Capítulo 9

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Azai

Después de haber pasado una magnifica noche me dirigí al comedor comunal, donde algunos me miraban con recelo, si querían pelea se las daría, aunque quiero evitar una confrontación con cualquier miembro de esta comunidad. Tienen que entender que Decia ahora es una de los nuestros pese a quien le pese.

Al terminar de desayunar me dirijo al campo de entrenamiento, reviso los reportes de vigilancia aérea y marítima. Por suerte no hay avistamientos de ningún tipo de vehículo. Luego del trabajo de oficina a entrenar.

Al llegar al pequeño coliseo me encuentro con Ashur y Marix, luego se unen otros jefes de las otras comunas de la isla, con algunos de guerreros. Primero comenzamos con rutinas de calentamiento, cuando vamos a comenzar, algo llama la atención de los presentes, me giro para ver de qué se trata porque todos miran detrás de mí. Para mi sorpresa es la mujer que se ha convertido en mi compañera.

-Es justo que empiece a entrenar con nosotros. Debe de aprender a manejar ese brazo, para que aprenda a dar lecciones a quienes la merezcan. Nosotros no siempre estaremos para defenderla -Marfa explica su presencia en el coliseo.

-¿Estas segura de querer hacerlo? -Le pregunto a Decia.

-Si, me estoy oxidando -Responde ella. Bien eso es genial.

-Marfa, ayúdala con una buena sesión de calentamiento. Por favor -Mi hermana asiente. Calientan por veinte minutos.

Cuando las chicas están listas Marfa entrena Ashur y yo con Decia. Mi chica sabe moverse muy bien, ocasionando que me excite. Tengo que pensar en otras cosas para poder seguir entrenando después de dos arduas horas de entrenamiento somos interrumpidos por uno de los encargados de la vigilancia aérea de la isla.

-Tenemos un hidroavión cerca del perímetro de la isla. Hemos activado el domo de ocultamiento. Sin embargo, ellos están haciendo escaneo. ¿Quieres que lo derribe si se acercan? -Lo medito, eso llamaría mucho la atención.

-No. Creo que eso es lo que esperan que hagamos. El escaneo es para encontrar vida; en estas islas hay muchos animales. Solo actuaremos si aterrizan en nuestras costas. Marix, informa a los vigías de los cuatro puntos que estén muy pendientes de cualquier situación fuera de lo común. Ellos también pueden tener escudos de sigilo. Chicos hay que preparase todos pónganse sus trajes de combate. Tu Decia estarás con Marfa -Me mujer se me queda mirando.

-Soy una soldado. No voy a quedarme mirando -Ella me mira a los ojos.

-Si es tu padre, viene por ti. No lo voy a permitir -Marfa la toma del brazo y la arrastra con ella.

-Esta discusión no la vas a ganar, al menos no hoy -Logro escuchar la réplica de Marfa a su terquedad.

No dudo de su destreza, sin embargo, su brazo está en recuperación, pero su sinapsis no está completa. En cierto modo estoy tranquilo, nuestro sistema de seguridad tiene un módulo de seguridad que desbloquea cualquier dispositivo de sigilo. Lo que me sorprende es lo rápido que dieron con nosotros. Recuerdo haber escaneado el cuerpo de Decia para encontrar chips rastreadores y solo encontré uno.

Las horas pasan, estamos en el puesto de control central, los radares ya no muestran al hidroavión y eso me preocupa aún más. Puede que hayan encontrado lo que buscaban y regresarán con refuerzos.

Dos horas después descubrimos la razón los vigías de la zona oeste vienen acompañados de dos figuras con trajes especiales. Puedo notar que uno de ellos es mujer.

-¿Quién está a cargo? -Le pregunto a ambos.

-Yo -Responde la mujer quitándose el casco que le cubría la cabeza.

Todos nos quedamos en silencio cuando una versión mayor de mi mujer queda al descubierto.

-Venimos en paz, no trabajamos para nadie. Solo buscamos a mi hija. Sospecho que no ha muerto como me lo informaron y creo que está aquí. Puedes llevarme con ella, por favor -A la mujer le salen lágrimas de los ojos. Le hago un gesto a uno de los chicos para que vaya por mi mujer. Es evidente que esta mujer es su madre.

Cinco minutos después soy testigo de la felicidad de dos mujeres, una madre y una hija, luego de los abrazos la mujer habla.

-¿Te recuerdas de Mace? Él me ha traído -Le informa.

-Azai, ¿Cómo sabremos que no son espías? -Marix duda de ellos.

-No son espías si eso es lo que piensan. Mi madre no es militar y lleva tiempo tratando de divorciarse de mi padre -Mi mujer los justifica.

-Tranquila hija, tengo que explicarles. ¿Podemos sentarnos y quitarnos estos trajes? Estaremos más a gusto dándoles una explicación -Les permitimos quitarse los trajes.

-¿Cómo nos encontraron? -Increpa Marix.

-No ha sido sencillo. Solo teníamos rumores de su ubicación. Ni Wolf ha podido dar con ustedes. Ellos se fueron hacia una dirección opuesta a esta. Si queremos que tengan claro que en algún momento darán con esta isla. Wolf los quiere a ustedes y en especial a Decia. Aunque viéndote como estás en este momento lo que hará es desaparecer esta isla -El tal Mace mira el brazo de mi mujer mientras habla.

-Hija, tu padre me informó de tu muerte; nunca le creí aquí en mi corazón sabía que seguías con vida. Fue a tratar de recuperarme. Nunca podré olvidar el infierno que vivimos a su lado -Miranda habla con su hija haciéndome sentir como un invasor.

-¿Qué está tramando el gobierno? ¿Qué se sabe de Bardo Hill? Esto no es una reunión familiar. Es una invasión -Exclama Ashur.

-Si es una reunión familiar. Yo vine a buscar y corroborar que mi hija aun vive. No me interesa Hill o el ejercito o el gobierno -Miranda no es una mujer temerosa.

-Azai, diles a tus guerreros que mi madre y Mace no son una amenaza -Esto me pone contra la pared.

-Decia, esto es un problema más allá de lo que nosotros creamos. No sabemos si realmente no los han seguido. Tu padre me dio un móvil con un rastreador, tú tenías uno y hemos detectado uno en cada uno de ellos que ya han sido inhabilitados por nuestro escudo. Apenas den con las coordenadas donde desaparecieron. Vendrán por todos nosotros -Miranda niega.

-Esos chips son diferentes. El mío es para no concebir y el de Mace es para mantener a raya una enfermedad terminal que jamás podrá curse. Así que pueden revisarnos -Ambos se levantan.

-¿Dónde debemos ir? -Pregunta Miranda.

Me pongo de pie también para llevarlos al edificio médico, veremos qué tan cierto es lo que dicen. Que sea la madre de mi mujer no quiere decir que le crea por completo.

En el centro médico Miran y el tal Mace se quedan atónitos por nuestro bien equipado centro. Claro está que solo verán lo necesario.

-Supongo que fue aquí donde le pusieron ese brazo a mi hija -La mujer mira a su hija.

-Si asiente nuestro médico -La mujer sonríe.

-Me alegro y gracias por salvarle la vida -El doctor me mira y yo niego.

-Quiero que quede claro que no fuimos nosotros quienes atacamos el regimiento de Decia. Fue Hill con su gente y algunos de los nuestros que están siendo manipulados él -Omito el hecho que fue un ataque de uno de los nuestros el que le daño el brazo a Decia .

A ambos se les hace una gran cantidad de estudios médico. Lo que ellos no saben es que el gobierno tiene una gran cantidad de tipos de rastreadores, incluyendo rastreadores químicos.

-Perfecto, no se detectó ningún tipo de rastreador. Esa enfermedad hay una manera de despedirse de ella -Comenta el doctor.

-No, seas cruel. No hay cura para mi problema -El tal Mace se queja.

-Soy médico. No suelo burlarme de mis pacientes y si hay una cura para la esclerosis lateral amiotrófica. Imagino que ya pasas de los cuarenta años, la enfermedad ha comenzado a avanzar -Mace mira a otro lado en una clara afirmación de las palabras del médico.

-¿Cuál es la solución? -Decia interrumpe el silencio con su pregunta.

-La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa que causa una pérdida progresiva de las neuronas motoras. Le afecta de cinco a nueve personas por cada cien mil habitantes. La degeneración va progresando paulatinamente a partir de los cuarenta años, dependiendo de ciertas condiciones físicas de cada ser humano. La atrofia neuronal afecta el movimiento de los músculos; la persona usualmente muere por insuficiencia respiratoria en tres a cinco años aproximadamente -El doctor Shung explica la condición de Mace.

-¿Qué se puede hacer? -Pregunta Miranda.

-La solución es, sustituir la parte del cerebro que se encarga de la parte motora con una tarjeta. Será como uno de nosotros. Solo que solo será parte del cráneo, no de la cara -El doctor señara la parte de su rostro que es como una máquina. El tipo lo piensa.

-Hágalo. No tengo nada que perder. Miranda y Decia son como mi familia y ellas estarán de acuerdo con esto -Sentencia Mace.

Lo que no saben son las consecuencias que tendrá esa cirugía.



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