⛓️Chapter fifty two!

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Pasaron algunos días, y finalmente había llegado el momento que Jimin estaba esperando.

HyunJin envió un mensaje específico donde se daban a conocer los detalles más importantes para la reunión que el líder había solicitado en el clan montañoso. Desde entonces, Jimin en compañía de los demás generales comenzaron a planear el viaje hasta las tierras de Jackson que estaban esperando por su llegada.

El omega Park necesitaba fortalecer sus alianzas, así como también consideraba necesario un intercambio de opiniones e ideas entre los líderes aliados; de este modo, sabría con quienes contaba y con quienes no en tiempos de guerras.

No le agradaba la idea de dejar el palacio del poder desprotegido, mas sabía que en esas circunstancias debía arriesgar para obtener algo mayor, y confiaba en la capacidad de los ejércitos para mantener las barreras de seguridad dentro de la manada.

Además, seleccionó un grupo competente para cumplir con funciones específicas en su ausencia, y uno más cauteloso para vigilar de cerca los movimientos de cada uno de los miembros del concejo.

—¡Atención todos! —exclamó el general Min—. El viaje hasta el clan de las montañas será peligroso si tomamos la ruta habitual. No sabemos si Kaisa está enterado y tampoco vamos a correr el riesgo.

Yoongi era el encargado de la seguridad del viaje. El ejército de lobos legendarios eran los más competentes para la tarea, debido a su naturaleza podían recorrer grandes distancias, sin importar la inestabilidad de la tierra.

—Tomaremos el atajo por el bosque —continuó el líder de los legendarios—. He seleccionado a los mejores de mis soldados para que cada uno cargue a una persona y nos movamos con rapidez, de este modo estaremos llegando en un par de horas.

Casi de inmediato, una fila de diez alfas legendarios quedó frente a Jimin y sus acompañantes. Los grandes hombres esperaron la indicación de su líder, y cuando Yoongi la dio cambiaron a su forma animal con rapidez.

Taehyung, SeokJin, Jennie, Wheein, Mina, Hwasa, Amira, Taeyang, G-Dragon, Moonbyul. Todos ellos tomaron un lobo y lo montaron sin problemas, quedando únicamente Jimin a la espera.

Yoongi terminó de dar las órdenes a los demás guardias que les acompañarían por seguridad. Cuando estuvo todo listo, caminó hasta el líder absoluto y se detuvo frente a él.

—Yo te llevaré —avisó, para luego transmutar a su parte animal.

El imponente lobo de pelaje marrón con algunos mechones dorados se agazapó hasta que tocó el suelo, lo hizo de tal manera que Jimin no tuvo que esforzarse tanto al momento de subirse al lomo, y ese detalle hizo sonreír mínimamente al omega, pues sabía que esos cuidados que el alfa mostraba con él eran por su estado.

El omega se sostuvo fuerte, miró a todos los que le acompañarían en esa misión tan importante y luego al grupo de alfas que se encargarían de cuidarles las espaldas. Soltó un suspiro corto, para finalmente dar la autorización que todos estaban esperando.

—Hora de irnos —dijo, sosteniéndose más fuerte del alfa.

El líder de los legendarios soltó un aullido fuerte que evidenció la señal de partida. De un momento a otro todos los lobos iniciaron a correr con un rumbo específico, ganando velocidad a medida que se iban internando en los bosques.

El lobo marrón que llevaba a Jimin se situó al frente de la manada que corría. La velocidad y agilidad que todos ellos tenían para correr en tierra suelta y húmeda quedó probada, así como la destreza al dar saltos grandes y continuos sobre troncos caídos y barrancos.

Bajaron por una colina rocosa donde las patas pisaron con fuerza para no resbalar. De un salto sincronizado y que estremeció la tierra cayeron con firmeza al suelo, donde una pradera extensa cubierta de flores silvestres les dio la bienvenida.

La manada de lobos corrió con mayor velocidad, el terreno plano ayudó, logrando atravesarlo en cuestión de segundos.

—¡Mierda que son rápidos! —gritó Amira, extasiada al comprobar de lo que estaban hechos los alfas legendarios.

Llegaron hasta un camino más inestable, donde un acantilado amenazaba con una caída dolorosa. Los lobos disminuyeron velocidad, se formaron en línea recta y uno a uno fueron bajando por el camino más seguro, hasta que tiempo después cayeron al río que debían atravesar.

—La corriente es fuerte —observó SeokJin, mirando con desconfianza las aguas que se sacudían con violencia.

—No sabemos la profundidad —intervino Mina.

—Nosotros no, pero los legendarios sí —dijo Hwasa, notando como los lobos analizaban cada punto visible, sin moverse todavía.

Jimin acarició la cabeza del lobo marrón, un poco inquieto por la fuerza que el río mostraba al momento de arrastrar ramas secas con la corriente.

—Yoongi —llamó en un susurro.

El lobo marrón alzó las orejas en su dirección como respuesta automática, Jimin afianzó el agarre y tragó fuerte antes de hacer la pregunta que no quería, pero que era necesaria.

—¿Estás seguro que podemos pasar el río sin problemas?

El gran animal giró la cabeza buscando su presencia, soltó un sonido bajo y tranquilizador que le dio a saber al omega que no debía sentir miedo, ya que el líder de los legendarios y sus soldados sabían lo que hacían.

Jimin lo comprendió con una facilidad alarmante, pues sin rastros de duda dijo:

—Confío en ti y tus soldados.

La respuesta agradó al alfa y lo demostró con la convicción de sus movimientos. Nuevamente el lobo marrón tomó el mando y fue el primero en ingresar a las aguas fuertes del río, seguido de cerca por los demás miembros de la manada.

El omega líder soltó un sonido sorprendido que fue acompañado por los demás al sentir las aguas frías mojarlos hasta los muslos. Todos ellos se aferraron al pelaje de los lobos, luchando por mantenerse estables en su sitio, mientras los legendarios cruzaban el río con lentitud y ejerciendo la máxima fuerza existente en sus patas para no resbalar.

Fue un momento lleno de tensión. Si uno de ellos caía en la corriente, las probabilidades de salvarlo eran casi nulas; la fuerza del agua era aterradora, así que todos estaban entregados en un silencio absoluto, donde más de uno contuvo el aliento.

Cerca de llegar a la orilla, los lobos dieron un potente salto que los llevó a tierra. No permitieron que el cansancio entumeciera sus extremidades, continuaron movilizándose con rapidez, siguiendo un mismo camino que pronto les indicó la salida de los dominios de Park Jimin.

De pronto una neblina fresca les golpeó sus rostros, el aire más frío y el aroma a pinos les dio la gloriosa bienvenida, mientras que, el respiro tranquilo que soltaron al mismo tiempo les hizo saber que lo habían logrado.

Porque todo el grupo estaba a salvo, y pisando las tierras montañosas de Jackson Wang de Park.

Jackson preparó todo lo necesario para darle la bienvenida al grupo que llegó a sus tierras.

Todo el pueblo del clan montañoso estaba ansioso por conocer al omega que se había casado con su líder. Habían escuchado algunas cosas del territorio liderado por los Park, así que las expectativas eran altas, así como la curiosidad.

Y el bullicio emocionado dio comienzo cuando la manada de lobos recorrió la calle principal hasta llegar a la casa del líder.

Personas curiosas salieron de sus casas, niños animados chillaron y rieron contentos cuando sus ojitos cargados de inocencia miraron a los grandes lobos caminar frente a ellos en una formación pulcra.

Era una imagen alucinante; sin embargo, la atención de la mayoría estaba puesta en el lobo marrón que lideraba la caminata, el mismo que cargaba en su lomo al líder de la manada más poderosa y rica de todos los tiempos.

Juntos eran majestuosos. El dominio del alfa líder de los legendarios quedó marcado en sus pasos firmes, mientras que el poderío de Park Jimin se mostró de forma natural, con su espalda recta, rostro imperturbable y frente en alto.

Fue un acto involuntario y simbólico el que se creó, pues, por primera vez estaban viendo a omegas y betas poderosos montados sobre lobos alfas legendarios, y ese fue un acontecimiento que ningún miembro del clan montañoso podría olvidar tan fácilmente.

Poco tiempo después la residencia de Jackson Wang quedó a la vista de la manada visitante. Jimin reconoció la presencia de su esposo, el beta esperaba por ellos en compañía de algunos guardias y otras personas que suponía eran miembros importantes de la manada.

Los lobos alfas se detuvieron frente a la construcción, formaron una hilera y en la misma sincronía se agazaparon para permitir que los omegas y betas bajaran con seguridad.

Jimin fue el primero en avanzar. Lo recibió Jackson, el beta sonrió aliviado al ver que todos habían llegado seguros, sobre todo, los lobos que tuvieron que correr con una carga extra encima.

—Denles ropa, comida y bebida —ordenó a uno de sus hombres que se encargó de la tarea de recibir a los alfas legendarios.

El omega Park cruzó miradas con el líder de los legendarios. El imponente lobo gruñía bajo y amenazante al ver al pelinegro tan cerca de Jackson, pero solo bastó de una mirada de advertencia de parte de Jimin para que el animal cediera y siguiera de mala gana a sus compañeros.

—Ellos estarán bien —prometió Jackson.

Jimin tomó el brazo que le ofreció su esposo y en compañía de los demás avanzaron hasta donde el grupo de personas esperaban. Jackson no tardó en hacer las presentaciones adecuadas; el concejo del clan montañoso se mostró amable y servicial, bajando un poco la tensión de los recién llegados.

La atención de todos ellos quedó en una jovencita de larga cabellera de color rojizo. Era preciosa, con ojos claros y algunas pecas que manchaban casi de forma adorable ambas mejillas. Por sus aromas definidos supieron que era una omega, una omega bastante sonriente.

—Ella es Coria, la hija de nuestro comandante supremo —presentó Jackson.

—Es un honor conocerlos a todos —saludó ella con una reverencia—. Sean bienvenidos al clan de las montañas.

Minutos después, HyunJin y Yoongi ingresaron al salón donde todos estaban reunidos. Eran los generales faltantes, y al ser los últimos obtuvieron la atención absoluta, lo quisieran o no.

Sobre todo la de Coria. La omega prácticamente devoraba con la mirada al líder de los legendarios.

—¿Todo en orden con los lobos legendarios, general Min? —preguntó Jackson con una sonrisa amable.

Sonrisa que Yoongi no correspondió. El alfa estaba mortalmente serio, incluso tenso, aun así, respondió la pregunta hecha por el líder de esas tierras.

—No hubo problemas. Mis soldados están descansando en la casa que dispuso para ellos.

—Me alegra —respondió con sinceridad, carraspeando levemente al percibir tensión en el ambiente.

Coria aprovechó el momento de silencio para situarse en el campo de visión de Yoongi, lo miró con descaro, sonriendo con las dosis exactas de coquetería que siempre utilizaba cuando deseaba enredar a alguien en sus manos.

—Jack, ¿nos presentas? —inquirió con voz melosa.

Jackson iba a tratar de zafarse del problema en el que lo habían metido sin permiso; sin embargo, todas las palabras quedaron en lo profundo de su garganta cuando otra voz, más fuerte y demandante rompió el silencio.

—Estamos en un asunto importante, señorita. Las presentaciones extraoficiales se dan en situaciones diferentes, así que no intervenga.

La omega giró en busca de la voz, quedándose helada cuando la mirada frívola de Park Jimin impactó en ella, como miles de cuchillas venenosas que sabían exactamente donde atacar.

A esas alturas, Jackson no sabía quién terminaría muriendo primero; si él a manos del celoso alfa Min Yoongi o Coria a manos del territorial Park Jimin.

Y como lo más inteligente que podía hacer era no arriesgar la vida de ambos, decidió intervenir.

—No es momento de presentaciones, Coria —dijo con suavidad—. Por favor, avísale a tu padre que mi esposo ya está aquí.

—Esposo —repitió Yoongi con una sonrisa tensa y los ojos oscuros—. Debe sentirse orgulloso al decirlo, líder Wang.

—Y usted general —habló Jimin, mirando exclusivamente a Yoongi—. Debe sentirse orgulloso de llamar la atención de la manera que lo hizo con la señorita presente, ¿no es así?

El líder de los legendarios no respondió con palabras, únicamente alzó una ceja y se quedó mirando al omega de cabello negro que parecía querer matarlo sin razón alguna.

—¡Ok! —exclamó Taehyung, tomando el brazo de su mejor amigo con firmeza—. Señores, lo mejor será que descansemos un tiempo antes de volver a reunirnos, ¿qué les parece?

El omega peliazul no esperó la respuesta. Tiró del brazo de Jimin hasta sacarlo del salón y evitar una masacre asegurada.

—Es una mujer descarada. —la afirmación rabiosa que Jimin soltó causó que su amigo suspirara.

Ambos se encontraban en la habitación que le habían entregado a Taehyung. El menor de los Kim estaba tumbado en la cama, mirando como su mejor amigo daba vueltas como una bestia enjaulada, mientras soltaba gruñidos y maldiciones.

—Trata de relajarte, por favor Jim —imploró el menor de ambos, a punto de sufrir una crisis.

—Bueno, ¿es que tú no la viste? —preguntó indignado—. ¡Se lo comía con la mirada y el muy imbécil parecía disfrutarlo!

—Error, Yoongi ni siquiera la miró —defendió Tae, y lo hizo porque era la verdad.

El alfa únicamente miró a Jimin, desde el principio hasta el final, claro que, el omega pelinegro estaba demasiado molesto y celoso como para darse cuenta.

—Es frustrante y ridículo —refunfuñó Park.

—Si hablas de tu comportamiento, pues te doy la razón, amigo mío —comentó Taehyung—. Me parece ridículo que andes mostrando un comportamiento infantil, inseguro y posesivo con alguien que se supone no tiene nada que ver contigo, sin mencionar el hecho que tú estás casado.

—Yoongi es mío, malditamente mío —sentenció con firmeza—. Nada más me importa, y me estoy volviendo loco al considerar la idea de que él empiece a interesarse en alguien más.

—Ay mierda, ¿volviste a enredarte con él? —jadeó el peliazul.

—Tenemos algo que nos une por completo, Tae, y mejor no sigas mencionando el tema —pidió acelerado—. No quiero que mi mal humor se descontrole y tenga la imperiosa necesidad de descuartizar a la niña Coria y dar inicio una guerra entre ambos clanes.

—Dime que no harías algo así, Park Jimin —chilló horrorizado.

La expresión enfurecida del omega pelinegro mostró una respuesta real que estremeció al hijo del comandante Kim. Y en cuestión de tiempo, obtuvo una afirmación clara.

—Por ese alfa soy capaz de todo —aseguró el líder, con la mirada clavada en el exterior que se mostraba a través del ventanal.

—Cálmate, por favor —suplicó Taehyung—. Nadie tiene que morir por un arranque de celos.

—No estoy celoso —objetó Jimin.

—Ah, ¿no?

—No. Estoy estresado, creo que debería intentar dormir.

El omega Park se acomodó al lado de su amigo, lo abrazó con brazos y piernas e intentó descansar.

Taehyung se quedó quieto, procesando los repentinos arranques violentos de su amigo y sus cambios de humor.

Y ahí, en medio de la noche, el omega de cabellos azules comenzó a rezar con necesidad. Rezó por la vida de Coria y por el control de su mejor amigo.






































¿Querían un Jimin celoso? Pues ahí lo tienen. 🤠

La verdad es que no sé en qué estaba pensando cuando en el capítulo anterior puse que estábamos llegando a la recta final, si todavía quedan como veinte capítulos. 🧐

En fin, la peluca roja siempre me hizo lucir bella. 🤡

¿Qué les pareció el capítulo? Fue doble actualización, para que no se salten ninguno, ¿ok? 👀

Probablemente mañana no actualice, tengo cita médica. 😔

Se me cuidan montones, y muchas gracias por apoyarme en mis libros.

¡Hasta el próximo capítulo!

⛓️Yoon~

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