Aquel día Seokjin había llegado apresurado hacia el restaurante.

—¡¿Nos has visto a Taehyung?!— me pregunto alterado y nervioso —se ha ido, le he contado acerca de un matrimonio y cuando fui por él a la escuela se fue corriendo.

Quedé en estado de shock —¿vas a casarte?— fue lo primero que pregunte, ya ni siquiera me importaba el mocoso. Lo admito, fui un mal hombre.

Seokjin, Jin para mi,  suspiró y se encogió de hombros —creo que Tae necesita una parte materna, sólo quiero lo mejor para él pero ahora piensa que también quiero abandonarlo, no puedo hacerle entender que él siempre será parte de mi vida.

—Él sólo te necesita a ti y tu cariño— dije tomando mis llaves para cerrar el local —iremos a buscarlo.

—Pero, ¿y qué pasa con tu restaurante?— preguntó Seokjin preocupado por mi tiempo. Por todos los dioses, estaba enamorado de ese hombre.

—Como puedes ver no hay nadie y esto es más importante— dije —tu acabas de mudarte y yo conozco más este lugar, será más fácil encontrarlo con dos personas buscando en vez de solo una.

—Gracias Namjoon

Salimos a prisa del negocio y empezamos buscando entre calles y calles, preguntando a cada persona que pasaba si no lo habían visto y gritando su nombre.

—Busca en el parque mientras yo busco en las canchas, hay que encontrarlo antes de que la llovizna se vuelva más fuerte— le dije a Seokjin, notando que en suelo se marcaban ligeras gotas de lluvia, él asintió y se fue despavorido hacia los juegos.

Corrí hacia las canchas de fútbol sin encontrar nada, seguí por la de básquet sin éxito y justo cuando estaba apunto de rendirme lo miré sentado en el pasto de los alrededores refugiándose de la lluvia debajo de un árbol, tenía sus piernas abrazadas y los ojos llorosos.

Me agache a su lado —Has asustado mucho a tu padre— le dije molesto, el mocoso me miró sin quitar su rostro lloroso.

—Él no es mi padre, él también quiere abandonarme.

— No vuelvas a decir eso enfrente de él— jale su oreja levemente y se quejó pero estaba seguro de no haber jalado su oreja lo suficiente para lastimarlo de verdad —él te ama, no dudes de eso, jamás te abandonaría.

—Mi propia madre me abandonó ¿por qué él no lo haría — dijo a la defensiva poniéndose a llorar de nuevo.

Lo tomé entre mis brazos —entonces sólo debes pegarte a él como un chicle, no conocí a tu madre pero Seokjin no es tonto ¿quién podría abandonar a alguien tan bonito como tú?, tu madre era tonta.

—Pero él dijo que iba a casarse.

—Él no va a casarse yo me encargaré de eso— le guiñe el ojo y él me miró sospechosamente —volvamos a casa o tomaremos un resfriado si seguimos bajo la lluvia.