?

—...Bah, Sonic es importante, un agente muy valioso... No podríamos dejarlo ir tan pronto, supongo que ofrecerle algo para que se quedé.

—Resolviste mi duda, gracias cariño ―salió de la oficina, con una muy amplia sonrisa.

—... ¿A qué jugarás...Rouge?

—Señor ―toca la puerta.

—Adelante, Honey.

—Le mandaron esto ―entró y dejo un paquete en la mesa del otro―. Le mandaron una igual a la señorita Amy, de parte de un tal... Green Emerald...

—Nunca escuché hablar de él...bueno, gracias, puedes retirarte.

—Con su permiso señor ―sale.

*☆*――*☆*――*☆*――*☆*――*☆*

—Señor Silver... ¿Shadow siempre actúa así con otras personas...? Es que...a veces siento que detesta ver mi cara...

Ayudaba en lo que podía al plateado; luego de haberle ido a entregar las provisiones al zorro, fue y se desahogo con la única persona que podía entenderlo ampliamente, claro, luego de Amy.

—Sonic, desde que la madre de Shadow murió su vida cambió mucho... Comenzó un noviazgo con una joven llamada María, pero desafortunadamente rompieron y Shad volvió a tener un mal genio... Pero dale tiempo, cuando sus heridas cicatricen su relación dará un giro radical.

—Usted es tan sabio señor Silver... ―ríe― espero que así sea...

—Dale tiempo al tiempo Sonic, ah por cierto, son sólo pocos meses los que estarás aquí.

—¿He?

—Llevó mucho con respecto a tu caso, pronto tendremos los datos importantes y detendremos a esa banda.

—Oh...genial... ―decaído.

—...No quieres irte, ¿verdad?

—.... ¿Puedo serle sincero?

—Puedes considerarte como un hijo, si así lo deseas.

—No quisiera irme...digo...en tan poco tiempo le he tomado bastante amor a este lugar... Me he vuelto más útil en las misiones difíciles y lo considero un logro, pero no quisiera desperdiciarlo... De igual manera...no es como si tuviera a alguien esperándome afuera...

—Pequeño Sonic ―abrazo con dulzura al cobalto, acariciándole las púas― hablare con Mephiles, de seguro puede darte un puesto sólido.

—Muchas gracias señor...usted es un buen- ¡¡Ahhhhh!!

Antes de terminar su frase, el piso creo un ducto en el cual cayó el azulado sin lograr ser detenido por el peliblanco; la sorpresa fue mayor cuando observaba que estaba en el penúltimo sótano, y frente suyo, estaban los hermanos.

—¿Shadow? ¿Amy? ¿Qué están haciendo? ―preguntó confundido, pero de pronto se fijo en la iris de sus ojos―. ¿Qué les...?

—¿Pasó? ―habló el azabache, sonriendo de forma desquiciada―. ¿Tú qué crees, mocoso?

Se congeló al escuchar mejor aquella voz, era la del líder de la banda de espías. Hablando a través de sus amigos.

—Chi...chicos... ¡¿Qué les hiciste!? ―se levantó de golpe acercándose a ellos.

—Ah fácil ―siguió la rosada― tu hermano diseño unos collares mentales, una de las muy buenas ideas de mi novio por cierto, tenía la idea de usarlo con algunos de mis subordinados pero preferí hacerlo con un blanco más grande. Y mírame, manejando los cuerpos de los dos mayores agentes.

—Grr... ¡No te saldrás con la tuya! ―intentó atacarlos, pero tan sólo lo esquivaban.

—Mírale el lado bueno ―rió el vetado.

—Ellos son tan patéticos que no se percataron de mi plan desde un inicio... Cayeron directo a mi trampa y nadie, ¡nadie nos detendra!

Su fuerza y rapidez aumentaban, dándole una gran desventaja al menor por no llevar su traje y estar desprevenido. Golpes, tácticas de ataques, puñetazos, todo lo que pudieran darle para derribar al cían se lo daban.
Ya el pobre estaba débil y cayó al suelo por los múltiples golpes que recibió; la pelirosa lo sujetó de ambos brazos impidiendo que logrará moverse, mientras el bicolor agarraba con fuerza sus púas, obligandole a verlo.

—Dime ―clavó sus ojos en los de él― estos estúpidos tienen la mente tan fuerte que no puedo saber exactamente en donde tienen las esmeraldas; así que tu me dirás o sino... ―apretó más su agarre.

—¡Agghgggg! ―apretando los dientes.

—Tu decides-

Una tubería fue lanzada contra los erizos, librando al moribundo azulado.

—¡Sonic! ¡¿Estás bien!? ―corrió hasta él, ayudándolo a levantarse.

—Agh...s-sí...

—Sus mentes están manipuladas por esos malditos...al igual que sus cuerpos... ¿Sabes cómo podemos ayudarlos?

—Agh...su-supongo que por esas cosas... ―señala los controladores en sus cráneos―. Sí se los quitamos...ya no habrá influencia en ellos...

—De acuerdo, la ayuda ya viene en camino-

—Usted detengalos con sus poderes, yo les quitaré esas cosas.

—Muy bien, hagamoslo.

—¡Jaja, no lograrán impedir mi propósito! ―gritaron al unísono.

El oji-miel detuvo a los dos erizos con su telequinesis, dándole tiempo al cían de acercarse lo suficiente y arrancarles los controladores; primero y difícilmente se lo arrancó a la joven, cayendo en un estado de inconciencia. Destruyó aquel aparato con una fuerte patada. Pero antes de hacer lo mismo con el vetado, éste logró escapar de los poderes de su tío y mandarlo a chocar contra el muro, dejándolo noqueado.

El azulado quedó perplejo al ver aquello, pero retomó fuerzas y se abalanzó contra el mayor; intentó arrebatarle el dispositivo de su cabeza pero el otro lo tomó firmemente de las muñecas, colocándose encima de él y presinandolo contra el suelo.

—¡Agh! ¡Shadow, agh! ¡Sueltame, me estas lastimando! ―forcejeando.

—Jaja, no olvides que tengo el control de su mente, mocoso ―aseguró su agarre, limitando mucho más al cobalto.

—¡Sh-Shadow! ¡S..sé que estás ahí...! ¡P..por algún lado, aghghhhh! ¡P-por favor...reacciona!

Lentamente los orbes grises volvían a su color original, rojos como la sangre; el mayor comenzaba a recuperar poco a poco la conciencia, jadeando un poco y liberando al azulado.

—Ahhh.... ¡nfg! ―tomó rápidamente el aparato y lo estrelló contra el suelo, rompiendolo en varios pedazos.

—So...Sonic... ¿Qué...? ―se apartó inmediatamente de él, mirándolo asustado por lo que acababa de hacer.

—Tra...tranquilo...ya estas mejor... ―sonrió débilmente, perdiendo el conocimiento.

—¡Sonic! ―volvió a acercarse, sosteniendolo en brazos.

—¡Silver! ―escuchó la voz de su padre, volteo y estaba sacudiendo al plateado―. ¡Por favor, reacciona!

—Ahhmm... ¿Me-Meph? ―entre-abrió los ojos, tratando de asimilar todo.

—¡Gracias a dios estas bien! ―lo apretujo contra su pecho, abrazandolo fuertemente.

—Je...gracias Mephy...

—Papá, por favor lleva a Amy por tu cuenta... Yo me encargaré de Sonic ―cargaba al oji-esmeralda en brazos, ni siquiera esperó una respuesta por parte de sus familiares, ya había salido corriendo del sótano en dirección a la enfermería.

—¿Qué sucedió?

—Je...una muy larga historia...

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