Título: H3-X.

Advertencias: El siguiente contenido puede ser sensible para algunas personas.

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«El H3-X es mejor conocido como la esencia del mal y solo puede encontrarse en los yacimientos que existen debajo de Hat-Island e inclusive, actualmente, puede ser extraída del mismo Black Hat. Es una sustancia extremadamente volátil y corrosiva, casi imposible de trabajar, pero mis esfuerzos y los de todos los científicos han rendido frutos y hemos podido adaptar una fórmula para que pueda ser suministrada a una persona. A la única persona capaz de procesarla en su cuerpo».

Terminó de grabar su bitácora y abrió la puerta metálica de la habitación 0669. Dentro yacía Black Hat, usando una camisa de fuerza, con los pies atados por grilletes, sentado en el suelo. Se mostró molesto al verlos, pero nada más que eso.

—H4T-M4N, es hora de su medicación— Hizo una seña a los otros doctores para que entraran.

—Vete a la mierda— Respondió aquel ser, con el desprecio implícito en su voz.

—No haga esto más difícil— Advirtió, los músculos del ser se tensaron.

Black Hat, protestó, pero se puso en pie, aun cuando había sido derrotado y sometido, su presencia seguía siendo imponente e intimidante. Los asistentes de Flug, temblaron antes de proceder y hacer que el eldritch tragara la píldora, no olvidaban el primer incidente y el como uno de sus colegas perdió la mano con una sola mordida.

—Abra la boca— Ordenó Flug y recibió un gruñido en respuesta —Bien, puede seguir descansando— Una vez comprobó que la píldora había sido ingerida, salió junto a sus asistentes dejando solo al eldritch.

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Black Hat, fue escoltado por guardias hasta la oficina del doctor, por seguridad, el personal no le había quitado la camisa de fuerza ni tampoco los grilletes. Debía admitir que no eran tan estúpidos, pues, pese a estar en esas patéticas condiciones no lo subestimaban. Una vez en aquel intento de oficina, tomó su asiento pertinente y el doctor, con una sonrisa petulante comenzó la evaluación.

—¿Cómo se siente hoy, H4T-M4N?— Black Hat, detestaba esa sonrisa santurrona.

—Llámame por mi maldito nombre, Flug.

—Soy el doctor Kenning Flugslys, para usted. Y no tengo el deber de ser cortés con mi sujeto de pruebas— Miró sus papeles, como si estos fueran más interesantes —Tengo entendido que vomitó. ¿Ha sufrido náuseas y mareos constantemente?.

No cooperar sería inútil, siglos de experiencia le indicaron que seguir aquel juego haría su estadía aceptable hasta el día de su inminente escape.

—Mareos y creo que me está dando hambre.

—Bien, la comida no es algo necesario para usted por el momento— Anotó.

—¡¿Qué?!.

—Es inmortal H4T-M4N, no morirá de hambre— Recalcó.

—Desgraciado pedazo de...— Bisbiseó una diatriba de maldiciones con saña.

—¿Alucinaciones o dificultad para conciliar el sueño?— Prosiguió, ignorando la actitud infantil de aquel ser.

—Yo no duermo, Flug y yo soy quien causa las alucinaciones.

—Está delirando, usted ya no tiene ese poder— Escribió y prosiguió —¿Debilidad física?. ¿Mala coordinación motora o...?— La palabra debilidad, golpeó justo en el orgullo de Black Hat.

—¡Jódete, Flug, te mataré a ti y a todos los héroes que...!— Los guardias entraron a la oficina y lo sacaron a rastras.

—Fin de la sesión.

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Su estómago le exigía comida, pero el personal se la negaba. Su cuerpo sufría escalofríos y para mantenerse ocupado en algo, caminaba de un lado a otro como león enjaulado por la habitación, analizando sus opciones de escape. Más tarde, fue trasladado a la oficina de Flug, para otro chequeo en la mañana.

—¿Cuánto más va a durar esto?— Inquirió el eldritch.

—Su estadía será permanente H4T-M4N, pero, por ahora, solo se le suministrará H3-X y estudiaremos los efectos que tiene en usted. Además de la suspensión que ocasiona en sus poderes, claro está. ¿Cómo se siente hoy?— Preguntó, esbozando una sonrisa.

—Deja de sonreír como si en verdad te importara, Flug— Ya era suficiente suplicio el hecho de tener que ver el rostro del hombre sin la bolsa, ahora tenía que soportar esa deslumbrante y repugnante mueca.

—Me importa, H4T-M4N, si algo te pasa necesito saberlo— No dejó de sonreír y Black Hat, gruñó en respuesta.

—Flaqueza, me cuesta mantenerme en pie.

Flug, se acercó a él sin trastabillar y sacó una navaja de su bata. Tomó el gélido rostro del eldritch entre su mano enguantada y cortó la cadavérica piel negra con el filo, disfrutando de las tiras de sangre color azabache que brotaban de la herida.

—Maravilloso— Limpió la navaja con su guante y continuó —Ya eres vulnerable, podremos estudiarte a fondo en unos meses— Volvió a sentarse y prosiguió anotando.

Black Hat, no habló, extrañamente paralizado. Jamás, en toda su existencia había sido capaz de sangrar, ni siquiera una gota. Desconocía el dolor, el color y la sensación de tener aquella sustancia vital humedeciendo alguna extremidad. Por un momento, el eldritch creyó que tener esos pensamientos eran una señal de miedo, sin embargo, los tomó con sabiduría y guardó estas nuevas experiencias mortales como parte de su aprendizaje a la perfección.

—Debido a los recientes cambios su mediación pasará a ser suministrada a través de inyecciones. El H3-X tendrá un efecto más directo en su sistema, como se espera— Jugó con la palanca del lapicero, buscando hacer el mayor ruido posible —Fin de la sesión.

Esa misma tarde, Flug, se presentó en la habitación de Black Hat y le inyectó la sustancia.

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Transcurrió una semana desde la primera dosis inyectada de H3-X y el dolor en su cuerpo era una tortura. Los vómitos salían constantemente y estos eran como una babaza negra y pegajosa. Normalmente llegaba un científico cada cierto tiempo para limpiar el desastre, no obstante, eso era todo que hacía. Black Hat, entendía que de alguna manera se merecía ese castigo por toda la gente que estafó y mató, pero al menos debían decirle lo que le estaba pasando. No podría seguir potando por siempre, ¿verdad?.

—Buenos días, H4T-M4N— No había notado la presencia de Flug, en su habitación hasta que habló.

—¿A qué estás esperando?. Acaba con esto— Ordenó, piernas temblaban, tratando de mantenerlo de rodillas y no caer sobre el desastre en el piso.

—Ni siquiera hemos empezado, esto solamente ha sido la parte de adaptación. Aplicaré otra dosis— Preparó la jeringa con el líquido negro en su interior.

—De todas las personas que pudieron traicionarme...— Black Hat, sintió el piquete en el cuello, pero no protestó —Nunca creí que serías tú. Un patético y debilucho cobarde— Imprecó y Flug, dibujó una sonrisa socarrona en su rostro

—No está en posición de insultarme, H4T-M4N. Mire cual de nosotros está en pie—  Se irguió y se encaminó a la salida.

Flug, se detuvo por un instante en el marco de la puerta antes de girar levemente su rostro para mirar de soslayo a Black Hat.

—Aunque admito, que si usted hubiera valorado mi trabajo, lo habría escogido antes que a P.E.A.C.E.

Aquella declaración sorprendió al eldritch. Si en el pasado él no hubiese tratado tan mal a Flug, este jamás lo habría traicionado. Black Hat, no estaría en esta vergonzosa situación de no haber actuado como un completo imbécil. Sacó fortaleza de donde no tenía y se puso en pie, dando más seguridad a sus palabras.

—Voy a arreglar eso, Flug, lo prometo— Hubo silencio hasta que el científico le dio una sombría sonrisa.

—Suerte con ello... Señor.

El H3-X es mencionado en el diario de Demencia, pero le estoy inventando un uso. Aquí les dejó los planos de la mansión de Black Hat, sacados de la "Bitácora del Dr. Flug":

Gracias por leer.