Título: La verdad del cazador: Un viaje a través de la matanza.

Autor: TitaniumShadow

Tipo de crítica: Lite.

Primera impresión.

Portada.

La portada tiene lo suyo, atrayendo por su estilo y figura, sin embargo, las letras no me terminan de cuadrar, falta el «de» y al estar colocadas verticalmente provoca que se me haga un poco incómodo de leer. Por otro lado, esta historia trata de un cazador, pero la figura me hace más alusión a un guerrero arcano. Quizás es mi mera impresión.

Sinopsis:

La caza no siempre es para bien, sobrevivir es algo necesario, aterrador y triste. Poco a poco la vida pierde su sentido y pronto nos transformamos en seres y cosas que no somos capaces de reconocer. La vida es un regalo, para algunos, para otros, es un espiral que nunca se termina y que con el pasar de los años se vuelve más y más difícil de soportar.

En la época victoriana, el cazador está en una vida que lo llevará por un sendero desconocido. Por el camino del olvido y de la muerte. Una pesadilla interminable y a él no le queda más opción que seguir ese camino, uno que no aceptará rápido, pero que al final lo hará.

En lo personal, no me gusta cuando una sinopsis busca engancharme con un pensamiento reflexivo. A la hora de leer una sinopsis, busco que me cuente de qué trata la historia, cuál es su objetivo, quién o quiénes son los personajes principales. La reflexión es algo que, para mí, tiene que ser causada de manera indirecta y dentro del libro mismo. Sin embargo, el segundo párrafo me gustó muchísimo más, pues me pone en la época y abarca un amplio y complejo abanico de objetivos a través de quién sería nuestro personaje principal: un cazador. No obstante, quizás pueda brillar otro poco al colocar algunos datos extras, enfatizando en el enganche, en el conflicto de la trama.

Trama y personajes:

En un principio, la trama nos coloca en la perspectiva de Adeline, una mujer que ha parido una verdadera abominación, un bebé monstruoso que desatará una maldición en la tierra, tomando a Wysterwille, una pequeña aldea, como el centro de esta catástrofe.

Poco después nos ubicamos en la piel del cazador, William, esposo de Adeline, quien, estando lejos, busca saber qué ha sucedido con ella y su hijo, abarcándonos así en un viaje interesante, profundo y doloroso donde comienza a cumplirse la promesa entregada en la sinopsis.

Los primeros capítulos utilizan una narrativa simple y directa pero bien llevada, causando que la lectura sea sencilla de devorar. Pude leer sin ninguna complicación, entendiendo los aspectos de la historia; una historia cruda, sombría y aterradora, donde las aberraciones demoniacas abundan, la brujería, las criaturas abominables. En el viaje, iremos conociendo poco a poco a nuestro personaje principal, adentrándonos en sus pensamientos más profundos y en las hondas heridas que le ha dejado la vida y el trágico suceso ocurrido con su esposa e hijo. Veremos una psicología bien llevada, totalmente acorde a los hechos. El autor ha sabido llevarnos al interior del personaje mientras que, a través de él, vamos conociendo el mundo, su crudeza y por sobre todo los resultados de la maldad humana, algo que, lamentablemente, parece no conocer límite alguno.

Para leer esta historia hay que tener el estómago bien puesto y no andar con bocadillos en la boca. A pesar de que en un principio se utiliza una narrativa simple, esta se ahonda más adelante, especialmente en escenas excesivamente repulsivas causadas por los demonios que William se va encontrando en el camino. El sadismo de estas criaturas e incluso la maldad de cierto grupo de personas enloquecidas, nos dejarán un fuerte sentimiento de perplejidad y un agrio sabor en el estómago. La sangre, la muerte, el odio, la malicia es algo que veremos de manera totalmente explícita, haciendo honor al terror de este mundo. Acompañado por descripciones visuales, que expresan un baile de morbosidad, una sinfonía macabra mientras los demonios se deleitan con el sufrimiento humano y con todo tipo de torturas arrancadas de verdaderas pesadillas infernales.

A través de los ojos de William, mientras se desenvuelve en peligrosas misiones que arrastran monstruos y demonios, iremos conociendo el alrededor y todo lo que conlleva ser un cazador en este mundo, entendiendo que no son meramente personas entrenadas, sino que hay una historia detrás de los cazadores y la sangre es un ingrediente importante. Poco a poco iremos escudriñando cómo funcionan las maldiciones y qué pudo haber provocado el trágico suceso de Adeline y su hijo. 

Debo decir que me ha gustado la fidelidad que le ha dado el autor a los demonios, respetando lo que son y no llevándolos a algo débil o de maldad ambigua. Ha sabido plasmar la perversidad de estas criaturas con creces. Por otro lado, me ha gustado mucho cómo ha manejado a su personaje principal, William, quien posee altas habilidades, pero no por eso escapa de su propio realismo. Con él podrás palpar el peligro constante que le asecha y sufrirás muchas veces la impotencia, porque sabes que, en algunas ocasiones, William no puede hacer nada más que esperar el momento indicado, apegándose a las circunstancias y a las estrategias para llevar a cabo un buen plan, así conlleve un alto y doloroso coste.

William se ganó mi admiración, empatía y respeto. Me hacía recordar un poco a Gerald de Rivia (perdón por comparar), porque a pesar de toda su fuerza, o de la dureza que podía representar, te das cuenta de que es parte de su manera centrada de ser. William no se deja aplastar, posee un alto control sobre sus emociones en los momentos más intensos, sabiendo mantener su humanidad y actuando siempre que puede a favor de sus amigos y de quien lo necesite.

Hablando de personajes, mencionaré a dos más.

Evelyn: una chica de gran belleza, de profunda y enigmática mirada, quien causa inquietud apenas se presenta. Fue amante de William (pillín), pero lo abandonó por una razón, causando una profunda herida en William, rastro que no ha podido borrar ni en el pasar de los años. A pesar de la corta escena con Evelyn, su presentación fue interesante y peculiar. En un principio, pensé que era una escena simplemente pasajera; poco después, el autor me demostró que Evelyn se hizo ver por una razón muy importante.

Silbadora: Una bruja asesina que se une inesperadamente en una misión con William. Me encantó su aparición, espontánea, aunque sí me extrañó que le haya costado reconocer tanto a William. Pese a todo, lo que más amé de este personaje fue su espontaneidad y la chispa que se generó entre el cazador y ella. Para mí, este personaje le puso un color especial a la historia, algo que aportó bastante bien para sopesar todo lo lúgubre y torcido.

Gramática.

En general, la escritura está muy limpia, pero sí noté errores frecuentes y una situación un tanto peculiar. Mostraré unas pequeñas capturas para hablar al respecto.

Con peculiar, me refiero a algo extraño. Noté muchos párrafos muy bien escritos, pero otros descuidados, la captura de arriba es un ejemplo de ello. El diálogo mostrado repite demasiado el "dijo" y demuestra otro error que se repite a lo largo de la novela: separar el inicio del diálogo con el guión largo, cuando deberían ir juntos. Y cuando la intervención narrativa inicia con un verbo dicendi, este debería ir escrito en minúscula.

La forma correcta sería así:

—Tú eres un cazador, uno del gremio —dijo el hombre, sorprendido.

Veamos una segunda captura de pantalla:

Este segundo texto demuestra un error con el tiempo narrativo, donde se intercala entre el pasado y el presente, cuando debería ser utilizado solo uno de ellos. Le mezcla se considera un error gramatical.

Sugerencias:

Mi primera sugerencia sería darle una mejor introducción al mundo. Al principio, solo se aclara que estamos dentro de una época victoriana y nada más. Poco a poco se me dan a conocer magias, monstruos, demonios, brujas. Sería bueno aclarar qué es y qué no es posible dentro de tu mundo. Ir introduciendo las cosas lentamente me parece muy bien, pero como lector no sé a qué atenerme, no sé qué es lo fantástico y lo real dentro de la historia, solo me toca asumir lo que aparece en el camino y eso me puede hacer palpar cierto vacío o una espontaneidad a conveniencia.

La segundo que te sugiero es retocar el enganche, especialmente de la sinopsis.

Sin más que decir, te felicito por tu obra, la he disfrutado y es probable que continúe con la lectura. ¡Un abrazo!