— Bien, entonces... déjame entender esto — dijo Lawrence y se pasó una mano por el pelo — ¿Barney ha estado actuando tan raro porque está enamorado de ti? — asentí — ¿Y tú qué sientes algo por él?

— No... No lo sé — dije y él sacudió con la cabeza.

— ¡¿Cómo que no lo sabes?!

— No lo sé, Lawrence, estoy confundida, yo... — me detuve — No se suponía que fuera así. Se suponía que debía estar contigo, un poco molesta y ya , y entonces Barney aparece y todo es complicado y-

— Bueno, deja que te lo ponga fácil — contestó interrumpiéndome. Lo miré.

— ¿Qué?

— Lauren, si no tuvieras sentimientos por él, la respuesta sería un rotundo "no". Lo que claramente no es el caso así que, este soy yo dándote una salida.

— ¿Estás rompiendo conmigo? — pregunté. Agitó la cabeza.

— Te estoy haciendo elegir. Así que elige. Yo... o Barney — pensé esto por un momento.

[Flashbacks]

— Y bueno, ¿trabajas o algo? — preguntó, bebiendo un poco de su vino. Me arrepentí un poco ante la pregunta.

— Estoy entre trabajos en este momento — respondí, metiendo un mechón de pelo detrás de mi oreja — Mi padre pagó para que yo estudiara en la facultad de derecho, hasta que a mitad de mi segundo año, me di cuenta de que lo odiaba.

— ¿Así que simplemente renunciaste? ¿Qué dijo tu padre sobre eso?

— Él um... él no ha hablado conmigo desde entonces y prácticamente me repudia — él me miró cautelosamente, esperando que yo diga que estaba bromeando. Ojalá pudiera decir que era una broma.

— Oh, y-yo... lo siento mucho. Eso es terrible — dijo él y me encogí de hombros.

— Está bien. Tengo algunos amigos bastante buenos para hacerme compañía así que, todo va bien. Pero basta de hablar sobre mí. ¿Cómo es el control de la ley?

— No como lo retratan en la televisión, créeme — me reí — Lo hacen parecer tan lleno de acción, y puede ser, para la mayoría. Pero para mí, todavía soy bastante nuevo en el departamento, así que me tienen como mono de papeleo.

— Oh...eso apesta — dije, tomando un trago de mi vino.

— No... sólo bromeó sobre ello. Toma un tiempo así que tengo una formación bastante estable. Me gusta llevar un registro de cuántas veces el capitán me hace referencia a los genitales femeninos — me reí — Es más divertido de lo que piensas.

• • • • • •

— Lauren... ¿estás bien? — miré al suelo, mordiendo mi labio inferior. Mis ojos ardían, una señal de que en cualquier momento podría empezar a llorar otra vez.

— Sí, por supuesto, ¿por qué no iba a estarlo? — pregunté, poco convincente.

— Ted — contestó él y encogí de hombros.

— No sería la primera vez.

— ¿Qué? — preguntó y lo miré, una sola lágrima se deslizó por mi cara y me la limpié.

— Esta no es la primera vez que me pasa, Barney.

— ¿Me estás diciendo que esto ha pasado antes? A ti. ¿De verdad? — me alejé de él. No quería llorar delante de Barney.

— Tal vez esto fue una mala idea. Debería irme... — empecé a ir hacia la puerta, sólo para chocarme de golpe con Barney, que se había puesto delante de mí para que no me fuera. Lo miré, y una vez más, me vine abajo y me puse a llorar. Me cubrí la cara con mis manos y él me envolvió con sus brazos, abrazándome contra su pecho. Resoplé, alejándome de él — Lo siento.

— No lo sientas. Solo estoy... sorprendido, eso es todo — dijo y fruncí mis cejas.

— ¿Por qué?

— Bueno, quiero decir, ¡mírate! Eres una luchadora, independiente, loca e inteligente. ¡Y estás buena! Tienes un tremendo cuerpo, un bonito-

— Vale, ya lo capto — le interrumpí. Y de pronto, me agarró de los brazos.

— Mira, Ted y esos otros chicos son idiotas, ¿de acuerdo? Tendrían que serlo. Quiero decir, ¿qué tienen esas otras chicas que tú no tienes?

• • • • • •

— ¿Sabes? Nunca he entendido eso en las citas — dije — Ambos comimos, ¿por qué no pagamos a medias? — se detuvo.

— Eso... eso tiene mucho sentido. Quiero decir, voy a pagar por ello de todos modos, pero, voy a tener eso en cuenta para la próxima vez — puso el dinero en la cuenta y nos levantamos, agarrando nuestros abrigos.

— ¿Estás tan seguro de que habrá una próxima vez? — pregunté.

— La noche aún es joven. Todavía me quedan algunas buenas horas para probarme a mí mismo — sonreí — ¿Deberíamos? — me ofreció su brazo.

— Sí. De hecho, tengo una idea.

— ¿Y qué se te ha ocurrido? — preguntó.

— Sé que es nuestra primera cita, pero deberías conocer a mis amigos. Son geniales — dije y él asintió.

— Estoy listo para eso. ¿Hacia dónde nos dirigimos?

— A McLaren's.

— ¿Cuál de ellos?

— ¿El del lado oeste? — asintió con la cabeza.

— Muy bien, me parece un buen plan. Vamos.

• • • • • •

— Vaya, qué interesante giro de los acontecimientos. Parece que voy a ganar — dijo Barney, rompiendo el silencio.

— Ni siquiera pudiste hablar con ella. Lo intentaste, pero te dio un bofetón.

— Eso es lo que tú te crees — sonreí, cogiendo la mano de Ted y se la acaricié.

— Oh, Teddy, tenemos una historia para ti — le contamos cómo Barney le dijo a la chica que le pegara un bofetón y que lo estaba haciendo para aumentar la confianza de Ted.

— Así que ahora por maravillosas que sean las cosas que Ted haga por ella, yo seré para ella más encantador que él.

— ¿Así que no te la tiraste?

— De ninguna manera.

— Acabas de ser engañado, perdedor — dije y Ted me miró mal.

[Fin de los Flashbacks]

Ahí fue cuando me di cuenta. Una de las primeras cosas que quería hacer con Lawrence en nuestra primera cita, era llevarlo a conocer a mis amigos...y a Barney. Quería que se llevara bien con Barney. No quería que se enfrentara a Barney. Todo... Todo se trata de Barney, hasta la última parte. Miré a Lawrence, y la comprensión debe haber sido obvia porque dijo:

— Adelante.

— Yo... Lo siento mucho — le dije — Eres fantásticamente increíble, y vas a hacer a alguna chica inmensamente feliz algún día.

— Sí... pero no la chica que yo quiero.

— No te merezco, Lawrence. Pero te prometo que ahí fuera hay una chica que sí lo hace — él asintió.

— Eso espero — lo besé una última vez y salí de su apartamento, corriendo afuera y tomando un taxi. 

Subí al apartamento de Barney y llamé a la puerta. La puerta se abrió y apareció Lily al otro lado de ella.

— ¿Lily? ¿Qué haces aquí? — pregunté.

— Ya me iba — dijo ella. Pasó junto a mí y pude ver que Barney estaba sentado en el sofá. Me miró, y luego se levantó abruptamente, pasando una mano por su pelo. Entré, cerrando la puerta detrás de mí.

— Lauren...

— Te equivocaste — le dije y levantó las cejas, confundido.

— ¿Sobre...?

— Lawrence, cuando dijiste que él no era lo suficientemente bueno para mí. Te equivocaste, es al revés — agitó la cabeza — No, Barney, no discutas conmigo. Tengo un punto, lo juro.

— Vale.

— Yo no era lo suficientemente buena para él. Necesita una chica mayor, más madura, en las mismas cosas que él. Necesita una chica... que no sienta nada por Barney Stinson — confesé y se puso nervioso — Eres tú, Barney. Siempre has sido tú, pero estaba demasiado distraída con Ted, y Lawrence que no me di cuenta de que en realidad estaba enamorada de ti... y que has estado enamorado de mí todo este tiempo. Espero que puedas perdonarme.

— No sé... será difícil — dijo, pero sabía que estaba mintiendo.

— Yo sólo, no entiendo cómo yo... — él dio un paso más cerca de mí y me detuve. Se paró justo delante de mí para que yo estuviera mirando hacia él. Pasó sus dedos por mis brazos hasta que llegó a mis manos, tomándolas entre las suyas.

— Me has hecho mucho daño, Lauren — asentí.

— Lo sé — susurré — Lo siento — agitó la cabeza.

— No tienes por qué sentirlo.

Y dicho eso, Barney Stinson agarró mis caderas, tirando de mí hacia él y presionó su boca contra la mía. Juntando nuestros labios como si fueran dos piezas de un puzzle que encajan perfectamente. Esto se sintió bien. Como si hubiera estado haciendo esto todo el tiempo. Envolví mis brazos alrededor de su cuello, correspondiendo y profundizando el beso. Y él puso sus brazos alrededor de mi cintura.

Finalmente estaba en casa.