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Jungkook odiaba el blanco.

Siempre lo había odiado.

Porque era aburrido, porque era monótono, innecesariamente brillante con la luz de la habitación.

El blanco era detestable.

Era de las 5 cosas que estaba seguro en ese momento.

Era parte de su lista.

Esa corta lista que repetía en su cabeza para mantenerse cuerdo, que le hacía saber que aún tenía un cerebro que funcionaba, y que había 5 cosas reales después de todos esos procedimientos que pasaban detrás de esas puertas de metal.

1. Su nombre era Jeon Jungkook

2. Tenía 23 años (O esa era la edad que recordaba tener)

3. En blanco era horrible, porque estaba en todos lados de ese horrible lugar.

4. Él no debería estar en ese horrible lugar.

5. Tenía algo que nadie debía encontrar en ese horrible lugar.

Era su mantra, que repetir en su mente o en voz baja cada que pudiera.

Era lo que tenía en ese lugar de mierda.

¿Cuanto llevaba ahí?

Se sentía como una eternidad.

Bien podría creer que llevaba toda su vida ahí.

A veces lo creía así, cuando sentía que se lo creía demasiado volvía a repetir esas 5 de verdades.

Ahora estaba de nuevo en esa gran sala, con montones de omegas más.

Algunos hablando entre sí, otros haciendo cualquier cosa.

Y él estaba en su lugar habitual, en una esquina del recinto, abrazando sus rodillas mientras murmuraba para si mismo su lista.

Un grupo de omegas lo miraron de reojo, dejando su platica unos momentos.

"Han pasado meses y sigue así" susurro uno, moviendo la ficha del juego de mesa (de los pocos que tenían a su disposición).

"¿No entiende? Van a seguir siendo duros con él si no coopera"

"Es el problema con los que presentan tarde ¿Si quiera son omegas de verdad? Nunca les dieron el tiempo de hacerlos como debemos ser"

Una chica del grupo lo miraba con cierta pena, antes de aclarar su garganta y pararse de su asiento.

"Voy a tratar de hablar con él"

"Vas a hacer que te asocien con el comportamiento de ese raro"

La chica ignoró al grupo, acercase con precaución al joven. Su cabello largo y morado cubriendo parte de su rostro.

"Hey... Jeon"

El chico no la miro, solo susurrando para si.

La rubia suspiró, antes de sentarse a su lado, dejando unos 30 centímetros entre ambos.

"Jeon" hablo de nuevo " Tienes que parar con esto ¿Quieres que te sigan llevando a las salas de conducta?"

No recibió ninguna respuesta, viendo como el chico se abrazaba más fuerte.

"Vamos, eres bonito. Eres de los omegas más bonitos. Solo te hicieron pocas cosas los médicos ¿No? Si sonrieras serías Perfecto y te dejarían entrar al programa para que te escojan. ¿No quieres tener un alfa? ¿Ser bonito y feliz con él?"

Nada aún, ni siquiera una mirada.

La chica suspiró, antes de que la alarma de que la hora de convivencia había terminado, haciendo a Jungkook taparse los oídos.

La chica solo negó con la cabeza mientras se alejaba de él, saliendo con los demás omegas de la sala.

Jungkook no se movía, solo queriendo que el sonido estridente de esa infernal alarma terminara.

Esa alarma que determinaba hasta cuando podía comer, cuanto podías estar en el baño, cuanto tiempo podía dormir.

Controlaba cada maldito segundo, solo queriéndole hacer gritar.

No pasó mucho para que unos brazos le levantaran del suelo, haciéndolo gritar de verdad.

Pataleaba mientras dos alfas lo arrastraban fuera de allí.

"¡Siempre es este mismo lunático!"

"¡Deberían deshacerse de él de una vez! ¡Es una causa pérdida!"

"¡Estúpida política de los dos reportes!"

Jungkook solo trataba de zafarse, queriendo encontrar donde esconderse y poder ser dejando en paz, solo una vez.

Pero sus gritos se volvieron desgarradores en cuanto vio las infernales puertas de metal, donde sabía que le encerrarían las siguientes horas, hasta que no pudiera llorar más.

Logro dar un codazo a uno de los tipos, haciéndole que lo soltara al perder el aire, pero antes de poder escapar sintió un pinchazo en el cuello.

Todo a su alrededor pareciendo dar vueltas de un segundo a otro.

"Maldito psicópata" escucho a uno de los hombres escupir mientras caía al suelo, apenas deteniendo su caída con sus manos.

Entro en ese extraño estado, donde todo se veía irreal.

En esos momentos es como si se dijera a sí mismo que todo eso no estaba pasando.

Que era un mal sueño como era atado de las muñecas a ese escritorio y escuchaba a todas esas voces a su alrededor diciéndole que debía ser bueno.

Bueno, bueno, bueno.

Complaciente, fácil.

Esa mujer frente a él se veía graciosa, y siempre parecía complacida de verlo sonreír, aunque solo fuera producto de su estado.

"Eso, debes sonreír así siempre. Como todo un omega"

Solo escuchaba otras frases, que dejaban tener sentido mientras solo esperaba despertar.

¿Donde?

No estaba seguro.

Solo sabía que no ahí.

Que había otro lugar.

Otro lugar donde él quería estar, que sentía familiar pero nunca podía ponerle un nombre o asociarlo con una sensación.

Pero estaba, solo sentía que estaba por algún lado.

Y de la nada, todo se volvía negro y silencioso de un solo golpe.

Hasta que despertó en una cama dando bocanadas, buscando aire de manera desesperada mientras enterraba los dedos en las sábanas debajo de él.

Pasaba minutos mientras la vista se acostumbraba a la oscuridad y sentía que podía respirar de nuevo.

Viendo que ahora estaba esa habitación pequeña donde siempre empezaban y terminaban sus días en ese horrible lugar.

Pero también, era donde estaba más seguro por pocas horas, hasta que lo arrastraran afuera de nuevo.

Y donde estaba el único objeto que podía darle consuelo.

Metió su mano en la almohada, encontrando el hoyo que le había creado (oculto por la funda de esta).

Escarbó entre el relleno de plumas hasta sentir algo sólido.

Lo enredo entre sus dedos y cuando lo sintió en su puño, se recostó de nuevo, cubriéndose hasta la cabeza con la sábana.

Sintiendo el metal de aquel collar en su mano.

Acarició el dije que apenas podía ver, antes pegarlo a su pecho.

No sabía porque se aferraba tanto a él, porque las únicas buenas emociones que sentía últimamente eran con esa diminuta cosa.

Pero sentía que era importante.

Si él se había aferrado tanto desde un inicio en quedarse con esto y ocultarlo a toda costa debía ser importante.

Su yo que recordaba un lugar fuera de allí le había dejado una pista.

Y se aferraría a ella sin importar que.

"Me llamó Jeon Jungkook" susurro para si "Tengo 23 años. Odio el blanco. Yo no debería estar aquí..." un sollozo escapó de su garganta "Nadie debe encontrar esto... Nadie... Me llamo Jeon Jungkook, tengo 23 años. Odio el blanco. Yo no debería estar aquí. Nadie debe encontrar esto. Me llamo Jeon Jungkook-"

Me tarde en actualizar este fic lo sé.

Y la actualización fue deprimente y traumática, lo sé.

Pero... bueno que les digo, es una idea distopica, obvio iba a ser deprimente y traumática.

Pero espero te esté gustando el fic si disfrutas estas cosas como yo.

Les dejo un meme del fic para compensar la ausencia

Les amo

-RainyNat🌻💙

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