Hace cinco años

Ana:

La vida está repleta de gente inepta y débil, es triste aceptar que yo soy una más. Sebastián ha llegado de nuevo con la necesidad de gritar y volver a destrozar mi apartamento, pues al verme con otro hombre lo he molestado

Tal vez esta es la razón por la que me he alejado de Axel, aquel amigo incondicional que siempre ha estado ahí para mí, pero pronto lo veré otra vez, pues él es el único que se puede mantenerme de pie, y creo que es por eso que Sebastián se ha molestado tanto, pues le he informado que me alejaré por completo de quien él quiera menos de Axel, así que ha reaccionado bastante mal.

Por poco esta vez Sebastián me golpea con aquel sartén, que tomo de la alacena al intentar destrozar la puerta de madera, me asuste demasiado, pero confió en que me ama lo suficiente como para no lanzarla hacia mi apropósito.

Cada día es más difícil que el anterior con él, cada día está más drogado, más alcoholizado, más loco y ya no sé qué hacer.

Intento recordarle lo mal que sus acciones están, pero es su vida y no me compete meterme en ella, o al menos eso es lo que él opina de mí.

Sé que en esta relación yo no soy importante, pero no puedo alejarme, mi pecho duele cada que lo hago, mi corazón llora, cada que lo veo tal como esta noche, tan ido, tan triste, tan destruido.

Ahora está durmiendo, se ha cansado después de hacer añicos mi habitación y romper los vidrios del espejo para lesionarse la mano, lo he curado y ahora por fin descansa, espero pueda despertar un poco mejor para que hablemos y resolvamos esta difícil situación, no pienso dejarlo solo, no ahora, tal vez nunca.

Presente...

23 de marzo de 2014

Ana:

Entramos empapados y muy probablemente súper sudorosos al apartamento, no obstante, segundos después comienzo a sentirme incómoda al notar como nuestras manos continúan unidas, por lo que, alejo mi mano de la suya y la calidez de esta me abandona.

Los sentimientos vuelven a tomar protagonismo en mi corazón y eso comienza a asustarme, sin embargo, las mariposas ya no están revoloteando mi estómago ahora que admiro su iris gris por lo que eso termina por clamarme, ya no lo amo me lo recuerdo, decidí olvidarlo y continuar aquel día en ese puente hace tantos años ya.

De forma extraña comienzo a recordar todo lo que vivimos, las escapadas, los besos furtivos, los "te amos" sin sentido y... Por último, las mentiras, esas que asecharon toda nuestra relación y terminaron por destruirla.

Es demasiado complicado pienso yo, él no solo me deseaba a mí, yo lo deseaba todo de él, si, al final esos deseos fueron tan contradictorios que ambos nos terminamos abandonando de un modo u otro, él, diciendo aquello en ese paisaje tan melancólicamente triste mientras que yo alejándome para jamás volver.

La realidad es que, nunca podre saber si Sebastián me amo, yo puedo asegurar que no, porque si realmente amas a alguien no deseas causarle sufrimiento alguno y él, amaba hacerme llorar, ¿por qué?, bueno eso es algo que planeo preguntar, aunque el miedo me embarga, no deseo volver a arruinarme por él.

Realmente creí que ahora el sufrimiento había desaparecido de mi vida, bueno, el regreso de este hombre a ella demuestra que no es así, parece que debo soportar otra tormenta más, antes de encontrarme por fin con la paz de verdad.

Sin más decido que lucharé, tengo algo por lo que luchar, algo a lo que aferrarme y él, no va a ser quien arruine todo de nuevo, no lo permitiré es lo que me aseguro antes de comenzar a hablar, después de tanto tiempo con quien alguna vez fue "el amor de mi vida".