🎪Circo 4🎪

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La pureza del alma es la magia blanca que cubre al mundo y a las personas mismas. Antigua y hermosa, capaz de iluminar en la espesa oscuridad, dar esperanza al alma desdichada y sobretodo, colmar de amor a todo aquel pobre de pureza y razón.

Así era el alma de Ange Rouge, estrella del circo. Su canto daba esperanza, sus ojos daban luz, y su sonrisa daba razones para vivir, incluso cuando estas se desvanecían a los pocos segundos. Tan invisibles, pero imprescindibles como el aire. Una fuente pura de energía, y belleza donde los que le conocían afirmaban vivir un paraíso a su lado.

Su voz, tan serena y melodiosa era un regalo. La melodía que cantaba su alma, en compañía con la letra que nacía de sus labios, era el mejor espectáculo y mayor honor para todo aquel infante que tuvo la dicha de escucharlo.

La línea del equilibrio es tan frágil y peligrosa. Desde una pequeña gota de rocío nacida con el alba, hasta una pequeña hoja que muere en el otoño, un suspiro que da el aire, o la pequeña brisa primaveral. Pequeños detalles, como pequeños sentimientos, pueden un daño grande causar, y la pureza que habita en aquel hermoso y dulce corazón, de manera cruel arrancar.

La magia ha muerto y en su lugar la oscuridad ha prevalecido. Una oscuridad que fue recibida con brazos abiertos, que no ha sido impuesta y ha sido aceptada con todo el gusto y voluntad. La muerte parecía ser un mejor camino, sin embargo, aquella alma que había dado todo de si misma, se sentía hambrienta y con muchos deseos de ofrecer más.

¿Qué ofrecer cuando te han matado de todas las maneras posibles? El alma ha sido entregada a él y ahora tiene vida propia. Ya no hay marcha atrás con el pacto realizado en la cima del espectáculo. Tan solo queda una solución, pero ya no está en sus manos.

El ángel está muriendo y no hay nadie que pueda salvarlo. Desde que su sonrisa cambió y la primera lágrima de sangre cayó, supo que estaba condenado.

Ahora sus ojos no son los mismos, la inocencia en su mirada fue sustituida por la malicia y travesura retorcida del que ahora le pertenecía. Preciosas alas cubrían su espalda. Negras... tan negras como su alma, su corazón muerto latiendo por aquella esperanza que tuvo y perdió en medio de todo aquel tormento.

Su canto era otro. La magia en su voz incitando a la voluntaria entrega del eterno sufrimiento, robando la pureza e inocencia para fortalecerse tal cual maldita alimaña. Sin ningún dolor o culpa en su conciencia.

Ahora el circo espera por la función de su estrella. El canto envuelve cada rincón del lugar siendo testigo mismo del cambio radical que dio la vida cargada de felicidad e inocencia, convirtiéndose en algo maldito, podrido y muerto.

Ha pasado en los años como una leyenda, donde la maldición que vive en ella late con fuerza; esperando el retorno de su verdugo. Las voces susurradas en aquellos terrenos están a la espera de sus víctimas, su sed de venganza y su hambre de poder jamás será saciada. Su condenación apenas empieza, y ya no hay nada que puedan hacer todas aquellas personas que fueron escogidas para vivir la más maldita locura, y sufrir una completa agonía cuando pierdan toda gota de cordura en las viejas paredes de un manicomio. Ese es el destino que les espera, porque jamás estarían listos para presenciar a un ángel convirtiéndose en demonio.

Hoseok contemplaba con cierto recelo la extensión de terreno que tenía ante sus ojos. No recordaba que las propiedades donde estaba el circo fuesen tantas, desde su lugar no podía ver bien la construcción. A sus ojos solo estaba la gran cerca de madera vieja y un tenue rojo que se deslumbraba a la lejanía, pero del cual no podía saber con claridad lo que era.

Habían llegado apenas minutos atrás. Taehyung y Baekhyun decidieron acompañarlo, y con ellos venían una pareja de matrimonio que se especializaban en temas que Hoseok no quería conocer. Él por su parte, había decidido contratar a cinco hombres para que le ayudasen con la limpieza del lugar, ya que después de tantos años en abandono lo más lógico sería que estuviese inhabitable.

No se atrevían a ingresar a la propiedad, el silencio y la pesadez se sentía hasta donde ellos estaban. El más impaciente por entrar era Baekhyun y el omega del matrimonio que habían contratado, el cual se presentó como Kim SeokJin. Hoseok notó cierta aura extraña en el hombre, su cabello celeste y ojos oscuros eran una extraña combinación que de una manera extraña se le veía bien; lo que sí le daba escalofríos al alfa, eran los múltiples collares y anillos que el mayor llevaba encima, además que lo escuchó susurrar cosas extrañas en más de una ocasión, causando que sus nervios enloquecieran antes de tiempo.

—¿Por qué no hemos ingresado a la propiedad? —preguntó Baekhyun impaciente, mientras que veía con ayuda de unos binoculares el lugar que moría por explorar.

El alfa seguía con su vista fija en el espeso césped que rodeaba la construcción, recuerdos de su vida de niño invadían su mente haciéndolo sentir pequeño una vez más.

—Debemos esperar a Yoongi —respondió con tranquilidad—. Él sabe cómo hacer estas cosas, no daré un paso si no está presente.

—Pero ya se tardó —puchereó el omega—. Deberíamos irnos instalando y así lo recibimos mejor —insistió.

—No insistas Baek —intervino Taehyung cuando fue consciente de la tensión del alfa—. Esperaremos al amigo de Jung y ya.

—¿Quién es Yoongi? —la voz ronca y calmada hizo voltear a los tres en su dirección.

—Es un amigo de infancia de Hoseok, y un experto en temas paranormales —respondió Baekhyun—. Vive en América, pero aceptó venir a explorar este lugar.

—¿Solo por eso haría ese gran viaje? —la incredulidad en su voz causó tristeza y desilusión en el pelirrojo, ya que no sabía si su amigo realmente llegaría.

—Por supuesto que sí NamJoon —la voz autoritaria del esposo del recién nombrado se dejó escuchar—. Tú mejor que nadie sabe que en situaciones así, jamás se dice que no.

—Lo sé cariño.

—El ambiente de este lugar no me gusta —el comentario de Jin extrañó a todos.

—¿A qué te refieres? —interrogó Taehyung.

—Estuve caminando por los alrededores de la cerca y pude sentir diferentes tipos de energías. Unas más pesadas que otras, pero absolutamente todas negativas —el peliceleste observó con profundidad a Hoseok—. Definitivamente algo horrible ocurrió en este lugar.

Hoseok sabía que algo pasaba ahí, no era normal que no pudiese respirar bien luego de haber salido del auto. Él no era ningún experto en el tema, pero es que no había necesidad de serlo, cuando la maldad es tan fuerte y palpable, no hay necesidad de tener los ojos abiertos para poder verla, ni esconderte para evitarla, ya que no importa lo que hagas... ella siempre te atrapará.

—Por favor Yoon... no me falles —susurró quedito.

—De verdad espero que tu amigo pueda venir —comentó NamJoon con tranquilidad—. Nuestro equipo es poco para este terreno, y hay áreas del tema en la que no somos expertos.

Taehyung sentía la angustia del alfa y quería acercarse y decirle que todo estaría bien y que confiara en la palabra de su amigo y en la de él. Pero ¿Con qué derecho? Él mismo sabe que fueron esas mismas palabras las que dijo años atrás, acompañadas de promesas que él mismo se encargó de aniquilar.

—¡Ya viene! —exclamó con demasiada euforia Baekhyun, señalando dos camionetas negras que se acercaban donde ellos estaban.

La respiración de Hoseok se aceleró, mientras una extraña emoción se hacía presente en todo su cuerpo al saber que volvería a ver a su amigo después de tantos años. Aún recordaba con melancolía esa noche que se despidieron en el aeropuerto. Ambos eran apenas dos muchachos jóvenes y sin experiencia en la vida, pero con muchas ganas de vivirla al máximo y sin miedo a las consecuencias de sus actos. Recuerda que Yoongi había huido con un precioso omega a América porque ambas familias no los aceptaban juntos. Hoseok se enamoró de la historia de ambos, y del amor sincero que se profesaban a cada minuto y segundo, deseando tener la misma suerte que su amigo y poder encontrar su alma gemela en el amor. Sí, supo lo que era amar, pero con terribles consecuencias que no vale la pena recordar. Ahora solo espera que su amigo siga al lado de aquel hermoso omega por el cual había luchado tanto.

Caminó un par de metros con emoción, una preciosa sonrisa naciendo de sus labios y quedando plasmada en su rostro al ver que las camionetas ya estaban muy cerca. Levantó ambos brazos sacudiéndolos eufóricamente para llamar la atención de los recién llegados, mientras gritaba el nombre de su amigo, pareciendo un pequeño niño emocionado por el regreso de su padre.

Ambos vehículos parquearon cerca de donde ellos tenían el propio, y solo fueron cuestiones de segundos para que las puertas se abrieran. Hoseok frunció el ceño al ver a un joven extremadamente alto salir del lado del conductor de una de las camionetas, el rostro se le hacía muy familiar, pero no sabía exactamente donde lo había visto. Otro jovencito mucho más joven salió por la puerta de copiloto. Iba vestido con unos jeans negros, una sudadera del mismo color, un beanie rojo y gafas oscuras, además de un par de botas militares con las agujetas sueltas.

Estaba dispuesto a preguntar que hacían ahí ya que no los conocía, pero la puerta del piloto de la segunda camioneta abriéndose lo dejó con la palabra en la boca, mientras que una enorme sonrisa nacía en su rostro al reconocer al alfa pelinegro.

—¡YOONGI! —gritó con júbilo, mientras corría al encuentro con su amigo.

El mencionado volteó en dirección al llamado y sonrió contento al ver al alfa pelirrojo correr hacia él. De repente fue consciente de los años de separación que tuvieron, sintiendo como las lágrimas se hacían presentes.

—Ve con él cariño —susurró su esposo desde el asiento de copiloto.

—¿No piensas salir, pequeño? —preguntó cariñoso, observando como su omega estaba concentrado escribiendo algo en su laptop.

—Solo termino esto y salgo —prometió con una hermosa sonrisa.

Yoongi no necesitó de más, y con la misma energía que su amigo se encaminó en el tan ansiado reencuentro. Ambos alfas se fundieron en un profundo abrazo, donde todas sus emociones emergieron sin poder evitarlas. Dos hermanos separados nuevamente unidos, Hoseok lloraba al saber que su amigo no lo dejaría solo en esto. Después de todo lo que había pasado, por fin se había dado cuenta que necesitaba de Yoongi, necesitaba ser fuerte y poder sonreír, aun en la adversidad.

—Te extrañé mucho Hyung —susurró en el oído de su amigo, sintiendo el calor tranquilizante de aquel afectuoso abrazo.

—Yo también te extrañé mucho Hope —respondió el pelinegro disolviendo el abrazo y tomando con ambas manos el rostro de su menor—. Has crecido mocoso, cuando me fui eras solo un cachorro, y mírate ahora. Eres todo un hombre.

—Tenemos mucho de que hablar —comentó el menor, Yoongi asintió en acuerdo—. Pero no es el momento, los estábamos esperando.

—Lamento haber tardado, tuvimos pequeños inconvenientes que afortunadamente resolvimos a tiempo.

—¿Interrumpimos? —la voz de Baekhyun se hizo escuchar, ambos alfas voltearon encontrándose con los hermanos que les veían con curiosidad.

Taehyung debe admitir que quedó sin habla al ver al amigo de su esposo. Era un alfa guapo, de piel blanca, cabellos negros, y labios rosáceos y tentadores. Pero lo que más le había gustado eran los profundos ojos azules que tenía, haciéndolo lucir encantador. Un pequeño rubor cubrió sus mejillas cuando hicieron contacto visual, maldiciéndose internamente por ser así. El alfa le había gustado y mucho.

—Para nada —Taehyung mordió su labio inferior al escuchar la ronca voz del alfa ¿Podía ser más perfecto?—. Ya estábamos por reunirnos con los demás.

—Jung —se atrevió a hablar, el pelirrojo lo observó seriamente—. ¿Nos presentarás a tu amigo?

Hoseok resopló, conocía perfectamente bien a su ex, y sabía que se había interesado en su amigo y que no perdería la oportunidad de enredarse con él. Sonrió con malicia, porque sabía que nunca podría tener a Min Yoongi.

—¡Claro! —respondió animado—. Yoongi, él es Kim Baekhyun, el hermano del odioso de mi ex —Taehyung le dio una mirada de muerte al pelirrojo, mientras que su hermano y Yoongi trataban por todos los medios de no reír—. Y este castaño de acá —continuó Hoseok—. Es el odioso de mi ex, Kim Taehyung.

—Es un placer conocerlos —respondió el pelinegro con gesto divertido.

Pero Hoseok no había terminado. De reojo podía notar las sonrisas coquetas que Taehyung le daba a su amigo y él más que nadie, quería bajarlo de aquella nube.

—Cuéntame Yoongi —inició con malicia, pendiente a la reacción de su ex—. ¿Qué ocurrió con aquel precioso omega con el que te fuiste? ¿Todavía siguen juntos?

Yoongi sonrió bobamente, inocente a la batalla que tenían omega y alfa frente a él. En su mente solo presente la belleza y amor de su esposo. Mientras tanto Hoseok sonreía triunfante por la mueca que había puesto su ex y el notable ceño fruncido que tenía.

—Estamos juntos —respondió con orgullo—. A los pocos meses de habernos ido nos casamos y tuvimos un cachorro.

—Eres papa casada entonces —comentó con toda la malicia que tenía. Taehyung quería matarlo—. Un momento, ¿Dijiste que tenías un hijo?

Yoongi sonrió en grande, su lobo y él orgullosos de su retoño. Tan sensible y cariñoso como su padre omega, y tan curioso y aventurero como él. Una perfecta combinación de ambos.

—Sí, déjame presentarlo con ustedes —el pelinegro observó en todas direcciones, sonriendo cuando detectó a su hijo hablando tranquilamente con una pareja que él no conocía, en compañía de su tío—. ¡Cachorro! —gritó, el pequeño pelinegro volteó inmediatamente—. Ven, quiero presentarte.

A los pocos segundos tenían ante él a un joven casi de la altura de su padre. Espesos cabellos negros, y unos preciosos ojos celestes y muy sonriente. La imagen del precioso omega vino a la mente de Hoseok cuando vio al joven sonreír, mientras que los dos omegas sonreían con cortesía hacia el recién llegado.

—Él es mi hijo —anunció Yoongi, abrazando al menor por los hombros—. Jungkook, ellos son Hoseok, de quien ya te he hablado —el menor asintió, estrechando manos con el pelirrojo de manera amistosa—. Y ellos son los hermanos Kim. Taehyung y Baekhyun —terminó por presentar. Los mencionados sonrieron amables mientras hacían una leve venia, la cual fue correspondida de manera educada por el menor de los Min.

—Tienes unos ojos preciosos Jungkook —el halago no pudo evitarlo. Taehyung nunca había visto ojos tan preciosos. Era verdad que los azules de Yoongi le habían encantado, pero el celeste claro que componía los orbes del cachorro Min eran casi mágicos.

El menor se ruborizó y boqueó como pez fuera del agua, sin saber que decir. Nunca fue bueno relacionándose con omegas que no fuesen su padre, se sentía torpe cerca de ellos, y tenía miedo de asustarlos con cualquier movimiento tonto que hiciera, era por eso que por lo general los evitaba.

—¿Tu omega no vino contigo? —preguntó Baekhyun con curiosidad.

Yoongi estaba a punto de responder, pero el aroma a cerezas y galletas llegó hasta sus fosas nasales haciéndole sonreír. A los pocos segundos todos observaron como de una de las camionetas salía un hermoso omega sonriente y caminaba hacia ellos, mientras sostenía en sus manos una pequeña cámara.

—Lamento la demora —se disculpó con su suave voz y sonriendo tímidamente—. Mi nombre es Min Jimin, es un placer conocerlos.

Taehyung observó al omega, y entendía por qué tenía a su lado a un alfa como lo era Min Yoongi. El joven rubio era precioso, sus ojos oscuros, y sus labios carnosos eran un atractivo envidiable. Su cuerpo era pequeño, pero con las curvas exactas para conquistar al alfa que quisiera, la dulzura que emanaba al hablar, sonreír y actuar lo mareó; y de repente se sintió insuficiente, porque el omega que tenía ante él, sí cumplía con todas las características. En cambio, él dudaba tener la misma dosis de ternura que lograba crear aquel pequeño rubio.

Jungkook por otro lado no perdió tiempo. Apenas tuvo a su padre a su lado se pegó a él como un pequeño cachorrito en busca de mimos y de embriagarse con el aroma que tanto le gustaba. Todos estaban enternecidos por el lazo tan fuerte que compartían padre e hijo, y Yoongi no podía sentirse más orgulloso.

—Es momento que nos reunamos con los demás —opinó Hoseok, muy feliz de tener a su amigo y su familia ahí con él.

—¡Por fin! —celebró Baekhyun, haciendo reír a Jimin por lo tierno que se veía.

Yoongi abrazó a su omega, y junto a su cachorro siguieron a los demás, para por fin reunirse con el resto del equipo.

—¿Estás emocionado Kookie? —preguntó Jimin a su hijo, quien veía todo con ojitos curiosos.

—Mucho, es la primera vez que hacemos un trabajo en familia —respondió feliz.

—¡Yo también estoy emocionado! —se metió Baekhyun, ganándose un pellizco de su hermano—. Auch, ¡¿Por qué me pellizcas?!

—Lo noté —comentó Jimin con diversión—. Creo que tú serías bueno investigando con mi hermano, ambos tienen el mismo espíritu aventurero.

—¿Cómo se llama tu hermano? —preguntó interesado—, ¿Está aquí?

—Park Chanyeol —respondió el rubio—. Y sí, está aquí.

Y con eso a Baekhyun se le borró toda sonrisa, mientras que una burlona nacía en los finos labios de Taehyung. Ya era hora que su querido hermano viviera momentos incómodos, y no solo él.

—Mala suerte hermanito —se burló, susurrando para que solo Baekhyun le escuchara.

—Cállate estúpido —refunfuñó el mayor. Maldiciendo en su mente cuando sus ojos captaron el poste de luz que tenía a pocos metros de él.

Llegaron donde estaban los demás y el matrimonio Kim se presentó de manera formal ante los recién llegados. Baekhyun ignoró olímpicamente al mayor de los Park y se concentró en escuchar las indicaciones de Yoongi, ya que él era el líder del grupo de investigación.

—Estudiaremos el lugar por áreas —todos escuchaban con atención la voz de Yoongi—. Hoy nos dividiremos en dos equipos, e instalaremos el equipo en el área que estudiaremos primero —hizo una breve pausa, estudiando la extensión del terreno—. No ingresaremos al interior, debemos ver que tanta actividad se presenta sin nuestra intervención, y acorde a eso actuaremos —todos asintieron en acuerdo—. El primer equipo será liderado por mí, y tendré a Hoseok, Jungkook, NamJoon, Chanyeol y Baekhyun —los mencionados se hicieron a un solo lado—. El segundo equipo será liderado por Jimin, y en él estarán Taehyung, SeokJin, Jackson, Jennie y Lisa —los mencionados se formaron en el lado contrario del primer equipo—. Nosotros vigilaremos el área de la entrada, mientras que ustedes estarán en el área de los juegos —Yoongi indicaba, mostrando el mapa que había llevado consigo—. El resto del equipo que no mencioné, instalarán sus tiendas fuera de la cerca. Hasta que vayamos a ingresar los llamaremos ¿De acuerdo?

Un sí de todos los presentes se dejó escuchar. Yoongi estaba inquieto por su decisión, él quería estar con Jimin en todo momento, pero sabía que era necesario hacerlo de aquella manera si querían resultados. Ambos se observaron y el omega con una sonrisa le dijo que estaría bien, que estaba listo para afrontar y descubrir por fin el significado de tantas pesadillas que lo atormentaron en su pasado, y que lo seguían en su presente. Estaba listo para descubrir cada uno de los secretos que guardaba ese circo, pero sobretodo... estaba listo para conocer a fondo la historia de Ange Rouge, sin importar las consecuencias que traería el jugar con un demonio.
















Tanto tiempo sin actualizar esta historia que me siento terrible 😭 pero ahora sí la retomaré.
Muchas Gracias por tanto amor familia Yoon~ ❤️
Espero que les guste

YOONGLH🎪

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