2.7) El Padre Drago

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Como ya sabéis mis queridos lectores palacio posee un inmenso jardín, las tierras de Zealun. Todos los que vivían en aquellas tierras, pasaban regularmente por ellas o sabían de su existencia, tanto nobles o gente de bien, todos los llamaban los jardines de palacio. Siempre me ha parecido un nombre muy poca cosa, muy ridículo vaya, para unas tierras que ocupan la extensión de miles de hectáreas, pero bueno quien soy yo para ir en contra de todo un pueblo y de centenares de generaciones.

La cosa es que una sección de esos "jardines" hay un gran bosque de Dragos, coronado por una montaña también cubierta de esos árboles, la verdad que es un paisajes digno de mirar.

Imaginároslo que belleza sin igual, bueno vale para aquellos que así sin más os cueste imaginarlo, alzad un poco la vista, lo veis, veis ese paisaje, esa montaña cubierta de dragos. Hermoso verdad, anda veis eso, es una cueva, una cueva dentro de una montaña,curioso verdad, y no es una cueva cualquiera es ni mas ni menos que la cueva de los secretos.

Nuestro jinete de larga melena se siente terriblemente cansado pero no puede descansar debe estar pendiente del cuidado de Alhara, que después de contarle quienes son y su historia, de nuevo le venció el cansancio y cayo inconsciente, pero esta vez no había ninguna macabra transformación . Estaba siendo un día largo y el atardecer auguraba una noche fría.

En varias ocasiones mientras la chica dormía intento entender algo de la cueva, algo que no comprendía, desde que llego a la cueva era como si esta se hubiera encogido de alguna manera. Él sabía que al fondo de la cueva, detrás del árbol había una grieta en la que si te adentrabas, llegarías a un pequeño túnel que daba a diferentes cavidades. Ahora después de tanto años ni existía esa grieta ni había prueba alguna de sus existencia o de algún derrumbe que la hubiera ocultado, todo estaba como si jamás hubiera existido ninguna otra cavidad. Estaba tan cansado que finalmente lo dejo estar.

Miro a su derecha, sabía que si él no descansaba Auriel su yegua, su corcel, tampoco lo haría, ambos se sentían obligados a velar el uno por el otro, y ahora después del reencuentro más aún , así que él sabía que era inútil hacerse el dormido. Auriel posó su cabeza en su hombro, una forma muy poco sutil de pedir mimos y atención, así que ambos se acomodaron acurrucados para soportar el frío mientras vigilaban a Alhara.

Alhara heart abrió los ojos de nuevo, no se podía creer que hubiera vuelto a dormirse, esta vez estaba menos desorientada. Al recordar todo lo sucedido, fue a mirar si estaba completamente desnuda en esa cueva con ese desconocido, se alivio al ver que la cubrían varias telas y vegetación, pero se irritó al escuchar de nuevo las risas de Kerathon Lock.

Como voz interior él era mas respetuoso mas callado, no comentaba, ni juzgaba ni daba lecciones de vida como hacia ella, no él era casi invisible en su cabeza, eso si él era incapaz de aguantarse la risa y más en los momentos en que podía reírse de ella libremente, a ella eso le molestaba profundamente, pero al mismo tiempo le agradaba, que aburrido hubiera sido estar físicamente si mentalmente era como estar sola. Así que Kerathon Lock se aprovechaba de ello siempre esperando el momento oportuno para ver que sus gestos o sus propios pensamientos o ambos la pusieran en ridículo.

Aquel hombre apuesto y su corcel estaban dormidos, parecía que el cansancio les había vencido al mismo tiempo. Aprovechándose, de ello se levanto como pudo soportando el dolor de sus heridas, y fue a comprobar sus peores sospechas. Ante ellos en esa cueva se alzaba un drago enorme que llegaba hasta el techo y que seguramente sus ramas mas altas saldrían a la superficie, pero apenas entraba luz entre el enredado típico de los dragos. Pero aquel no era un drago típico, era el padre drago, ella pudo observar como sus temores eran ciertos, debía de haberse dado cuenta la primera vez que se levanto, Kerathon Lock que no entendía nada le pregunto:

—¿Pero que es ese árbol?¿porque esta todo lleno de sangre? ¿hemos sido nosotros?—dijo Lock desconcertado.

—Ojalá hubiéramos sido nosotros.

Y en ese mismo momento cuando Heart hablo, Lock revivió toda la experiencia de Alhara Heart obtuvo en su nacimiento y en momentos posteriores, como si fueran sus propios recuerdos, era algo natural para ellos y en ocasiones muy util. Lock rápidamente supo con mucho temor a la realidad a la que se enfrentaban, ante ellos tenían el llanto del Padre Drago.

—¿Pero?¿pero quién?— dijo Lock temerosamente.

—No lo sé— respondió Heart.

La Leyenda del Padre Drago

Cuenta la leyenda que en la cueva de los secretos broto el primer drago de la historia, que al sentirse tan solo en esa cueva, emergió hasta la superficie a través de la fuerza de sus ramas, para encontrar a sus vecinos árboles. Pero lo que encontró a su alrededor no fue mas que un páramo desierto, tal fue la desilusión que se llevo que se sacudió bruscamente durante 5 días, en esos días de sus ramas salieron despedidas varias semillas que cayeron por todo el lugar, a los dos días salieron centenares de árboles drago por todo el valle. Tan similares y distintos a él, tan quietos, tan silenciosos, sin rostro, sin voz, y la soledad en medio de tanto volvió a sembrar sus raíces y volvió hundirse en la fría cueva en silencio.

Hasta que una noche noto peso en sus ramas mas altas y vio como una hada cargaba con un saco enorme e intentaba adentrarse en la cueva por sus ramas, el sentía tremenda curiosidad a si que se quedo observando con silencio, la pequeña hada estaba muy herida y terriblemente cansada y cayo dormida abrazada a su saco. El padre drago aunque intento cubrirla con sus ramas para darle calor vio como su vida se iba apagando y por sus ojos brotaron miles de lágrimas, estaba destinado a estar eternamente solo, se dijo una y otra vez.
Absorto en su pensamientos no se dio cuenta que el saco se estaba moviendo y que de el salio una niña humana de apenas una año de edad, y no fue hasta que noto un mordisco que se dio cuenta que no estaba solo, y así fue como un árbol cuido de una pequeña niña a la que llamo Telaria.

A Telaria le encantaba los cuentos, y Drago después de tanto años se estaba quedando sin imaginación para contar cuentos nuevos, asi que empezó a repetir algunos, a Telaria no le gustaba mucho la idea pero no dejaron de ser cuentos. Un día Telaria cayo enferma, el padre Drago ni sabia ni podía curarla.
El padre Drago no quería volver a quedarse solo, aunque fuera su destino, se negaba a aceptarlo, ni quería decirle que marchara al poblado mas cercano en busca de ayuda para que la curran, así que convenció a Telaria para que se adentrará en sus raíces, con la promesa de cuentos nuevos y de encontrar la cura a su enfermedad.

Y ahí la dejo bajo tierra entre sus raíces descansando, dormida esperando a esa cura, pero sobretodo esperando esos nuevos cuentos.

Dicen que todo aquel que entra en la cueva de los secretos se ve influenciado por el padre drago, el drago milenario, a contar un secreto, y que son esos secretos que roba, los que utiliza para sus cuentos, para los cuentos que hoy en día susurra a Telaria.
También dicen que no hay árbol mas sabio que él que contra mas años pasan mas sabio es, e incluso algunos dicen que el castigo que el espíritu de Zeehïro le dio por haber encerrado a Telaria en sus raíces, es saber cuando 2 o mas visitantes de la cueva tendrán un conocido que este apunto morir en los días venideros, y no hay peor mal aparte de la soledad que revivir una y otra vez la muerte en sus entrañas, cuando tiene una premonición de muerte se lanza en un mar de lágrimas de sangre.

*

Alahara pensó una y mil veces, intento concentrarse, pero no hubo manera ni sabia quien podía ser, alguien que conocieran los cuatro. Si, los cuatro, sabia los trucos que el padre drago se gastaba siendo una nacida de un drago, y a la hora de buscar quien conocían entre todos también había que tener en cuenta los insectos y los animales que hubieran en ese preciso instante en la cueva.

Pero ni Lock ni Heart desde que recuperaron el conocimiento no podían para de pensar en Leowen, estaban preocupados por él, y no podían pararse a descifrar ningún enigma, por muy inquietante que fuera. Tras tener las cosas claras se pusieron en marcha, dejaron una nota al jinete que aún dormía junto a su corcel y decidieron marcharse, que estuvieran heridos, de vuelta al palacio que es donde debían estar, junto Leowen así Shoan lo hubiera querido y asi lo querían ellos.

—Tu turno Kerathon Lock, tu cuerpo es el más rápido—dice Heart decidida.

—Tienes razón tal vez podamos llegar— respondió animado Lock.

CRÓNICAS DE ZEEHÏRO

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