🎪Circo 16🎪

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Luego de minutos caminando por las instalaciones viejas y desconocidas, el grupo de investigación pudo encontrar un pequeño cuarto el cual suponían era la oficina de Jang Mi Kwan.

Había una enorme cadena asegurada con dos candados que protegía la puerta de madera; también pudieron notar grandes cantidades de cera, producto de las velas que en algún momento cumplieron con la función de bendecir y purificar el lugar que por tantos años ha mantenido una reputación oscura y dudosa.

—Mi familia se encargó de este lugar desde el momento que cerró —contó Hoseok con voz plana—. Mi abuela era la única que entraba aquí una vez al mes para bendecir y mantener la estructura lo mejor que podía.

—¿Crees que tu abuela haya conocido al señor Jang? —preguntó Yoongi, a la vez que trataba de detectar la presencia de energías negativas con la ayuda de un sensor.

El pelirrojo agachó la mirada, clavando sus ojos en la tierra suelta y cera esparcida. —Ella no, pero su madre sí.

—¿Tu bisabuela? —inquirió SeokJin, la tranquilidad del omega mantenía la serenidad del grupo al saber que no había presencia alguna de maldad.

Hoseok asintió. —Antes de venir hice una investigación y encontré que mi bisabuela fue la esposa de Jang Mi Kwan.

—Entonces, ¿Eres el bisnieto del alfa que fue dueño del circo? —la sorpresa en la voz de Chanyeol fue notoria.

Taehyung fue el que respondió. —No, la señora SeoJoon se separó de Jang mucho antes de que el circo cerrara —informó lo poco que sabía—. Según los rumores de la propia familia, los celos fue el desencadenante de que ella lo dejara.

—¿Por qué cayó el circo bajo el dominio de los Jung? —cuestionó NamJoon.

—Ellos se separaron, más nunca hubo un divorcio porque a ninguno le convenía un escándalo —respondió Hoseok—. En el momento que Jang murió, la herencia fue pasada a manos de mi bisabuela, quien a los pocos meses se casó con Jung NamSeol.

—Tu bisabuelo —dedujo Yoongi, y Hoseok asintió.

—Crecí rodeado de leyendas, incluso hay recuerdos borrosos de mi niñez estando en este circo —frunció el ceño—. Muchas cosas extrañas se han ocultado, la mayoría de ellas no las entiendo; pero de lo que sí estoy seguro es que mi bisabuela hizo un gran daño.

—¿Por qué lo dices? —interrogó SeokJin.

El pelirrojo se mantuvo un momento en completo silencio, su mente recordando las palabras que su abuela siempre le dijo, y que solo hasta ahora comenzaban a tomar sentido.

—"El deber de los Jung es cuidar de este lugar, como recordatorio a la promesa hecha años atrás" —repitió las mismas palabras que su abuela decía—. De algún modo, la familia Jung guarda tributo como un medio de pago o consuelo al daño que un miembro de nuestra sangre hizo.

—¿Crees que tenga algo que ver con Ange Rouge? —le dijo Yoongi con la mirada clavada en su amigo.

—No —la respuesta de Jimin sorprendió a todos, el rubio mantenía la mirada en la puerta que yacía asegurada con todas aquellas cadenas—. Ange Rouge es un demonio que aceptó con los brazos abiertos el abismo de oscuridad —sonrió sin gracia—. Además, no fue la única víctima aquí.

Los demás se mostraron de acuerdo con las palabras de Jimin. Lisa colocó dos dispositivos con sensores ultravioleta en cada extremo de la entrada, enlazándolo con su tablet para analizar la manera en la que estaba distribuida la energía.

A los pocos minutos pequeños puntos rojos y naranjas aparecieron en la pantalla que la alfa analizaba, Chanyeol se colocó al lado de ella y entre los dos monitorearon con destreza hasta que tuvieron un análisis completo.

—Hay mucha actividad paranormal, pero la energía que poseen es tenue —dedujo la alfa, mirando a los demás—. Podemos avanzar sin miedo.

—Son almas que fueron víctimas del mal que hay aquí —habló SeokJin con una mirada cargada de tristeza, quizá viéndose afectado por los sentimientos que le eran traspasados.

—Son las once de la mañana —habló NamJoon, dando una mirada a su reloj de muñeca—. Ingresemos para dar un vistazo general y luego decidir el lugar donde pasaremos la noche.

—Buena idea —asintió Yoongi—. Así tendremos toda la tarde para buscar datos que nos digan o al menos nos den pequeñas pistas del inicio de todo esto.

—También tenemos que contactarnos con Sehun para que nos pase el reporte del exterior —recordó Chanyeol.

Lisa carraspeó. —Hay una nueva presencia —la voz de la alfa provocó silencio, ella apuntó a la pantalla de la tablet donde todos los presentes pudieron ver un punto mucho más grande de los demás de un brillante color rojo.

—Ahí está ese maldito —gruñó Chanyeol, observando el punto que ubicaba al espectro dentro de la oficina de Jang.

—¿Entramos ahora? —preguntó Taehyung, sosteniendo el equipo de pinceles con más fuerza de la necesaria.

—No habrá mucho cambio si lo hacemos después —reconoció Yoongi—. Entraremos ahora.

Hubo un pequeño momento de tensión tras las palabras del pelinegro. Miradas y suspiros ocultos que trataban de disminuir el miedo inminente; los corazones latían alocados, aquella experiencia les resultaba nueva, peligrosa y desconocida donde las palabras de Yoongi volvían a adquirir sentido.

"No retroceder, aunque estemos caminando con una pesada venda en los ojos"

—Hoseok —la voz de Jimin fue un extraño calmante para todos los presentes—, ¿Tienes las llaves? —preguntó, en el momento que apuntaba los candados que mantenían asegurada la puerta de entrada a la oficina.

—Permíteme un momento —indicó el mencionado, mientras rebuscaba en su bolso el manojo de llaves que había llevado.

Pocos segundos después, el pelirrojo avanzó hasta situarse frente a las pesadas cadenas; en sus manos sostenía dos llaves de color dorado y de gran tamaño las cuales introdujo en los candados correspondientes para poder abrir el paso a los demás que en silencio estaban esperando.

El sonido fuerte de las cadenas al ser removidas cortó el silencio inquietante del ambiente. Chanyeol y Yoongi ayudaron al pelirrojo a moverlas, hasta colocarlas en un punto donde no estorbaran en un futuro. El polvo suelto y espeso se dispersó en el ambiente cuando el pesado metal cayó con fuerza, ocasionando que la mayoría de los presentes tosieran por las partículas molestas que fueron inhaladas de manera inmediata.

Cuando la puerta estuvo libre de toda cadena, Hoseok volvió a seleccionar una llave; más pequeña y de aspecto antiguo gracias al color bronce que la cubría, la insertó en la sarrosa cerradura la cual crujió al momento de abrirla. Necesitó emplear un poco de fuerza para que la puerta cediera, fue así como empujó un poco más, dando un suspiro cuando la entrada a la vieja oficina estuvo a total disposición de los demás.

—Ya está —avisó, mirando sobre su hombro al silencioso grupo.

Yoongi se abrió paso entre los presentes para colocarse al lado de su amigo; los ojos azules analizaron con escrutinio el espacio levemente estrecho que componía a la oficina, deduciendo en ese momento que no era conveniente que entrara el grupo completo.

—El espacio es algo reducido —comentó en voz alta para que los demás le escucharan—. Si entramos todos podríamos pasar por alto algún detalle importante.

NamJoon asintió. —¿Qué sugieres?

—Entraremos cuatro —respondió el alfa pelinegro—. Los demás esperarán justo aquí y sin moverse. La puerta siempre estará abierta para que estemos comunicando lo que se vaya encontrando.

—Yo entraré —dijo SeokJin, dando un paso al frente.

—Yo también lo haré —se ofreció Lisa, avanzando el paso que el peliceleste dió.

—Jimin —Yoongi llamó a su esposo quien le miró de manera inmediata—. ¿Vendrás con nosotros?

Las manos del omega se cerraron en puños, en un intento para darse valor. La mirada del rubio viajó al poco espacio visible que aquel lugar dejaba ver, y sabía que debía hacerlo, porque si no avanzaba jamás terminaría de entender aquella agonía que lo mantenía consumido la mayor parte del tiempo.

Fue por eso que decidió dar un paso hacia adelante. —Iré.

Una sonrisa pequeña se dibujó en el rostro de Yoongi, y eso fue suficiente para que un poco de calma invadiera a Jimin. El rubio avanzó los pocos pasos que lo separaban de su esposo y cuando estuvo a su lado le tomó de la mano, ansiando aquel toque que le daba las fuerzas para seguir.

Porque Yoongi era su ancla a tierra y Jungkook aquella luz que le brindaba paz, recordándole que él era un humano más y no caer en los múltiples espejismos que su engañosa mente creaba con el fin de torturarlo.

—Chanyeol —el alfa miró a su pequeño hermano de manera atenta; los ojos de Jimin eran suplicantes cuando pidió—. Cuida de Jungkook.

El mayor de los Park sonrió con tranquilidad, con el fin de que su hermano no se preocupara tanto. —No te preocupes, Jim —tiró su brazo derecho sobre los hombros del cachorro Min, Jungkook se sonrojó por tanta atención—. Cuidaré de tu retoño.

—Ya soy grande —refunfuñó Jungkook, frunciendo el ceño cuando su tío rió con diversión.

—Cachorro —los ojos celestes del alfa se fijaron en su padre, la mirada de Yoongi era cálida sin dejar de lado la autoridad que usaba cada vez que le daba una orden—. Obedece a Chanyeol en todo lo que te diga, y por ningún motivos entres hasta que lo creamos conveniente.

—Sí, padre —aceptó con obediencia, sonriendo cuando Yoongi lo hizo.

El pelinegro miró a su omega para luego trasladar la mirada hacia los demás que se internarían con él en el primer lugar que sería el centro de investigación.

—¿Listos? —hizo la pregunta para saber si aún tenían la seguridad de querer entrar.

SeokJin y Lisa compartieron una mirada antes de asentir en silencio.

—Estamos listos —exclamaron ambos.

Yoongi asintió. —Recuerden las indicaciones dadas, conforme vayamos avanzando les iremos informando.

Todos asintieron estando de acuerdo, y sin esperar más tiempo los cuatro seleccionados ingresaron hacia lo que alguna vez fue el estudio personal del dueño del circo.

Los pasos de los cuatro eran cautelosos; sus instintos alertas buscando el mínimo indicio de señal o movimiento. La cámara que Yoongi sostenía entre sus manos se encargaba de grabar cada rincón que componía al pequeño espacio, desde el empolvado piano que estaba situado al lado izquierdo, hasta el estante de libros que descansaba en el lado derecho.

Los pasos de Jimin eran dudosos, el ambiente tranquilo que rodeaba al lugar no le daba la confianza suficiente para avanzar como todos los demás. Una sensación y sentimiento desconocido llegó hasta él, en algún punto de su mente existió un inquietante momento donde fragmentos de una vida ajena le llenaron por completo.

"Lo hice porque me preocupo por ti, mi pequeño ángel; por favor entiende que no dejaré que nadie te ponga un dedo encima"

Sus ojos vieron una imagen vivida años atrás; el polvo se desvaneció, y todos los artefactos tomaron una apariencia brillante y nueva.

"Mi pequeño ángel, eres lo mejor que tengo y no quiero que nada impuro ose a tocarte. Perdería mi humanidad si eso llegara a pasar"

Pudo ver a un alfa de espesos cabellos negros, la mirada era desesperada casi rozando a la locura mientras en su cuello se marcaban con fuerza las venas azuladas que denotaban los sentimientos fuertes que estaban azotando al hombre mayor.

—Pero, yo lo amo —Jimin se vió a sí mismo hablando, más de sus labios no salió palabra alguna.

Los ojos carentes de cordura se fijaron en él como una daga cargada de veneno, y Jimin pudo sentir una desesperación y angustia corroerle por completo.

Y nuevamente, aquel desconocido habló, ocasionando que un agotante sentimiento de impotencia se alojara en su interior.

"Un ángel tan puro no puede amar; el amor mancha, Jimin... el amor envenena y mata"

El rubio sollozó alertando a los tres que estaban con él. Las manos del omega viajaron a su pecho para calmar el dolor creciente, mientras su mente trataba de procesar aquella extraña visión que tuvo.

Porque su nombre había sido pronunciado, pero Jimin estaba completamente seguro que aquellas palabras que escuchó no fueron dedicadas a él.

Y una lágrima cayó cuando por fin comenzó a comprender el lado humano lleno de dolor que aquel ser oscuro trataba de ocultar.

—¡Jimin! —Yoongi dejó de lado la cámara para correr a abrazar a su esposo. El omega temblaba entre sus brazos.

—Ange... —el rubio sollozó, clavando su mirada inundada en lágrimas en el rostro lleno de pena que mostraba SeokJin—. ¿S-soy Ange...?

Y gritó desgarradoramente, llegando a alertar al resto del grupo que esperaba en el exterior. No le importó porque su mente estaba más ocupada en negar y buscar una posible explicación.

Él no podía ser un demonio, y se encargaría de probarlo.



























¿Más teorías o más dudas? 👀

¿Qué les pareció el capítulo? 👀

Muchas gracias por todo~








YOONGLH🎪

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