Título: Una antología de terror.

Género: Horror. De todo.

Tip de crítica: Lite.

Primeras impresiones.

Portada.

No sé muy bien qué decir respecto a la portada, pero está increíblemente genial(¿?) Es decir, esa oscuridad y las figuras que nacen de la cabeza del hombre se ven muy bacanas y siniestras. Imagino una historia basada en los horrores de este personaje, sin embargo, el libro condensa relatos, por lo que no sabría cómo asociar lo que veo versus las historias repartidas. En conclusión, la portada está demasiado buena, pero pudiese no englobar enteramente su contenido, sin embargo, es apenas un detalle que muy bien podría no afectar en nada. Actualmente, creo que es más que suficiente para cumplir con su función, más aún al darnos esa figura propia de Hallowen.

Sinopsis.

Una recopilación de historias cortas con suspenso, misterio, terror y fantasía. 

 "Truco o trato" no solo es una alusión a una expresión de "Halloween", es una aventura para el lector con historias que le volarán la cabeza. Cuando creas que algo es, resultará que no, y cuando lo creas tener, terminarás viendo cómo se te zafa de las manos, encontrando un final que te dejará con la ansiedad de querer conocer más. 

Si te adentras, posiblemente sufras...

No suelo ser muy participe de vender algo sin antes probarlo, de decir cómo será sin antes verlo yo. No suelo caer en eso de: «aquí encontrarás esto y lo otro, aquí sentirás esto y demás». Pero ¿qué quita que no sea efectivo y llame a muchísimos lectores? Me considero escéptico, pero tampoco inmune. En síntesis, la sinopsis simplemente pega bien, desafía y te pica con curiosidad.

Debo decir que, al comenzar a leer, mi escepticismo fue gravemente golpeado. Una de mis primeras preguntas fue: ¿Por qué me estaba perdiendo de una lectura tan buena? ¿Dónde se me escondía esta joya? Cada relato te engancha desde el párrafo uno y no pierden tiempo en meollos innecesarios o rellenos que manchen, no, cada línea pareciera estar tan bien cuidada, que te embruja dejándote incluso boquiabierto.

Hay, por supuesto, diversos relatos y cada uno con su propio tono. Aunque soy más fan de seguir la historia de un o unos cuantos protagonistas —algo más lineal en el ámbito—, disfruté de sobremanera las historias, incluso llegando a considerarlas espectáculos verdaderos.

El primer relato jugó realmente con mi mente, demostrándome así que la sinopsis no mentía. Se me hacía creer una cosa, y con unas cuantas palabras, me hacía girar completamente a otra conclusión. Eso es algo que solo narrador experimentado en storytelling puede lograr, así que mis aplausos nuevamente.

Natasha, una chica colmada de enigmas, la sentí en principio una villana, hasta una desgraciada rompe hogares —y de hecho se podría decir que lo es—, mientras su pareja, o mejor dicho amante, Nikolai, se deja seducir por ella, demostrando ser ese típico sin cabeza que vota familia y todo por un par de piernas.

Pero hay mucho más trasfondo del que uno espera. Natasha es mucho más de lo que representa y el amor que provoca en Nikolai se basa más allá del enganche físico. Quedé alucinando cuando de forma natural, a través de una conversación con los hijos de Nikolai, se revela lo que verdaderamente ocurre. Es aterrador, sí, cuando nos enteramos que Natasha no es normal, pero al mismo tiempo impresionados.

A través de ella vi algo que es demasiado humano, el cómo se teje una red de mentiras imparable a través de la vida. Suele sucederle a muchos que, para detener un problema o buscando la felicidad, recurren a las mentiras, y para mantener esta, tejen otra. Al final tenemos una monstruosidad que representa una absoluta realidad, esa realidad que muchas veces no puede ser superada o siquiera comparada por la ficción. Esto fue lo que más me encantó, porque aquí se logró implementar el reflejo de la vida real, algo que suelo buscar para disfrutar el doble una historia.

Sentí compasión por Natasha, tristeza, así la chica estuviese haciendo lo incorrecto, porque todos logramos empatizar con quien solo busca el amor y quién no sabe cómo solucionar algo por el temor a que se desmorone todo y más de uno muera aplastado. Al fin y al cabo, Natasha solo ha experimentado una intensa conexión con alguien y no es capaz de romper ese sentimiento.

Al final de la lectura, uno queda pensando en la vida misma, en el comportamiento de miles de personas. Y por supuesto, queda ese deseo de querer saber más, pero al ser relatos, eso está difícil —y por eso suelo evitar leerlos xD—. Sin embargo, es el deseo del escritor: producir el anhelo de más.

Los siguientes relatos me fueron igualmente cautivantes, pero por supuesto hay unos que me gustaron más que otros, aunque sean todos demasiado geniales. Por ejemplo, el relato de la familia que guarda... siniestros secretos, sí, siniestros. Mis emociones aquí volvieron a viajar en todos los rumbos. Desde la rabia con ciertos personajes, hacia saltar a la comprensión y apoyo. Desde la admiración, a sentir asco total. Una vez más, quedé absorto y sorprendido con lo bien que el narrador contaba la historia, llevándome de un pensamiento a otro totalmente distinto, jugando conmigo sin vergüenza alguna.

El calendario misterioso en este relato deja demasiadas intrigas, intrigas que aún dan vueltas por mi cabeza. ¿De dónde salió? ¿Por qué cayó justo en esa casa? ¿Por qué tenía una capacidad de mostrar el interior más hondo de las personas? Sea como sea, cayó en la familia menos y a la vez más indicada de todas, porque en ella había demasiado oculto.

Admito, eso sí, que quedé helado y sumamente incómodo con enterarme de que hubo tantas violaciones y, aun así, la familia fingía llevarse de lo mejor. Pero sé, tristemente, que una situación así es más posible de lo que se supone. Quisiera encarnar en un personaje justiciero, entrar en la historia y mandar más de uno al infierno. Este deseo se logra siempre y cuando uno logró empatizar con los personajes y sentirlos como reales.

El drama familiar es algo que he visto muchas veces. Otra vez me encontré con un retrato de algo real, y eso me dejó encantado. Y hay tantas cosas que quedan en el aire, mas no se sienten como vacíos argumentales. ¿Cómo fue creciendo esta familia a pesar de sus pecados ocultos? ¿Cómo podían reunirse y mantener caras? La psicología de cada uno me abre un libro que quisiera descubrir de forma voraz.

Por último, el relato que más me gustó fue "La última visita". ¿Qué rayos pasó aquí? Un narrador nos cuenta todo lo que ve, pero no nos dice quién es sino hasta el final, donde quedaremos flipando. Los hechos transcurren en una era que parece ser apocalíptica, pero no la típica esperada, pues aparecen ángeles, mal llamados seres piadosos, que conceden deseos a los humanos a cambio de sacrificios que irán destruyendo el mismo mundo.

Añado que me encantó la filosofía tan bien implementada en este relato, que no se siente como un sermón hacia el lector, sino un punto de vista que va acompañado por hechos demasiado crudos que te obligan a pensar en la esencia egoísta, ente otras, de todos los seres humanos. Vemos el resultado de la ceguedad y codicia entre quienes desean resucitar caídos o los que anhelan tener todo el conocimiento existente.

También me encantó como los ángeles, visiblemente hermosos, fuesen en realidad tan siniestros, aunque dejándote entender que son más bien los humanos y sus solicitudes la raíz del mal. Sin embargo, esa mezcla entre belleza celestial y actos atroces te hace sentir horror. ¿Yo, sintiendo horror? Han sido contadas las veces que un texto me ha hecho sentir aquello, y este sería uno de ellos.

También deseo mencionar la inclusión no forzada al introducir un hombre transexual que es otro de aquellos personajes que expresa sus deseos macabros ante los seres piadosos. Me encantó cómo aquí se nos hizo ver un villano sin juzgar en lo absoluto su orientación sexual, sino su malicia interna, dos cosas totalmente distintas.

Finalmente, el relato termina con otro giro que deja gritando internamente, alocándote entre lo que está pasando y a punto de pasar. ¿Me estás jodiendo que el pago tiene que ser tal para que esos pinches de ángeles se vayan? ¡¿Me estás jodiendo?!

No tengo nada que criticarles a estos relatos. Los recomiendo al 100% para todos los lectores que deseen leerlos.

¿Y en cuanto narrativa? Pues nada, retiro al decir que no hay puntos que criticar, aquí todo se siente muy bien cuidado, nada exagera, nada sobre ni falta. Había descripciones que me hacían pensar: "rayos, cuando sea grande quiero escribir así" XD Ojo con el "grande". A veces era todo tan grotesco que sentía algo retorciéndose en una tripa, porque así de bien se manejan las descripciones sensoriales. A lo sumo volviste a repetirme que Luis no entendía el lenguaje que le hablaban, pero es un mini detalle tan mugroso que no opaca en lo absoluto la maestría de estas obras.

Mis felicitaciones al autor por mostrarnos su talento y por llevarme en este carrusel de emociones.