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❝Fiesta❞





























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Sirius Black acomodaba el cuello de su camisa negra frente al espejo, se sonrió a sí mismo y se dijo lo guapo que es una y otra vez.


-No entiendo porqué no quieres venir-Le dijo a su mejor amigo que leía en el sillón a unos metros- Daia dijo que podía llevar a una cita, tienes que ser mi cita-

-Solo me lo pides a mi porque medio ministerio te rechazó y con la otra mitad ya dormiste- Contestó James divertido.

-Claro que no, tenía planeado desde el inicio pedirte a ti que vengas, el resto son solo personas, tú eres especial-


El Potter quiso reír de su amigo, probablemente le dijo eso a las 100 personas que invitó y lo rechazaron.


-No, no me llevo bien con la quejumbrosa y maleducada de Malfoy ¿Por qué iría a su fiestita de cumpleaños?-

-¡POR MI!- Contestó obvio el ojigris mientras sonreía.

-No, ya dije que no y no voy a ir-

-Me veré en la obligación de llamar de a Evans y decirle que...-


Sirius no tuvo que terminar la frase porque James ya corría escaleras arriba anunciando que iba a buscar ropa elegante.

Lily Potter, que ahora volvía a ser Lily Evans, aún tenía un gran poder sobre su ex-esposo, le infunde terror.




































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Daia sonrió ante su reflejo en el espejo, traía un vestido verde esmeralda pegado al cuerpo que su madre le había regalo hace unos días, también un collar con una esmeralda enorme que envió su padre.

Realmente la esmeralda no era lo que ella quería, le había rogado a su padre que le hiciera una pintura como cuando era niña desde hace años, pero Lucius la ignoraba y le daba siempre algo material para no tener que verla, lo típico.


Desde el mundial su padre no la había vuelto a visitar, antes mínimo accedía a enviarle algo de dinero o ir a verla cada mes y medio, pero ya ni eso, ella sabía bien que nunca fue la favorita de papi.

Aún así sonrió viendo su reflejo, al menos se acordó de su cumpleaños esta vez y no como hace un año o el año anterior a ese, además no podía negar que es preciosa su esmeralda y ella también.


-Te ves...- Comenzó Oliver entrando al bar donde se llevaría a cabo la fiesta que iniciaba en media hora- Solo diré que si no tuviera novio saltaría sobre ti-

-Escuché eso-Anunció Percy entrando con una mueca de diversión ante la mirada aterrada de Oliver-Hoy duermes afuera-


Daia los analizó y una sonrisa surgió en su rostro al notar que ambos estaban combinados, Oliver utilizaba una camisa azul de botones y pantalón negro mientras que Percy un saco azul con todo lo demás negro.


-Lucen tan adorables, juro que si ustedes llegan a terminar dejo de creer en el amor- Les dijo la pelirroja abrazandolos.

-Ya te escuchas como Holly- Se burló Wood sonriendo-Hablando de ella ¿Cuándo viene?-

-Hoy no, tiene un partido mañana en Bulgaria así que no podrá venir- Explicó la Malfoy con tono decepcionado.

-Pero yo sí pude-


La chica levantó la vista y sonrió enormemente al ver a su madre acercándose con una gran sonrisa y los brazos abiertos para ella.

Sin dudarlo ella corrió hasta Narcissa y la abrazó con todas sus fuerzas haciendo reír un poco a la mayor.


-Te ves tan hermosa mi niña, feliz cumpleaños número 20- Murmuró Narcissa en el oído de su hija para luego besar su cabello.

-Gracias mamá y gracias por regalarme el bar-

-Típico regalo de cumpleaños, un bar-Habló sarcástico Percy haciendo reír a Oliver.

-No hay nada que agradecer mi amor, ahora vamos a iniciar esto porque hay fila de un kilómetro, la vi cuando venía-

































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Dos horas después no cabía una sola alma más en ese bar, se podría decir que un cuarto de la población mágica de Londres estaba en la fiesta de cumpleaños de la heredera la Malfoy.

Daia se reía de ver a Percy bailar en su mayor estado de ebriedad sobre una mesa y cantando para Oliver la canción Lover de Taylor Swift, una bruja de Estados Unidos que se volvió cantante en el mundo mágico y muggle.


-¡Oye linda! ¡¿Quieres bailar?!-


Al voltearse la chica Malfoy gritó de alegría para luego saltar a los brazos de Charlie y Bill Weasley, quienes al parecer llegaron hccer un par de minutos.


-Estoy tan feliz de verlos aquí, mi hermano mayor favorita en el mundo- Comenzó viendo a Bill que sonrió- Y mi ex-novio-Terminó viendo a Charlie que se sonrojó para luego sonreír también.

-¿Estás muy ebria?- Preguntó el segundo de los hermanos Weasley.

-¡Creo que veo a Marlon!-

-¿Quisiste decir Merlín, linda?-

-Eso Billy, eso-


Los dos Weasley sólo se rieron para luego decidir que lo mejor sería hacer que Daia baile para que se le baje un poco su estado.


-Vamos a bailar, amas esta canción- Pidió Charlie llevándose a la chica a la pista de baile.

-No es cierto, odio esta canción, por eso terminamos, no me conoces para nada-Se burló la Malfoy.

-Definitivamente la Daia ebria es mi favorita- Comentó Bill para luego notar a alguien sentada en una mesa del fondo-Mira Charlie, tú persona favorita-


El pelirrojo se volteó y casi sale corriendo del susto al ver a Narcissa Malfoy viéndolo de muy mala forma desde su mesa, ella se llevó un trago a la boca y luego hizo un ademán de con el dedo pasándolo por su cuello.


-Mi adorada ex-suegra, siempre tan amorosa conmigo-

-¿De qué hablas? Mi mamá te odia- Le dijo Daia riéndose en su cara.

-De acuerdo voy por agua, tú te quedas con ella- Pidió Charlie antes de irse.


Una vez el pelirrojo estuvo lo suficientemente lejos Bill se volteó y vio a Daia con una sonrisa de burla.


-Deja de fingir, sé que no bebes alcohol desde lo de tu fiesta de graduación, Malfoy-

-Pero Charlie se lo creyó ¿No?-

-Eres mala Daia Narcissa Malfoy y eso me encanta, venga, vamos a bailar roja-


Ella no se negó, simplemente comenzó a bailar con su amigo al ritmo de la bachata que Oliver acaba de hacer que pongan luego de amenazar al mago que controla el radio mágico amplificado.

Fue entonces que dos hombres entraron al lugar luego de mostrar su invitación al guardia de seguridad.


Uno vestía de negro por completo, Sirius Black, el otro traía una camisa roja y pantalón negro, James Potter.

Ambos caminaron hasta la enorme y repleta mesa de regalos y depositaron cada uno un paquete para luego voltearse para observar a la gente bailando.


-Yo no tendría que estar aquí, Malfoy me detesta y yo a ella, estamos bien así-Se quejó el Potter rodando los ojos.

-No estás siendo una buena cita James Potter- Regañó Sirius para luego abrir su boca de par en par-¿Ese es Lunático bailando?-

-Sí y estoy seguro de que esta bailando con tú otra sobrina, no la caprichosa, la torpe-Se burló James.

-No insultes a mis sobrinas, ya vuelvo, voy a  arreglar esto, ¡Lunático así no se baila!-


Al verse totalmente solo James suspiró y decidió ir por un trago, estaba seguro de que no encajaba en una fiesta así, además de que se dijo que nunca dejaría que su hijo viniera a una fiesta así.

Una vez tuvo su whisky volvió a observar la pista de baile para buscar a Sirius que ya debía de estar enseñándole a Remus como bailar bien.


Pero en su lugar sólo vio a Daia Malfoy, la cumpleañera, bailar con un chico pelirrojo que traía una colega y un pendiente de dragón, supuso que debió ser él quien le envió todas esas flores al departamento de misterios.

Se extrañó al ver que luego de que terminó la canción la pelirroja se disculpó con el chico y se alejó con dirección a un pasillo en la parte trasera del bar.


-¿A dónde te diriges niña?- Se preguntó a si mismo.


Bebió lo poco que quedaba de su bebida de un trago y se decidió a seguirla, le alegraría la noche si molestaba a la niña mimada.

Pero al llegar al final del oscuro pasillo sólo vio una puerta cerrada y una ventana, estuvo a punto de entrar en la habitación de la puerta hasta que escuchó algo romperse afuera de la ventana.


Se acercó más y notó que daba a la escalera de incendios del local, al ver un poco más de cerca encontró a la pelirroja lanzando botellas vacías hacia la pared.

Pero lejos de verse enojada se veía feliz, como si aquello fuera lo más entretenido de hacer. Se decidió a salir y con todo el cuidado que pudo terminó en el pequeño balcón que tenía la escalera de incendios, tuvo cuidado de no hacer ruido, pero cuando estaba a punto de asustarla la pelirroja lo golpeó contra la pared.


-¿Qué? ¡¿Qué te pasa?!-Soltó al reconocerlo- Por poco y te asesino-

-No hubieras podido-

-¿Entonces por qué eres tú el que está contra la pared y no yo?-

-Bueno Malfoy eso se resulve fácil-


Al darse cuenta de lo que dijo James abrió mucho sus ojos, casi se escuchó como si coqueteara con Daia Malfoy.


-Largo de aquí Potty, arruinas mi diversión-

-¿Cómo me llamaste niña?-

-Potty- Repitió ella sin darle importancia y dándole la espalda- Y también dije que arruinas mi diversión-

-No le veo lo divertido a lanzar botellas contra una pared que está a tres metros de distancia en la pared de enfrente de un callejón de mala muerte-


Ella se volteó a verlo y por primera vez sonrió, sonrió de verdad, y eso hizo que James notará por primera vez lo bonita que es la sonrisa de Daia Malfoy.


-Toma- Dijo ofreciéndole una botella vacía de las que tenía en el suelo-Grita algo que te haga enojar o te haga muy feliz y luego la lanzas hacia esa fea pared-

-Yo no voy a hacer eso, es estúpido-

-¡Que lo hagas dije!-

-Bueno, ya, solo porque es tú cumpleaños-Aceptó el azabache tomando la botella.


Pensó por unos segundos en algo que lo hiciera feliz, pero incluso pensar en su hijo ll hacía enojar justo en ese momento, claro que por lo que tuvo que ir a Hogwarts la semana pasada.


-¡Me enoja que Harry acabará inscrito en el estúpido torneo sin que quisiera!- Gritó para luego lanzar la botella.


Al verla romperse frente a él, estrellándose y volando en cientos de partes, lo hizo sentir que se había quitado un peso de encima, incluso lo hizo sonreír.


-¿Ves James Potter? Es divertido- Habló Daia burlona.

-Dame otra botella y cállate Malfoy-

-Tan amable como siempre señor-


Al tomar esta nueva botella el ojiavellana suspiró al darse cuenta de que tal vez no era lo que pensó, sonrió viendo a la pelirroja frente a él diciéndose que de probablemente la simpatía que sentía por ella es porque bebió ese whisky.


-Feliz cumpleaños-

-Gracias, pero llegas como...- Ella vio su reloj y sonrió- Media hora antes, es hasta mañana-

-¿Y porqué hiciste tú fiesta hoy?-

-Porque mañana mis dos mejores amigos se van de viaje una semana, mis padres deben viajar a yo no sé donde y tenía la esperanza de que mi mejor amiga pudiera venir, pero no-


Sin decir más la chica lanzó una botella con fuerza y esta se destruyó al chocar con la pared de enfrente.


-Pero no vas a estar sola, tienes a tú novio y a Dora, estoy seguro de que si la invitas a estar con ustedes mañana ella...-

-Mañana estaré bien sola, por ahora quiero romper botellas-Interrumpió la Malfoy tranquilamente- Y no tengo novio y si lo tuviera no pasaría un feliz cumpleaños atrapada en casa con él-


James frunció el ceño al escuchar esto, le pareció raro enterarse de esto, ¿Por qué su mente decidió guardar esta información? Estaba seguro de que no lo olvidaría fácil y ahora le picaba la curiosidad.


-¿Y qué hay de quien te envío las flores y el pelirrojo con el que bailabas?-

-Me presta mucha de su atención para alguien que asegura detestarme- Se burló ella lanzando una botella- Las flores eran de mi mejor amiga y el pelirrojo es como mi hermano mayor, de hecho es hermano de mi ex-

-¿Es por él que estas aquí lanzando botellas?- Preguntó el azabache lanzando una también.

-No, sólo quería estar sola-


Él simplemente asintió y siguió lanzando botellas con ella por un rato, en un cómodo silencio que nunca imagino tener con ella.


-Las últimas dos- Anunció la pelirroja luego de un rato- Toma una y no la desperdicies-

-Bien...- El mayor pensó por un segundo y sonrió- ¡Detesto que Canuto haya tenido razón al decir que me iba a divertir hoy!-


La risa de Daia al escuchar esto no se hizo esperar, esto hizo que James la viera sonriendo, al menos hizo que sonría luego de que estuvo enojada desde hace media hora.


-¡Me enoja que James Potter no admita que le caigo bien!- Gritó la pelirroja para luego lanzar su botella.

-¡Oye! Nunca dije que me caías mal-Se quejó el Potter- Solo que no sigues órdenes-

-Créeme ese siempre ha sido un problema para todos, para mis padres, mis tíos, mis abuelos...-

-No dije que es un problema, solo que es extraño-


Ella asintió y se apoyó en la barandilla de la escalera para ver la luna en silencio, el mayor la imitó y sonrió luego de un rato.


-Nunca imaginé que aquí se podía estar tan... Feliz, es un callejón de mala muerte, detrás de un bar lleno de chicos borrachos y se está muy bien aquí-

-A veces en la soledad de una escalera detrás de un bar en un callejón de mala muerte se está tranquila-Concordó Daia.

-¿Cuánto tiempo pasas aquí?-

-Mucho, el bar es mío, me lo regaló mamá hace unas semanas, no he salido de aquí desde entonces-


James asintió y luego vio su reloj, sonrió de lado para luego voltearse a ver a la chica a su lado.


-Feliz Cumpleaños niña-

-Gracias Potty-































Nota:

Volví!!!!! ❤️

¿Qué les pareció este nuevo capítulo? 🥺❤️

¿Tienen alguna teoría o todavía no? 😶

¿Qué les parece la noticia de que Daia y Charlie estuvieron juntos? 🙂🤔

¿Qué piensan de Narcissa? 🥰💚

James y Daia siendo amienemigos. ✨

Bye. ❤️

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