31

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ese mismo fin de semana, las cosas con el emperador y Kimeramon se pusieron realmente serias; era ahora o nunca, debíamos acabar con él pero... Como? No sabiasmos como ni cuanto tiempo nos iba a tomar, así que planeamos una muy buena coartada para tener todo un fin de semana y de paso sin contratiempos; junto con Tai, Matt e Izzi inventamos que nos iríamos de campamento a un parque en las afueras de Tokio, todo sea por un halloween diferente. No nos juzguen, que no fue una total mentira, pues los chicos mayores SI acamparían, para encubrirnos.
Dejamos nuestras cosas, nos desearon suerte y nos fuimos al digimundo; el primer paso era infiltrarnos y sabotear su fortaleza para poder sitiarlo sin posibilidades de que escapara; quienes lo haríamos? Tk y Cody irían a liberar a los digimons que tenia cautivos y bloquear posibles salidas, Davis buscaría la fuente de poder de la fortaleza y la destruiría para inmovilizarlo y yo; yo sería la carne de cañón para distraerlo.
- que?! No... No!! Me niego! Me rehuso!!! Ah ah! Ni crean que voy a ser la Matahari de todo esto... No lo haré
- pero Anya, tu eres idónea para esto, después de todo eres su "princesita".
- pero yo no lo quiero cerca! No quiero volver a saber nada de Ken Ichijouji ni del emperador de los digimon ni nada relacionado, suficiente tengo de él.
- pero Annie...
- pero nada, Muffimon...
- prometiste que ayudarías, que Anya Okoutsu nunca rompía una promesa...
Diablos. Habia olvidado esa parte
- está bien. Lo haré. Solo por Muffimon...
- sabíamos que accederías
Estos chicos me conocen muy bien o, soy demasiado predecible... Me llevaban un cambio de ropa, obviamente era de Jun, hermana de Davis; entallado, transparencias... Carajo. Parecía víctima de trata... O quizá no era para tanto, solo no era mi estilo. Rápidamente me cambié de ropa detrás de un arbusto y, ya estaba lista, solo caminaba con cierta torpeza por las zapatillas.
- y? Como me veo?
- Davis, estas seguro de que no es un cinturón o algo así? Está muy corto para ser una minifalda
- yo... Ehm.... Yo...
- Motomiya, Takaishi,  mis ojos están acá. Arriba.
- ah, si... Perdón Annie. Dijeron, apenados y sonrojados
- Yolei... Así voy a ser cuando vaya en sexto grado?
- así como, Cody?
- tan... Tonto.
- la verdad no tengo idea...
- bueno, nos vamos?
Nos despedimos por unos momentos y logramos entrar a su fortaleza con ayuda de LadyBugmon y pegasusmon. Una vez adentro, en uno de los pasadizos nos separamos para lograr nuestro objetivo; nos deseamos suerte y acordamos comunicamos por las terminales D. Dimos vuelta y fuimos por diferentes rumbos, empecé a alejarme sola, pues Muffimon iría con Davis por si necesitaban de alguien que pudiera volar, poco a poco iba internandome por un largo y obscuro pasillo, de repente, escuché pasos detrás de mi. Pensé que estábamos jodidamente fritos...
- Annie...
- hia! Voltee soltándole un puñetazo a quien me acechaba.
- Demonios Ann! Eso dolió...
- Davis?! Ay por Dios, qué pena... Lo siento, yo creí que...
- ya se quien creías que era. Estas asustada, verdad?
- mucho...
- vas a/poder. Eres valiente.
- Tu crees?
- vaya que si...
- es hora... Vamos a acabarlo... Dije confiada.
El castaño la veía con cierta preocupación, no quería que fuera sola a enfrentar a ese sujeto. Sus ojos brillaban por las lágrimas que se agolpaban en su mirar... Me abrazó. Pero de una forma distinta a la que  lo hacia siempre, a la que lo hizo el jueves, cuando casi... Me besa. Me abrazaba como si estuviera despidiéndose o creyera que me pasaría algo malo.
- cuidate mucho, Annie chan.
- tú más... Los tres cuidense. Dije, mientras volteaba a ver a vmon y Muffimon...
Empecé a alejarme por el mismo pasillo, volteando repetidamente hacia donde estaban y veía como iban haciéndose mas y mas chicos por la distancia, dando uno que otro traspié por los tacones. Finalmente llegué a la misma puerta por la que mi ingenuidad salió despedida cuando supe la cruda realidad. Que Ken Ichijouji y el emperador de los digimon eran la misma persona... Respiré hondo y entré...
- Ken chan... Dije con un tono falsamente sexy. Obviamente fusilado de Jessica Rabbit
- Anya?! Pero qué...
- shh ya no digas más...
- qué haces aquí?
- tenías razón. Habia sido una tonta... No se como... No lo vi antes
- de qué estas hablando?
- de lo ciega y estúpida que habia estado siendo. Maldición, como podía ser tan... Agh, tan zorra?! Malditos traumas y secuelas de la espiral; de chica inocente a toda una seductora
- en serio? Dime mas...
- siempre fuiste tú al que yo quería. Al inteligente, al súper atleta, al mas peleado entre las chicas... No las culpo, si eres tan jodidamente... Ya lo tenia frente a mi; empecé a pasar mis manos por su perfecto torso, llegando a sus hombros y descendiendo por sus brazos; la euforia emocional y hormonal que atravesaba en ese momento, definitivamente no necesitaba actuación. La yo adolescente que empezaba a apoderarse de mi interior y a dopar a mi cerebro estaba vuelta loca, pidiendo a gritos que la dejara salir y hacerse cargo de la situación. Pero no podía hacer eso. O quizá... Si. Solo sabia que debía aguantar lo suficiente como para que los chicos hicieran todo lo planeado. 20 minutos quizá...

El tiempo iba a toda velocidad y yo no tenia respuesta en mi terminal D; estaban tardando demasiado. Yo me estaba fastidiando de ese interminable estira y afloja de seducción adolescente, no podría aguantar mucho mas, estaba dejándome caer en todo esto; sus manos pasando por mis brazos, y mi cintura hasta llegar a mis caderas; que acariciara mi cabello y me quitara mis lentes por si acaso; un par de besos en mi mejilla, en la comisura de los labios... Me estaba controlando bastante. Me admiraba de mi misma; incluso le habia pedido en un susurro que me dijera que era "su princesita". Aterrador, lo se. El tiempo se acababa, y mis inhibiciones también.
En un momento que me tenia abrazada les mandé un mensaje diciendo que se apuraran, pues no podía distraerlo mas... Iba media hora.
Pulso enviar y vuelvo a lo mio; vi sus intenciones. Finalmente besarme... Una parte de mí se resistía a la idea, y otra, me gritaba "con un Carajo, me besas o te beso?" sus mano en mi torso, las mías en sus brazos... Oh por Dios... Porqué no pasa y ya? Es entonces que una sacudida y una alarma de intruso arruinó todo... O me salvó el trasero...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro