🎪Circo 29🎪

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Subieron las escaleras con el corazón golpeando con fuerza en sus pechos. NamJoon fue el primero en poder respirar el aire frío de la madrugada, sintiendo una especie de alivio cuando sus pulmones se llenaron de oxígeno fresco. Rápidamente volteó y ofreció su mano a un aterrado Hoseok, haló con fuerza y ambos cayeron de espaldas al suelo con nuevas respiraciones pesadas y erráticas.

—Y-Yoongi... Jungkook —el cuerpo del pelirrojo se enderezó por completo—. ¡Tenemos que salvarlos!

NamJoon se incorporó con rapidez, sus ojos buscaron a su alrededor y el pánico no tardó en llegar cuando descubrió que solamente Hoseok y él habían logrado salir.

—Tenemos que regresar —informó, con la mirada clavada en el pálido pelirrojo.

Hoseok empujó el miedo hacia el rincón más profundo de sus entrañas y asintió con aparente seguridad. Ambos alfas se pusieron de pie, dispuestos a tomar un riesgo más si con ello aseguraban el retorno de sus amigos.

A los pocos pasos que dieron un temblor fuerte les hizo caer, provocando que una sarta de maldiciones salieran de la boca de ambos cuando pudieron ver como la trampilla quedaba enterrada por completo.

—¡NamJoon! —gritó en medio de su desesperación—. ¡Yoongi y Jungkook están ahí dentro! —trató de escarbar para encontrar la entrada, pero todo intento fue imposible.

El moreno también se unió a la misión y ambos escarbaron entre la tierra abundante. No les importó el dolor, las uñas rotas y la sangre, en sus mentes lo único que estaba presente era salvar a sus amigos para poder reunirse con los demás; pronto la desesperación y las lágrimas se hicieron presentes, el miedo que los consumió era mortal, descubriendo con amargura que éste no hacía más que incrementar.

Siguieron luchando sin importar qué, necesitaban encontrar a sus compañeros de equipo sanos y salvos porque si hasta el momento habían tenido una pequeña dosis de valor para afrontar todo lo que estaba pasando, NamJoon y Hoseok pueden jurar que cualquier valor existente se iría por el drenaje si tuvieran que ver a Jimin a los ojos para decirle que había perdido a su esposo y único hijo.

No podían permitirlo, ellos no podían rendirse y Jungkook y Yoongi tenían que estar bien.

Los primeros rayos del sol se colaron a través de las grandes carpas, esos tenues hilos dorados les recordaron las horas que invirtieron en un intento fallido por encontrar nuevamente aquella trampilla, la cual y debido a las circunstancias extrañas ahora solamente se veía como un sueño distorsionado que solamente buscaba a jugar con sus mentes.

—No pudo ser una ilusión —se quejó Hoseok—. ¡Era demasiado real! —cayó de lleno en el suelo con las manos ensangrentadas de tanto esfuerzo—. Incluso perdimos a Lisa... —musitó con un nudo en la garganta.

Una mano en su hombro le hizo alzar la mirada. NamJoon le veía con seriedad, más sus ojos demostraban el tormento que él mismo estaba sintiendo, y eso, de manera curiosa ayudó a mitigar el sentimiento inquietante que había estado dominándole durante las últimas horas.

—No fue una ilusión —aseguró el peligris, mostrando en su otra mano un libro de tamaño pequeño—. Pude tomar esto de ese lugar, y es suficiente prueba para que tengamos claro de que todo lo que vivimos fue real.

—¿Qué haremos ahora? —preguntó Hoseok en un hilo de voz—. Necesitamos encontrar a Yoongi y a Jungkook.

NamJoon suspiró con cansancio, no existía parte del cuerpo que no le doliera y sus ojos le exigían un minuto de descanso; sin embargo, no podía darse tales lujos cuando personas valiosas para él corrían peligro.

—Primero reunamos el equipo y tratemos de comunicarnos con los demás —habló, ocasionando una mueca en Hoseok.

—¿Le diremos a Jimin la situación actual que tenemos?

—No creo que sea buena idea —negó el moreno, provocando un suspiro aliviado en el alfa contrario—. Hablaremos solamente con Chanyeol, eso hasta que tengamos una idea de cómo volver a ingresar a ese lugar.

—¿Crees que sigan ahí dentro? —la pregunta de Hoseok estuvo sin respuesta durante largos segundos.

NamJoon clavó la mirada en el lugar donde horas atrás estuvo la trampilla. —No, pero tampoco tengo una idea de donde puedan estar.

—Tienen que estar bien —el pelirrojo trataba de convencerse a sí mismo y NamJoon no podía culparlo.

—Estarán bien —agregó el peligris, decidiendo empezar a caminar por los alrededores para reunir el equipo que tenían—. Ayúdame, Hoseok. Tenemos que contactarnos con el otro grupo lo más pronto posible.

El mencionado hizo lo pedido, en silencio recogió los diversos aparatos que Yoongi había colocado, y nuevamente sintió una opresión que reconoció con facilidad cuando el primer sollozo ahogado salió.

Agradeció con creces que NamJoon le haya dado su espacio y le permitiera desahogarse en silencio. El pelirrojo tenía los nervios alterados y los sentimientos eran un torbellino que amenazaban con derribarlo, porque el que estaba en peligro era su mejor amigo, aquel mismo que no había visto en mucho tiempo, y su hijo era un cachorro que tenía toda una vida por delante.

Suspiró con abundantes lágrimas que le provocaban un ardor insoportable en los ojos. Si a Yoongi o cualquier miembro de su familia le pasaba algo, Hoseok nunca se lo perdonaría.

Porque sabía que de ser así, sería su completa culpa.

Chanyeol terminó la comunicación con NamJoon. Kim se había encargado de informarle los sucesos recientes, así como también de advertirle del peligro que Yoongi y Jungkook corrían, y el hecho de que no era necesario informarle a Jimin, al menos por el momento.

Una fina lágrima salió de su ojo izquierdo y descendió por lentitud a través de su mejilla. Lisa había sido una de sus mejores amigas desde el jardín de niños.

—¿Todo está bien? —preguntó Baekhyun con una mueca preocupada.

Los ojos del alfa se fijaron en el omega rubio, Jimin dormía profundamente en los brazos de SeokJin y fue un alivio para él, porque después de horas cansadas al menos su pequeño hermano estaba descansando un poco.

—Al grupo de Yoongi no le fue tan bien como a nosotros —informó.

Taehyung se puso de pie de manera inmediata. —¿Hoseok está bien? —exigió saber con el rostro bañado en angustia.

—Lo está —respondió y luego hizo una fina línea con sus labios—. Sin embargo, perdimos a Lisa.

Baekhyun tuvo que sentarse para no perder el equilibrio. —¿Q-qué pasó?

—No me dieron muchos detalles, sólo me informaron que Lisa está muerta y que... —calló de manera abrupta con la mirada fija en el omega dormido.

—Continúa —dijo SeokJin con serenidad—. Él no va a despertar, el cansancio ha sido mucho.

Chanyeol se sentó en el suelo quedando a corta distancia de los omegas, tomó una profunda inhalación y hasta ese momento terminó de ser consciente de la grave situación en la que estaban.

—Yoongi y Jungkook están desaparecidos —el jadeo angustiado que se escuchó en sincronía aumentó el sentimiento pesado en el alfa—. NamJoon y Hoseok me dijeron que los buscarían en el transcurso del día, y si al anochecer no los encontraban... —suspiró pesadamente—. Tendríamos que informatícelo a Jimin.

—Jimin no lo soportaría —habló Taehyung con pena—. Su familia es su vida, él simplemente no podría.

Chanyeol asintió. —Lo sé, por eso estoy confiando ciegamente en que Hoseok y NamJoon podrán encontrarlos.

—Esta es una prueba más de todo el poder que ese demonio posee en este lugar —comentó SeokJin con un tono de rudeza que sorprendió a los contrarios.

—Está atacando a Jimin —dijo Baekhyun—. Yoongi y Jungkook son los medios directos para debilitarlo, eso Ange lo sabe.

Las manos del peliceleste dejaron de acariciar la rubia cabellera; en su lugar se dirigieron a la bufanda que cubría el cuello del menor y poco a poco la fue retirando hasta que la piel maltratada quedó a la vista de todos.

Chanyeol apretó la mandíbula, Baekhyun se cubrió la boca y Taehyung desvió la mirada mientras se le llenaba de lágrimas. Esas fueron las reacciones exactas que demostraron al ver el estado del cuello del omega.

—Luce horrible —Baekhyun sabía que esa palabra todavía quedaba corta al desastre que estaba en el cuello del omega rubio.

—Debemos apresurarnos para encontrar una solución a todo esto —la voz de SeokJin se escuchó quebradiza—. Si el veneno se sigue expandiendo, me temo que también perderemos a Jimin.

—¿Qué es lo que está pasando con mi hermano? —las lágrimas del alfa conmovieron a los omegas.

—Fue infectado, el veneno de ese espectro se está disolviendo en la sangre y no tengo idea de como pararlo —respondió el omega Kim—. Esta es una mordida extraña, nunca había visto algo parecido, y no puedo saber las posibles reacciones que Jimin tendrá en un futuro, ya sea lejano o próximo.

—Tiene que haber una manera para salvarlo —se desesperó Baekhyun.

—El agua bendita que he estado usando para lavarle la herida ha funcionado —informó SeokJin—. La maldición se ha retenido, pero no por mucho tiempo.

—¿Cuánto tiempo crees que nos queda? —preguntó Chanyeol, tenían que moverse ya.

Los ojos del peliceleste impactaron con los del alfa. SeokJin permaneció un largo rato en silencio mientras recitaba oraciones en murmullos bajos y volvía a cubrir la herida. Al final de todo, exhaló todo el cansancio que comenzaba a reflejarse en su rostro.

—Tres días como máximo —era poco tiempo, y todos lo sabían.

—SeokJin Hyung... —el llamado de Tae le hizo mirarlo—. ¿Qué es lo que podría pasar con Jimin?

La respuesta no fue agradable de escuchar.

—Si no podemos hacer algo para ayudarlo, el cuerpo de Jimin será el cuenco vacío que utilizará Ange para tomar una forma más sólida y empezar a exterminarnos uno a uno.

El tiempo que no perdona estaba corriendo contra ellos, ¿Serían capaces de vencerlo?






















¿A quién matamos? 😼

¿Quién será el siguiente en morir? 👀👄👀
























YOONGLH🎪

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