¡Salve a la reina!

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Peleamos y morimos, o nos rendimos y morimos. Sé cuál es mi decisión. Un soldado debería saber la suya. - Cersei Lannister


Capítulo 5


Sí, una explosión había arremetido contra Nahomi y el pequeño Asahi. La sorpresa de todos por no haber podido vislumbrar las naves enemigas, les dejó completamente atónitos. 

—¡Asahi! —Gritó de inmediato Ransell, saltando. 

—¿Cómo es que no pudimos verlo? —Se cuestionó Sonic. 

Ransell, todavía en el aire, se rodeó de una esfera acuática y cayó, sobre las llamas. Alzó sus brazos a los costados, y el fuego alrededor se extinguió de inmediato, dejando una leve capa de vapor. Nahomi estaba encima de Asahi, completamente chamuscada. Parecía estar inconsciente. 

—¿Estás bien? —Le prgeuntó al niño que temblaba debajo de ella. 

—No debió hacer eso, yo puedo adaptarme al calor... yo...

—Déjala, no la juzgues —dijo ella—, lo más natural que tenemos las mujeres, es ese sentido de protección hacia lo que consideramos más vulnerables, como los hombres. ¡Christopher!

De inmediato, Christopher alzó sus manos y comenzó a levitar a Asahi y a Nahomi hacia ellos. En el recorrido, este vio como la chica pese haber sufrido quemaduras y estar inconsciente, se iba recuperando poco a poco. Dos disparos láser salieron de las naves hacia ellos, pero una especie de campo apareció en forma de escudo, no permitiendo que ninguno les alcanzaran. 

—¿Lo estás haciendo tú? —Preguntó Oslo, sin entender que sucedía. 

—No, esta batalla es de ella —soltó Christopher, señalando a su hermana con su vista. Mientras tomaba el cuerpo de Nahomi. Gligar tomó el de Asahi. 

Nahomi abrió los ojos frenéticamente, y con ello una bocanada de aire tan fuerte, que comenzó a  toser. 

—¿¡Qué sucedió!? —Preguntó asustada. 

—FACTORY —respondió Christopher—, ¿estás bien? 

—¿Asahi? Él...

—Estoy bien —le respondió el niño—, tu fuiste quién me preocupó. 

Christopher colocó de pie a la chica. Y miró con el mismo asombro a Ransell, frente a las dos naves enemigas. 

La chica, nuevamente levitó con una esfera transparente alrededor de ella. Y cuando las naves enviaron decenas de misiles hacia ella, todos se desintegraron. 

—¿Acaso copió el poder de Mongol? —Preguntó Vemna, intentando entender qué hacía. 

—No —respondió Christopher—, así como Ransell es capaz de crear cosas a partir de las moléculas que existen en el universo, es capaz de eliminarlas. Solo está manipulando la materia en sí misma. Por algo Mongol la llamó Matterwoman.

Todos siguieron observando, y la hazaña comenzó: Ransell se dirigió como un torpedo, volando, en dirección a una de las naves. Con el campo que la rodeaba, no solo la atravesó, sino que desintegró todo lo que su campo tocaba. En un minuto, la nave se partió en dos. Sí, había destruido la primera con mucha facilidad, pero eso no significaba que la siguiente tendría el mismo destino. 

Cuando los restos de la primera nave cayeron sobre el agua, se dieron cuenta que, en su interior, no había ninguna forma humana, todo lo que había eran seres de aspecto robótico. Prototipos de armadura blanca con negro, y cuerpo humanoides que hacían lo que fueran para luchar contra las corrientes del agua. La segunda nave, de la nada, se volvió roja como el vino, y se escuchó una voz robótica que decía: "¡ALERTA, MUTANTE Z DETECTADO, MODO DE COMBATE EXTREMO. RECONOCIMIENTO: RANSELL NOTHERWAY!"

Al escuchar eso Christopher, no dudó en correr hacia el precipicio y saltar hacia el aire y comenzar a volar. Sabía que, fuera lo que fuera, no era bueno que una Inteligencia Artificial reconociera contra quien luchaba. Eso, solo confirmaban que habían hecho registro de todos ellos, con el chip que había perdido de Mongol. Era algo realmente malo para todos ellos. Y lo confirmó cuando vio a su hermana dirigirse hacia la nave nuevamente, y un campo protector de color rojizo, con recuadros de aspectos tecnológicos y digital apareció, haciendo a la chica rebotar. 

Allí, enviaron un disparo sónico que, por poco, de no ser porque el chico se interpuso entre su hermana y aquel disparo con un campo protector, habría acabado con ella. Christopher rugió, intentando contener aquel disparo, y gritó: 

—¡Tenemos que irnos! ¡Ellos conocen nuestras debilidades! 

—Increíble... —dijo Carlos desde su óptica—, se dieron cuenta de que podía desintegrar la materia, y usaron algo que no está hecho de lo mismo. 

—¿A qué te refieres? —Preguntó Sonic.

—El sonido es causado por cualquier fluido o sólido dentro de un espacio determinado. Para eliminar el sonido, tendría que eliminar a la materia en sí misma, es decir, el universo entero, y solo así podría anular este. Siendo este un fenómeno físico, es decir un efecto de lo que existe, entre estructuras en movimientos, es imposible agotar dicha energía —respondió Carlos—. Bionic, por ejemplo, tiene la capacidad de aumentar las magnitudes físicas de sonido, para crear un impacto que, al unirse con la velocidad, la reverberación y la resonancia, puede volverse mortal. 

—¡No va a lograrlo! —chilló Nahomi, al ver como Christopher gritaba intentando contener el sonido. 

Y las cosas empeoraban, pues ahora agentes robóticos que, usando sus partes mecánicas y un proceso de adaptación robótica, lograron zafarse la mayoría del bravo río. Vieron a los robots, desplazarse por el terreno en cuatro patas, ya con un aspecto poco humano, y al ver que las cosas comenzaban a complicarse, Vemna colocó sus manos en la tierra, y creó miles de raíces que atraparon a todos los robots del terreno. 

Oslo saltó en dirección a la nave, detrás de esta, colocando los puños juntos para destruir el caparazón. Pero el mismo campo que había repelido a Ransell apareció, y lo mandó a volar. Gligar, al ver que los robots estaban atrapados, comenzó a correr enviando espinas que iban dirigidas a partes vitales de los robots, intentando cortar todos los comando eléctricos de este. Por increíble que pareciera, Asahi se le unió, mejoran su capacidad muscular, haciéndose no solo más fuerte, sino más rápido. Nahomi también se les unió. 

Sonic estaba impotente en ese momento, pues no podía hacer nada. Y, por primera vez se sintió realmente inútil. 

Carlos saltó hacia la roca, y colocándose justo debajo de la nave, envió tentáculos gigantes, que atraparon a la nave, intentó desviarla para cortar el flujo de energía del rayo sónico, pero la nave no se inmuto, en cambio, se recargó de energía eléctrica y, como era evidente, electrocutó de inmediato a Carlos. 

—¡No! —Chilló Ransell.

Y esta, al interponerse para cortar la descarga que, de no hacerlo, mataría a Octupusman, logró salvarlo, pero lamentablemente un rayo láser de la nave la tomó por sorpresa de la espalda. 

Christopher estaba rojo del esfuerzo. Comenzaba a borrársele la visión, cuando de pronto una enorme serpiente, de color negro como el azabache, apareció debajo del río, y con un cuerno sobre su cabeza atravesó la nave, destruyéndola. Christopher miró detrás de él, sabía quien había sido, y antes de desmayarse vio la figura de Marry desaparecer por la selva. solo escuchó un pensamiento que decía "tengan cuidado con la reina. Este es su territorio".

***

—¿Dónde estoy? —Se preguntó Christopher, inmediatamente cuando abrió los ojos. Estaba exaltado.

Miró a los lados, y notó que estaban debajo de un árbol, en una zona amplia, como si alguna vez habían usado aquel terreno para un tipo de sembradío. 

—Shh... Tranquilo, tranquilo... —le calmó Nahomi, dándole unos golpecitos en el pecho—, Estamos bien. Todos los estamos.

—¿Qué sucedió? —Preguntó, al ver que todos estaban a su alrededor. Evidentemente, no había pasado mucho desde aquel acontecimiento, porque todos jadeaban un poco. Más bien, parecían estar descansando. 

—Marry nos ayudó —contestó Oslo—, por suerte, estaba en uno de los caños cercanos. Invocó esa enorme serpiente que acabó con la nave y además inundó el territorio de serpientes que terminaron destrozando al resto de los agentes robóticos enviados. Sin embargo, aparentemente las naves enviaron una señal para que otras se acercaran. Lo que sabemos es que ahora agentes humanos rastrean la zona. 

—¿Cómo podremos saber ahora si una nave de combate como esa nos sigue? —Preguntó Christopher, recordando que no habían tenido forma de saberlo. 

—No la tenemos, por ahora —contestó.    

"Los tenemos"

"Están a dos cientos metros" 

Fue un pensamiento que escuchó Christopher. Y alzó la vista al cielo. Pero no había nada. 

—Están arriba de nosotros —susurró Christopher—. Disimulen...

Todos miraron a Christopher un momento. Y Oslo preguntó, con el mismo tono: 

—¿Cómo lo sabes? 

—Escuché varios pensamientos —respondió.

—¿Qué hacemos? —Preguntó Vemna, haciendo como si estaba viendo al firmamento. 

"Saben que estamos aquí. Nadie se ve tan relajados después de haber recibido una persecución."

Christopher se levantó de inmediato, y gritó: 

—¡Vamos! ¡Ya saben que los encontramos! 

Sin preguntas, todos comenzaron a correr por el llano lugar, y una vez más en el cielo se reveló otra de las naves. De haber sido de noche, se hubieran visto miles de luces iluminando el terreno, en cambio, solo se vio un pequeño reflejo, y miles de hombres aparecieron. 

—¡Soul! —gritó Nahomi. 

Viendo todos que aun costado, estaba el mismo hombre, pero sin la capucha. Tenía los ojos delineados, cabellera castaña, con las mismas vestimentas oscuras. Les sonrió, al escuchar que le reconocían. Y, sabiendo lo que este podía hacer. Vemna, elevó uno de sus brazos a su costado, creando un muro de árboles a su paso, pero que eran consumido al chocar con las ondas que este enviaba. 

—¡Chris! —exclamó Sonic, para indicarle que alzara un campo protector. 

Lo hizo a tiempo, pues no solo evitó el efecto de los poderes de Soul, sino la ráfaga de disparos que se aproximaban hacia ellos.  Una decena de hombre corrían de frente hacia ellos, y Ransell, con un solo movimiento de sus manos, desintegró a todos ellos.  

—¡Hia! —Christopher expulsó una onda psíquica que mandó a volar a todos a su alrededor, incluyendo a Soul. 

—¿Por donde? —Preguntó Vemna a Carlos, al llegar a una encrucijada. 

—No lo sé, no lo sé... no recuerdo este pasaje... Yo...

Escucharon voces, y por inercia simplemente corrieron a la izquierda. No solo jadeaban y sudaban durante la carrera, sino que debido a la adrenalina, ninguno de ellos se permitió a sentir el dolor de sus músculos por el esfuerzo desde que habían pisado tierra. 

—¡Avispas! —chilló Asahi. 

Todos se detuvieron asustados. No sabían cómo, ni cuando pero estaba rodeados de montones de avispas, con formas, tamaños y colores diferentes.

—Nadie se mueva... —susurró Carlos, con los ojos bien abiertos. 

Todos se quedaron inmóviles, sintieron como unas se pegaron en su piel. Y sintieron el pavor más grande de sus vidas. 

—No puede ser —dijo en un sollozo, casi como en un hilo de Vo, Sonic—, odio los insectos. 

—¡Arrh! —gritó Bionic, golpeándose el cuello—. ¡Me picó! —soltó horrorizado cuando todos le miraron, con los ojos bien abiertos—. Chicos, me siento...

Cayó al suelo. 

—¡Bionic! —gritó su hermano.

Y luego todos comenzaron a chillar de dolor cuando sintieron la misma picada en el cuello. Christopher cayó adormecido en el suelo, la visión se le puso borrosa, y al igual que el resto. Perdieron la conciencia. 

***

Sonic, aunque no podía dormir, había caído desmayado. Claro, fue el primero en despertarse y encontrarse en un sitio que no era la selva. Usó su visión infrarroja, y observó que habían pequeñas estalactitas, pero de un material que no era tierra ni roca, ni un mineral. De hecho, el olor del sitio era de rosas. Embriagante, como el de un perfume dulce. Se removió un poco, y se dio cuenta que estaba libre. Pero, hacia lo que parecía ser un pasillo, tenía barrotes, como de las cárceles primitivas de hacía cincuenta años. Siguió mirando, y comprobó que en realidad aquella cueva, tenía una forma de un túnel largo.

—¿Qué es este lugar? —Se preguntó, arrastrándose hacia los barrotes, tropezando con algo duro. 

Los reconoció gracias a su habilidad, eran Vemna y Bionic. Seguían desmayados. Cuando se acercó hasta los barrotes, vio que el pasillo estaba infestados de avispas, pero su sorpresa mayor fue cuando  observó que no eran los únicos. En realidad, estaba repleto ese lugar de personas. Pero eran decenas de celdas. 

—¡Vemna! ¡Bionic! —Chilló, pateándolos a cada uno con cuidado.  

Se levantaron confundidos, adoloridos por las picadas que, aunque no veían, esa zona estaba enrojecida y dolorosa.  Estos se levantaron mucho más exaltado que él, pues no tenían ni idea de donde estaban. 

—¡Soy yo... Sonic! ¡Tranquilos! —intentó calmarles. 

—¿Nos atraparon de nuevo? —Preguntó Vemna, asustada. 

—No, esto no es FACTORY, esto es... otra cosa.

—¿¡Otra cosa!? —se exaltó Bionic. 

—Shh... 

Le volvió a callar Sonic.

—Si se enteran que estamos despierto, creo que pueden hacernos dormir de nuevo. Debemos buscar una forma de escapar. 

—¡Lo tengo! ¡Geranio y Nepenthes! —mencionó Vemna—, ¿Cómo no lo pensé antes? 

—¿A qué te refieres? —Preguntó Bionic.

—Geranium es un excelente repelente para mosquitos y avispones. No es inusual encontrar extractos de plantas entre aceites esenciales y componentes del repelente. Y, Nepenthes, o también llamadas plantas jarras o copa de monos, es una planta carnívora que se nutre de insectos y otros animales pequeños. Atrapan a su presa con la combinación de aroma, color y forma, y ​​las llevan dentro. Cuando se captura la presa, la planta libera enzimas que descomponen los tejidos y liberan los nutrientes que la planta necesita para crecer y prosperar.

Explicó la chica, emocionada. 

—Eso es bastante útil —dijo Sonic, casi con ganas de aplaudirle—. Encárgate de eso, entonces...

***

"Chris... Chris... ¿Estás?."

Christopher con una mueca en el rostro y el entrecejo fruncido, comenzó a despertarse, escuchando una voz en su cabeza. 

"Chris... responde."

"¿Sonic?" —preguntó telepáticamente, al reconocer aquella voz. 

"Sí, soy yo... que alivio saber que me oyes. No sé como funciona esto de la telepatía, pero tenemos que salir de aquí. ¿Estás bien?"

Christopher contornó los ojos a su alrededor. Y se dio cuenta de inmediato que estaban encerrados. 

"¡¿Qué es este lugar?!"

"No estoy seguro, pero creemos que se trata de una especie de colmena de avispas", dijo, "sin duda, es un trabajo de un mutante."

En ese momento, Christopher recordó lo que Marry le había dicho:  "tengan cuidado con la reina. Este es su territorio"

"Oh no, Marry me había advertido de esto", dijo Christopher, angustiado. 

Christopher se removió, buscando arrastrase hacia los barrotes, cuando tropezó con varias cosas duras y cayó de boca al suelo. 

Un par de "¡Auch!" escuchó de inmediato.

—¿Nahomi? ¿Ransell? 

—¡Chris, que demonios haces? —Preguntó Ransell—. ¡Me estás pisando la mano! 

—¿Dónde estamos? —La voz de Nahomi se escuchó en la oscuridad. 

"¡No hablen tan fuerte!", advirtió Sonic en la cabeza de Christopher. 

—Shh... —Les mandó a callar—. Estamos atrapados. 

—¿FACTORY? —Preguntó Nahomi. 

—No, parece que es otro mutante... —dijo Christopher.  

Christopher se calló, cuando escuchó un lamento en el fondo. El sonido era humano pero parecía estar agonizando. 

"¿¡Se lo come!?..."

Escuchó gritar mentalmente a Sonic. Christopher, por algún motivo tenía los vellos erizados. La sensación que emanaba aquel lugar no parecía ser nada bueno. Además, podía sentir la sed de sangre y muerte en el ambiente. 

Entonces, una voz muy fuerte que mostraba autoridad, dijo a través de los rincones del lugar, estremeciéndolo:

—Bienvenidos, mis queridos visitantes... Pronto podremos conocernos. —era la voz de una mujer, pero tenía un matiz semejante al acento francés, pero que helaba los huesos—.  Pero quiero que sepan que la reina de las avispas está muy feliz de tenerles. Hoy tendremos un gran banquete...


***

Una hora habían pasado en aquella penumbra. Aunque seguían encerrados, muchas cosas habían pasado: En primer lugar, todos habían despertado, y comprobaron que, tantos ellos, como agentes de FACTORY, habían sido atrapados. 

Segundo, cuando Oslo rompió los barrotes con un solo puñetazo, causando estragos, de inmediato las avispas atacaron y todos los que estaban en esa celda, incluyendo a Gligar y Asahi, cayeron desmayado de nuevo. 

Tercero, ese acto hizo que aparecieran unas criaturas espeluznantes que nadie reconoció como humanas. Tenían la cabeza de avispas, pero del mismo tamaño de un cráneo humano, con antenas y pares de alas en la espalda, con torsos amarillos; y estaban desnudos por completo. Y aunque se les notaba el sexo —si eran hombre o mujer—, de ellas se erguían dos piernas oscuras y velludas, que no encajaba con el resto de la anatomía. Estas criaturas arrastraron a dos hombres que comenzaron a gritar, y por mera curiosidad, todos los que estaban en aquellas celdas se acercaron a  los barrotes, pero lamentablemente las vistas nos les llegaba más allá de lo común, excepto para Sonic. Pero lo que nadie supo, es que Sonic tenía un semblante de horror en el rostro cuando su vista alcanzó más allá del final de aquel túnel. 

El ruido de los gritos de aquellos hombres de por sí era aterrador, era como si estuvieran siendo torturados. No obstante, hubo un sonido que casi nadie pudo distinguir. Más allá de los alaridos de estos, se escuchaba como si algo estuviera siendo molido y al mismo tiempo se mezclaba con sonidos viscosos, o como si estuvieran comiendo algo crujiente. Luego, los gritos de aquellos hombres fueron amortiguado por algo que solo pudieron reconocer, como sangre. 

—Se los come —murmuro Sonic—. ¡Olvida el plan, Carlos, ese mutante no es humano! ¡no puede serlo! —gritó lo último, asomando el rostro por los barrotes para que este escuchara. 

—¡Debemos escapar, entonces! —le respondió Carlos, angustiado.

Vemna, de inmediato abarrotó el túnel —solo en el exterior de las celdas—, de plantas pequeñas y verduzcas; eran bonitos Geranios, con un olor parecido a la menta. A su lado, estaba otro tipo de planta que tenía la forma de una jarra con tapa. Se trataba de Nepenthes.  

—¿¡Qué es ese olor nauseabundo!? —Chilló, lo que fuera que estuviera detrás del túnel. 

De inmediato, comenzaron a escuchar el zumbido de las avispas, revoloteando. Algunas se alejaban, y otras caían en el interior de las Nepenthes. Ante eso, Carlos destruyó los barrotes de su celda usando sus tentáculos, pero se pasmó un poco cuando vio las criaturas humanoides aproximarse. Comprobó lo terroríficas que eran, pero se alegró de que todas se detuvieron, justo donde iniciaban las plantas de Vemna. 

—Funciona —dijo. 

Carlos aprovechó el momento, para destruir los barrotes de las demás celdas. Y, comprobaron que la multitud se quedó reunida en un mismo punto —agentes de FACTORY, como los que no—. Nadia escapó a ningún lado. Eso le pareció extraño, pero se dio cuenta que, tanto izquierda como derecha, habían criaturas como esas. 

 —Fueron humanos —dijo Asahi, que había despertado gracias a Nahomi, al igual que Gligar y Oslo. 

Todos vieron al niño.

—Puedo ver que su anatomía es idéntica a la de los humanos, pero su exterior difiere un poco. Creo que fueron humanos en algún momento —explicó el niño, aferrándose al costado de Gligar. 

—¡Estamos rodeados! ¿Cómo vamos a luchar, si entre las avispas y esas cosas están a la espera de atacarnos? —Preguntó Nahomi.

—Creo que me puedo encargar de las avispas —Respondió Vemna, con determinación.

Y dicho eso, esta colocó nuevamente las manos en el suelo, y comenzó replicar Geranios y Nepenthes por todo el túnel. Si, si bien era cierto que espantó a algunas avispas y otras comenzaron a caer en la trampa de los Nepenthes, parecía que otras de ellas eran inmunes. Lo reconocieron, cuando todas despejaron los túneles, y un grupo menor, tanto de avispas como humanoides, comenzaron a ir hacia ellos. 

—¿Por qué no todas se desviaron o cayeron en la trampa de los Nepenthes? —Preguntó Sonic, asustado.

—Las avispas normalmente son consideradas como uno de los insectos que busca desinfectar el ecosistema por parte de otros insectos —comenzó a explicar Carlos, atropelladamente—, todas estas avispas que se desviaron, sencillamente funcionan como alimentos de la verdaderas avispas comedoras de insectos. 

—¡Ya basta de esto! —Gritó Ransell enfurecida, alzando la mano, haciendo desaparecer todo lo que estaba delante de ella en una onda que destruyó toda la materia. 

De inmediato, la luz del sol les golpeó a todos, haciéndoles entrecerrar los ojos por la claridad. Y, cuando la visión volvió a la normalidad, descubrieron que al final del túnel, estaba una estructura en forma de cúpula. 

—Allí está esa criatura —dijo Sonic, realmente asustado. 

—Tiene a alguien con ella —indicó Asahi, con el mismo pavor. 

—¿Qué deberíamos hacer? —Preguntó Nahomi, angustiada—. ¿No salvaremos a esa persona?

—Nahomi tiene razón, deberíamos hacer algo...

—¿Christopher?... —esta pregunta en voz alta, interrumpió lo que Christopher quería decir. 

Todos se volvieron a aquella voz  y vieron a un chico de cabello castaño oscuro, de tez blanca pero sucia —quizás por el tiempo en que había estado en ese lugar, pues sus ropas estaban magulladas y rotas—; sus ojos oscuros mostraban angustia a través de sus gafas. Quiso decir algo, pero nada salió de boca.

—¿Andy? —Preguntó Christopher, al observar a aquel chico — ¿Realmente eres tú?

El chico asintió, pero luego bajó el rostro. No sabían por qué, pero el chico temblaba como un animal maltratado. Ransell, le miró incrédula de que fuera él. 

—¿Todo esto es real? —promulgó el muchacho, mirando temeroso a su lado.

—Sí, y has sido salvado, amigo. —Respondió Christopher, acercándose para abrazarle.

Ransell se unió al abrazo, y, al hacerlo, este comenzó a llorar, aferrándose a ellos, como si todavía intentara comprobar de que fueran reales. 

—Pensé que nunca saldría de este lugar —confesó, entre lágrimas.

—Luego nos contarás —le susurró Christopher—, por ahora debemos salir de este lugar.

—¡Vamos! —gritó un agente de FACTORY, corriendo hacia otro extremo. Y allí, todos vieron como el lugar comenzó a convertirse en un caos. Resulta que no solo habían agentes de FACTORY secuestrados, en realidad, el lugar estaba repletos de varios indígenas que, según Carlos, era parte de la comunidad Piaroa que habían dejado atrás. Era cierto que FACTORY había sido de la suyas, pero, al parecer, no fueron los causantes de la destrucción de la comunidad. Si no, el mutante que había hecho todo eso. 

Por eso, vieron un centenar de personas correr en todas las direcciones. Los Pasajeros, parecían aturdidos viendo todo a su alrededor, y sin saberlo, lo mejor había sido que se quedaran inmóviles, debido a que cuando de la cúpula salió una enorme criatura, con varias patas gigantes y peludas. Al ojo, parecía medir un poco más de tres metros. Su aspecto era magnifico: el rostro era hermoso, con una piel canela y lisa, con sombras en los ojos que le daba un aspecto maquillado. El cabello era oscuro, pero tenía dos cuernos con ojos, en forma de pinza, y a los costados, largas antenas.  El resto del cuerpo tenía una tonalidad como el bronce, sus senos estaban expuestos, y sus brazos, eran una especie de armadura hecha con quitina, en donde sujetaba a un hombre ensangrentado. El abdomen era plano y con curvas, pero el resto del cuerpo era completamente insectóide, con seis patas velludas, y un segundo segmento abdominal entre sus patas. 

—¿Qué Diablos...? —murmuró Oslo, al ver aquello. 

Todos quedaron pasmados, y admirados al ver una criatura como aquella. 

Esta, ondeando una de sus patas velludas, de derecha a izquierda, como si intentara crear un arco imaginario, envió miles de agujas oscuras que, con una precisión única, se clavaron en la cervical de todos los que intentaron huir por cualquiera de su periferia. Eso hizo que el resto retrocediera por el pánico. 

—Veo que algunos de ustedes no entiende la posición en la que se encuentran —dijo, con una elegancia única, pero un tono siniestro—. ¿Quién destruyó mi colmena? ¿Quién liberó mi alimento? 

Nadie dijo nada. 

Aunque era la selva, justo en ese momento, parecía ser el lugar más silencioso del mundo.  

Andy, comenzó a temblar ante la aparición de aquella mujer. Pero Christopher y Ransell notaron que, en el mismo estado que se encontraba Andy, estaba el resto. Realmente habían sufrido un trauma todos ellos. ¿Y cómo no? Tal vez habían pasado no solo horas como ellos, sino días esperando su turno a ser devorado por esa criatura. Escuchar los gritos y alaridos, y ese sonido escalofriante de alguien que estaba siendo comido vivo.  

—¿Madre? —La pregunta palideció a todos, cuando salió de la boca de Carlos. 

El chico parecía estar en un trance entre confusión, horror y curiosidad reflejada en el rostro. La criatura movió el cuello, como si aquel sonido pareció llamar su atención, y moviendo las patas a gran velocidad se acercó hasta ellos. Y desde su altura, inclinó su cuerpo para mirar a este. Aspiró el aire para olerlo, y dijo:

—Nunca creí que me encontraría en este lugar a mi hijo —soltó la criatura—, ¡Pero qué sorpresa!  

Se alegró, aparentemente tanto, que soltó el cuerpo del hombre que llevaba en sus manos, a un lado. Al verlo caer al suelo, todos abrieron los ojos horrorizados: era Soul quien gemía y el que siempre estuvo con ella. No tenía ninguno de sus miembros inferiores, le faltaba un brazo y su torso estaba desgarrado, exponiendo las vísceras; de lo miembros arrancados brotaba la sangre y se exponía el hueso, pero lo más terrible de ver, era el rostro agonizante de este. Aunque no lo dijera, sabían que suplicaba por ayuda, pues su mirada era la misma de la mil yardas. Había tanta angustia, desespero y miseria en él, que parecía ser una vista que nunca esperaban ver de un enemigo que se había mostrado con tanto orgullo y altivez por su gran poder. Sin embargo, ahí se encontraba en el suelo, jadeando del dolor, intentando pedir ayudar y sin poder tan siquiera pronunciar una palabra. Era escalofriante. 

Era una escena tan grotesca e impactante, que jamás habían visto igual, ni siquiera en los laboratorios de FACTORY. ¿Acaso podían haber cosas peores que la compañía? Esa fue la pregunta que les surgió a todos. 

—¿Cómo es posible?...

Fue lo segundo que Carlos pudo decir, sin poder creer nada de lo que estaba pasando. 

La mujer miró a Soul al ver que su hijo parecía dubitativo por el hombre que agonizaba en el suelo, y respondió como si aquello fuera una descortesía más:

—Lo siento, mamá nunca ha querido darte un mal ejemplo de cortesía —señaló, mientras que con una de sus patas puntiagudas, atravesó directamente la columna de Soul, haciéndole chillar de dolor y llorar del dolor. Todos retrocedieron de miedo—. Este hombre osó desafiarme. Debo decir que era un chico muy fuerte, nunca consideré que su poder fuera capaz de lastimar a mis hijos —señaló—. Pero no sabía que yo era la reina. Definitivamente soy diferente a mis pobres hijos. Todo mi cuerpo está hecho de una armadura natural que, sería difícil incluso para el fuego extinguirme —explicó, hablando como si fuera cualquier cosa—. Lo que él no sabía es que descubrí su debilidad, y yo, y mis avispas creamos frecuencias sónicas capaces de inutilizar sus poderes. El pobre pudo haber sido un buen recluta de no ser por su osadía y lo delicioso que estaba —agregó esto último, lamiéndose los labios, mientras pasaba una larga lengua por uno de sus miembros cortados—. Cada persona que como, se convierte en un hijo mío. Por eso, ustedes serán los siguientes, y no me importa si mi hijo está aquí. El hambre que tengo es atroz... y mis hijos también lo tienen. Serán parte de mi propio ejército y sacaré de este territorio a esas malditas criaturas que han venido a conquistar mi imperio.

Seguido de ello, su boca se abrió de una forma poco humana, mostrando colmillos y tenazas, y de un solo bocado, se tragó la cabeza de Soul. 

—¡Ahora! —gritó Oslo de inmediato. 

Christopher y Ransell se elevaron de la tierra,  y con una onda telequinética por parte del hermano, doblegó a la criatura contra el suelo. La mujer comenzó a reír de forma desquiciada, y, pese a estar casi inmóvil en el suelo, logró enviar miles de espinas hacia ellos. Ransell se encargó de desintegrar estas antes de que llegaran hacia ella. Pero esta, emitiendo un chillido, hizo que las criaturas humanoides comenzaran a volar para atacar a todos. 

Desde una vista panorámica, la situación se observaba así: 

La gente comenzó a gritar despavorida. Intentaron huir, pero algunos eran tomados por los avispones humanoides que, sin miramientos, mordían directamente la yugular de todos lo que atrapaban. Los Pasajeros, al ver que los vulnerables eran los humanos comunes, tuvieron que dejar a Ransell y a Christopher encargarse de esta. 

—¡Debe ser una mutante Z! —gritó Oslo, viendo como había destruido a Soul, que era considerado un mutante de clasificación D—, encárguense del resto.

Oslo derribaba a los humanoides, con mucha facilidad, pues aunque tenía la misma armadura que la reina, esta sucumbía la fuerza de él. El problema estaba, cuando intentaban atacar varios al mismo tiempo, y aunque intentaron morder su yugular, su habilidad invulnerabilidad física, le permitió protegerse de ataques mortales, pero fue contenido. 

Gligar que, su habilidad más importante era su velocidad, vio a su amigo en problemas, y, permitiendo que de sus brazos salieran tres espinas prominentes, como si se trataran de sables, cortaba a toda criatura insectóide que se colocaba enfrente de él, corriendo en zig zag.  Y con una voltereta en el aire, cayó sobre la espalda de Oslo, y confiando en su vulnerabilidad, logró crear de su cuerpo espinas que empalaron a todas las criaturas que mantenían en el suelo a  su amigo. 

—Gracias —le dijo este jadeando. 

—No hay de qué —contestó Gligar, dándose las manos como camaradería. 

En otro punto, Vemna había creado un circulo de plantas Nepenthes y Geranios, era un especie de zona segura, en donde Andy, Asahi y Sonic se mantenían. Nahomi, en cambio, también luchaba haciendo uso de artes marciales, y, a su vez, mandaba a volar a la zona segura de Vemna a todo humano común que veía en peligro. 

—¡Todos vayan allí! —ordenó Nahomi, señalando la zona segura de Vemna. 

Pronto, el interior del círculo de Vemna comenzó a llenarse de personas. Esta tuvo que extender sus plantas cada vez más para ampliar la zona, y, aunque habían humanoides que atravesaban la zona. Sonic se encargaba de dormirlos, mientras Asahi los sacaba de la zona segura. 

—Buen equipo compañero —le dijo Sonic, pero Asahi solo le respondió con un rostro aterrado. El niño hacía todo con miedo.  

La reina viendo que estaban dominando el terreno, enfurecida, movió sus antenas, y, por algún motivo bloqueó la telequinesis de Christopher.

—¡Me ha bloqueado! —gritó este. 

Ransell expulsó su energía para acabar con esta, pero un campo protector rodeó a la reina. 

—¿Cómo ha desarrollado las habilidades psíquicas tan pronto? —Se preguntó.

—Es la adrenalina —dijo Christopher—, al someterla a un estado de estrés, está liberando su verdadero poder. Definitivamente es una mutante Z. 

La reina se alzó, realmente enfurecida. Por algún motivo se veía más grande e imponente que la primera vez que le vieron. Bionic apareció por un costado y emitió un grito sónico que la hizo retroceder. 

Carlos, tomó una apariencia rojiza en su totalidad, y toda la parte inferior de este se convirtieron en tentáculos. Y, al igual que la reina, su madre, creció a la misma altura que ella. La reina con el rostro compungido, abrió la boca y soltó un chilido aterrador que contrarrestó la onda sónica de Bionic, a tal punto, que le dejó inconsciente y con los oídos botando sangre.  miró a Carlos, y dijo: 

—Parece que tienes al final, la misma genética que mami. Lastima que seas un molusco, y no un insecto. 

—Tu no eres, Arlen —le contestó, con una nostalgia hecha carne—, mi madre era una mujer bondadosa, preocupada y con un amor profundo hacia mi y mi padre.  

—Siempre he sido la misma, cariño —dijo está, con un tono de burla—. Pero nunca llegaron a conocerme realmente. 

—¿Por qué desapareciste?, ¿por qué me abandonaste? Te creí muerta —cuestionó el chico, con tristeza.

—Siempre has sido un inútil Carlos. Cuando toda esta locura ocurrió y FACTORY fue por mí, quise huir... pero ellos me habían atrapado. Ni tú, ni tu padre estuvieron ahí conmigo para ayudarme —contestó ella, pero no con el mismo tono de soberbia, sino con ironía—. Tú te habías enfrascado en tu trabajo, al igual que tú padre. Algo que odié siempre, y su hijo había salido igual. El trabajo antes que la familia —escupió con odio—. Cuando esos soldados me llevaron, hicieron actos de su maldad, abusando todos de mí cada día, mientras me dejaban agua y comida una vez por día. Fue gracias a eso que mis poderes despertaron y se desarrollaron, y un día, cuando disponían hacer sus rondas de abusos, me los comí. Y entonces, sentí así el mejor bocado que había probado en mi vida.

—Cuando salí de donde me encontraba, observé que estaba en un pequeño caño cerca de una etnia indígena, los cuales también devoré. Lo que no sabía, era que por cada persona que comía, daba a luz un hijo, y de ahí, nacieron todas estas hermosas criaturas, las cuales han destruidos. Por eso los mataré y me los comeré a todos. Así ustedes serán parte de mamá. 

Al escuchar aquello, todos comprendieron que la habían llevado a la locura. Si bien ella era culpable de todos los actos atroces, el que inicio todo eso, la raíz de todo mal hasta ahora había sido la misma compañía que había desgraciado las vidas de todos ellos. 

—Arlen, soy tu hijo... —dijo Carlos, con ganas de llorar— ¿Existe una forma de que podamos recuperarte? Podrías ayudarnos a vencer a FACTORY y así obtener tu venganza... —promulgó esperanzado Carlos, con una sonrisa poco convincente.

Ella río como una lunática, y respondió.

—Eres un chico iluso... ¿No lo entiendes verdad? Ese era le problema de ti y de Gabriel, nunca entendían —cuestionó—. Yo ya no vivo por mi familia o por este mundo, o tan siquiera para vengarme. Vivo solo para comer. Y déjame decirte, que ustedes son precisamente mi comida.

La mujer rugió y, acto seguido llevó sus patas para empalar a Carlos. Este, en un acto rápido, desdobló sus tentáculos y los enrolló en cada pata, inmovilizándola, pero de estas, espinas aparecieron, penetrando los tentáculos de Carlos, haciéndole chillar de dolor. 

—¡Christopher, Ransell, ayúdenle! —Gritó Oslo.

Christopher y Ransell se miraron. No se trataba de que no querían ayudarle, sino que, sentían que aquella batalla se había vuelto personal. Vieron a Carlos y le vieron llorando.

—¿Es el dolor? —Preguntó Ransell. 

Christopher lo negó. No tenía que decir más. 

Carlos les miró, se limpió las lágrimas, y asintió.

Ante ese acceso, Christopher liberó todo su poder. De inmediato, todo el lugar se paralizó. Ransell se acercó a Carlos, y con un movimiento de sus manos, hizo desaparecer todas las espinas que empalaron sus tentáculos. 

Los hermanos se acercaron al rostro de Arlen, la reina avispa, y vieron como esta, pese a estar congelado en el tiempo y el espacio, movía sus ojos, e intentaba decir algo. 

—Es muy fuerte —dijo Christopher. 

—Debemos acabar con esto antes de que aprenda salir de este bucle de espacio-tiempo —señaló Ransell, preocupada. 

Christopher asintió. Y alejándose ambos, el chico colocó las manos hacia ella, y tres esferas transparentes —contenedores psíquicos—, la rodearon por completo. Ransell, usando la misma postura que su hermana, concentró toda su energía y, al otro instante, cuando todo volvió a la normalidad, vieron el cuerpo de la reina desintegrándose.       

Entonces, pese a que su gran cuerpo se desmoronaba, la mujer sonrió, una lágrima cayó del rostro,  y con un semblante de tranquilidad, dijo:

—Gracias por liberarme...

Una explosión ocurrió, tan imponente, que todos debieron protegerse el rostro pro el impacto. Y cuando todo parecía en calma, observaron restos de cenizas descender del aire hacia el suelo.  Carlos, volviendo a la normalidad, comenzó a llorar abrumado. Vemna fue la única en acercarse para consolarle. 

A veces, habían cosas que preferían no descubrirse en la vida. 

Pero si de algo estaban todos seguros, es que Arlen, la madre de Carlos, sólo buscaba paz a su sed de sangre. Y la única forma para adquirirla era su muerte.

Había sido una pobre y desgraciada mujer...

FACTORY otra vez se cobró una vida con sus abusos. Sin mencionar que Andy, uno de sus amigos de la preparatoria, se encontraba allí.  ¿Qué habrán hecho con él?            

Nota:

Capítulo dedicado a mi amigo y hermano andylmirandag  por el apoyo que me has dado en wattpad, y con otras historias. Por eso, en este capítulo inserte un personaje en representación tuya, como muestra de gratitud, un abrazo viejito....


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