30: Olivia

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Cuando Kalvin la invitó a ver el partido no dudó en aceptar. Iba a ser la primera vez que viese a Jack desde que se despidió de él en el centro de entrenamiento unos días antes. Estaba deseando verlo y comprobar si su corazón seguía volviéndose loco con su mera presencia.

Estaba en el pasillo esperando a su amigo, cuando lo vio aparecer. Acompañado de una mujer rubia. Iban charlando animadamente. Ajenos al mundo a su alrededor. Los hoyuelos de Kalvin habían hecho aparición y no parecía que fueran a desaparecer.

Cuando llegó a su altura, saludó a Lilith con un fuerte abrazo. La sonrisa de Kalvin no se había relajado ni un ápice. A diferencia de la de su acompañante, que estudiaba a Lilith con expresión contrariada.

Kalvin presentó a las dos mujeres. La rubia se llamaba Olivia, y era, según él, una amiga de la infancia. Lilith sospechó de esa amistad. Sobre todo, porque pese a que ella la había saludado de manera amistosa tras la presentación, Olivia parecía estar comiéndose un limón. Su sonrisa era una mueca forzada e incómoda.

—¿Y qué te trae por Manchester? —preguntó Lilith.

—Me he mudado aquí.

—Otra que abandona Leeds para vivir en la mejor ciudad de Inglaterra —bromeó Lilith.

—En realidad ella ya dejó Leeds hace ocho años —Contestó Kalvin por su amiga. Parecía más un reproche que una simple afirmación.

—Eso es un montón —Lilith no podía imaginarse tanto tiempo lejos de su ciudad natal —. ¿Y dónde has estado? —No se dejó desanimar por las contestaciones cortantes de Olivia.

—En Italia. Fui con una beca de estudio. Y luego encontré allí un gran trabajo. Uno que no se podía rechazar. —Era Lilith quien había preguntado, pero al decir la última frase se dirigió a Kalvin.

Lilith los miró alternativamente. Se estaba perdiendo algo, estaba segura.

—Liv es periodista. Como tú. Trabajaba para Ferrari.

—¿Conoces a Charles Leclerc? —preguntó Lilith casi gritando —. Ese hombre es lo más guapo que he visto en mi vida.

—No deberías decir eso con tu novio aquí —Kalvin era el único de los tres que veía a Jack camuflado, escuchando la conversación de forma más o menos disimulada.

Lilith ignoró el comentario de Kalvin.

Olivia confirmó sus sospechas. Kalvin había insistido mucho en presentarle a alguien importante y luego la había abrazado como si fuera su salvavidas, los tabloides no mentían, era su novia.

—Trabajaba con él —Olivia sabía que no tenía derecho a enfadarse, ni a tratar mal a una persona que no conocía solo porque saliese con un hombre soltero, pero le costaba ser simpática con ella. Aunque Lilith se estuviera esforzando mucho.

—¿Me lo presentas? —dijo Lilith.

Olivia observó a Kalvin reírse junto a Lilith. Sí que había cambiado desde la última vez que lo vio. Antes no se habría tomado tan bien que su novia estuviese deseando conocer a otro hombre, que había dicho que le parecía el hombre más guapo del mundo, además.

—Si a Kalvin no le molesta.

—¿Y a este por qué le iba a molestar...? —Lilith se calló de pronto —. ¿Has pensado que hablaba de sí mismo con lo de mi novio? —Olivia asintió —. No por dios. No tengo novio, para empezar. Pero, además, hablaba de otra persona.

—Entonces te lo presento cuando quieras. —Olivia le mostró por primera vez a Lilith una gran sonrisa, que le provocó un adorable hoyuelo en la barbilla, que le encantó a Lilith.

No estaba siendo muy discreta en sus sentimientos respecto a Kalvin.

—Kalvin —Jack pasó el brazo por los hombros de su compañero. No le estaba gustando el camino que estaba tomando esa conversación —. Qué alegría verte. Y tan bien acompañado —. Jack miró a Lilith con una sonrisa en los labios.

El corazón de Lilith reaccionó a esa sonrisa latiendo demasiado rápido. Y bombeando sangre a su cara, notaba como sus mejillas intentaban enrojecerse.

Kalvin presentó a su amiga y a su compañero de equipo.

Jack saludó a la chica de manera formal, sin hacer mucho caso. Él quería saludar a la otra persona. Besarla, abrazarla. Su último encuentro solo había servido para aumentar esas ganas. Pero no estaba seguro de que Lilith fuera a reaccionar muy alegremente si la besaba en mitad de los pasillos llenos de gente, del Etihad.

—¿Os presento a vosotros también? Así dejáis de miraros como idiotas —dijo Kalvin empujando a los dos uno hacia el otro.

Lilith maldijo su bocaza al contarle a Kalvin sus besos con Jack. Pero en ese momento necesitaba hablar con alguien y solo tenía a su mejor amigo. Había echado terriblemente de menos a Kendall y tener una opinión femenina para algo así. Su amiga habría hecho lo mismo que Kalvin, pero de forma más sutil.

—¿Tú no me querías enseñar los vestuarios? —dijo Olivia, tirando del brazo de Kalvin —. Nos vemos en los asientos. —Se despidió de Lilith.

Jack y Lilith se quedaron solos. Si se podía llamar solos a estar en un pasillo en que la gente pasaba en ambas direcciones.

—¿Qué tal?

—¿Cómo has estado?

Dijeron los dos a la vez. Rieron juntos. Era ridículo estar tan nerviosos cuando no lo habían estado en ningún momento en casa de Lilith, siendo allí la situación mucho más íntima.

—No esperaba verte aquí —dijo Jack —. Con eso de que odias el fútbol y eres del United —dijo bajando la voz.

—Ya. Yo tampoco. Pero Kalvin quería presentarme a Olivia. Me parece que cree que necesito a una amiga para dejar de acosarlo a él con mis asuntos sentimentales.

—¿No quiere ayudarte a elegir modélico para tu futura cita con Charles Leclerc? Qué malo.

—¿Me quieres ayudar, tú? —Lilith esbozó una sonrisa burlona —. Tengo que estar arrebatadora.

—Siempre lo estás. —Jack le guiñó un ojo —. Pero un francés no va a saber apreciarlo.

—Menos mal que no es francés, entonces.

Una persona interrumpió su conversación. Venía a buscar a Jack, que tenía que irse a los vestuarios.

Lilith miró a ambos lados del pasillo. Solo quedaban algunos trabajadores del estadio, que no les prestaban atención.

Posó sus labios sobre los de Jack, en un efímero beso.

—Buen partido —se despidió de él.

❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿

Lilith se sentó en su asiento. En realidad, faltaba bastante para el inicio del partido y ella preferiría estar en el bar. Pero al igual que se habían llevado a Jack, se habrían llevado a Kalvin. Y si era la primera vez que Olivia estaba allí, lo más probable es que se fuera directa a su asiento, que era el contiguo al de Lilith. Ya que a ambas las había invitado Kalvin.

—Dios, esto es un laberinto. Me he perdido dos veces. Menos mal que tengo esto colgando del cuello —se señaló la tarjeta que la acreditaba como familiar de los jugadores —. Y una señora de seguridad ha tenido la amabilidad de acompañarme. Olivia se dejó caer en el asiento junto a Lilith. Abajo los jardineros daban los últimos retoques al césped, antes de que los jugadores salieran a calentar—. ¿Eres aficionada a la botánica? ¿O al fútbol hasta la obsesión?

Eran casi las únicas personas sentadas, mirando en dirección al terreno de juego.

—Me gusta la botánica. Aunque no soy amante del césped. Te estaba esperando para ir dentro, a tomar unas cervezas.

—Me parece una gran idea.

Pidieron sus bebidas y se sentaron en una mesa con cómodos sofás. Lilith tampoco había estado nunca en esa zona del estadio. Sí en la de prensa y en la de los aficionados visitantes, que no tenían nada que ver. Si fuese en un sitio así, ella también querría venir al fútbol todas las semanas.

Lilith dejó su cerveza en la mesa tras darle un largo trago.

—¿Te ha dicho Kalvin por qué tenía tanto interés en presentarnos?

—Algo me ha dicho. Además no es la persona que mejor disimula del mundo.

—Me he dado cuenta —Lilith negó con la cabeza.

A la mente de ambas mujeres vino la escena que habían vivido momentos antes con Jack. Olivia, que no los conocía de nada a ninguno de los dos, se había podido dar cuenta de que entre ellos había algo solo por la forma de actuar de Kalvin, aunque en defensa de su amigo, también era bastante obvio por como se miraban.

—Eso me ha llevado a desarrollar dos teorías, que no son excluyentes —Olivia le dio un trago a su cerveza antes de proceder con la explicación —. Quiere buscarme una amiga, ya que acabo de llegar a la ciudad y no conozco a nadie. Y quiere que te ofrezca trabajo.

»No ha parado de repetir que eres una gran periodista. Con unas notazas en la carrera y años de experiencia al más alto nivel, pero que por cosas del destino te has quedado sin trabajo y necesitas un cambio de rumbo laboral.

—Entrometido y exagerado tampoco es.

—¿No eres la gran periodista, digna del Pulitzer que me ha pintado?

Lilith emitió una carcajada.

—Saqué buenas notas. Eso es verdad. Lo demás no. No consideraría que lo que he hecho en el mundo laboral sea periodismo de gran nivel. Ni periodismo, casi. Y las cosas del destino son que renuncié a mi trabajo porque estaba harta. También es verdad que quiero un cambio de rumbo laboral, pero resulta que como he protagonizado algunas apariciones en los tabloides, solo me ofrecen trabajar en la misma mierda que ya hacía.

—¿Apariciones en los tabloides? —Olivia enarcó la cejas, fingiendo sorpresa. Si admitía que ya lo sabía, tendría que admitir que había estado espiando a Kalvin en redes sociales.

—Digamos que me lie con Jack y no fue un asunto exactamente privado. Y mi amistad con Kalvin también parece interesarles. Para la prensa somos una especie de triángulo amoroso.

—¿Y hay algo de cierto en eso? —Olivia esperaba que no. Le estaba cayendo bien Lilith y no le parecía mala idea tener una amiga en la ciudad. Pero no sería capaz de serlo si había algo entre ella y Kalvin, aunque fuera casual.

—La parte de Jack sí, aunque es bastante más complicado de lo que dicen. La de Kalvin no. Es mi mejor amigo, prácticamente la única persona con la que he podido contar en los últimos tiempos. Por eso pasamos tanto tiempo juntos, pero nada más.

—Y entiendo que te dedicabas a ese tipo de periodismo antes.

Pidieron otras cervezas, para sustituir sus vasos vacíos.

—Sí. Algo así.

—Si voy a ofrecerte trabajo, necesito una respuesta más concreta.

—¿Vas a ofrecerme trabajo?

—Depende de tu respuesta —dijo Olivia esbozando una sonrisa.

—Tenía una columna en The Sun, de cotilleos. Era anónima y me dedicaba a poner verdes a los futbolistas.

Lilith entendió la expresión de Olivia. Escribía una columna criticando futbolistas y estaba aquí, sentada bebiendo cerveza en el Etihad Stadium. Al que la había invitado un futbolista al que había llamado su mejor amigo. Y le acababa de contar que había algo entre otro y ella.

Cortaron la conversación y le dieron las gracias al camarero que les dejó las cervezas sobre la mesa.

—Te he dicho que era complicado. Y además, por algo dejé mi trabajo —dijo Lilith, sin que Olivia hubiese necesitado formular ninguna duda.

—Ya veo sí. ¿Sigue siendo anónima?

—Oficialmente sí. The sun no ha publicado mi identidad, ni puede hacerlo. Pero lo saben algunas personas.

—¿Personas que se podrían ir de la lengua?

—No. Ninguna va a contar nada.

—En ese caso —Olivia elevó su cerveza, antes de decir con solemnidad —¿Quieres trabajar conmigo en el departamento de prensa del Manchester United?

El nombre del equipo lo pronunció en voz baja.

Lilith se quedó perpleja. No había ido allí esperando encontrar una oferta de trabajo. Incluso cuando Olivia lo dijo se lo había tomado un poco a broma. Y menos una oferta precisamente para ese trabajo.

—Se me está empezando a cansar el brazo —dijo Olivia con humor. —Si vas a decir que no, hazlo ya, que deje la cerveza en la mesa. Y si vas a decir que sí, también agradecería que sea pronto.

Lilith agarró su vaso y lo chocó con el de Olivia.

—Será un placer.

Olivia le explicó a Lilith el procedimiento que debían seguir para convertirse oficialmente en trabajadora de su equipo de prensa en el Manchester United. Debía acudir el lunes siguiente para la firma del contrato y conocer a quienes serían sus compañeros. Lilith planteó sus dudas por su poco secreta relación con el equipo azul. Pero Olivia le aseguró que no podrían objetar nada, ella era la jefa de prensa y tenía plena potestad para elegir a su equipo.

Desde la ubicación que habían elegido se podía ver a la perfección una de las pantallas, había varias repartidas por la sala, que mostraban el terreno de juego. Lilith fijó su atención en ella. Mostraba por primera vez a Jack. Estaba hablando de manera muy cercana con uno de los jugadores del Aston Villa.

—¿Quién es ese? —preguntó Lilith.

—¿Me preguntas a mí?. Que llevo casi una década viviendo fuera, ¿quién es el amigo de tu novio? —contestó Olivia con una voz, un poco demasiado alta para el gusto de Lilith.

—Lo primero de todo. Baja la voz, por favor —rogó Lilith buscando a su alrededor si alguien la había escuchado —. Y no es mi novio.

—Perdón. Como me has contado que salió en los tabloides, no pensé que fuera secreto.

—Ya pero es...

—Complicado —contestó Olivia por ella aguantando la risa, parecía que era la palabra favorita de Lilith.

—Y me deja en mal lugar. No es algo que le vaya a contar a mi futura jefa.

—Eh, que también eres mi futura amiga en la ciudad. Sí no, no te contrato. Ya te he dicho que las dos cosas iban de la mano.

—Me vendría bien una amiga —pensó Lilith en voz alta.

—A mí también —contestó Olivia —. Por eso empezaré por decirte que ese que hablaba con Jack es John McGuinn. Jugó con él en el Aston Villa.

—¿No decías no sé qué de preguntarte a ti que vivías fuera? —cuestionó Lilith entornando los ojos.

—Solo me parecía raro. Eso no significa que no lo supiera. Sé un montón de cosas sobre fútbol. Me encanta. Y no lo he podido ver tanto como quisiera durante los últimos años, pero me mantengo al día.

—Eso significa que tengo que desechar la idea de proponerte que nos quedemos aquí bebiendo y pasemos del partido ¿No? —Lilith entre preguntó y afirmó.

—Totalmente. No solo lo vamos a ver en las gradas, sino que vamos a cantar y a animar.

—Yupi —dijo Lilith sin alegría. Se bebió de un sorbo la cerveza que le quedaba para pedir otra. Tendría que aprovechar antes del partido.

—Vamos —dijo Olivia divertida —. Seguro que a tu... —Se cortó ante la expresión de horror de Lilith —. Perdona.

Pero no la miraba a ella. Olivia siguió la mirada de su amiga, que se posaba en tres mujeres que acaban de entrar. Ella no sabía quiénes eran, pero era obvio que Lilith sí. Y por los puñales que viajaban en dirección contraria, ellas también la conocían. Una de ellas, en la que Lilith tenía clavada la vista, la miraba con una expresión diferente. Pena. La misma que teñía las facciones de Lilith al ver allí a Kendall. En la misma habitación que ella, pero a la vez a kilómetros de distancia.

—He cambiado de idea sobre la cerveza. Vamonos a los asientos —Lilith habló pese al nudo que le oprimía la garganta.

Olivia la siguió sin decir nada. Estaba claro que Lilith necesitaba salir de allí.

—Es mi mejor amiga. La morena que llevaba la camiseta del equipo —dijo Lilith una vez estuvieron sentadas fuera. Y el aire volvía a entrar a sus pulmones con normalidad. De las tres esposas de futbolistas, Kendall era la única que llevaba la camiseta de su prometido —. Pero ahora mismo nuestra relación es complicada —Lilith esbozó una pequeña sonrisa, respondiendo a la que se había formado en los labios de Olivia cuando escuchó esa palabra.

—¿Con las otras dos también es complicado?

—No. En ese caso la cosa es sencilla. Me odian porque me acosté con Jack cuando él tenía novia. Y bueno, ella es su amiga. Seguramente yo reaccionaría como ellas si no estuviera implicada en el caso.

—Yo no te voy a juzgar. Por suerte yo no conocía a la novia.

—Es un alivio —dijo Lilith con una sonrisa sincera. Era bueno hablar con alguien que no sabía nada de todas sus cagadas, aunque si de verdad se hacían amigas acabaría teniendo que contárselo.

Abajo vieron como Kalvin y Julián miraban en su dirección y las saludaban con las manos, muy efusivamente. Lilith se puso de pie y les dibujó un corazón con los dedos. Olivia permanecía sentada e hizo un tímido gesto.

—Saluda como se debe a tu viejo amigo —Lilith dijo con burla las últimas palabras. Le tocaba devolverle lo de llamar a Jack su novio.

Olivia sacudió la cabeza. No podía protestar, consciente de lo obvia que había sido con sus celos hacia Lilith al principio.

Se ahorró el corazón, pero sí que se puso en pie y agitó los brazos por encima de su cabeza, para que Kalvin la viera bien.

Lilith dejó de prestarle atención a sus amigos. Detrás del dúo, Jack había parado su calentamiento y miraba en la misma dirección. Hizo un gesto con la mano, corto y discreto.

Lilith, sin pensar mucho, levantó el dedo corazón de su mano izquierda.

Desde su posición en el campo Jack no podía ver el pequeño corazón pero una enorme sonrisa boba se instaló en su rostro, se acordaba de en qué mano estaba.

—¿Ya no tiene novia, no? —preguntó Olivia cuando los jugadores desaparecieron en el túnel de vestuarios.

—No.

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Lilith aprovechó el descanso para ir al baño. Olivia no quiso acompañarla.

Se estaba lavando las manos cuando la puerta se abrió.

—El último lugar donde esperaba encontrarte —dijo una voz que conocía muy bien.

Lilith se secó las manos. Contestó a la defensiva, sus últimos encuentros con Kendall no habían sido los mejores y lo último que quería era discutir otra vez con ella.

—Me ha invitado Kalvin a verlo.

—Ya. He visto que os lleváis muy bien.

Lilith no sabía si estaba insinuando algo, por lo que había salido en los tabloides, o era una observación sin más. Ella y Kalvin ya se llevaban bien cuando Kendall formaba parte de su vida.

—Perdona, pero me están esperando —dijo Lilith intentando pasar a su lado. No quería quedarse para averiguar cuál era el humor de Kendall.

—John me dijo qué has cambiado de trabajo. —El tono de voz de Kendall era diferente. Más parecido al que Lilith recordaba —. Me alegro.

Kendall había utilizado las mismas palabras que su prometido. No sabía si queriendo o sin querer. Lilith le contestó lo mismo que a él, semanas antes, ella también se alegraba.

Le habría gustado decir mucho más. Compartir con ella lo que le estaba pasando. Contarle que a partir del día siguiente tenía un nuevo trabajo. Sin embargo se limitó a morderse los labios y abandonar la estancia, dedicándole una última mirada de pena. Era la primera vez en su vida que le pasaba algo importante y ella no era la primera persona con la que lo compartía.

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Hola. Por si alguien le interesa voy a empezar a públicar algo sobre Olivia y Kalvin, en mi perfíl está la introducción. Perdón por el auto spam😂.

Muchisimas gracias por todos los votos y los comentarios, no sabeis lo que me ayudan a seguir en momentos un poco dificiles♥️.  

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