Epílogo

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El infierno había perdido un alma y un demonio. Miguel había cumplido su palabra y el alma de SeokJin había sido devuelta a su recipiente original, con los cambios en su vida antes mencionados a TaeHyung, para luego encargarse de él.

Aquella habitación de hospital era silenciosa, no era fría, pero si solitaria. La enfermera que estaba a su alrededor chequeando los singos vitales del hombre sobre la cama, miraba el rostro del mismo con atención y suspiraba. Negando con su cabeza, verificaba todo una última vez antes de retirarse y se asustaba cuando el doctor de apellido Jung aparecía allí.

- ¿Se encuentra estable? -preguntaba con calma, verificando dos veces todo lo que la enfermera novata había hecho.

-Sí, doctor -mencionaba-. ¿Ha venido alguien a verlo?

El doctor negaba-. Aún no. Salgamos y vuelve en veinte minutos, no quiero descuidarlo.

Las horas habían pasado y cuando Solar llegaba, eran las diez de la mañana de ese día frío. Estaba agitada por correr del estacionamiento al hospital. La habían llamado cuando el cuerpo de Jin había colapsado, pero no había escuchado nada para atender a tiempo. Sabía que el número era del hospital, por lo que se había vestido con rapidez para salir de la cama de su amante de estación aquella mañana.

Se odiaba profundamente por no haber oído el teléfono sabiendo que Jin estaba tan jodidamente delicado. Esperaba lo peor, pero no había podido evitar buscar consuelo en uno de sus amantes mientras su amigo seguía en ese coma inducido con un estado deplorable que iba empeorando cada vez más.

No tenía esperanzas, le habían dicho que la infección era grave. Y caminaba con miedo en dirección a recepción.

- Disculpe -susurraba sin aliento-. Tengo una llamada perdida del hospital y tengo a mi amigo internado en terapia... Soy su contacto de emergencia -decía sin fuerzas.

-Dígame su nombre -pedía.

-Kim SeokJin -exclamaba.

La enfermera en recepción tipeaba sobre su teclado, luego miraba a Solar, tomaba el teléfono y hablaba en un susurro que le hacía imposible a la pelinegra poder oír algo. Luego dejaba el mismo en su lugar.

-El doctor Jung vendrá a buscarla, aguarde un momento, por favor -pedía.

Solar asentía e intentaba calmarse. No quería esperar lo peor, pero tampoco podía creer que la situación mejoraría. Luego de que TaeHyung cediera a Miguel el poder de salvar el alma de SeokJin, le había mencionado que todo lo sobrenatural vivido, sería olvidado junto con su recuerdo.

Por lo que en la nueva actualidad, SeokJin estaba en dicho hospital, debido a la infección que había agarrado por el golpe que había dado a su espejo en un ataque de ira.

- Señorita Yong-Sun -llamaba el doctor.

Solar giraba con el terror pintado en su rostro, estaba pálida.

-Perdí el llamado hace horas, n-no pude responder -mencionaba-. ¿Qué pasó con él? -preguntaba.

El doctor le sonreía-. Tranquila, el señor Kim se encuentra estable -mencionaba. Solar suspiraba y lloraba repentinamente luego de días de estar con el corazón en la garganta-. Está bien, puede dejarlo salir -decía el doctor con dulzura.

En esta nueva actualidad, la amistad de SeokJin y Solar, no era muy diferente la que se había dado a conocer cuando TaeHyung estaba presente. Ellos habían sido amantes de estación que habían desarrollado una nueva amistad. Y Solar sabía que no debía contactar a los padres adoptivos de Jin porque este le había mencionado que no los preocupará con estupideces.

Claro que aquello no era una estupidez, pero no había querido abrir su boca porque en el fondo de su corazón, albergaba la esperanza de que su amigo se recuperará y si eso sucedía, sabía que iba a tener el escándalo del año si abría su bocaza para alterar a su madre por haber estado internado en el hospital.

Suspiraba y reía como imbécil luego de varias lágrimas derramada.

-Maldito bastardo -soltaba. El doctor Jung abría sus ojos-. Lo siento, ese bastardo me asustó

-Tranquila. Pudimos encontrar el origen de la infección, él estará bien. Está más que estable, de hecho mejoró realmente rápido. Acompañeme -pedía.

Solar lo seguía, prestando suma atención.

- ¿Lo cambiaron de habitación? -preguntaba, al ver que iban en dirección a otro piso.

-Ya no se encuentra en terapia intensiva. Él está realmente bien, como si fuera un milagro, hicimos todo lo que pudimos y me enorgullece decir que funcionó -mencionaba-. Abrió los ojos hace más de dos horas, está comiendo y preguntando por usted. No quisimos agobiarlo tanto, se levantó un tanto confundido, callado, pero muy hambriento y sediento por sobre todas las cosas.

Solar asentía-. ¿En serio está bien?

-Más que bien, incluso podría salir en menos de noventa y seis horas. Su recuperación es una locura. Creo que incluso se ve mejor que usted en este momento -reía divertido al hacer alusión a lo pálida que Solar había llegado.

Cuando la dirigían dentro de la nueva habitación, Jin estaba bebiendo otra botella de agua. Una de tamaño pequeño, pero al parecer era la quinta, al ver que había cadáveres de otras vacías en la mesa de hospital encima de su cama.

-Jin...

El castaño la miraba, esta Solar no recordaba al Jin de ojos vacíos, porque nunca había existido en esta nueva actualidad, pero ese que TaeHyung había conocido, tan vacío, sin expresión alguna de sentimientos, no se parecía nada al hombre de la cama que ahora miraba a Solar con su ceño fruncido.

-Yong-Sun te ves como la mierda ¿Quien de los dos estuvo con una infección de los mil demonios ¿Tú o yo? -se burlaba con la diversión en su voz y sus ojos verdes brillaban.

Era tan diferente, pero TaeHyung nunca lo sabría.

-Bastardo engreído -soltaba la chica, corriendo en dirección a él y abrazándolo con fuerza.

- ¡Aish! -Jin se quejaba-. Doc, podría decirle que los abrazos son peligrosos cuando uno recién despierta -un golpe en su espalda lo hacía reír, pero se quejaba solo un poco del dolor.

Sentía su cuerpo adolorido, como si hubiera estado en una posición más incomoda que simplemente rendido en la cama por un par de días. El doctor le había dicho que era normal, ya que su infección había sido fuerte, pero para Jin le parecía demasiado exagerado, aún así... Estaba vivo, el tipo no iba a quejarse, aunque su cabeza fuera un revoltijo.

Cuando Solar cortaba el abrazo el doctor los dejaba a solas.

- Dime que no llamaste a mi madre o tirare una de estas maldita botellas vacías en dirección a tu cabeza -advertía SeokJin.

Solar se cubría la misma-. No lo hice, pedazo de imbécil. Pero estuve a nada de hacerlo -soltaba con rabia-. Estuviste a nada de dejar este mundo cruel.

SeokJin resoplaba y se acomodaba sobre la cama con suma delicadeza y una mueca de dolor.

-Yerba mala nunca muere, Yong-Sun -se mofaba.

- ¿Qué te duele?

SeokJin suspiraba-. Todo. Los brazos, las piernas, mi espalda baja... El doctor dice que es normal, la infección fue muy fuerte... No lo sé, es extraño

- ¿A qué te refieres? -preguntaba la pelinegra.

-Mi cabeza se siente revuelta, me siento algo desorientado... Algo perdido

-Eso es normal, no fueron muchos días, pero pasaste por mucha fiebre, también muchos fármacos que utilizaron contigo -decía la chica.

SeokJin suspiraba-. Siento que tuve pesadillas horribles. Y siento un extraño vacío en el pecho...

- ¿Cómo si hubieses perdido algo? -preguntaba preocupada.

SeokJin se encogía de hombros-. Más como a alguien... -Solar alzaba sus cejas-. Sí, es una locura. No lo sé, me levanté confundido -exclamaba.

Solar sonreía con dulzura y apretaba su mano con suavidad-. Quizás tuviste una pesadilla con alguien y bueno, es uno de esos sueños que nos deja desorientados, sería totalmente entendible. ¿Le contaste al doctor?

SeokJin fruncia el ceño y negaba-. Por dios, no. Creerá que estoy loco y me enviara a terapia

-Golpeaste tu espejo en un maldito ataque de ira, irás a terapia de una forma u otra -exclamaba.

SeokJin resoplaba-. Lo había olvidado -miraba su mano vendada y su ceño se fruncía-. Joder, ni siquiera recuerdo por qué lo hice.

Solar se encogía de hombros-. A veces eres tan reservado que ni siquiera podría empezar a decirte por qué, pero dejemos eso atrás... Pero si te mandan a hablar de eso con algún profesional, hazlo...

-Yong-Sun -decía con una nota de advertencia en su voz.

-Yong-Sun nada -respondía-. Mira como algo tan estúpido te dejó postrado por días -señalaba-. Si te mandan a hablar con un profesional, vas y te aguantas, no tengo edad para pasar por esto de nuevo -sentenciaba.

SeokJin la miraba con dulzura y sonreía. La Solar que TaeHyung había conocido, no sabía lo que era que Jin la mirara con cariño, pero está Solar, sí sabía lo que era. Ellos tenían una buena amistad fuera de sus noches pasadas como amantes.

-De acuerdo, de acuerdo -soltaba el castaño-. Pero cuando me den el alta quiero una buena carne asada de tu parte, muero de hambre y sed -fruncía su ceño-. Me levanté jodidamente sediento

- ¿Y no de whisky? -se mofaba.

SeokJin levantaba su dedo medio en respuesta y Solar estallaba en risas.

-Me alegra que hayas salido de esta...

-Lo sé. No podías vivir sin mí -exclamaba con una sonrisa arrogante.

Solar rodaba los ojos, como de costumbre cuando SeokJin se ponía solo un poco engreído. Pero daba gracias al cielo que este estuviera bien.

Y era irónico lo acertada que estaba en ese agradecimiento.

Era el segundo día de recuperación y el doctor le había mencionado a SeokJin, participar en una reunión en el ala sur con gente que había tenido problemas de ira en el pasado.

Honestamente, SeokJin estaba tan confundido aún que no sabía realmente si había tenido ataques de ira que se considerarán peligrosos, más allá de los normales... Porque había ataques de ira normales ¿Cierto?

-Solo una reunión, señor Kim -pedía el doctor Jung-. Es todo lo que pido y necesitamos para su última evaluación.

SeokJin suspiraba, el día anterior había intentando ponerse de pie, pero había descubierto que le dolían los tobillos y su espalda baja. El doctor seguía diciendo que era normal, pero se encontraba andando con un bastón debido a eso.

Se sentía un maldito viejo de setenta, arruinado y listo para su funeral.

-De acuerdo, solo una maldita reunión, doc -mencionaba. Luego tomaba la receta que el doctor le daba, más bien un pequeño papel con el horario y el piso al que debía de ir.

-Haré que la enfermera, SeRi vengan por ti

-Puedo ir solo -añadía SeokJin-. No soy un inválido

-Pero estás adolorido -mencionaba con calma el doctor Jung.

-Caminé un poco más, estoy mejor... Con el bastón es suficiente, sin niñera.

El hombre resoplaba-. Vendré en persona a verificar que vayas, me importa un bledo si quieres o no un chaperon.

SeokJin resoplaba-. Está bien, pero si veo que intenta llevarme lo golpeare -lo señalaba alzando sus cejas, pero su mirada era tan tierna a causa de sus grandes ojos verdes que el doctor, en vez de sentirte amenazado, se reía.

-De acuerdo, chico malo y tatuado -exclamaba el doctor-. No te cargaré, pero vendré para acompañarte

- ¿Y luego me dará una cajetilla de cigarros por obedecerlo? -pedía esperanzado.

El doctor fruncía el ceño-. Fumaras cuando te hayas ido de mi hospital, Kim. No juegues con mi paciencia.

SeokJin resoplaba-. De acuerdo, de acuerdo.

Horas más tarde, estaba caminando en dirección a la supuesta reunión grupal con gente que solía tener ataques de ira. SeokJin se sentía un ángel a comparación de la gente que lo rodeaba, hasta que se volvía él, el centro de atención.

-Entonces SeokJin, preséntate -pedía la joven doctora a cargo de ese círculo de dementes.

Él suspiraba y notaba varios ojos que estaban disfrutando de su bonito rostro allí.

Encogiéndose de hombros comenzaba-. Terminé aquí por un corte en mi mano debido a que golpeé el espejo de mi baño -mencionaba relajado-. ¿Por qué? No lo recuerdo ¿He tenido otros ataques? No estoy seguro de estar al nivel de ustedes... -en ese instante recibía ceños fruncidos-. Umm, no lo tomen a mal... Solo soy un poco descuidado, no estoy seguro que tenga que ver con ataques de ira.

La doctora frente a él lo miraba con su ceño fruncido-. Te ves en recuperación para un simple corte en la mano

- ¡Oh, eso! -abria sus ojos verdes detonando diversión-. La herida se infectó, casi me voy para el otro lado -mencionaba relajado-. Pero bueno, estoy aquí porque el doctor Jung me obligó, básicamente -luego pasaba el nudo en su garganta, la carraspeaba ante las miradas que lo juzgaban y lo hacían sentirse incómodo. Pero importaba poco.

Luego veía como la doctora anotaba algo y luego pasaba a otro paciente. Cuando la reunión terminaba, no tenía ganas de volver a su habitación. Se sentía sofocado, sabía que si se recostaba se volvería a dormir y tendría sueños raros que lo harían sentirse demasiado solo, haciendo palpitar en su pecho esa sensación nostálgica que le hacía padecer la ausencia de alguien.

Pero este SeokJin, no recordaba haber perdido a nadie, sin embargo el sentimiento estaba allí. Necesitaba tomar aire, necesitaba un maldito trago, acompañado de un cigarro.

Viendo el patio a unos metros, tomaba fuerte su bastón de anciano y se dirigía hacia fuera. Encontrando un banco, se sentaba y aspiraba el aire cálido. Cerraba sus ojos y ese sentimiento de perdida estaba allí de nuevo. No entendía por qué, pero él sentia que había perdido a alguien y sentía que extrañaba a ese alguien.

Era una locura. Por un momento había creído que se trataba de Solar, pero cuando la había visto, se seguía sintiendo igual de solo. Triste y nostálgico. Luego había pensado que quizás se trataba de extrañar a sus padres, por lo que los había llamado, pero no eran ellos tampoco. No entendía a qué se debía ese extraño dolor por la perdida y ausencia de alguien inexistente.

Sus ojos seguían cerrados porque sentía su nariz picar y las lágrimas sin sentido que querían aparecer, él no las dejaría caer. Aspiraba fuertemente y el humo de un cigarro se colaba en sus fosas nasales. Rápidamente abría sus ojos y veía a un tipo sentado a su lado, dándole una calada larga al cigarro entre su dedo índice y pulgar.

El cigarro ya se estaba consumiendo por completo y él sentía que se le hacía agua a la boca por una sola pitada, aunque sea.

Pasando el nudo en su garganta, preguntaba-. ¿Tienes otro?

El tipo de cabello negro azabache, despeinado y mirada reacia, lo observaba con una ceja en alto.

-Es el último -mencionaba, SeokJin le hacía una mirada lastimosa, el tipo suspiraba y le alcanzaba el pequeñísimo cigarro-. Bien, solo una calada

-Gracias, hombre -susurraba y daba su calada profunda y dramática.

El tipo a su lado reía divertido por eso.

SeokJin le devolvía el cigarro y el tipo le sonreía amablemente mientras daba una última calada y lo tiraba al suelo para pisarlo. SeokJin mantenía el humo uno segundos y luego exhalaba el mismo.

-Joder, necesito un cigarro ¿Cómo lo conseguiste?

-Tengo mis trucos -decía el tipo, luego le sonreía, alzando sus cejas.

SeokJin le devolvía la sonrisa-. ¿Podrías traer uno extra mañana a la misma hora?

El tipo asentía-. Por esos ojos verdes, puedo hacer un esfuerzo -mencionaba, SeokJin reía ladino, relamiendo sus labios y recibiendo el halago-. Me llamo Hyungwon.

El chico estiraba la mano, SeokJin lo miraba unos segundos, suspiraba y luego se presentaba a sí mismo.

-Jin, un gusto -decía secamente, a este SeokJin y al Jin que TaeHyung había conocido en este tiempo, tampoco le interesaba presentarse primero. Con una sonrisa cortez se ponía de pie-. Mañana a la misma hora, un cigarro extra y quizás aletee mis pestañas para ti.

El tipo de nombre Hyungwon se reía, pero aceptaba aquello.

SeokJin se despertaba otro día más en aquella cama de hospital, con la maldita sensación de vacío en su pecho. Nuevamente se comía la comida con ganas y bebía bastante agua, hasta que debía de asistir a otra reunión para personas con problemas de ira que habían terminado en el hospital.

El círculo estaba un poco más grande debido a tres personas más que habían entrado. Los que ayer se habían presentado, esta vez lo hacían de diferentes maneras y hablaban más al respecto.

Meirda, él de verdad no encajaba allí, pero el doctor Jung le dijo que asistiera a una segunda y última reunión. Cuando había sido su turno, había dicho lo mismo, la doctora lo miraba por el rabillo del ojo, suspiraba y pasaba de él.

Mientras los minutos pasaban, él solo quería encontrar al tipo de la banca para recibir su merecido cigarro. Así que cuando eran las cinco en punto, la reunión terminaba y él iba camino al patio. Había más gente que el día anterior, pero la misma banca, estaba vacía.

Sentándose, frotaba sus tobillos y luego su cintura, se estiraba, descansaba sobre el respaldar y cerraba sus ojos. Cuando escuchaba que alguien más se sentaba, abría sus ojos expectante y ansioso, mirando en dirección a la persona que se había sentado.

Pelo negro como la noche, algo rizado, cigarro recién encendido y posicionado entre sus largos dedos.

-No sé si quieres un cigarro o me quieres a mí -exclamaba la voz grave.

SeokJin parpadeaba con letargo y se quedaba viendo el hermoso perfil del hombre. Una nariz pronunciada y unos labios semi carnosos, con una piel acaramelada que brillaba gracias al sol que pegaba de frente.

-Estaba esperando por Hyungwon, él me traería un cigarro para mí -respondía, hablando finalmente.

Su corazón palpitaba con fuerza y no sabía por qué.

En ese instante el hombre junto a él giraba su rostro y lo miraba confundido. Sus ojos eran celestes y grandes. Llamativos, con pestañas largas que iban cuesta abajo, un rostro muy simétrico y jodidamente atractivo.

-Así que ese bastardo me robó dos cigarros porque uno era para ti -mencionaba con cierta diversión, pero sus ojos recorrían a SeokJin con suma atención.

Veía sus ojos verde esmeralda rasgados y bonitos, muy brillantes, en un rostro ovalado con nariz pronunciada, pero delicada y unos labios rojos y carnosos.

- ¿Ves algo que te guste? Porque te entiendo, soy jodidamente sexy -decía SeokJin.

El chico frente alzaba sus cejas-. Tu autoestima está fuera de este mundo -decía a cambio.

-Quizás ¿Me equivoqué?

El hombre frente a él reía de forma seductora y daba otra calada a su cigarrillo, luego dejaba salir el humo de forma sensual, metía su mano en su pantalón y sacaba otro cigarro.

-No te equivocaste -respondía, extendiendo el cigarro.

SeokJin lo tomaba y no sabía por qué, la vibra del otro hombre se sentía tan familiar y lo hacía sentirse inquieto.

- ¿Tienes fuego-... Eh-? -quedaba en el aire al no saber su nombre.

El tipo lo miraba y sonreía-. Kim TaeHyung -se presentaba, luego ponía el cigarro entre sus labios y buscaba su encendedor.

SeokJin se quedaba viendo el mismo entre sus labios rosados y se sentía sediento, pero de forma diferente.

Cuando veía que el tipo acercaba el objeto a su boca, ponía su cigarro en su lugar y le daba una calada cuando la llama salía. Sus ojos verdes se habían encontrado con los celestes del tipo frente a él y recién ahí, notaba a solo distancias de su rostro, las vendas en su muñeca izquierda.

Alejándose para poder fumar como necesitaba, señalaba lo que había visto a su acompañante. Este alzaba su mano y miraba la venda allí.

-Desperté aquí hace dos días. Me encontraron en la calle desangrandome -luego se encogía de hombros-. No recuerdo que sucedió, pero creen que soy de la gama de los suicidas.

SeokJin lo miraba con curiosidad-. ¿No lo recuerdas?

-Nop... Cómo sea, solo quiero que me den el alta y salir de aquí -añadía, dando una calada a su cigarro, luego miraba a SeokJin y dirigía sus ojos a la mano vendada de este-. ¿Y tú?

-Oh, eh... Golpeé mi espejo y se infectó la herida dejándome un poco estúpido a punto de morir, pero ya me recuperé... Creen que soy de la gama que tiene problemas de ira -respondía.

Y no sabía porque había sido tan fácil hablar con ese tipo. El azabache a su lado se sentía de igual forma. Por lo que sin darse cuenta se quedaban colgados de la mirada del otro en silencio.

- ¿Se van a besar o que diablos? -sonaba una tercera voz.

Cortando la conexión, el tal Hyungwon aparecía frente a ellos.

- Imbécil, sal de mi vista antes de que te dé un puñetazo por ladrón de cigarros -advertía TaeHyung.

-Le debo un cigarro al chico lindo a tu lado y yo cumplo mis promesas -decía seriamente.

TaeHyung resoplaba-. Si ves su boca carnosa, ya tiene uno. Vete de aquí, de todas formas le prometiste un cigarro de los míos, ya se lo dí yo.

Hyungwon resoplaba-. SeokJin, es un maldito mal humorado ¿Lo elegirás por encima de mí?

TaeHyung fruncia su ceño ante su nombre, el castaño no se lo había dicho, pero le sonaba tan familiar que se le quedaba colgado mirándolo.

-Lo siento, hombre. Él me dió el cigarro primero, prioridades -SeokJin se encogía de hombros.

Hyungwon resoplaba y se retiraba con un "Te vas a arrepentir por no haberme elegido" pero lo decía de forma relajada y sarcásticamente hablando.

El castaño se reía mientras daba otra calada, cerrando sus ojos y disfrutando el sabor a nicotina que se desprendia en su interior.

-SeokJin... -decía la voz grave a su lado, pegado a su oído y haciéndole estremecer. Sus ojos se abrían y miraba en dirección a TaeHyung, algo embelesado-. No me dijiste tu nombre -mencionaba el tipo, estaba mucho más cerca.

SeokJin miraba sus labios rojos y notaba cuando pasaba su lengua por estos, alcanza su mirada y conectaban de nuevo. Se sentía horriblemente familiar, caliente y era ridículo.

-No preguntaste -soltaba en respuesta.

El azabache sonreía de forma seductora, daba una calada a su cigarrillo, luego lo tiraba y miraba el tatuaje en el cuello de SeokJin.

- ¿Por qué "Kitty"? -preguntaba, llevando su largo dedo índice a la zona mencionada, tocando la suave piel del castaño y sintiendo la necesidad de no mover su dedo de allí.

SeokJin tampoco lo empujaba, a cambio de eso, hacía lo mismo con el cigarro, una última calada, lo apagaba contra el respaldar del banco y lo arrojaba.

-Perdí una apuesta en un bar con unos amigos de mi adolescencia -se encogía de hombros-. Uno de ellos estaba comenzando en el mundo de los tatuajes y el precio era tatuarse algo estúpido y eligieron "Kitty"... Luego eligieron mi cuello porque es jodidamente largo y querían asegurarse que fuera realmente humillante por el resto de mi vida.

El tipo de nombre TaeHyung tocaba el tatuaje con una sonrisa ladina pintada en su bonito rostro y luego simplemente posicionaba toda su mano sobre el cuello de SeokJin, manteniéndolo cerca.

- ¿Querían evitar que se enamorarán de ti por un tatuaje tan estúpido y la vista? -decía TaeHyung, con una voz grave y coqueta.

SeokJin reía divertido y negaba con su cabeza-. ¿Creés en el amor? -preguntaba.

Y pese a que lo había hecho con una voz seductora y una sonrisa sensual, quedaba serio repentinamente y el hombre frente a él, también se notaba sorprendido.

- ¿Te conozco de algún lado? -preguntaba TaeHyung.

Y SeokJin tenía la misma pregunta en la punta de su lengua, pero obviamente la respuesta era clara.

-No lo creo -decía con voz ronca, cuando sentía que el otro tipo acariciaba su cuello con su pulgar.

- ¿Podemos cambiar eso entonces? -preguntaba TaeHyung, mirando entre sus ojos y sus labios.

El corazón de SeokJin estaba como loco-. Sí, podemos cambiar eso.

TaeHyung relamía sus labios y se alejaba, de su bolsillo sacaba su teléfono.

-Dame tu número -exclamaba y SeokJin hacía lo pedido-. ¿Cuándo te vas?

-Mañana me dan alta ¿Y tú?

-También -mencionaba de forma coqueta-. Parece cosa del destino salír de aquí a beber algo juntos ¿No crees?

SeokJin se daba cuenta que ese sentimiento de vacío, le había dejado al instante en el que se había sentado en la banca y había encontrado a ese extraño fumando allí.

Un extraño muy atractivo.

- ¿Solo beber algo? -provocaba juguetón.

TaeHyung alzaba sus cejas-. ¿Tan fácil me veo en la primera cita? -se mofaba.

SeokJin reía-. Te ves más salvaje que fácil -exclamaba.

-Uy, si sabes cómo jugar ¿Eh? -respondía.

-Eso intento, pero es un poco devastador hacerlo con una bata de hospital y un pantalón deportivo que se ve horrible -mencionaba mirándose a sí mismo-. Oh, y agrégale un maldito bastón de anciano.

TaeHyung comenzaba a reír a carcajadas a su lado, una sonrisa rectangular y una calidez que calentaba a SeokJin por todos lados.

-No me di cuenta que llevabas una bata y un pantalón gastado y si quieres saber mi opinión, creo que el bastón es sexy -se mofaba el azabache.

-Gracias, se agradece la comprensión... Pero tendré que reivindicarme con ese trago. Juro que me veo muy bien de jeans, camisa y chaqueta de cuero -añadía seductor.

TaeHyung relamía sus labios-. Doy por sentado que incluso te verías mejor sin nada de ropa.

Y SeokJin sentía que un fuego los envolvía en una extraña nube llena de lujuria y más, lo cual era extremista, recién lo conocía. Aunque sentía que era muy familiar.

-Woah, he ligado en muchos lugares, pero jamás creí que lo haría en un hospital -mencionaba suspirando.

TaeHyung volvía a reír-. Un buen lugar para apreciar que estamos vivos, coleando y... -TaeHyung relamía sus labios, recorriendolo con la mirada-, podríamos estar haciendo mucho más-SeokJin se tragaba un gemido, podía sentír que incluso el tipo estaba tocándolo con esa mirada sugestiva.

Y su polla dura estaba muy complacida y halagada. Así que disimuladamente para el resto, pero no para su acompañante de nombre TaeHyung y sonrisa de ensueño, apretaba su erección para acomodarla dentro de sus pantalones deportivos gastados.

TaeHyung se sentía caliente por todas partes desde el momento en el que le había encendido el cigarro, minutos atrás, tan cerca de esa boca carnosa, pero aquello había sido jodidamente sensual. El tipo estaba tan afectado como él.

Inclinándose cerca del oído de SeokJin, exclamaba- ¿Sabes? Así como logré que una enfermera me consiguiera esta cajetilla de cigarros, también puedo conseguir unos condones para que puedas poner en uso lo que tienes entre las piernas... Conmigo.

SeokJin cerraba sus ojos ante la voz aterciopelada que mandaba todas las señales correctas a su cuerpo, y presionaba otro poco su erección latente.

Girando su rostro, se encontraba casi rozando la nariz ajena.

- ¿Acaso eres un demonio con cara de ángel? -cuestionaba con una sonrisa ladina.

TaeHyung alzaba sus cejas-. Hyungwon se va en una horas. Doblame y tómame sobre mi cama y puedo ser lo que tú quieras que sea -luego se animaba a dar una suave mordida que deseaba con desesperación al labio inferior de SeokJin.

El castaño se estaba prendiendo fuego.

Cuando su belfo era soltado, suspiraba y sonreía como imbécil-. Definitivamente eres un ángel.

- ¿Será?

Fin.

¿Les hice llorar mucho? Nah
¿Esperaban algo así?

Se fue ANATEMA 😭

¡Agradecida por tenerlos de inicio a fin! Saben que siempre soy agradecida con ustedes 🤧🤧

Les aclararé una duda que quizás les haya quedado:

Miguel dijo que se le juzgaria por su vida de humano, lo que TaeHyung no sabía es que le darían una nueva oportunidad, olvidando, así también, él mismo su pasado. O sea, se le juzgaria, luego de esta nueva vida.

Y al inicio a quien revisan en el hospital es a TaeHyung.

Recuperando el balance, dándoles la oportunidad arrebatada millones de años atrás y encontrandose nuevamente para volverse a enamorar... ¿Quizás?

Con amor niñita NanyKoo 💜

Dejemos al mundano y al ángel tener su final feliz. El resto, lo escribirán ustedes... A menos que deseen un ¿Extra?

Perdón si ven errores de dedos salvajes 🥺

Adiós ANATEMA gracias por esta aventura 💜

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