Capítulo VI

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Capítulo VI

En el tambor del revólver Nagant M1895 solo quedaban dos disparos, indiscutiblemente uno de esos tiros era el tiro de gracia, el tiro que acabaría con uno de ellos y justo era el turno de Mean para apretar el gatillo.

Tyson se divertía con la situación, Mild permanecía con los ojos cerrados y las manos en sus oídos, no quería ver y con cada turno se sentía más angustiado y afligido él no estaba acostumbrado a la violencia, su madre y él nunca vivieron en esa casa por lo que se había derrumbado en cuanto Mean y Mew empezaron con el mortal juego. Gulf no dejaba de llorar, se sentía tan impotente tirado en el suelo sin poder mover del todo su cuerpo y con el cañón de un arma apuntando su nuca, esos dos tiros definían todo y por nada del mundo quería que a Mew le tocara el tiro de gracia. La droga que le habían suministrado vía intravenosa aún estaba muy presente en su cuerpo, quería poder moverse y ayudar a Mew, pero ahora solo era un costal de huesos sin movilidad.

- Cambiaré las acciones a tu nombre – gritó de pronto Gulf entre sollozos – pondré la empresa a tu nombre, pero déjanos ir, a mi padre a Mew y a mí – sabía que a Mild no le harían nada por eso no tenía que pedir por él – déjanos en paz Mean – pidió con rabia.

- Independientemente de este juego pondrás las industrias Kanawut a mi nombre Gulf – respondió Mean – no es la primera vez que juego ruleta rusa y si sigo aquí es porque siempre he ganado –

El corazón de Gulf dio un vuelco al escuchar aquellas palabras. Mew no podía perder porque significaría perderlo y no quería. Él quería a Mew, quería estar con él. Le gustaba, le atraía, sentía cariño... amor por él, se había enamorado de un chico malo, de un bandido malhumorado, impaciente, controlador, arisco y refunfuñón. Pero que en el fondo era un buen chico. Lo sabía, Mew no era malo, lo habían obligado a llevar una vida así y él estaba dispuesto a ayudarlo a sanar su corazón.

- Es mi turno – anunció Mean con una peculiar sonrisa en el rostro – se supone que en este punto debemos decir nuestra última voluntad por si acaso nos toca la "suerte" de encontrar la bala –

- Hazlo rápido – dijo Mew.

- Alguien quiere morir muy pronto – sonrió en son de burla – pero está bien, me daré prisa, mi último deseo es que te pudras en el infierno Mew Suppasit porque siempre lo tuviste todo y aun así despreciaste todo y a todos, tú no te merecías nada de eso, y ahora me encargaré de que recibas lo que verdaderamente mereces – Mean giró el tambor del revolver levantó el arma, pero en un rápido movimiento apuntó a Mew y disparó.

El escandaloso eco del arma de escuchó por todo el salón. El olor a pólvora contaminó de inmediato el ambiente del lugar y el camino de la bala terminó justo en la clavícula derecha de Mew Suppasit, el objetivo era otro, quizás el corazón o la cara, eso solo lo sabía Mean, sin embargo había logrado herir gravemente al chico que había odiado durante toda su vida.

- ¡Mew! – gritó Gulf aturdido - ¡Mew, Mew!... – intentó arrastrarse hasta él pero el sujeto que lo vigilaba a él y a Mild de una patada lo tiró al suelo.

- Siempre obtengo lo que quiero Gulf – habló Mean – y uno de mis mayores deseos era acabar de una vez por todas con Mew Suppasit – sacó un arma del chaleco y volvió a dispararle rozando su brazo pero causándole una nueva herida –

- ¡No! – gritó Gulf – no dispares Mean, haré lo que quieras – suplicó Gulf.

- No te lo tomes personal, tú harás lo que yo diga de todas formas – sonrió – pero a Mew lo quiero muerto ¿Entiendes? – se giró al herido – quizás mi puntería no fue buena pero puedes estar seguro que en esta ocasión no fallaré – Mean caminó lentamente hacía Mew mientras lo apuntaba con el arma.

Un nuevo disparo irrumpió la tensión que se sentía en el salón. Mild cayó desmayado y Tyson soltó una carcajada diciéndole "débil" entre risas. Sin embargo, la sonrisa burlona le duró poco tiempo al percatarse que la persona que había caído al suelo era su jefe, Mean.

- Has llegado muy lejos Mean pero te has pasado de la raya – una voz se escuchó proveniente de uno de los pasillos – y si tengo que elegir entre tú y mi hijo, evidentemente escogeré a Mew – Kiet Suppasit salía de entre las sombras con el arma que había disparado a Mean – así que – volvió a dispararle esta vez hiriéndolo en el muslo, el primer impacto había sido en brazo – no pienso perdonarte que hayas herido a mi hijo –

- Se... se... señor Suppasit – Mean no podía creer que su jefe, la persona por la que había hecho todo y a la cual veneraba como a un Dios le hubiera disparado – Mew... Mew es un malagradecido... - dijo con rabia.

- Pero sigue siendo mi hijo – comentó Kiet.

- Él no quiso hacerse cargo de este negocio, abandonó a su familia y... -

- Mew puede ser un hijo ingrato que no supo valorar lo que pudo ser suyo por derecho natural – interrumpió el hombre mayor – pero él es mi hijo y a mis hijos no los toca nadie ¿Te queda claro? – Tú – señaló a Tyson – acerca a ese joven con Mew – indicó refiriéndose a Gulf –

- Pero señor, él es el dueño de Kanawut industries, nos quedaremos con su empresa para poder transportar la droga, las armas y las personas sin despertar las sospechas de la policía – Mean seguía sangrando pero se movía para impresionar al hombre que lo recogió de la calle –

- Mew... Mew... Mew despierta por favor – Gulf ya estaba cerca de Mew con la ayuda de Tyson e iba recuperando poco a poco la movilidad de su cuerpo intentando que el mayor reaccionara pero sin éxito alguno – Mew... abre los ojos –

- Saint viene en camino – Kiet le dijo a Gulf – intenta que no pierda más sangre – Gulf solo pudo asentir para concentrar su atención en Mew.

- Señor, aún tenemos al padre del joven, las industrias Kanawut... - Mean insistía con el tema de conseguir el imperio de la familia de Gulf.

- ¡Cállate de una buena vez, Mean! – gritó el hombre enojado.

- Pero... -

- Fuiste muy estúpido al secuestrar a un empresario importante – pronunció Kiet molesto – fuiste un verdadero idiota al creer que solo su hijo lo iba a estar buscando y que las autoridades no iban a ser nada solo porque se trataba de ti – decía con suma molestia –

- Pero los policías están comprados ellos no ayudarán a los Kanawut – replicó Mean.

- ¡Qué ingenuo eres! – llegó hasta él y le propino una patada – no todos los policías están de tu lado – dijo arrojando el arma lejos – y ahora todo se acabó – levantó las manos en rendición pero Mean no sabía a qué se refería –

- ¿Qué... qué pasa? –

- ¡Todos bajen sus armas y coloquen sus manos donde pueda verlas! – un hombre uniformado había entrado al lugar.

Al igual que el equipo SWAT de los Estados Unidos de América, el Arintharat 26, era la unidad especializada en rescate de rehenes, lucha contra el terrorismo, operaciones de alto riesgo, órdenes de registro, someter a sospechosos y participaba de manera activa en la captura de delincuentes peligrosos y fuertemente armados.

Los agentes del Arintharat 26 suelen estar equipados con armas de fuego especializadas como metralletas MP5 semiautomáticas, rifles M16 calibre 5,56mm, escopetas Remington 870, granadas de aturdimiento, rifles de francotirador, armaduras corporales, escudos balísticos, vehículos blindados, lentes de visión nocturna avanzada, detectores de movimiento así como agentes antidisturbios.

- ¡Kiet Suppasit, Mean Phiravich quedan detenidos! – gritó el agente del equipo Arintharat – al suelo con las manos atrás – más oficiales ingresaron al salón para aprehender a los delincuentes, incluido Tyson.

- Saint no tarda en llegar – el agente que había informado a Kiet y a Mean de su detención se había acercado a Gulf – procura apretar más fuerte esta zona para que no pierda más sangre – aconsejó - ¿Tú eres Gulf Kanawut? –

- Ah... si – respondió entre sollozos. Sin dejar de ver a Mew que cada vez se veía mucho más pálido de los que era normalmente, pero seguía respirando y eso lo mantenía cuerdo - ¿Cómo sabes...? –

- ¡Tong! – un paramédico iba entrando al salón principal con dirección a ellos.

- Saint, que bueno que llegas – le dijo el agente de la policía especializada de Tailandia.

- ¿Me permites atenderlo? – preguntó Saint con una sonrisa a Gulf que no había apartado sus manos ensangrentadas del cuerpo de Mew – Soy Saint, paramédico y medio hermano de Mew – informó mientras sacaba todo su equipo del maletín.

- Él es Gulf Kanawut – Tong lo presentó – por cierto yo soy Tong, un... conocido de Mew ¿Tú no estás herido? – le preguntó.

Gulf se quedó en silencio observando a los dos hombres. Saint se movía con agilidad mientras curaba a su medio hermano, y Tong... no esperaba que el "salvador" de Mew fuera un policía de élite, es decir ¿Qué sentido tenía que un peligroso asesino y un policía tuvieran una amistad? Aunque Mew no le diera esa etiqueta a la relación, de alguna manera lo eran.

- ¿Gulf... Gulf? – la voz de Tong lo sacó de su ensueño.

- Estoy bien – respondió – solo entumecido, me inyectaron algo para adormecerme y mi cuerpo no responde del todo bien –

- Pudieron haberte inyectado Rohypnol o escopolamina – comentó Saint – creo que dentro de poco te pondrás bien, no parece que vayas a sufrir los efectos de secundarios –

- Solo me siento mareado – dijo el menor.

- Es normal – respondió Saint – mareo, vómito y dolor de cabeza son los efectos secundarios para nada grave – le sonrió.

- Mew... - susurró Gulf.

- Él estará bien, pero ha perdido mucha sangre debemos trasladarlo a un hospital de inmediato – comentó Saint.

- Gulf... a tu padre también lo han trasladado a un hospital – comentó Tong.

- Papá... - no se había olvidado de él, pero el shock de ver como disparaban a Mew lo tenía aturdido.

- Mis agentes lo encontraron con varias heridas de consideración, pero consciente y estable –

Gulf sintió un peso de encima menos, al menos su padre estaba vivo y en buen estado. Tendría que ir a verlo, pero en esos momentos necesitaba asegurarse de que Mew fuera trasladado al hospital para salvarle la vida.  

- Vamos a llevar al Mew al hospital general de Bangkok – anunció el paramédico.

- ¡No! – Gulf los detuvo – vamos a llevarlo al Bumrungrad internacional – pidió.

Saint y Tong se voltearon a ver, ese era el hospital privado más grande del sureste asiático. Uno muy lujoso y con los mejores médicos y enfermeras del país. Saint había tenido la oportunidad de trabajar ahí en un par de ocasiones y era consciente de que Mew estaría mejor cuidado en un lugar así que en el hospital general.

- Será como tú digas – dijo Saint con una sonrisa.

- Iré a levantar a Mild – comentó Tong con una sonrisa – el pobre nunca había tenido que vivir una situación tan violenta –

- También podemos llevarlo con nosotros – comentó Gulf – yo correré con los gastos -

Detrás de ellos los agentes a cargo de Tong se encargaban de detener a todos los hombres de Kiet y de Mean, recoger evidencia y revisar la casa en su totalidad para decomisar todo aquello que estuviera fuera de ley como armas o drogas o para saber, si además del padre de Gulf, alguien más estaba en aquella mansión en contra de su voluntad.

Tong y Saint llevaban a Mew en una camilla improvisada a la unidad del agente del Arintharat, Gulf caminaba a lado de la camilla sosteniendo la mano de Mew, y Mild era llevado en brazos por uno de los policías.

En la parte trasera del vehículo se acomodó Gulf y Saint lo ayudo con el cuerpo de Mew, lo ideal era no moverlo mucho por lo que le pidió que lo sujetara con fuerza evitar movimientos bruscos. Él se sentó del otro lado por lo que los tres ocupaban la parte de atrás. Tong, le pidió a Boat que dejara a Mild en el asiento del copiloto y que le pusiera el cinturón de seguridad.

- Boat – lo llamó Tong – te quedarás a cargo de lo que falta – indicó – cualquier contratiempo me llamas ¿Queda claro? –

- Sí, señor –

- ¿Se han llevado ya a Kiet y a Mean? – preguntó.

- Sí señor, los han trasladado en el "Rhino", van rumbo al penal –

- ¿Y el señor Kanawut? –

- Lo han llevado al hospital Bumrungrad internacional – respondió.

- Nosotros también vamos para allá – comentó Tong – te quedas cargo Boat – repitió.

- Sí, señor –

Tong subió al vehículo y partió rumbo al hospital. Ya en el pasado había vivido con Mew una situación de vida o muerte, cuando rescato al menor de ser violado por un hombre mucho mayor que él. Mientras conducía no pudo evitar recordar ese momento, iba camino a casa en su vehículo personal, cuando de pronto sin saber exactamente cómo, al pasar por un puente desvío su vista hacia abajo, y vio que un hombre cargaba un costal.

Su instinto de policía le hizo saber de inmediato que esa escena era muy extraña, se detuvo y bajó del carro para investigar. Llegó con el sujeto justo cuando éste se bajaba los pantalones para violar a un joven que al parecer estaba inconsciente, lo detuvo antes de que cometiera aquel acto dándole un puñetazo en la cara. Se acercó al joven y efectivamente estaba fuera de sí.

Al ser un policía experimentado, logró, a la mala, que el violador hablara y confesó que había sedado al joven con un somnífero dedicado especialmente para animales pero como parecía no tener efecto, le inyectó tres ampolletas. ¡Eso era una locura! Una sola ampolleta era peligroso en el cuerpo humano, tres, sin duda alguna podrían acabar con su vida, y al parecer eso estaba sucediendo pues el pulso del joven cada vez era más lento. En su propio vehículo lo llevó al hospital mientras había dejado en un poste al hombre que quiso abusar del chico con unas esposas y les habló a sus compañeros para que lo recogieran.

Los médicos del hospital le dijeron que si hubieran pasado diez minutos más, el joven hubiese muerto. Estuvo en cama tres días; su medio hermano Mild, había sido la persona con la cual se había podido comunicar pues era el único número que contenía su teléfono celular y éste le contó la historia de Mew.

Cuando Mew despertó, Tong le contó lo que había pasado y contrario a lo que esperaba, como que estuviera aturdido o conmocionado con lo que había pasado, el joven solo suspiró y le dio las gracias, para después agregar: "Me hubieras dejado morir, ahora estaré en deuda contigo"...

A partir de ese momento se habían convertido en algo parecido a amigos, Tong sabía lo que Mew hacía y como policía estaba en contra, pues él era una persona que se encargaba de impartir justicia dentro de la legalidad mientras que Mew también intentaba dar justicia a los que más sufrían matando a criminales, era como una especie de Robin Hood, sin embargo lo dejó ser, nunca lo delató, nunca le exigió que cambiara ese estilo de vida y se mantuvo cuidándolo a través de Mild. La tristeza de Mew lo había conmovido y por eso lo había ayudado todo ese tiempo.

Al llegar al hospital un equipo de enfermeros ya los esperaba con una camilla, Gulf había llamado para solicitarlo, y al ser su familia socia del hospital no hubo ningún problema. Saint y el resto de paramédicos del hospital subieron a Mew a la camilla y caminaron por el pasillo de urgencias. Él los seguía muy de cerca pues no quería despegarse de Mew, pero una enferma lo detuvo pues debían hacer los trámites correspondientes para su ingreso formal.

- Joven Kanawut, ¿Cuál es el parentesco que tiene con la persona que acaba de ingresar? – había olvidado que al ser un hospital privado solo familiares podían ser atendidos. Miró a la mujer a los ojos... - ¿Señor? – preguntó la mujer mientras tocaba su hombro.

- Él... él... es mi esposo – respondió y la enfermera empezó a escribir en la hoja que sostenía su tabla.

- ¡Gulf! – giró su vista y vio cómo su madre se acercaba a él. Cuando estuvo a su lado lo abrazo con fuerza y le dijo que estaba tan feliz de que estuviera bien – Cariño he estado muy preocupada por ti –

- Mamá yo... -

- Perdón que lo interrumpa joven Kanawut, pero ¿Podría proporcionarme el nombre completo de su esposo? – preguntó la enferma.

- ¿Esposo? – preguntó su madre completamente sorprendida.

Continuará... 

1. El Arintharat 26 es una unidad de policía que si existe en Tailandia. 
2. Lo menciona Saint que le pudieron haber inyectado a Gulf son drogas que usan los violadores para dejar fuera de combate a sus víctimas, suelen mezclarlas con las bebidas pues no saben ni tienen olor. (Mucho ojo)
3. El hospital al que llevan a Mew también existe. 

Espero que les haya gustado el capítulo. 
Recuerden que se aceptan todo tipo de comentarios, pero me reservaré de responder ofensas e insultos. 

¡Nos leemos en la próxima! (/◕ヮ◕)/

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