Taehyung tiene una cita.

Seokjin le ha comprado ropa nueva, viste con un overol de mezclilla y una playera de manga larga de color amarillo, parece un pequeño minion.

Mientras que la pequeña Yerin tenía un peinado de dos coletas, vestía un lindo vestido rosa y una boina.

Seokjin y yo subimos a la camioneta con los niños sentados en la parte trasera, hoy cerramos el restaurante temprano pues sería un día familiar en el parque de diversiones.

Alce la vista  y vi a Hoseok mirando por la ventana —¡Adiós señor Nam!— gritó —¡diviértase mucho!

Sonreí porque ese niño me caía muy bien, quería abrazarlo y mimarlo todo el tiempo. SI tan sólo Taehyung fuera así de dulce.

—¡¿Seguro que no quieres ir?!— le grité de regreso, él puso cara de horror.

—¡Esas cosas son del diablo!

Yo reí, supongo que no debí dejar que vieran destino final.

Al final fue divertido y tomamos muchas fotos, sin embargo Seokjin y yo no pudimos concentrarnos en nosotros porque estábamos más atentos a la cita de Taehyung.

El amor infantil me daba azúcar.