Cuarenta y seis

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Tengo mucho miedo, tanto que mi corazòn late rápido porque el destino sigue teniendo celos de nosotros.

Tengo tanto miedo como tú, cuando me ves, cuando me tocas. El universo se ha movido por nosotros sin perder ni una sola cosa. Porque nuestra felicidad ha sido planeada, porque me amas y te amo.

Eres mi penicilina, me salvaste. Mi ángel, mi mundo. Ámame ahora, tócame ahora. Solo dejame amarte.
Desde que el universo se formó por primera vez, todo ha sido planeado...

Solo dejame amarte.

*✾ ・。。・✾ ゜・。。・✾ *


El viaje al apartamento de Taehyung, había sido silencioso con un Seokjin que se animaba de vez en cuando a apretar su rodilla, mostrándole que tenía toda su atención en él y una que otras paradas en semáforos, su dedos acariciaban la mejilla de Taehyung. El azabache, sorpresivamente se estaba dejando mimar, como si realmente todo lo que necesitaba en ese momento de dolor era a Seokjin a su lado.

Aunque le costará admitirlo.

Al estacionar el auto y apagar el motor, Taehyung suspiraba y esperaba a que Seokjin destrabara las puertas para poder bajar, pero lo notaba mirarle fijamente.

— ¿Qué? —preguntaba curioso.

—Un baño de espusmas será excelente en este momento para ti —mencionaba Seokjin.

Taehyung soltaba una risa sin fuerza y negaba—. Jin, no tengo esas sales o toda la mierda que pongan en las bañeras para un baño de espusmas.

SeokJin sonreía y estiraba su brazo para tomar una bolsa del asiento trasero y la movía frente a los ojos cansados de Taehyung.

—Me encargué de eso ¿me dejarás cuidarte como tengo planeado? —preguntaba con suavidad y luego añadía un—. Por favor.

Taehyung lo miraba con dulzura y asentía levemente, Seokjin sonreía y finalmente bajaban del auto. Al subir al ascensor no eran los únicos por los que en el espacio reducido, sin pensarlo y sorprendiendo al castaño, Taehyung se iba encima de él y escondía su rostro en su cuello, de inmediato una mano de SeokJin pasaba por alrededor de su cintura mientras que una de las personas preguntaba:

— ¿Qué piso?

—El ocho, por favor —respondía el mayor y sonreía en agradecimiento.

Finalmente arriba, ya sin nadie más que ellos dos, Taehyung se alejaba arrastrando sus pies adentro de su lugar. Suspiraba y se estiraba sin ganas.

—Ponte cómodo, iré a preparar mi baño

—No, no, no —negaba Seokjin—. Ve a buscarte una muda de ropa y recuestate, si quieres. Yo prepararé el baño y pediré comida ¿de acuerdo?

—No estoy enfermo —soltaba Taehyung con una sonrisa—. Solo estoy triste, pero puedo hacer las cosas por mi cuenta.

SeokJin se enderazbaa más, demostrando los centímetros que le sacaba por poco, y se acercaba a reducir el espacio entre ambos. La respiración de Taehyung se estancaba y reía ahogado al respecto. SeokJin alzaba sus cejas y preguntaba.

—Estoy intentando ser seductor e intimidante y tú te ries de mi —mencionaba relajado, al menos lo había hecho reír en escasas ocasiones desde que habian salido de la casa del señor Hiroshi.

—No me rio porque no lo seas —mencionaba Taehyung con calma—. Me rio por todo lo contrario

— ¿Ah, sí?

—Logras volver pesada mi respiración y aceleras mi pulso como si fuera la primera vez —soltaba con mirada decaída, pero dulce.

—Oh... Creo que mi seguridad volvió —respondía el mayor.

Taehyung tomaba su nuca y lo acercaba para besar su mejilla suavemente. SeokJin sentía su respiración estancada también. Taehyung tenía el mismo efecto en él.

—Iré a la cama esperando por tu orden de tomar el baño —exclamaba, y se alejaba dejando caer su mano por todo el pecho de SeokJin en una fugaz caricia.

Minutos más tarde se encontraba siendo suavemente samarreado, Seokjin se insultaba interiormente, pero Tae de verdad necesitaba ese baño y él quería dárselo. El azabache no protestaba mientras iba camino al mismo con un Seokjin que lo seguía de cerca.

Al entrar, cerraba la puerta por inercia pero esta golepaba a SeokJin y Taehyung se sobresaltaba.

—Jinnie... —exclamaba preocupado—. No sabía que entrarias conmigo

— ¿Quién crees que va a encargarse de limpiarte?

Taehyung abría sus ojos inmensamente y negaba sorprendido.

—Puedo hacerlo —aclaraba.

SeokJin reaccionaba y se retractaba—. Lo siento, tienes razón... Dejaré que te relajes y pediré la comida. Quiero comas antes de dormir ¿si?

—No creo dormir y extrañamente mi estómago está crujiendo así que, estoy a bardo de la comida.

SeokJin sonreía con timidez y se disponía a salir, pero antes de quedar totalmente fuera, sentía la mano de Taehyung tomar su muñeca y frenarlo. SeokJin giraba con ojos expectantes.

— ¿Tú en serio pretendes limpiarme mientras estoy dentro de la bañera?

—Si, quiero —afirmaba—, pero estoy siendo asfixiante.

Taehyung lo soltaba y exclamaba—. Pide la comida y vuelve aquí ¿de acuerdo? —SeokJin abría sus ojos con la pregunta expresándose en estos—. Si, estoy seguro. Vuelve aquí luego de pedir la comida.

El castaño se alejaba y Taehyung se disponía a meterse en la bañera que tenía un olor relajante, Seokjin realmente se había inspirado y él necesitaba esto. Había sido un día horrible, pesado emocionalmente y ahora quería sumergirse en las tibias aguas mientras se despojaba de la ropa.

Una vez dentro se echaba hacia atrás y cerraba sus ojos por unos segundos. Su cabeza volvía a estar a mil por horas, de nuevo con demasiadas cosas en ella. La perdida de su jefe era agobiante, horrible. Luego estaba el asunto de SeokJin, asunto del que había desistido de pensar en todo ese día, pero ahora lo tenía allí cuidándolo y él estaba sorprendido de lo bien que su compañía le hacía.

Pese a que no lo había necesitado en todo el proceso doloroso, se había obligado a no recordado en todo el día, pero ahí estaba necesitado de lo que fuera que Seokjin quería darle aquella noche. Habían pasado más minutos de lo esperado para que Seokjin volviera, por lo que sospechaba que, bien éste se había arrepentido o le estaba dando unos momentos relajantes a solas.

Estaba agotado, no quería maquinar, no quería nada en su cabeza. Solo quería sentir lo que las sales en el agua tibia provocaban en su piel y en sus músculos. Otros minutos más y el agua se sentía más tibia que caliente hasta que la puerta del baño se abría al igual que sus ojos para ubicar al castaño.

—La comida ya está aquí, la guarde en el horno para que no perdiera el calor —mencionaba. No quería ser un jodido pervertido lujurioso en ese momento, pero el agua ya no tenía espusmas por lo que lograba ver el cuerpo de Taehyung bajo el agua y no podía evitar relamer sus labios bajo la atenta mirada del azabache—. No quise molestarte

—Me pareció eso —respondía Taehyung. Consciente de los ojos de SeokJin—. Mi cabello está seco y el agua se está entibiando —soltaba—. ¿Quieres...?

SeokJin lo miraba fijamente—. Si, quiero.

Se acercaba y se agachaba a un lado de la bañera y Taehyung, quien estaba recostado, se sentaba más erguido. Veía a SeokJin quitar la ducha de su lugar para poder manejarla a su antojo mientras regulaba el agua.

—Tira tu cabeza hacia atrás —pedía con dulzura.

Taehyung acataba la orden de inmediato y cuando lo hacía, sentía el agua perfectamente regulada, mojar cada una de sus hebras, mientras los dedos de SeokJin se metían entre estas para peinarlo hacia atrás. Los ojos de Taehyung estaban cerrados y disfrutando de aquello, luego notaba como SeokJin había detenido el agua para lavar su cabello y masajearlo sin apuro. El castaño no decía nada de nada y a Taehyung le gustaba el silencio.

Nuevamente el agua era derramada por su cabello para ser enguajado y esos dedos lo tocaban con tal delicadeza que, sentía los escalofríos recorrerle de pies a cabeza.

»Es la reacción natural de tu cuerpo. No está relacionado a SeokJin.

Intentaba convencerse. Al terminar todo, se disponía a destapar la bañera para dejar drenar el agua y se ponía de pie, Seokjin extendía una gran toalla color negra, no sin antes barrer todo su cuerpo con sus ojos. Taehyung lo notaba pasar saliva y sonreía tomando la tela para enrollarla sobre sus caderas, se veía precioso, delicado y frágil para Seokjin. Era inevitable que su sangre se agrupará en su zona sur, pero se recordaba que Taehyung estaba de luto y no podía ser un jodido calentón en esos momentos.

—Te dejaré vestirte y prepararé la mesa —exclamaba, casi saliendo corriendo del baño.

Minutos más tarde, la cena estaba sobre la mesa y Taehyung llevaba un pantalón de pijamas sin remera alguna y lograba arrebatarle la calma al castaño.

— ¿Te parece bien quedarte sin remera?, podrías atrapar un resfrío —exclamaba el mayor.

Sus ojos iban al pecho de Taehyung y a sus pectorales, dónde notaba los pezones de éste y barría cuesta abajo viendo su piel acaramelada y su bonito abdomen. Suspiraba inconscientemente, queriendo pasar sus dedos por allí, quizás su lengua o un poco de ambos. Negaba y ofrecía a Taehyung que tomara asiento. La cena había sido silenciosa, halagando los sabores de la comida y Taehyung devorando más de lo que esperaba.

—Pareciera que mi hambre despertó con el primer bocado dentro de mi boca —mencionaba mientras saboreaba la comida.  

—Suele pasar —replicaba Seokjin con calma—. Yo... Realmente me preocupe por ti

—Lo sé —respondía en voz baja—. Lamento haberme olvidado que estabas al otro lado de la línea.

SeokJin asentía con una sonrisa suave—. Está bien

— ¿Lo está? —mencionaba Taehyung con seriedad.

SeokJin alzaba la vista y lo miraba fijamente—. Si... —Taehyung enarcaba una ceja—. ¿Qué quieres que diga? —soltaba de repente—. No sé cómo responderte, no sé que quieres oír

—Prueba ser completamente honesto y no perfecto —mencionaba Taehyung cruzándose de brazos—. ¿Está bien para tí que no te llamé? ¿qué no responda tus mensajes? ¿qué me olvidé que existes en mi vida? ¿qué me sienta extraño cuando salimos pero aquí dentro soy completamente diferente?. Que te confundan de ese modo ¿está bien para tí?

—Ya —pedía Seokjin con la irritación a flor de piel—. ¿Por qué dices esas cosas?

—Es lo que he estado haciendo contigo desde que volvimos —admitía—. No puedes estar bien con eso, no me mientas fingiendo que me entiendes y está de acuerd-...

— ¡No lo estoy! —admitía. Apretaba sus ojos y suspiraba—. Dios, Tae. No es momento para hablar de esto

—El momento es perfecto —mencionaba.

—No lo es, no estás bien

—Exacto —susurraba—. Estoy jodidamente inestable —pasaba saliva y fregaba su rostro.

Se ponía de pie y salía del comedor con dirección a su habitación. No decía nada y se iba en completo silencio dejando a Seokjin sentado solo y con su corazón latiendo a mil.

Después de segundos, los pies de éste picaban por seguirlo y salia disparado a la habitación de Tae. Al entrar lo veía acostado de lado, mirando en dirección a lo que sería su parte de la cama y por ende, la entrada. Sus ojos se fijaban en SeokJin y palmeaba con suma calma el lado vacío de la cama.

SeokJin entendía que lo estaba llamando, Taehyung tenía un rostro indescifrable aquella noche. No sabía qué mierda esperar de él, que cosas podrían salir de sus labios y eso lo hacía sentir un miedo horrible.

Él no quería un final y esperaba que Taehyung no lo estuviera considerando.

Al estar ya sobre el borde, apoyaba su rodilla para inclinarse y acostarse al lado de Taehyung, pero éste hablaba:

—Quítate la remera —pedía con voz aterciopelada que ponía a Seokjin en un estado de excitación pura.

Asentía, nuevamente no queriendo pensar en lo que su cuerpo deseaba cuando veia a Taehyung. Procedía a quitarse la remera dejando a la vista su piel pálida con algunas marcas que aún estaban a la vista—tal y como estaban a la vista en el torso acaramelado de Taehyung—una vez semi desnudo se acostaba al lado del azabache. También de lado y mirando en dirección a éste.

—Sabés que, anoche me encontraba revisando una página donde habían diferentes relatos de gente que había retomados sus antiguas relaciones —mencionaba, cambiando por completo de tema.

O quizás todo tenía que ver con todo y Seokjin solo tenía que seguirle el ritmo.

— ¿Qué encontraste? —preguntaba susurrando debido al calor que sentía al tener a Taehyung tan cerca y extrañamente sin poder tocarlo como deseaba.

—Muchos coincidían en una cosa —exclamaba. SeokJin tenía toda su atención sobre Tae.

— ¿Cuál era esa coincidencia? —se atrevía a preguntar.

Los ojos de Taehyung finalmente lo miraban y respondía—. En qué es fácil retomar lo que tenían. Más allá de las peleas, estaba la comodidad instalada que lo hacía todo más fácil y relajado. Sin emociones que no pudiesen controlar

—Mmm... Comprendo

— ¿Sientes comodidad conmigo? —preguntaba.

SeokJin reía apenas de lado y exclamaba—. No, al menos, no siempre —respondía—. Sé cosas muchas cosas sobre ti y algunas mañas, pero es tan diferente a como te recordaba y no creo que sea algo malo. Me gusta redescubrirte.

Taehyung sonreía y acortaba un poco la distancia, SeokJin tragaba duro.

—Otros decían... —retomaba el relato—, que no había sido fácil, no era lo mismo y no habían logrado hallarse. Solo colpasar por lo que habían desistido en ese nuevo intento

—Bueno, eso creo que podía ser lo que sucede al menos en el sesenta y cinco por ciento de las parejas —soltaba con su voz estrangulada.

Taehyung lo miraba pacíficamente—. ¿Soy difícil para ti?

SeokJin se preguntaba que respuesta podría ser la correcta para el azabache ¿qué deseaba escuchar? luego recordaba las palabras de éste en la sala:

»Prueba ser completamente honesto y no perfecto.

—Lo eres, en algunas ocasiones. No ha sido fácil llegar hasta aquí contigo —respondía—, pero no todo fue malo o negativo. Puedo soportarlo —afirmaba con seguridad.

Taehyung se acercaba un poco más, nulo espacio. Respiraciones chocando y el pulso de ambos acelerados, el calor acregentandose entre ambos y en el cuerpo de cada uno.

—Nadie... —soltaba Taehyung y repetía—, nadie comentó lo que me está pasando a mi contigo...

SeokJin abría sus ojos, pasaba saliva otra vez y susurraba—. ¿Qué te pasa a tí conmigo?

Un último acercamiento, su nariz rozando la de SeokJin y desestabilizandolo por completo, su mano buscaba la que el mayor tenía sobre su abdomen y la llevaba a su cintura. SeokJin lo rodeaba con su brazo y su pulso se disparaba por el cielo, notaba como el pecho de Taehyung subía y bajaba debido a la aceleración en su respiración. Esperaba pacientemente por su respuesta, hasta que soltaba las palabras.

—Nadie dijo que sentían cosas nuevas y diferentes a la primera vez —susurraba con esa voz grave, pero con ese tono dócil oculto entremedio—. Nadie mencionó que desean consumir por completo al otro, si eso fuera posible —lo dedos de Taehyung trazaban suaves caricias que iban subiendo por el brazo que Seokjin tenía sobre su cintura.

—Dios... —susurraba el castaño hipnotizado y pasaba saliva por milésima vez.

Los dedos de Taehyung seguían su camino suavemente, hasta que toda su palma se posaba sobre la mejilla de SeokJin, alzando un poco su rostro en un mejor angulo y lo miraba con ojos extremadamente oscuros. Llenos de todo aquella noche.

—Nadie mencionó que se quema por dentro al tener al otro cerca —susurraba, con su pulgar acariciaba el labio inferior de SeokJin, quien lo miraba completamente embobado—. Me quemas, cada vez que estás cerca —admitía, bajando su dedo para rozar los labios de Jin con lo suyos y mordía, apenas perceptible para el mayor, quien por desear más, quedaba con sus labios abiertos y su lengua en la punta de sus dientes.

La habitación se encontraba sumida en un silencio ensordecedor, dónde solo se escuchaban sus respiraciones descontroladas. SeokJin se atrevía a apretar el suave agarre que tenía y pegaba su cuerpo al ajeno para sentir la piel ajena que, ardía como el mismisimo infierno o cielo. No estaba seguro.

— ¿Tú te sientes igual que yo, cierto? —susurraba sobre los labios de SeokJin.

Este lo apretaba más, podía sentir que no era el único que estaba duro y deseoso. Taehyung estaba igual.

—Me estoy quemando vivo —respondía—. Ahora y en cada momento que te tengo cerca, sin importa lo que estemos haciendo... Quiero tocarte todo el tiempo, quiero besarte hasta dejarnos sin aire —exclamaba Seokjin, mientras sus dedos rasgaban con suavidad la piel de Taehyung—. También quiero consumirte, si tan solo fuera posible.

Taehyung se quebraba y tomaba los labios de SeokJin con precisión, había sido un golpe firme de bocas, pero arrancaba el beso de forma dulce. Con vehemencia degustaba la boca ajena y Seokjin se sentía desfallecer por la forma en que estaba siendo besado. Sentía la pierna de Taehyung colocarse en su cadera y atraerlo, chocar su miembro con el ajeno y moverse suavemente, empujando sus caderas hacia delante, mientras la mano que posaba en su mejilla yacía sobre la nuca de SeokJin, apretándolo para que no hubiera forma de que se safara del agarre.

El beso comenzaba a ser más duro, más firme, profuso e intenso. SeokJin se subía encima de Taehyung, dejando a este con su espalda sobre el colchón y debajo de su cuerpo, totalmente prisionero y gimiendo por la presión que sus caderas provocaban sobre su edurecida carne. Taehyung rodeaba a Seokjin con brazos y piernas y lo volvía un prisionero de sus extremidades mientras lo besaba con más desesperación y gemía dulcemente por las estocadas firmes del mayor.

Sus labios eran abandonados y su cuello era el que recibía la atención de los carnosos belfos de SeokJin. El castaño se libraba del agarre de sus brazos y los ponía sobre la cama para que Taehyung fuera una digna presa de su cuerpo y sus besos. El menor no forcejeaba, se dejaba hacer y deshacer. Gemía dulcemente y jadeaba, empujando sus caderas hacia arriba mientras que sus piernas seguían enrollando la cintura estrecha del castaño.

Ahora Seokjin bajaba más y su lengua de fuego pasaba por su pezón derecho y lo hacía gemir ronco y necesitado. Los dientes de este tiraba de la protuberancia y lograban volver loco de deseo a Taehyung, otra vez.

—Jin... —Taehyung seguía con sus brazos sobre su cama y atrapados por las manos de SeokJin, quien ahora pasaba al otro pectoral y comenzaba a jugar y tortura el pezón izquierdo.

Taehyung se retorcía de placer y gemía, masacrando su labio inferior. Queriendo cerrar su maldita boca para no dejar salir las palabras que yacían en la punta de su lengua. Pero estaba tan mareado y comenzaba a sentirse tan extasiado de nuevo que necesitaba soltarlas o todas esas sensaciones serían jodidamente pasajeras.

—Jin... —gemía.

SeokJin soltaba sus manos y comenzaba a bajar cada vez más, lamiendo cada parte de su torso, sin dejar rincón descuidado y seco. Seguía bajando y Taehyung agarraba su cabello para tirar de este mientras se retorcía por todo lo que Seokjin provocaba en su cuerpo. Su estómago estaba lleno de esas cosquillas placenteras y su miembro estaba jodidamente necesitado, necesitaba más de SeokJin.

Más toques, más lengua, más presión, más besos...

Seokjin llegaba a su entrepierna y con su nariz sentía la dura longitud del azabache, tomaba sus caderas con precisión y aspiraba tan fuerte como le fuese posible.

—Joder... ¿qué tienes con eso? —preguntaba Taehyung mordiendo su labio. No lo podía evitar, le encantaba.

SeokJin pasaba toda su lengua sobre la longitud erecta, con su pijamas cubriéndola y Taehyung gemia de nuevo.

— ¿No te gusta? No puedo evitarlo —hablaba sobre el miembro del menor.

—Me calienta que lo hagas, me calienta tanto que me cuesta respirar en este momento —admitía.

Taehyung era un bonito desastre, todo despeinado, labio inferior masacrado entre sus dientes y la necesidad de que Seokjin...

— ¡Oh, joder! —soltaba ronco cuando el castaño bajaba lo único que se interponian entre la boca de Jin y su miembro. De inmediato los labios ajenos chupaban el glande rojo, húmedo e inflamado debido a toda la jodida excitación—. De nuevo, hazlo de nuevo —rogaba.

Los labios de SeokJin comenzaba a chupar, pura y exclusivamente la punta y metiéndose toda la longitud en escasa ocasiones. Sus manos descansaban en la caderas de un Taehyung receptivo y necesitado. Sus labios carnosos seguían sobre la sensible y enrojecida punta. Su lengua pasaba con fuerza, luego chupaba y repetía el proceso.

"Mmm"... Taehyung empujaba sus caderas, y sentía la humedad de la boca ajena y como Seokjin se lo comía completo. Una de sus manos había ido a su propia boca para evitar gemir más y la otra se iba a la cabeza de SeokJin, quien chupaba la punta y empujaba con su lengua de forma tan tortuosa que Taehyung volvía a gemir fuerte y alto.

— ¡Cerca, Jin...! Oh, dios —maldecía entre dientes cuando de repente se corría en la boca de un Seokjin que no dejaba de chupar aún con toda la esencia cremosa y salada de Taehyung.

Sus labios seguían chupando y su lengua lamiendo con fuerza, logrando que Taehyung se corriera fuertemente, con la intensa y constante felación. Seguía gimiendo y Seokjin lo soltaba para admirar la forma en que su cuerpo—literalmente—temblaba, sucumbiendo a los espasmos que le recorrían, era un show precioso ver a aquel hombre temblar de esa forma por su culpa.

Así que nuevamente, metía toda la longitud en sus boca y daba unas últimas succiones que por poco y lograban que Taehyung olvidará como formar una maldita oración, pero lo lograba...

— ¡Tiempo! —gemía de forma desgarradora, terminando vacío y drenado por la boca pecaminosa de SeokJin.

— ¿Qué? —la pregunta ronca, abandonaba los labios de un Seokjin confundido.

Taehyung se retorcía, quitaba su mano de la cabeza de SeokJin y se despeinaba mientras fregaba luego su rostro y lo cubría con sus manos.

—Necesito un tiempo —susurraba.

SeokJin sentía su respiración estancada y cubría a Taehyung con su pantalón nuevamente mientras se apoyaba sobre sus palmas y brazos extendidos para quedar en cuatro encima de un Taehyung que aún tenía su rostro cubierto.

— ¿Tae? —llamaba con la voz rota.

Su mano derecha iba en dirección a las manos de Taehyung y descubria su rostro colorado, con ojos irritados. La mirada lagrimosa de éste se posaba en él.

—Tú tenías razón ayer. Necesito tiempo para pensar —repetía.

SeokJin alzaba sus cejas con sus ojos acuosos—. Me refería a no sofocarte, ayer...

—Lo sé, pero... —aspiraba y volvía a hablar—, necesito frenar y pensar que quiero y que no. Necesito ser honesto conmigo para que no suceda lo de ayer.

SeokJin gateaba para quedar a la misma altura que Taehyung, desde arriba lo miraba con ceño fruncido.

— ¿Estás seguro de lo que me estás pidiendo? —preguntaba Seokjin.

Taehyung lo sentía tan intimidante encima de él.

—Estoy inestable, no es bueno para ninguno —respondía débilmente—. No es justo para tí.

SeokJin flexionaba sus brazos y dejaba caer su cuerpo sobre el de Taehyung, quien gemia cuando lo sentía tan duro como una roca sobre su miembro recientemente torturado y drenado. La frente de SeokJin se apoyaba sobre la suya, todo con el sumo cuidado de no aplastarlo.

— ¿De cuánto tiempo estamos hablando?.

Taehyung suspiraba y respondía—. No lo sé, pero... No te estoy pidiendo que me esperes —susurraba sin fuerza.

SeokJin se apartaba y lo miraba . Notaba—y por primera vez estaba seguro que lograba leer a Taehyung a la perfección—porque veía esos ojos negros asustados, pero jodidamente honestos.

—Voy a esperarte de todas formas

—Jin...

—Así tardes semanas o meses —susurraba—. Te daré todo el tiempo que necesites

—No puedo asegurarte nada, necesito analizarme a fondo —aclaraba—, no sería justo para tí

—Sería jodidamente justo —admitía—, te esperaré y lo digo en serio esta vez —exclamaba y repetía—. Te esperaré

—Necesito que entiendas que no voy a querer hablar contigo, ni verte. O no podría pensar como es debido.

SeokJin temblaba—. De acuerdo

—Jinnie, esto-...

—Te amo —exclamaba—, y tú me amas también. Lo sé —se apresuraba a mencionar—. Me parece justo que te analices para saber bien que es lo que deseas...

— También te amo —susurraba Taehyung con un suspiro frustrado.

SeokJin sonreía con dulzura—. Te daré todo el tiempo y espacio que necesites —mencionaba—, no te molestaré, aunque no será fácil —admitía—. Pero necesitas redescubrirte

—Si... —replicaba de inmediato—. Nunca antes hubiera imaginado una nueva chance contigo, por lo que estoy corriendo una carrera sin parar un maldito segundo y ver qué quiero, que necesito...

—Te entiendo —SeokJin seguía encima del cuerpo ajeno que emanaba calor pero que en ese instante lo hacía sentirse tan frío—, cuando ví a BaekHyun confirme lo que me temía

— ¿Qué?

—No puedo, ni quiero vivir sin tí —admitía—, es tan abrumador el miedo a perderte que estoy asfixiandote...

—No se trata de eso —mencionaba Taehyung colocando las manos sobre su pecho desnudo—, es algo más personal, es una jodida lucha interna que tengo conmigo y necesito aclarar mi cabeza.

SeokJin salía de encima de Taehyung y se sentaba en la cama, dándole la espalda y suspirando sonoramente.

— ¿Quieres que pase en estos tres días o ya no querrás verme? —preguntaba Seokjin haciendo alusión al funeral.

Taehyung se sentaba en la cama y pasaba saliva—. No es necesario que vayas. De igual forma te veré seguramente en el cumpleaños de Jimin y So-Min

— ¿Te parece bien que vaya?

—So-Min te adora —susurraba—, y quién sabe... Quizas y tenga mi cabeza resuelta.

SeokJin se giraba y una sonrisa sincera cruzaba su rostro—. Ten cuidado o podrías ilusionarme

—De acuerdo —exclamaba Taehyung.

De repente la figura de SeokJin se abalanzaba sobre él y besaba su frente con precisión y dulzura. Dos combinaciones que hacían temblar a Taehyung otra vez.

—No voy a llamarte, no voy a insistir en verte —exclamaba Seokjin, levantando el rostro de Taehyung con sus dedos sobre su mentón. Sus ojos conectaban—. Si tú cabeza se resuelve un domingo a las tres de la madrugada, mi teléfono estará encendido y vendré corriendo si así lo quieres

— ¿A las tres de la mañana? —sonreía Taehyung con suma sinceridad.

—A la hora que sea en el día que se te ocurra. Tú me llamas y yo vendré ¿de acuerdo?

Taehyung fruncía su ceño, había tanto miedo de pedir ese tiempo. SeokJin era malo con las pausas y eso era lo que chocaba con su deseso de frenar un jodido segundo y ver dónde se encontraban ahora y dónde quería estar en un futuro. Le daba terror que Seokjin no supiera esperarlo realmente, pero tampoco le servía seguir de esa forma tan abrumadora.

—No tienes que esperarme —repetía con toda la maldita inseguridad y miedo recorrerle el cuerpo de pies a cabeza.

—Pero si quieres que lo haga —aseguraba Seokjin—. Y lo haré

—Puedo no querer esto sin importar que tan fuerte sea —mencionaba Taehyung con honestidad.

—Lo sé, sigues siendo malditamente independiente —admitía Seokjin—, pero puedes quererlo, solo que te aterra tomarlo.

Taehyung pasaba saliva y bajaba la mirada. SeokJin soltaba su mentón y se inclinaba sobre oreja para susurrar sobre ésta:

—A cualquier hora de cualquier día —susurraba otra vez.

De repente mordía el lóbulo de Taehyung y tiraba de él con suavidad, desestabilzando la falsa calma que éste aparentaba y besaba fuertemente su cuello y lo escuchaba gemir. Subía a su mandíbula, delineando con besos y mordidas rápidas, haciendo desear al azabache y deseando muchísimo más él mismo, hasta que, se levantaba y tomaba su remera para salir cuánto antes de la habitación sin un último beso.

Taehyung lo veía marcharse y lo único que podía hacer era apretar el cobertor debajo de sus manos y cerrar sus ojos con la sensación insatisfecha y la necesidad a flor de piel.

Esta escena iba a ser completamente diferente, pero si la hacía como lo tenía pensado en un principio, iba a ser una sobrecarga innecesaria de tensión. Por lo que opte por este resultado....

Un capítulo y epílogo, es lo que queda (a menos que narre demasiado de más, pero no creo)

Si ven errores, you know... Se fueron 4500 palabras UwU

La edición nada que ver pero es que la hice para publicar en Twitter y pues ya la dejé, la pondré más bonita

Con amor Niñita Nany 💜

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