⛓️Chapter fifty seven!

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El orden en la manada fue restablecido gracias al proceder ordenado que cada general de ejércitos demostró.

Hwasa y todo el ejército del este se encargaron de los miembros del concejo. Cada uno de ellos fue encerrado en celdas de máxima seguridad, privados de todo tipo de derechos y desligados de los títulos que hasta ese entonces presumieron con vanidad.

Taeyang y G-Dragon se encargaron de ordenar sus tropas en una nueva formación. La vigilancia de las fronteras se triplicó, diversos grupos de rastreo comenzaron a trabajar para encontrar el escondite de Kaisa y todos los líderes que traicionaron la alianza que alguna vez firmaron con el padre de Jimin. El líder Park no estaba dispuesto a dejarse sorprender y su clan no olvidaba las traiciones.

Por otro lado, Jimin fue claro al momento de ordenar mayor seguridad al pueblo, es por esa misma razón que los generales HyunJin y Moonbyul estaban a cargo de movilizar a las personas hasta los búnker subterráneos que estaban capacitados con todas las comodidades, incluyendo comida, medicina y agua. Toda la población estaría segura, sin tener que sufrir los estragos de una guerra que no era su responsabilidad.

El general Min estaba ordenando su propio ejército. Con la llegada de más lobos legendarios la tropa creció desmesuradamente, y él debía encontrar el equilibrio perfecto para comandarlos a todos y mantener un orden estricto dentro de una batalla. Por tanto, decidió que RueSo le ayudaría, pensando también en incluir a su sobrino cuando estuviera listo.

Mina estaba visitando los almacenes de todo el clan. Jimin ordenó reunir todas las armas disponibles en las bodegas del palacio del poder y esa fue una tarea que el ejército lunar estaba cumpliendo en tiempo récord. La guerra inició horas atrás, el líder derribó al concejo y comenzó a forjar sus propias leyes, así que sus enemigos no tardarían en volver a atacar.

Y por último, Amira y toda la guardia de hierro estaban en la misión de encontrar al comandante Kim SeokJin y la presidenta del antiguo concejo Kim Jennie, pues ninguno había aparecido en los territorios de la manada desde la madrugada que salieron del clan de las montañas.

—¿Crees que Kaisa los haya capturado?

Jimin miró directamente a su mejor amigo. Taehyung tenía la mirada perdida en algún punto del bosque, las manos convertidas en puños y la mirada cristalina, siendo esa la evidencia que el omega estaba luchando para contener el llanto.

—Tienes que mantenerte firme, Taehyung —habló Jimin—. No puedo darte una respuesta a la pregunta que me hiciste, lo único que te puedo decir es que seas valiente.

—Yo siempre admiré tu valentía —confesó el peliazul—. Cuando tu padre murió, pensé que no podrías continuar —pausó un momento—. Me equivoqué por supuesto, has sabido liderar y no te acobardaste con la amenaza enemiga, ni con todos los intentos que los demás tuvieron para arrebatarte el poder —siguió hablando, y era como un método de desahogo que Jimin comprendió—. Estás liderando una guerra, y todo mientras llevas un hijo en el vientre. Joder... eres el omega más valiente que he conocido.

—Las circunstancias vividas te obligan a ser valiente, es parte de la naturaleza y el instinto de supervivencia —dijo el pelinegro, restándole importancia—. Sobre mi hijo... lamento no habértelo dicho.

—Lo sospechaba —admitió Taehyung con una leve sonrisa—. Esos cambios de humor explosivos debían tener una explicación lógica.

—Estar embarazado apesta —se quejó Jimin chasqueando la lengua.

—Pero hacerlos no —debatió Taehyung, subiendo y bajando las cejas con picardía.

Ambos amigos soltaron una risa que ayudó para disminuir un poco la tensión que llevaban en los hombros, se retiraron del balcón y llegaron hasta la oficina del líder donde estaba Jackson en compañía de una cara que ambos querían ver.

Amira hizo una reverencia dedicada al sucesor del comandante y al líder del clan. De ellos, Taehyung fue el que le habló, desesperado.

—¿Los encontraron? —cuestionó el omega Kim, con sus ojos brillantes puestos en la beta.

—No, mi señor —negó con una mueca—. Envié una tropa al bosque negro, ahí se encontró un rastro débil del comandante; sin embargo, el rastro de la presidenta es completamente opuesto, va hacia el sur, a tierras lejanas.

—Están separados —concluyó Jimin con una mueca pensativa.

Jackson rodeó la mesa donde estaba el mapa de las manadas y sus bosques. Achicó los ojos cuando encontró el punto exacto que marcaba los límites del bosque negro, y no tardó en descubrir un detalle más que llamó su atención.

—El río Kodor atraviesa el bosque negro y conecta con estas tierras —inició, mientras los otros le escuchaban—. El agua neutraliza los aromas, es probable que esa sea la razón por la que el rastro del comandante Kim sea tan débil y no pueda seguirse.

—El río nace en las tierras donde se detectó el rastro de Jennie —comentó Jimin, mientras continuaba analizando el mapa—. No conocemos la estructura, pero el agua es suficiente para sospechar de un escondite que sea funcional para Kaisa, ya que conecta directamente con este territorio.

—Mi padre debió escapar —susurró Taehyung—. Dejó el rastro de forma intencional para que descubriéramos la existencia de ese río y la conexión que existe entre estas tierras y el bosque negro.

Fue suficiente para que Jimin tomara una nueva decisión.

—General Sang, seleccione a los mejores soldados que tenga y vayan a inspeccionar el río Kodor que llega a nuestras tierras —ordenó, Amira asintió acatando la orden—. Despliegue tropas, que algunos legendarios la acompañen, ellos deben conocer mejor el territorio.

—Sí, mi líder —aceptó, para luego retirarse y comenzar a trabajar.

—Taehyung —mencionó Jimin—. Necesito pedirte un favor especial.

—Lo que sea, Jim —accedió de inmediato.

—Ve a la biblioteca central y recoge toda la documentación de la manada. Necesito que los tratados y los libros de leyes sean enviados al clan montañoso, Jackson construyó un espacio seguro donde no podrán robarlos.

El omega Kim asintió, para después abandonar la oficina con muchos objetivos en mente.

—Bien —habló el beta—. Los ejércitos están asegurando el pueblo, reuniendo el armamento y asegurando las fronteras. La búsqueda de los Kim podría alagarse o terminar de un momento a otro —hizo un sonido pensativo—. Hay algo importante que falta.

—¿Qué cosa? —inquirió Jimin, bastante concentrado en el mapa.

Jackson le entregó una carpeta que despertó la curiosidad en el omega que la tomó. El líder Park comenzó a revisar los papeles, para luego mirar al beta con una ceja alzada y una sonrisa ladina.

—Tarde o temprano pasaría —comentó Jackson, mientras miraba sus uñas.

—Vaya, quien diría que te divorciarías de mí tan rápido —comentó Jimin, mirando los papeles que representaban su separación legal con el que se había convertido en su mejor aliado—. ¿Tan mal esposo fui?

—No seas tonto —refunfuñó Jackson, mirando al omega—. La verdad es que pude enamorarme de ti, o sea, tienes todo para conquistar a quien quieras —reconoció sin problemas—. Sin embargo, desde que te conocí supe que tu mente, tu alma y corazón ya estaban ocupados —confesó—. No me gusta entrometerme en sentimientos ajenos, y como renovarás por completo las leyes, nuestro matrimonio ya no es necesario.

Jimin sintió un sentimiento agradable y cálido en su pecho, uno que se formó gracias a ese beta que lo miraba con sinceridad en los ojos y una sonrisa genuina de apoyo. Le llevó segundos descubrir que se trataba de gratitud, además del cariño que sentía por él, mirándolo como un miembro importante de su manada, de su entorno y de su familia.

—Mi hijo te llamará "tío Jackson" —comentó, notando como los ojitos del beta se llenaban de lágrimas y mucha ilusión.

—Ah, no seas así —se lamentó con dramatismo.

—¿No te agrada la idea? —preguntó el omega con diversión.

—¡Claro que sí! —chilló—. Seré el mejor tío que el cachorro pueda tener, pero, si Yoongi no me mató por ser tu esposo, me matará por ganarme el cariño de su hijo.

Jimin rodó los ojos antes de afirmar:

—Eres un exagerado.

—No, soy realista —se defendió el líder de las montañas—. Espero que cuando sepa que eres libre ya no quiera matarme.

El omega soltó una verdadera carcajada que fue contagiada al beta. Ambos se sentaron en los sillones de la oficina y compartieron algunas galletas, mientras conversaban de diversos temas, algunos importantes y otros banales.

—No volveré a formar un concejo —decidió Jimin—. Lo mejor para mi mandato y el de futuras generaciones es fortalecer la pirámide militar y una nueva política de seguridad para mantener intacta la seguridad del clan y no tener preocupaciones innecesarias.

—Será un cambio radical —admitió Jackson con impresión—. El primer mandato en la historia que será libre de miembros concejales.

—En todo caso, lo único que podría tener es un consejero privado —murmuró pensativo—. Hay ocasiones en las que las responsabilidades pesan demasiado y los pensamientos proliferan sin control. Por esa razón es que tendría una persona de confianza.

—Podría ayudarte —se ofreció Jackson—. Tengo experiencia en esos asuntos y no será problema para mí.

—Acepto —dijo de inmediato—. También me gustaría que firmemos un tratado oficial de paz y que ambos clanes se beneficien del otro, como una fusión —propuso—. Te ganaste mi confianza, Wang, y como ya no seremos esposos, podemos ser excelentes aliados.

La sonrisa del beta fue amplia y resplandeciente. Asintió muchas veces, con la energía intacta que tendría un niño cuando le ofrecen su cosa favorita del mundo; pues algo similar pasaba con Jackson, debido a que Jimin le ofrecía prosperidad, seguridad y años buenos a su pequeña manada que yacía oculta en las montañas.

—Acepto —dijo emocionado—. Pero primero vamos a ganar esta guerra.

Y Jimin estuvo completamente de acuerdo.

El bosque negro. Recibió su nombre por la espesura anormal de los árboles, la humedad volvía la tierra en tonos oscuros y la maleza venenosa propia del terreno alimentaba todas las leyendas que se escucharon en las manadas cercanas.

Yoongi estaba en el lugar, había decidido acompañar a Amira en la misión y comandar personalmente el grupo de legendarios que recorrían el terreno, mientras olfateaban en búsqueda del rastro de Kim SeokJin.

—El río es caudaloso. Si alguien cae por accidente, podría morir. —el comentario de Amira ganó especial atención en Yoongi.

El alfa caminó por la orilla de las aguas, sus ojos dorados inspeccionaban con cuidado cada detalle que iba encontrando fuera de lugar, como las sogas fuertes unidas a rocas grandes con la misma secuencia y distancia de ambos lados.

—Es un puente —comentó.

—Lo que queda de él —dijo Amira, notando también las sogas que estaban bien sujetas.

—Mira aquí —pidió Yoongi, mientras señalaba marcas que quedaron pintadas en el barro y el césped—. No llevan muchos días, lo que significa que siguen usando esas sogas para atravesar el río.

Amira gritó una orden a su escuadrón y en cuestión de segundos toda la guardia de hierro se encargó de colocar explosivos en los lugares que su general iba indicando. La tarea se llevó a cabo en media hora, cuando todo estuvo listo, la beta líder activó las detonaciones.

La forma natural del río Kodor quedó destruida por completo. Grandes cantidades de tierra suelta cayeron sobre el agua, las sogas dejaron de existir, así como toda posibilidad de cruzar esas aguas tempestuosas.

—Sea lo que sea que exista del otro lado de estas aguas quedó aislado, y para pisar tierras de la manada tendrán que rodear el bosque negro y encontrarse cara a cara con los ejércitos del líder Park. —luego del comentario, Amira volvió a reunirse con Yoongi que estaba ocupado en los límites del bosque.

—Los legendarios encontraron a SeokJin —informó el alfa Min.

—¿Dónde? —cuestionó Amira, mientras llevaba una de sus manos al arma que descansaba en su cintura.

—En el centro del bosque —respondió Yoongi—. Rue encabeza el rescate, me dijo que el comandante está inconsciente y con heridas graves.

—Mierda —maldijo la beta—. ¿No encontraron rastros de la presidenta?

—Nada de ella. Debe estar lo suficientemente lejos como para poder rastrearla desde aquí.

El sonido de aullidos múltiples los pusieron alertas. En cuestión de segundos una manada de legendarios encabezados por una loba de color pardo se presentó con ambos generales. Yoongi reconoció a su hermana, pues era ella quien llevaba el cuerpo herido del comandante Kim en su lomo.

—Yoongi —pronunció Amira con duda en su voz—. Ven a ver esto.

El general de los legendarios acudió al llamado de su compañera, descubriendo que otro lobo llevaba en su lomo el cuerpo de una mujer que no conocía. Se acercó un poco y revisó con mayor cuidado, abriendo los ojos de par en par cuando se dio cuenta de un detalle importante.

—Esta mujer está muerta —anunció, con un estremecimiento que le indicó peligro.

—¡Todos regresen al palacio del poder! —ordenó Amira, para luego correr hacia una de las camionetas.

Yoongi transmutó en un segundo, encabezó a la manada de lobos y juntos comenzaron a alejarse a gran velocidad, mientras escuchaban los primeros disparos provenientes del oscuro bosque.

Una hora después, todo el grupo ingresó al palacio del poder donde Jimin esperaba ansioso por noticias.

El omega ordenó a un equipo médico para que se hicieran cargo del comandante Kim SeokJin, y luego fijó su vista en el cuerpo de la mujer que algunos soldados estaban colocando en una camilla.

—La encontramos en el bosque negro. No pudimos identificarla —informó Amira, mientras Yoongi se situaba al lado de su omega ya completamente vestido.

Jimin la miró, y cuando llegó al rostro de la mujer sintió náuseas, sumándole un mareo que lo estremeció de pies a cabeza, de forma tal que Yoongi se vio en la necesidad de sostenerlo entre sus brazos para que el menor no cayera.

—¿Estás bien? —preguntó el alfa, mirando con preocupación al líder omega.

—C-conozco a esa mujer —confesó en susurros, mostrándose consternado.

—¿De quién se trata, Jimin? —indagó, llevándole a pensar que era alguien importante que justificara la reacción del omega.

La respuesta que obtuvo le confirmó lo que pensaba. El líder lo miró a los ojos, confuso, furioso y al mismo tiempo con una mezcla de remordimientos.

—Es Jung LeeHa —informó Jimin—. La madre de Hoseok.




















































¿Teorías? 👀

¿Película de terror que me recomienden? 👀

También voy a aprovechar para recordarles que este libro tiene playlist en Spotify. Si la quieren, mándenme un mensaje privado con confianza. 🥰

Ya casi, casi rozamos la recta final, lo digo sin temor a equivocarme. 😼

¡Hasta el próximo capítulo!

⛓️Yoon~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro