003: and maybe i'm too emotional

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003 ━ maybe i'm too emotional. your apathy is like a wound in salt.

CHAPTER THREE
━━ ❝ PERSONAL ❞

ELORA CERRÓ LA PUERTA DE LA OFICINA A SUS ESPALDAS Y soltó un largo y pesado suspiro viéndose ya esa etapa del plan superada. Se arregló la blusa y la falda de su perfecto atuendo color blanco y comenzó a caminar lejos de allí con sus tacones resonando firmemente y el autoritario semblante con el que había llegado.

Sin embargo, debía reconocer para ella misma que las cosas de igual manera le causaban nerviosismo. Vogelson no era un monstruo; quizás en ese momento lo hacía ver así pero ella tenía un corazón blando y sensible. Tampoco quería pasar a llevar del todo a alguien más que no fuera Stark pero sabía que tendría que pasar a llevar algunas personas para cumplir su cometido.

Al verla salir Jake y su equipo se le acercó.

—¿Qué tal te fue? —cuestionó él.

Una sonrisa apareció en sus labios pintados de rojo—Excelente.

La gente que había llegado con ella celebró.

—Le dejé claro todo y verificó que los documentos eran reales. Toda esta gente aquí tiene una semana para salir de aquí.

—¿Una semana? —cuestionó Nadine; una de sus abogadas—. ¿No es muy poco?

—Oh por favor, aquí hay cientos de personas trabajando, tienen toda la tecnología del mundo y estoy segura que ante esta nueva advertencia se apresurarán —respondió su jefa.

—Si tú lo dices... —murmuró la anterior.

—Ahora pueden ir a descansar mientras le damos al grupo tiempo para asimilar la noticia. Las habitaciones están en el tercer piso; escojan las que quieran...Después de todo están en mi casa —alzó los brazos.

El grupo agradeció y se alejaron en busca de la zona mencionada. Muchas personas a lo largo de los pasillos se les quedaron mirando preguntándose con mucha preocupación quienes eran y que hacían en el edificio. Bueno, sabían que su presencia pronto empezaría a hacer eco y deberían lidiar con ello.

A pesar de que el equipo de Elora se fue, Lourd se quedó.

—Ahora que estamos en privado... —la miró a los ojos— ¿Realmente piensas quitarles este lugar...? ¿O sólo quieres hacerle pasar a Stark un susto?

—¿Estás dudando de que pueda hacerlo? —frunció el ceño— ¿En serio?

—No, yo no...

—Por supuesto —se tomó el puente de la nariz—, crees que soy una persona demasiado débil y que no seré capaz de cumplir mi objetivo.

—No, Elora, no es eso —la tomó por los hombros—, la verdad sí creo que eres capaz y eso es lo que me asusta...¿Crees que...Este despecho hacia Stark lo vale?

La mujer guardó silencio y por su mente todos los recuerdos de su dolor pasaron como una película en cámara lenta.

Una dolorosa cámara lenta.

Apretó la mandíbula—Cuando viviste una humillación ante tus amigos, tu familia, tus colegas y todos los medios del país a manos de la persona en quien supuestamente más confiabas en el mundo...Sí Jake, lo vale.

Y sin agregar otra cosa la empresaria se fue de allí dejando a su amigo meditando sus palabras.

A medida que avanzaba la gente la miraba con mucha curiosidad e incluso preocupación. Elora sobresalía en el lugar que estuviera y ese no iba a ser la excepción. Saludó con un movimiento de cabeza a todo el que pasaba para tratar de suavizar el terreno que pronto sería agraviado por la noticia del abandono del lugar.

Mientras avanzaba pasó por fuera de una habitación que parecía de reuniones y allí vio al resto de los Vengadores manteniendo una charla. Se veían serios e intranquilos, así que supuso que se debía a su presencia.

Se detuvo frente a la puerta y tomando una bocanada de aire se dispuso a hacer ingreso.

—Vengadores —todos se giraron a verla cuando la oyeron y la vieron entrar con su despampanante impronta e inigualable sonrisa—, qué bueno que los encuentro.

—¿Necesita algo? —habló Rhodes con seriedad.

—Solamente quiero disculparme con ustedes en caso de que mi repentina llegada les haya incomodado —el grupo se sorprendió al oír las disculpas—. Trato de ponerme en su lugar e imagino que todo está siendo muy inesperado e incluso preocupante. Pero...Así son los negocios.

—¿Qué clase de negocios implican quitarle la casa a una organización completa? —murmuró Clint.

—Pues muchos...Incluido este —sonrió de lado—. De todas maneras quisiera que pudiéramos tener una relación afable y profesional dejando los sentimientos de lado. No quisiera que hubiera un incómodo roce entre nosotros mientras se termina el proceso de traspaso de propiedad.

Vogelson estaba siendo tan amable que había dejado al grupo sin habla. No quiso esperar alguna otra respuesta así que giró sobre sus talones y se retiró del lugar con la misma actitud con la que había llegado.

Los héroes se repartieron mirada sy siguieron procesando la información recientemente recibida.

—Me asusta el hecho de que sea tan buena persona —Banner fue el primero en hablar después del silencio.

—¿Quién rayos se cree que es? —reclamó Syden.

—Elora Vogelson —todos miraron a Harlyn cuando habló—. Yo sabía que se me hacía familiar y de hecho, es una persona muy conocida aquí e incluso en todo el mundo.

—¿Ah sí?

—Es una empresaria muy exitosa, de hecho me atrevería a decir que mucho más que Stark. Toda su compañía se basa en la construcción de nuevas tecnologías. La recuerdo porque una vez quise encontrar trabajo ahí.

—¿Y por qué no lo hiciste? —inquirió Visión.

—Por su hermano en realidad —frunció el ceño—; Marcus Vogelson. Él era el encargado de recibir nuevo personal y es realmente una molestia en el trasero. Así que, creo que es mejor agradecer que la jefa en persona vino aquí y no su endemoniado hermano.

—¿Agradecer? No tenemos nada que agradecer. Esta mujer quiere quitarnos este lugar.

Todos callaron un segundo al oír el comentario de Sam.

Steve suspiró—Creo que deberíamos ir a ver a Tony y averiguar que pasó en la reunión.

Todos estuvieron de acuerdo y se pusieron de pie para ir en busca de su amigo.

Cuando lo encontraron lo hicieron hicieron la misma oficina donde Elora lo había dejado pasmado minutos atrás. El millonario estaba sentado, con los infinitos papeles que la pelinaranja le había entregado sobre la mesa y con una confusión y preocupación más grande que ninguna otra.

Se sentía contra las cuerdas; entre la espada y la pared. Stark realmente no sabía que hacer.

—Tony —el aludido se volteó hacia la puerta cuando oyó la voz de Bruce siendo seguida por la presencia del resto del grupo.

Con una cansada expresión les indicó que pasaran sin problemas. En cuestión de segundos tuvo al enorme grupo frente a él con la evidente intención de obtener respuestas.

—¿Qué tal te fue en la reunión con Vogelson?

La pregunta de Natasha lo hizo revolcarse una vez más en su miseria interior.

—Pésimo.

Cuando Stark emitió su respuesta esta no hizo más que poner al equipo mucha más tenso de lo que ya estaba.

—¿Qué? ¿Por qué? —Harlyn se notó nerviosa—. ¿A qué te refieres con pésimo?

—A que me fue mal ¿Sí? —se tomó la cabeza entre las manos—. Elora tenía razón en cada cosa que dijo —señaló la regadera de papeles extendidos sobre la mesa—; este lugar es suyo, no hay mentiras en eso.

—¿Estás seguro?

Él bufó al oír a Sam—Completamente seguro. Llegó con un maldito maletín lleno de contratos, planos, cartas, acuerdos y otro sin fin de papeles que prueban su versión de la historia. Friday también los revisó y no hay nada fraudulento en ellos...Este lugar no es mío, es de ella.

—¿Y qué hará? ¿Realmente lo va a tomar?

El millonario hizo una leve pausa cuando la pregunta de Lara le recordó las duras palabras de la mujer—Sí...Nos dio una semana para salir de aquí.

—¡¿Qué?!

La sala estalló en reclamos y exclamaciones eufóricas por parte de un grupo realmente negado a aceptar tal noticia que acaban de recibir.

—¿Pueden callarse? —suplicó Tony en un susurro que nadio tomó en cuenta; la cabeza le dolía a horrores—. ¿¡Pueden callarse!?

Finalmente fue oído y atendido; el grupo calló cuando él alzó la voz realmente agotado con la situación.

—Gracias —soltó un profundo respiro—. No hay manera de hacerla cambiar de opinión. La conozco, y no dará su brazo a torcer.

Steve Rogers alzó una ceja y se cruzó de brazos cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando en realidad.

—Oye Stark...¿Por casualidad no estuviste relacionado con ella anteriormente?

Todo comenzó a cobrar sentido para el equipo al oír la deducción del Primer Vengador.

Tony tragó saliva—¿A...A qué te refieres?

—Steve tiene un buen punto —se adelantó Romanoff—. Esto parece un asunto verdaderamente personal...¿Acaso ustedes se conocían de antes y sucedió algo que no nos estás queriendo contar?

Stark soltó un bufido y dejó que su cabeza se estrellara contra la madera de la mesa al verse totalmente expuesto.

—Bien, da igual, ya no tengo fuerzas para pelear así que lo diré sin más —se reincorporó tomando una bocanada de aire—. Sí, en esencia Elora Vogelson y yo fuimos pareja...Hace años.

La película comenzó a aclararse para todos mientras se repartían miradas.

—Porque no me sorprende... —murmuró Syden.

—Siento que eso no es todo... —siguió Hochschild—. ¿Elora sólo vino a reclamar este lugar porque estuvo contigo...? ¿O porque sucedió algo que se ganó todo su odio?

Tony estaba cansado y realmente ya no le quedaban respuestas para salvar su pellejo en ese instante. Lo único que le quedaba era comenzar a ser honesto.

—Bien, ustedes ganan —se echó hacia atrás en el asiento—. Yo...Prácticamente le arruiné la vida.

Hubo silencio por unos largos instantes.

—Vuelvo a decir: No sé porque no me sorprende —repitió la belga.

—¿Qué? ¿Es broma?

—Era joven y estúpido ¿De acuerdo? Hice muchas cosas de las que ahora me arrepiento y una de ellas es haberle arruinado la vida a Elora. Prácticamente la hice perder todo lo que ella amaba...Todo lo que ella quería hacer con su vida.

Una leve chispa de nostalgia y remordimiento se apoderó de Tony y ahora más que nunca se sentía arrepentido de todo su actuar.

Alzó la vista—¿Qué? —apuntó al grupo que lo observaba—. Ya dejen de mirarme con esas miradas de desaprobación. Sobre todo tú Harlyn, tu ceño fruncido combina perfectamente con el de Steve; son tal para cual.

Ambos aludidos trataron de omitir en comentario que los había puesto un tanto incómodos y volvieron a ponerse serios.

—Da igual —Hochschild sacudió su cabeza—. ¿Y si sólo le pides perdón? ¿Eso no arreglaría las cosas?

Soltó una seca risa—Lo último que Elora quiere en este momento son mis disculpas, está más que segura de que son falsas.

—¿Y lo son?

Ante la pregunta de Rhodes el castaño lo miró con una cara de pocos amigos—¿Vamos a seguir hablando de mi vida privada o del tema del edificio?

—Bueno, lamentablemente ambos temas están involucrados —divagó Wanda.

Se golpeó la frente—Dios, dame paciencia porque si me das fuerza los mato.

Tratando de ser mediador en toda aquella situación Steve se acercó sin querer meterse más en ese tema.

—Da cualquier manera tenemos que pensar en un plan de acción...¿Qué haremos ahora? ¿Tienes alguna idea?

Nop —se encogió de hombros—. Elora Vogelson es la única persona con la que no sé como pelear.

—¿Y si sólo le entregamos el lugar? —todos se voltearon al oír a Clint—. Acabemos con la humillación y sólo nos mudamos.

—Ojalá fuera tan simple —dijo Stark—, pero en los últimos meses toda esta instalación se ha transformado mucho más que en una construcción. Hemos hecho cientos de investigaciones y creado cosas asombrosas que literalmente están arraigadas a este lugar...Bajo tierra. No podemos llevarnos nada de eso, y si nos vamos lo perderemos...Todo sería propiedad de Elora.

—Entonces tenemos mucho que perder —aquello no parecía una pregunta de los labios de Romanoff, sino una afirmación.

—Tenemos mucho que perder —repitió el millonario—. Sabía que nos enfrentaríamos a miles de complicaciones pero a esto no.

—Pero ¿Se puede hacer algo? —insistió Lara.

—No lo sé, hasta donde lo veo no mucho —el creador de Iron Man se limitó a encogerse de hombros—. Es Elora Vogelson de la que estamos hablando...

—Bueno, nos dejas claro que la conoces mejor que todos nosotros, así que si hay alguien que puede ayudarnos en esto...Eres tú —dijo Harlyn.

—No me tengan tanta fe...

—Tú mismo dijiste que no podemos irnos...Debe haber alguna manera de impedir el traspaso de propiedad, porque no creo que Vogelson quiera que nos quedemos mientras este es su edificio —siguió Steve.

—No, eso no es lo que quiere. Ella quiere que nos larguemos porque quiere hacerme sentir el mismo sentimiento que yo le causé hace años —meditó Stark—; la sensación de perderle todo.

—Entonces hay que impedirlo —Hochschild apoyó las palmas de sus manos sobre la mesa—. Si este asunto es personal, entonces hay que atacarlo de manera personal.

Un asunto personal...

Bueno, todo aquello ya había traspasado la barrera de lo personal y se había transformado en un asunto de real urgencia.

Y tenían una semana para resolverlo.




























































































HOLA HOLA, VENGO CON TODO EL POWER A ACTUALIZAR ESTA JOYAAA

DUDE, esto se está poniendo muyyyy bueno y eso que es sólo el inicio AAAA les juro, tengo muchas cosas planeadas que ya quiero que lean😭

qué les pareció? qué opinamos de la reacción de Tony ante todo? les leo <3

70 votos para actualización<3

gracias por todo el apoyo a esta fic, son geniales! hasta la otraaaa

nat

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