Risas.

¿Desde cuándo Freddy no había reído de esa manera?
Ni siquiera pensaba en lo malo que era su vida, su mente solo se centraba en el y aquel rubio.

—¡Golden ya basta!—el mencionado no dejaba de hacerle cosquillas provocando Fuertes carcajadas en el castaño.

Freddy reía y a Golden le gustaba.

El rostro del rubio se acercó al castaño y le dio un beso en los labios.

Estaban tan cerca, y el cantante aprovechó en besar, besar y besar todas las veces posibles en los labios a su ahora novio.

—G-Golden ya...—se alejó un poco sonrojado, más no podía, el contrario lo tenía atrapado entre sus brazos.

—Se que te gusta.—y volvió a seguir brindándole besos.

En realidad...

Freddy ya no lo sabía.

—Hagamos la tarea de una vez...—apartó la mirada para que el chico no pueda percatarse de su sonrojo, aunque ya lo había notado—deja de mirarme ¡me desconcentras!—se encogió de hombros.

—Tú eres el que me desconcentra.—le obligó a verlo. Ahora lo tenía frente a frente y oh por dios, Freddy es tan...tan perfecto. A Golden le gustaba observarlo y que él también le observase, así se concentraba más en sus bellos ojos, le gustaba ver lo lindo que se ponía cuando sus mejillas se teñían de un lindo color carmesí leve. Aprovechó y lo besó.

A Golden le gustaba sus labios.

—Mmh...Golden, por favor, no quiero desaprobar—sonrío entre el beso.

—Te amo tanto...—suspiro el rubio, por fin alejándose un poco de él para poder observarlo bien y escuchar su respuesta.

Pero...

¿Qué tenía que responder?

Hace algunos días lo había pensado, se había desahogado con su hermano en coma.

A pesar de todo aquello, continuaba confundido. ¿Qué era lo que realmente sentía?

¿Qué era "amor" para Freddy?

¿Y por qué diablos está dudando?

¿A caso...se estaba...?

—Yo también te amo.—el castaño confesó (¿o mintió?) hacia su pareja con una diminuta sonrisa. Golden, en cambio, sonrío como nunca.

—Al diablo la tarea, salgamos.—se levantó y el moreno imito su acción.

...

Freddy odiaba las miradas.
Cuando lo miraban fijamente, pareciera como si le estuviesen hechando la culpa de algo, de algo malo que hizo...pareciera como si él hubiese sido el culpable de absolutamente todo lo malo que está ocurriendo.
Se sentía culpable.

Pero...

Las miradas que el rubio le daba, esas que lo hacían a veces sonrojar, esas que le hacían dudar "¿en serio estoy mintiendo?", esas que le hacían sentir bien.
Las miradas de Golden llenas de amor, de tanto amor, un amor que nunca en su vida podría encontrar. Y Golden se atrevía a luchar por él, se atrevía a hacer todo por él, se atrevía a mirarlo siempre para hacerlo sentir mejor.

—Eres hermoso—dijo el rubio, mientras observaba a su pareja con un helado que el cantante le había comprado solo para él. De su favor favorito. Bueno, si existiera un helado sabor a pizza ese sería su favorito.

—Este helado igual,—llevo el postre frente a los ojos grisáceos del rubio—¡míralo!—exclamó divertido.—Porque en un segundo ya no estará...—finalizó relamiendo sus labios.

Aquel acto hizo que Golden soltara unas risas.

Cuando Freddy estaba alegre y feliz, era muy divertido. Esa sonrisa suya en sus labios contagiaba.

Quería besarlo siempre.

Espera.

¡Puede hacerlo!

—¡Golden! Mira est-

Lo interrumpió con un beso, a lo que Freddy de inmediato no dudó en corresponder. Ya se estaba acostumbrando.

—Golden...si sigues besándome tantas veces te vas a aburrir de mis labios.—no necesitaba gritarlo para que lo escuchara cuando estaban lo suficientemente cerca como para poder susurrarle.

—Jamás. Jamás me aburriría de ti y de tus labios.—y lo volvió a besar.

Par de melosos que eran.

Pero eso no quitaba el hecho que...

—Quédate aquí, iré por más helado.

—¡Esta bien, cuidare tus cosas~!

Sea un sucio ladrón.