¿Hace cuánto que estaba sola? ¿Dos? ¿Tres años? No lo recordaba muy bien, y es que aun era una niña y no se interesaba tanto por eso. Bueno, sola del todo nunca estuvo, Lorelei la cuidaba como la madre que nunca tuvo y le enseñaba los primeros hechizos mágicos que con el tiempo mejoraría, aunque claro, al no hacer casi nunca contacto con algún niño o niña de su edad se aburría a menudo y ni su Squirtle, al que apenas podía invocar unos instantes, podía entretenerla del todo.

Por eso es que hoy estaba emocionada, este día, una chica viviría con ella y su maestra.

¿Cómo sería? ¿Le agradaría? ¿Se harían buenas amigas? La pequeña brujita estaba emocionada, más aún cuando escuchó la puerta abrirse.

— ¿Blue? ya estoy en casa —decía la mujer de lentes quien obtuvo respuesta al instante al ver a la niña correr hacia ella.

— ¿Dónde está? ¿Dónde está la chica nueva? —dijo, impaciente, aquella castaña de 9 años.

— Primero, cálmate —la de ojos azules hizo caso y se tranquilizó al instante— segundo, ella es algo tímida pero espero que tú puedas arreglar eso —acto seguido abrió más la puerta principal revelando a una niña de aproximadamente 7 añitos mirando dudosa si entrar o no— Ella es Yellow, espero que sean buenas amigas.

— Hola…

— ¡Hola! — Dijo Blue, agarrándole de la mano y haciéndole entrar —¡vamos a conocer tu habitación!, soy Blue y a partir de ahora seremos grandes amigas.

— ¿Amigas?

— Las mejores amigas.

Lorelei solo observaba la escena contenta, al fin, su adorada alumna tendría una amiga con la quien pudiera estar divirtiéndose. Aunque ahora, claro, tendría que acostumbrarse a cuidar de dos jóvenes brujas.

No lloraba. Había prometido no hacerlo.

Ese día, al igual que el anterior, no había clases así que Blue y Lorelei habían ido a un cementerio muy alejado de la ciudad en donde se encontraba enterraba aquella hermosa rubia que había sido víctima de un cazador apenas hace dos días.

Miraban una lápida con el nombre de la de ojos ámbar, el día de su nacimiento y el de su muerte. La pelirroja dejó un momento a Blue, diciéndole que regresaría lo más pronto posible.

— ¿Te acuerdas de los momentos que pasamos juntas? Fueron los mejores de mi vida. Nunca he sido de las personas más sociales del mundo pero contigo, era diferente. Me agradaste desde primera vez que te vi hace 7 años. Todo ese tiempo aprendiendo magia u otras cosas fueron de lo mejor ya que lo pasaba contigo y eso me hacia feliz y además… además… —no pudo soportarlo más y las lágrimas salieron de sus bellos y ahora tristes ojos azules—¿¡Porqué!? ¿Por qué ese maldito cazador te mató? ¿Por qué se llevó a mi mejor amiga? ¿¡Por qué!? — gritaba.

— Blue… —la dama había regresado y al ver a su alumna en ese estado, no dudó en abrazarla, no quería que Blue sufriera más aunque tenía claro que así lo haría— no se pudo hacer nada para cambiar eso….

— Pero… pero… ¡Tú lo viste! ¡Sí! ¡Tú viste al cazador! ¿Me equivoco? —las esperanzas por parte de Blue eran grandes, si daba con aquel sujeto haría lo que fuera con tal de vengar a su amiga.

—Yo… —la mayor de las dos brujas no sabía que decir; finalmente optó por hacer caso a su fallecida alumna — No. Llegué cuando ya había muerto.

— Ah… —la desilusión de Blue era evidente— no importa… ¿nos podemos ir? No soporto esto y me odio por eso mismo…

— Claro.

Salieron caminando del cementerio. La castaña, antes de irse, dejó una bella rosa roja en aquella tumba prometiéndose volver.

Llegaron tarde a su hogar. Ambas no quisieron comer y se fueron directo a sus habitaciones. La de ojos zafiro no podía dormir, extrañaba mucho a su amiga y decidió salir de su recámara y entrar en la de ella, aun adornado con muchos peluches. Se recostó en ellos pensando en la rubia hasta caer dormida.

Ya de mañana, Blue se levantó más temprano de lo habitual y se dirigió a su dormitorio, dispuesta a cambiarse para después desayunar y salir hacia su instituto. Cuando bajó se llevó la sorpresa de que su maestra no se encontraba por ninguna parte de la casa, se asustó pero antes de salir la vio entrar. Lo extraño: una chica iba detrás ella.

— ¿Quién es?

— Ella es… mi nueva alumna y a partir de ahora se quedará a vivir con nosotras.

Aquella chica, quien compartía con la ojiazul el color de ojos y cabello, parecía no tan contenta al ver la actitud de Blue, pero solo se limitó a saludarla, esperando, al igual que Lorelei, la reacción de la de ojos azules.

— ¿Una nueva? —En otras circunstancias eso la habría alegrado, pero en ese momento su enojo era evidente. — No se puede reemplazar a Yellow ¡Nadie lo puede hacer!

— Yo no soy ningún reemplazo —dijo la otra bruja, con un tono de voz un poco molesto— ni siquiera quería estar aquí, además, no me importa si te caeré bien o no, de todos modos tu no me estas agradando del todo.

— Oye, chica, no tengo por qué…

— Para tu información, mi nombre es White, no “chica”.

— ¡Basta las dos! — Gritó la mayor de las tres — Blue, White no es ningún reemplazo. Agatha llamó en la media noche y me dijo que lamentaba lo ocurrido con Yellow pero que ahora me encargaba otra alumna y no pude negarme… sé que sigues afectada, pero por favor me gustaría mucho que aceptases a White. Mientras tú — señalando a la recién llegada — tendrás que comportarte mejor de lo que intentas.

Después de eso, ambas castañas salieron en dirección al instituto (White ya tenía puesto el uniforme) sin decirse palabra alguna. Blue se enteró que aquella muchacha estaría en su clase y eso le molestó aun más ¿Acaso la obligarían a llevarse bien con ella?

Ya en el aula, aquella bruja se presentó a los demás, siendo más fácil para ella socializar con los otros alumnos. La de ojos zafiro esperaba a Red quien en ese día no llegó a clases.

*****

— ¡Ah! — Se quejaba de dolor — esa bruja era fuerte, aunque no tanto para vencerme.

El azabache se curaba algunas de las heridas hechas por el suceso relacionado a las dos brujas. Se le hacía un poco difícil caminar así que aquel día decidió no ir al instituto, mejor dicho, Green lo convenció de no ir ya que este insistía en que estaba mejor y no pasaría nada.

"Me lo agradecerás algún día" le dijo el castaño antes de irse.

Solo ahí, el de ojos rojizos miraba televisión aburrido. No había nada interesante a esas horas de la mañana. La apagó y se echó en su cama. "Esa voz, la he escuchado antes" murmuró recordando a la bruja de hace unos días. Una imagen fugaz de una pequeña rubia apareció en su mente.

— No —se paró de su cama, sorprendido por lo que había pensado — imposible, esa chica… no estaba en mis cinco sentidos, debe ser una broma de mi mente… ¡Ja! ¿Cómo es posible que por un pequeñísimo instante pensara que aquella bruja era Yellow? Vete a dormir Red, has tenido unos días muy pesados…

Mientras tanto, la castaña se encontraba ese día en la cafetería  aunque se encontraba un tanto distanciada del grupo. De pronto llegó Green a sentarse a su lado para hacerle un poco de compañía.

— Oye, Blue, ¿ella es tu hermana? —Dijo el de cabello castaño señalando a la joven de cabello ondulado que esperaba su comida.

— ¿Qué?, ¡No!

— Bien, bien —dijo el de ojos verdes— no te molestes, es solo que se parecen mucho.

— Lo siento, ya es como la… — con sus dedos empieza a contar una y otra vez — la décima vez que me preguntan lo mismo, Green. — Se quedaron en silencio — ¿Por qué Red no vino hoy?

— El muy tonto se lastimó cuando hacía algo y no se recuperó para hoy, pero descuida, mañana de seguro vendrá — sonrió y ella igual.

— ¿Puedo sentarme aquí? —Dijo White con la bandeja de comida en sus manos.

— Si quieres… —atinó a decir Blue.

Así lo hizo y, mientras Green le preguntaba de donde venía, ella miraba a Blue quien al parecer no disfrutaba del todo su presencia.

— Por ahí escuché comentarios sobre que habían roto una ventana la semana pasada… ¿Quién creen que pudo haberlo hecho?

— Un ladrón posiblemente —respondió el de ojos verdes— solo eso.

— ¿Así? Pues no lo creo — Blue la miró, esperando que no dijera nada respecto a las brujas y cazadores — para mí que… — ¿se lo diría? — fue un “Hombre Lobo” ¡Sí! Eso debió de ser.

La de ojos azules suspiró y el de ojos verdes rió.

— Los hombres lobos no existen — dijeron ambos al unísono.

— Lo sé, ¿pero no que sería interesante?

Acabado el día de clases las dos castañas se despidieron de Green quien las había acompañado gran parte del camino. Igual que en la mañana no se dijeron palabra alguna. White quería hacerla reír con el tema de los hombres lobos, claramente ellos no existían ( los hombres Arcanine sí, sin embargo esa es otra historia) pero pensó que sería un tema divertido más solo recibió la advertencia de Blue indicándole que no se atreviera a asustarle creyendo en que iba a revelar el secreto de las brujas de esa manera.

Llegadas ya a casa, la nueva chica se fue a la habitación asignada para ella, sí, la de Yellow. Blue sabía que ignorarla había sido malo y fue a verla, pensando en hacer las paces. Al llegar, vio en una bolsa todos los peluches de la rubia y a White llevándoselos.

— ¿¡Qué haces!? ¡Son los peluches de ella! —Estaba molesta, pero la otra castaña no hizo más que soltar la bolsa.

— Lorelei me dijo que podía guardarlos en el sótano; no me gustan los peluches.

— Pero…—no podía hacer nada más, así que pensaba en irse cuando White la llegó a detener.

— Lamento lo de tu amiga, en serio. Una de las mías murió hace algún tiempo también.

— ¿Una de las tuyas? — preguntó extrañada.

— Vamos, ya sabes a lo que me refiero. —Blue negó— con una de las mías me refiero que compartimos el mismo tipo “base”, en mi caso: planta. Aparte de que entre nosotras podemos sentir cuando una de las nuestras deja de existir… y más sí es alguien muy cercana.

— Ya veo…

Continuaron en silencio.

— Oye, te parecerá raro pero ¿y si el cazador que mató a tu amiga fue el mismo que asesinó a la mía?

— Es posible.

— ¿Y si algún día llegamos a saber quién es, nos juntamos y lo hacemos pagar?

Eso, para los oídos de Blue, sonó interesante. Sin más, ella aceptó.

Feliz año 2020 mis queridos lectores!!! Espero lo hayan pasado fenomenal :D aquí vengo a dejarles el capítulo correspondiente y el primero del año. He estado desaparecida, lo sé, pero bueno, espero les guste :3