— ¡Una! ¡Dos! ¡Dos y medio! — Vania se gira de nuevo para verme y hace una seña.

Estamos todas de pie detrás de ella esperando a que lance su ramo hacia las solteras. Lindsay y Mina están al frente porque son más pequeñas, pero Regi y yo estamos metidas entra las primas de Vania.

— ¡Otra vez! ¡Una! ¡Dos!... ¡Y tres!

Cuando el ramo deja sus manos, estiro mis manos hacia arriba sabiendo que lo lanzó directamente hacia mi, pero una chica de cadera amplia me empuja.

Y como estaba tan ocupada lanzándome fuera del grupo, no se dió cuenta que mi amiga Regina se adelantó para tomar las flores.

— ¡Son mías! ¡Las tengo! — Grita Regi.

— ¡Ahh! ¡Bien hecho! — Vania le grita y se acerca a abrazarla — Lo siento Ana, quería que tú las tuvieras.

— Si, yo igual — digo algo desanimada — Pero no importa, tu prima no se salió con la suya.

— Bueno, salgan de la pista que es el turno de Andrew — Vania nos hace una seña para que nos alejemos — Manden a sus chicos ahora.

Si, claro, como si Christian quisiera participar en esto. Ha estado muy reservado en cuanto a sus comentarios sobre la boda, tal vez se da cuenta de mis intenciones.

— Lo tenías — Dice cuando me siento junto a él.

— ¿Qué?

— El ramo — Señala hacia la prima de Vania — Esa chica sí que quería el ramo.

— Pues si, ya será para la próxima.

— ¡Atención, todos los solteros! ¡Pasen a la pista!

Giro para ver al tío de Vania con el micrófono alentando a los chicos. Por supuesto Ryan, Dexter, Jonathan y Erik son los primeros. También el hermano de Vania y algunos amigos de ambos.

— ¡Vengan todos! — Grita Vania subida en una silla — ¡Christian, no me hagas ir por ti!

Mi chico abre sus ojos grises, muy sorprendido. Su expresión me hace reír, pero lo que hace me sorprende mucho más.

— Deséame suerte, nena — Se levanta y me besa — Voy a patear algunos traseros.

— ¡Suerte, cariño! — Grito emocionada.

Christian se sitúa por detrás de todos los chicos, al frente Ryan y Dexter comienzan a empujarse para quedar al centro.

Veo a mi amiga inclinarse hacia su ahora esposo para susurrarle algunas palabras. Andrew gira hacia el grupo de chicos impacientes y me parece ver que sus ojos miran en dirección a Christian.

— ¿Listos? ¡Quiero ver guerra! — grita el tío con el micrófono — ¡Una! ¡Dos!...

Estoy tan ansiosa que me tapo los ojos con las manos. ¡No quiero ver! ¿Cómo algo tan sencillo puede causarme ese nivel de estrés?

— ¡Tres! — grita el hombre.

Muchos gritos de emoción sobre todo de las mujeres en las mesas, algunos gruñidos de los chicos y algo parecido a un golpe se escucha.

— ¡Buena atrapada! — grita Vania.

Quito las manos de mis ojos para ver hacia la pista. El grupo de chicos que hace un momento estaban empujándose al frente del grupo, ahora están en el piso unos sobre otros.

— ¿Qué pasó? — Pregunto a Christian que viene hacia mi.

— Ese chico se cayó y se llevó a todos con él — Señala a Jonathan.

— ¿De verdad?

— Si, ¿No lo viste? Tengo la liga.

Sonríe y la lanza hacia mí. A su espalda puedo ver a Vania sonriendo y aplaudiendo mientras Andrew nos mira.

Muy discreta, amiga.

— ¿Y bien?

— ¿Qué? — Se sienta de nuevo junto a mí.

— ¿Qué piensas de esto? — señalo a nuestro alrededor.

— ¿Del salón? Es lindo, supongo que no fue fácil conseguirlo con solo dos semanas de antelación.

— No, me refería a... — No dejo salir las palabras de mi boca. Estoy siendo una idiota, lo sé. — Voy a ver si necesitan ayuda con algo, no tardo.

Me levanto de la silla y camino primero hacia el baño para refrescarme. Necesito aclarar mis ideas y dejar de presionar a Christian. Lo último que quiero es hartarlo y que se aleje de mi.

— ¿Estás bien? — Mina golpea la puerta del baño antes de entrar — Te vi pasar y te veías algo ansiosa.

— Si, lo siento, este tema de la boda ha tocado algunas fibras sensibles.

— ¿Si?

— Si. Estoy muy feliz por Vania, de verdad, solo me pregunto si algún día será mi turno.

— ¡Oh vamos! Sabes que si, Ana. ¿Por qué dices eso?

— Me preocupa un poco no saber el rumbo de nuestra relación, es decir, estamos viviendo juntos ¿Pero que hay después de eso? ¿Tendremos hijos? ¿Seremos una de esas parejas que nunca se casan? ¿O de las que se casan cuando ya llevan muchos años juntos?

— Te preocupas demasiado, ni siquiera deberías preocuparte por eso ahora. Tienes a Christian, están felices juntos y qué mejor forma de demostrar que van en serio que viviendo juntos. ¡Disfruta eso!

— Tienes razón, estoy siendo una loca paranoica.

— Si, lo eres — Se ríe.

— Entonces no me preocupo, vivo el momento y disfruto tener a mi chico.

— ¡Si!

— ¿Y tú? ¿Que hay contigo y Ryan?

— Bueno — Mina balbucea nerviosa — Hemos platicado un rato, pero se siente extraño, como si de pronto todo hiciera "click".

— Lo sé — sonrío — Yo sé que es eso.

— Solo espero que me pida mi número o una cita antes de que acabe la noche.

— Verás que si — la animo.

— Ahora vuelve ahí porque escuché que la chica que tiene el ramo le echó un ojo a tu chico.

— ¡Oh no! Eso ni pensarlo. Gracias amiga.

Salgo del baño seguida de Mina, pero los ojos van a la mesa donde mi chico me espera. Tomo dos copas de la mesa y me encamino hacia él.

— ¡Ana! ¿Quieres bailar conmigo? — Jonathan se atraviesa en mi camino.

— Te agradezco, pero le debo el primer baile a mi novio — señalo a Christian.

— ¿Entonces el segundo baile?

— No lo sé — Balbuceo — Supongo que si.

— Bien, entonces te veré en un rato.

Asiento hacia él y retomo mi camino hacia mi mesa. Pongo la copa frente a Christian y me siento para beber la mía, pero él solo me mira fijamente.

— ¿Qué quiere ese chico?

— ¿Cuál? ¿Jonathan?

— Si, ¿Qué quiere?

— Bailar conmigo, pero le dije que le debo el primer baile a mi novio.

Christian frunce el ceño mirando hacia la mesa de Jonathan.

— Me debes el primer baile y todos los bailes. No me gusta la idea de verte con ese tipo.

Doy un sorbo a mi copa para no reír de su pequeño ataque de celos. Y creo que voy a disfrutar todos y cada uno de los momentos de ésta relación.