Cuarenta y siete

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Chico tu amor es la mierda, pon tus manos en mis caderas ¿podrías venir a joderme un poco?

No lo quiero en absoluto si no puedo tenerlo todo ¿cuál es el punto si estamos atrapados en el medio?
Estás tan compuesto, yo tan dramático
y eres hermoso que, duele como el infierno.

Solo quiero que me quieras todo el puto tiempo ¿por qué tienes que ser tan bueno?
¿a dónde vas cuando se acaba?

Saca tu rostro de las nubes ¿me estás escuchando ahora?
Deberías estar besando el suelo que estoy caminando. Maldición, te extraño y duele como el infierno, sí.

*✾ ・。。・✾ ゜・。。・✾ *


Jungkook se encontraba ojeando una revista mientras que Jimin estaba a su lado con la mano sobre su boca. Estaban volviendo de su luna de miel y estaban llegando a tiempo para asistir al último día de honor del señor Hiroshi.

Jungkook no conocía muy a fondo al hombre, posiblemente lo había visto unas cuatro veces, como mucho. Jimin en cambio tenía buenos recuerdos de visitar a Taehyung cuando eran más jóvenes y ver al señor Hiroshi diciéndole que podía comer y tomar lo que quisiera que era gratis.

Ambos querían estar ahí para Taehyung en estos momentos, pero Jungkook se encontraba muy absorto leyendo la sección de chismes de dicha revista que, no notaba que Jimin tenía sus ojos a punto de salirse de sus cuencas. Seguía muy sumergido en su lectura cuando de repente, la manito de Jimin se posaba en su muñeca y lo apretaba con fuerza, logrando llamar su bendita atención de una vez.

- ¿Amor? -Jungkook abría sus ojos y lo observaba cautelosamente. La mano de Jimin volvia a su boca-. ¿Vas a vomitar de nuevo?

Jimin negaba y luego reaccionaba dándole un golpe en el hombro.

- ¡Oye! -se quejaba Jungkook-. ¿Qué te pasa?

- ¡Por el amor de Dios, Jeon! ¿en qué mundo vives? -atacaba el rubio.

Jungkook se alejaba con sus ojos abiertos de par en par sin lograr entender.

- ¿Y ahora que hice?

- ¡Taehyung y SeokJin se separaron! -soltaba con un puchero y algo de irritación.

Jungkook se inclinaba en dirección a él sin aliento-. Nah... -negaba incrédulo. Jimin asentía con congoja-. No, no. No, joder que no -afirmaba Jungkook-. SeokJin está perdidamente estupido por Taehyung, no, no...

- ¿Y crees que Taehyung no? -de nuevo la competición sobre cual de sus amigos estaba más hasta las bolas en la relación.

Jungkook suspiraba y se relajaba-. ¿Quién te lo dijo? ¿fue Tae?

-Pues no va a decírmelo SeokJin Hyung -añadía irritado-. ¿Qué no revisas tu teléfono?

Jungkook cerraba la revista enfurecido-. ¡Me lo rompiste por accidente hace dos días! -le recordaba.

Una noche, muy ebrios en Japón, Jimin no coordinaba pies con manos y desde una bonita terraza con vista a las calles brillosas había decidido que se tomarían una foto juntos... Solo que sus dedos de mantequilla habían perdido el dispositivo, dejándolo caer al mismo vacío y un "¡Jiminssi!" furioso habia resonado antes de que el aparato se hiciera trizas contra el pavimento.

-Cierto -soltaba con suavidad el rubio-. Quedamos en que comprarías uno nuevo al llegar a Seúl.

Jungkook negaba sacudiendo su cabeza-. SeokJin debio haberme llamado, seguro... ¿qué le pasa a tu amigo?

- ¿Por qué siempre es culpa de Taehyung para ti?

-Por la misma razón que siempre es la culpa de SeokJin para ti -replicaba.

Jimin entrecerraba sus ojos y se callaba la boca para luego de unos segundos responder-. Taehyung le pidió un tiempo

- ¿Otra vez? -preguntaba confundido el pelinegro.

-Si ¿y qué? Tu amigo debería saber esperarlo esta jodida vez -replicaba entre dientes.

Jungkook reía sin resentimiento-. SeokJin y yo no somos tan sentimentales como ustedes, pero podemos leernos entre líneas -respondía.

- ¿Qué significa eso? -cuestionaba Jimin-. O sea, lo sé ¿pero qué quieres decir ahora?

-No sé cómo se encontrará en estos momentos, pero sé que sabrá esperar -afirmaba-. Soy un poco tiro al aire, pero SeokJin cambió y lo poco que hemos hablado él tiene por seguro lo que quiere con Taehyung. No desea repetir la historia

-Eso espero -soltaba Jimin, aún manteniendo su tono defensivo.

Jungkook lo escudriñana con sus ojos y tomaba su rostro para que lo mirase-. ¿Qué dijo Tae?

-Que hablaremos cuando llegue -se soltaba del agarre del pelinegro-. No te diré más, pero gracias por la información brindada. Chismoso.

Se sentaba con su mandíbula tensa y escuchaba la risa juguetona de Jungkook a su lado.

- ¿Por qué te ríes? -cuestionaba.

Jungkook se acercaba a él y susurraba-. Eres jodidamente precioso cuando quieres hacerte el enojado ¿lo sabes, cierto?

-Por supuesto -fingía su enojo un poco más, hasta que notaba que jungkook no se movía de su lado. Girando su rostro no podía contener su sonrisa-. No vas a besarme

- ¿Quieres apostar? -provocaba el pelinegro.

Se lanzaba por los carnosos labios rosados de su esposo y lo besaba con precisión, un poco de forcejeo juegueton por parte del rubio hasta que gemía dulcemente en la boca de Jungkook y se entregaba al beso.

Taehyung se encontraba nuevamente en el buffet, todos activos, pero con pocas ganas, el lugar estaba en marcha y lo sentía jodidamente pesado. Había visto a los recién casados el tercer día de luto y ambos habían sido considerados y atentos. Había pasado una semana y media sin noticias de SeokJin, excepto de parte de Jimin que le decía que estaba bien, porque jungkook le había dicho que así era.

Aún seguía aclarando su cabeza, limpiando sus ideas. Tomando algunas, botando otras. Reconsiderando los pro y contras de volver con Seokjin. No estaba completamente ansioso, tampoco totalmente deprimido, pero seguía inestable. Ese fin de semana era el cumpleaños de Jimin y la sobrina de Jungkook, no estaba seguro si SeokJin asistiría al fin de cuentas o no. Él por poco había pensado en negarse, pero Jimin lo mataría, cortaría en pedazos y le pediría a Yuri que lo vendiera con algún plato especial del buffet. Y al final de todo, terminaría arrepintiéndose si no asistía, faltar no era una opción.

Tenía la ropa ya elegida para ese día, sería en un bonito salon con decoración neutra. Jimin había contratado a alguien de su empresa que se especificaba en decoraciones para, en este caso, cumpleaños. Había pedido que el ambiente fuera cálido, pese a que había una separación entre los adultos y niños, pero ambos espacios combinaban muy bien entre si.

Y Jimin había pedido un cambio de escenario después de las doce para los adultos. Una vez que los niños fueran llevados a sus hogares y la cosa pudiera ponerse más heavy. Taehyung había optado, así y todo, por llevar un traje relajado celeste cielo y una camisa blanca. Se veía demasiado bien, con su cabello peinado casi a dos aguas que, en él se veía perfecto.

Al llegar, veía a tanta gente alrededor que se sentía, solo un poco, desorientado. Buscaba por los alrededores algún rostro conocido y veía a los padres de Jimin, lo recibían cálidamente y le preguntaban cómo se encontraba debido a los recientes acontecimientos. Taehyung aseguraba a diestra y siniestra estar mejor, si claro que dolía, pero había cierto alivio. Su jefe había estado postrado un tiempo considerable que, Taehyung comenzaba a desear su partida en silencio para que dejara de sufrir. Por lo que estaba desganado y cansado, pero no estaba tan triste como muchos creían, se limitaba a sonreír mientras avanzaba y encontraba cada vez más gente u amigos conocidos hasta que llegaba a Jimin.

El rubio llevaba un traje bordo que se ajustaba muy bien a su pequeño y formado cuerpo, su cabello estaba peinado hacia atrás, dejando notar lo rapado de la parte posterior baja de su cabeza. Se veía despampanante y Taehyung sonreía encantado.

- ¡Tigresito! -Jimin corría a los brazos de éste y era correspondido en un fuerte y firme abrazo.

- ¡Feliz cumpleaños, chim chim! -soltaba, mientras lo estrujaba con ganas.

-Vas a dejar sin aire a mi esposo -soltaba la voz de Jungkook que llegaba detrás de él.

Taehyung rodaba los ojos y se giraba a verlo. Jungkook llevaba un traje de vestir negro con una camiseta del mismo color y su pelo estaba recogído en un coleta que lo hacía ver jodidamente atractivo.

-Conejo -saludaba Taehyung y recibía un apretón de manos demasiado fuerte para su gusto-. Ya, ya

-Que gusto que hayas venido, tigresito -se burlaba el pelinegro.

-Lo sé, soy el alma de la fiesta -soltaba sarcastico-. Dejé mis regalos para tí -señalaba a Jimin y luego a Jungkook-, y para la pequeña So-Min en recepción.

-No tenías que traerme nada, excepto tu presencia -soltaba Jimin, apoyando su cabeza en el hombro de Taehyung.

-A So-Min si -setenciaba Jungkook-. Me aseguraré de verificar que gastaste buen dinero en su regalo.

Taehyung reía por la actitud de jungkook, siempre eran así. Comenzaba a sentirse cómodo y relajado. Frente a su ojos un mozo pasaba y le brindaba a Taehyung un trago que rechazaba inmediatamente.

-Hay mucha gente esta noche -mencionaba para los casados.

-Él aún no vino -soltaba Jungkook y Jimin golpeaba su brazo- ¿Qué? El idiota quiere saberlo, pero se contiene de preguntar

-No le digas idiota -ordenaba Jimin.

-Estoy aquí, ya -pedía Taehyung-. ¿No vendrá?

-No me confirmó -respondía Jungkook. Taehyung asentía desganado.

No estaba seguro si era bueno o malo no llegar a verlo, tampoco podía asegurar si estaba aliviado o no de que Seokjin no estuviera allí.

»Mmm, aún necesitas más tiempo. Jodido indeciso.

- ¡Oh, So-Min! -Jimin se inclinaba con una sonrisa de oreja a oreja cuando veía a la pequeña correr en su dirección con su bonito conjunto de dos prendas. Un top celeste, con medias del mismo color y un tutú con los colores del arcoiris.

Ella decía que era Rainbow de mi "Pequeño Pony".

- ¡Seokjin oppa! -gritaba la vocesita dulce y pasaba de largo a Jimin.

Éste no había maldecido porque notaba la tensión en toda la postura de Taehyung y solo podía girarse para encontrar a Seokjin alzando a So-Min con sumo cuidado y estrechandola en sus brazos, con una bolsa de regalo tamaño mediano en sus manos.

Llevaba un pantalón negro, mas una camisa blanca dentro, con una S en el centro. Una fina corbata negra que lo había lcir informal, pero elegante y un saco de vestir marrón oscuro con brillos. Su cabello estaba hacia un lado con su frente predominando en su bonito rostro. Estaba extremadamente sensual, muchos ojos se volteaban a verlo. Especialmente el público femenino. De repente Jiwoo llegaba al lado de los tres chicos que se quedaban viendo la escena...

-Si ese hombre no fuera homosexual, juro que me hubiera arriesgado a invitarle más de un trago -setenciaba. Logrando que las tres cabeza girarán en dirección a ella-. Oh, lo siento Tae. Lo dije con sumo respeto -se mofaba.

Jungkook se reía de la desfachatez de su hermana mayor. Él había estado en ese lugar y no le sorprendía que muchas amigas suyas y de Jimin estuvieran devorando al hombre con la mirada. Taehyung suspiraba y con demasiada fuerza de voluntad, encontraba su voz.

-Creo que ahora sí me vendría bien un trago -mencionaba ronco.

SeokJin aún no lo había visto, hasta que lo hacía cuando So-Min señalaba en dirección a su madre. SeokJin caminaba con la niña en brazos y el regalo. Taehyung se derretía. Es que no podía verse tan jodidamente ardiente en ese momento. Las ideas de éste colapsaban y su cabeza se volvía a desordenar con lo poco y nada que había pensado esas casi dos semanas sin el hombre cerca.

-Seokjin Hyung, lo regalos van en recepción sobre la mesa que tiene el cartel de dicha palabra -mencionaba Jimin al ver a So-Min tan entusiasmada.

-Pero quería ver su carita cuando lo abriera -exclamaba SeokJin sin mirar a Taehyung, daba la bonita bolsa a la niña que aún estaba en sus brazos, luego pasaba su mirada a Jiwoo y la saludaba.

Había seguido por completo de largo a Taehyung para saludar a Jungkook. So-Min abría la bolsa con ansiedad y cuando sacaba el regalo gritaba contenta y conforme.

- ¡Wooah! ¡Miren es el correcto! -mostraba sorprendida.

Jimin fruncía el ceño y pataleaba-. ¿Cómo diablos lo supiste?

-Park Jimin, la boca -soltaba Jiwoo.

SeokJin reía y bajaba a So-Min, quién lo tenía fuerte del cuello y besaba con ganas su mejilla. Taehyung sentía patéticos celos de la niña, pero la escena era encantadora. So-Min salía volando en dirección a sus amigos, Jiwoo la agradecía con un aprenton de manos que Taehyung quedaba viendo y Jimin seguía celoso.

- ¿Cómo mierda sabías cual pony era su favorito? -preguntaba furioso el rubio, haciendo alusión al regalo.

Rainbow, justo y preciso. So-Min no podía adorarlo más y Jimin desbordaba de rabia exagerada con Jungkook riendo fuerte de él.

-La celeste es su favorita -respondía SeokJin-. Todos lo sabemos.

Jimin miraba sacado a Jungkook y lo golpeaba-. ¿Y tú por qué no lo sabías? ¡Me dijiste que era la púrpura!

-Lo siento, son muchas ¿Como quieres que lo recuerde? -se defendía Jungkook entre risas.

Jimin alzaba su mano haciendole un falso amague de golpearlo y comenzaba a empujarlo. De repente ya no estaban allí y solo se encontraba Taehyung frente a un SeokJin que, luego de reírse con los recién casados, finalmente posaba esos ojos sobre él. La mirada llena de fuego aparecía y Taehyung sentía el calor de esta recorrerle completo.

-Hola -soltaba SeokJin con voz grave.

-Hola -respondía al castaño, con voz débil.

Éste se animaba a posar la mano en la espalda baja de Taehyung y besaba con suma dulzura y lentitud su mejilla. Taehyung tenía ambas manos en sus bolsilos, pero al instante de la colisión liberaba una que se aferraba a la chaqueta de SeokJin. El castaño se alejaba muy apenas, debido a eso y lo miraba a escasa distancia.

-Estás precioso -susurraba Seokjin-. Dios, estás jodidamente precioso esta noche

-No exageres -pedía sin fuerza-. Tú haces que me se dificulte pensar claro

- ¿En serio? -la distancia era mínima, su alrededor había desaparecido. Los invitados, todos.

No solo para Seokjin, sino también para Taehyung, quien solo podía enfocarse en el hombre frente a él.

-Te ves tan bien esta noche -susurraba Taehyung. Bajando la mirada a los labios de SeokJin, relamía los suyos propios y besaba la comisura de estos.

SeokJin había gemido despacio y apretado sus ojos. A la distancia Jimin y Jungkook los observaban cautelosos.

-Joder... Se quieren partir su mandarina en gajos -mencionaba Jungkook.

Un golpe aterrizaba en su estómago-. Siempre le quitas el jodido encanto a todo

-Oh, por favor no vuelvas a esa etapa -rogaba Jungkook al ver a Jimin con sus ojos fijos en los ex esposos.

- ¿Qué estapa? -preguntaba el rubio, sin siquiera mirar a su esposo.

-La etapa en la que te calentabas por verlos juntos... Dios, mírame -Jungkook tomaba el rostro de Jimin-. Tienes las pupilas dilatadas, ya te calentaste

-Ay, kookie... Para nada -soltaba con poca credibilidad mientras jugaba con el sorbete que su trago tenía y en vez de beber solo jugaba con su lengua, pero la mirada de Jungkook seguía juzgandolo-. ¡Oh vamos! ¿cómo si tu no lo hubieras hecho?

-Taehyung es como tu hermano, por dios ¡no! -soltaba horrorizado, pero de inmediato cambiaba su tono de voz y añadía-, por otro lado SeokJin es... Jodidamente caliente

-Creo que SeokJin tomando a Taehyung es jodidamente caliente -admitía el rubio.

- ¡Ya! -gritaba Jungkook-. Estás como Jiwoo y sus amigas babeandote

-Tranquilo -mencionaba Jimin entre risas-. No me calientan más que cuando pienso en ti dentro mío -sus labios se habían abultado y Jungkook salía de inmediato de su papel de ofendido para besarlo.

Lento e intenso.

-Eres un pervertido -susurraba en los labios del cumpleañero.

-Un poquito -se defendía el rubio.

Mientras tanto Taehyung seguía agarrando entre sus dedos la tela del saco de vestir de SeokJin. Tenía su pulso acelerado y sentía sus labios secos, por lo que volvía a relamerlos.

-Si me sueltas, podré alejarme -susurraba SeokJin.

- ¿Y si te quiero cerca? -soltaba Taehyung. Sus pupilas más dilatadas que las de Jimin recientemente.

SeokJin alzaba sus cejas-. Me ilusionas...

El azabache lo soltaba y se alejaba de inmediato, aclarando su garganta y manoteando dos tragos de la bandeja del mozo que pasaba por su lado.

-Para ti -le brindaba la misma a un SeokJin que volvía a tirar su cabello hacia atrás.

Estaba igual o más frustrado que Taehyung.

- ¿Has estado bien? -preguntaba el azabache, tomando distancia.

SeokJin fruncía las cejas, la música estaba más cerca de ellos por lo que señalaba su oreja dando a entender que no lo había oído.

»Mierda.

Pensaba Taehyung. No había forma de no calentarse cerca de ese hombre. Si le hablaba al oído sentiría su aroma y como perra en celo querría frotarse contra él y si se acercaba a su rostro, vería sus labios y estaría teniendo la misma jodida reacción.

»Elige una Taehyung.

SeokJin acercaba su perfil para que volviera a lanzar su pregunta. Taehyung se acercaba, más de lo necesario y con sus labios sobre la oreja de SeokJin volvía a preguntar:

- ¿Cómo has estado? -pero su voz era ronca y llena de todo tipo de sentimientos encontrados.

SeokJin sentía el escalofrío bajar por su espina dorsal. Pasaba saliva y giraba a hablar sobre la oreja de Taehyung.

-Extrañandote, bebé -susurraba.

Taehyung volvia a apretar sus ojos y la bebida que llevaba en su mano. Esa noche estaba destinada a tenerlos duros y deseosos. Pero su cabeza todavía era un desastre.

Se alejaba y miraba a SeokJin, sus ojos brillaban y se lo estaba devorando con la mirada, ambos paseaban sus mirada por el rostro ajeno y repetían en los labios, SeokJin iba a hacer un movimiento, pero So-Min aparecía y tiraba de su saco.

- ¿SeokJin oppa?

Taehyung pestañeaba con letargo, como si hubiera estado bajo un hechizo y SeokJin ponía toda su atención en la niña. Pasaba saliva y se agachaba a su estatura.

- ¿Si, cariño? -preguntaba tan paternal, tan dulce.

»Ay, dios. Es hermoso.

Pensaba el menor bebiendo de un trago el contenido de su vaso y se disparaba lejos de SeokJin, quién lo veía huir de él. Su calentura había bajado y su pecho sentía una punzada de dolor, pero la sonrisa de la niña que le pedía ir a verla saltar en uno de los peloteros cambiaba un poco su humor.

Toda la noche habían intentando no cruzarse, habían tenido éxito, pero los niños ya se habían ido y SeokJin había despedido a la pequeña So-Min luego de que todos le cantarán el feliz cumpleaños, pura y exclusivamente solo a ella. El castaño terminaba quedandose en una esquina, hablando con algunos conocidos en común que tenía con Jungkook, quién estaba a su lado como buen amigo.

Taehyung estaba en la otra punta. Bebiendo de nuevo, más de una vez su mirada había conectado con la de SeokJin entre la multitud toda la noche, logrando soltar chispas entre ambos. Recordándole cuando lo había visto por primera vez, como lo miraba, lo buscaba y seguía con sus ojos. Así tal cual estaba ahora. No se daba cuenta cuando Jimin se paraba a su lado.

-Explícame... -arrastraba las palabras el rubio-. ¿Por qué le pediste un tiempo si te estás muriendo de amor en este momento?

Taehyung cortaba el contacto visual con SeokJin y miraba a su amigo-. ¿Tanto se nota?

-Ni siquiera te esfuerzas en ocultarlo -replicaba Jimin-. Estás devorandotelo con los ojos y no sé si quieres follartelo o que él te folle

-Ambas... -respondía sincero.

- ¿Por qué el tiempo? SeokJin es malo con eso -exclamaba Jimin con suavidad.

-Muy malo -replicaba Tae-. Pero lo necesito

- ¿Es una especie de prueba? -curioseaba.

- ¡Dios, no! -respondía-. Estoy replanteandome que quiero, pero de verdad.

- ¿No lo habías hecho hasta ahora?

-Ni siquiera quería ceder a la sola idea de que me tiene estúpido de nuevo -afirmaba-. Realmente necesito este tiempo, pura y exclusivamente para mí.

Jimin asentía-. ¿De cuanto tiempo hablas?

Taehyung se encogia de hombros-. Cuando tenga todo claro acudiré a él

-Si no sabe esperarte voy a matarlo y lo digo en serio. Pondré mis manos en su cuello hasta dejarlo sin aire

-Mochi... -Taehyung lo miraba-. Tus manos son demasiado pequeñas para su largo y perfecto cuello -soltaba con voz ronca las palabras finales. Sacudía la cabeza y añadía-. Mejor cortarle la polla larga y gruesa que tiene para que no vuelva a usarla

- ¡De acuerdo! -soltaba Jimin. Logrando que Taehyung riera adorablemente.

A la otra punta SeokJin preguntaba-. ¿Qué le dijo?

Jungkook había mencionado en broma segundos atrás, ser bueno para leer los labios de su esposo por lo que respondía-: Te van a cortar las pelotas y por eso se rien

- ¡Pero no estoy haciendo nada malo!

-Y más te vale que no lo hagas, amigo -añadía Jungkook.

-Lo extraño, él es todo en lo que puedo pensar -admitía viendo a Taehyung de nuevo-. No hay lugar en mi vida para nadie más que él. Lo sé -soltaba lo último en un susurro, mirando fijamente a Taehyung.

-Dios, deja de mirarlo así -rogaba Jungkook-. Estás follandotelo con la mirada, hyung

-Lo deseo. Lo amo, demasiado -exclamaba.

El calor de su mirada había llegado a su amigo y por tanto estaba incendiado al receptor de la misma. SeokJin veía a Taehyung huir en dirección a los baños.

-Vas a hacer que se corra por como lo miras, déjalo respirar -se burlaba Jungkook.

-Ahora vuelvo... -daba el vaso a su amigo y se disponía a seguir al azabache.

-No es... -Jungkook quedaba hablando solo-, buena idea que vayas por él -Negaba con su cabeza y se tomaba de un trago la bebida de SeokJin, a la distancia veía la mirada traviesa de Jimin y exclamaba-. Jodidos animales, todos. Calentones.

Al final narre mucho. Seguimos a un cap y el epílogo... Ah ya no sé 😅😅

Pero tuve que cambiar la canción del inicio, porque no expresaba con exactitud estos primeros aconticimientos. Notarán en el próximo capítulo el contraste entre una letra y la otra. Jajaja.

Bueno UwU.

Con amor niñita Nany 💜

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