𝐯. 𝐜𝐡𝐚𝐫𝐥𝐢𝐞 𝐰𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

━━━━━CAPÍTULO 5━━━━━
charlie weasley

LOS GEMELOS WEASLEY SE MIRARON entre sí al notar como el rostro de la bonita muchacha ni se inmutaba ante la la vista de aquellos feroces animales.

Sus ojos grises observaban todo con tranquilidad, no había ni una pizca de miedo o pánico que les indicara que su cometido había funcionado, de hecho, la sonrisa ladeada de sus labios les dio a entender todo lo contrario. El plan había fracasado. Querían sorprenderla y ella realmente no parecía nada sorprendida.
Neferet bufó suavemente al notar el par de ojos expectantes puestos en ella y se giró ligeramente hacia ellos para observarles, aun sin dejar de sonreir. Ella pudo ver que ellos estaban esperando una reacción muy diferente de su parte y eso le causó gracia, sus ojos brillaron con diversión y ella soltó una corta risa que dejó a los hermanos confundidos.

—¿Esto era lo que querían enseñarme? — Fred hizo una mueca mientras su hermano asentía—. ¿Dragones? —ambos asintieron y ella volvió a reír.

—Sinceramente—comenzó George a decir—, no esperábamos esta reacción de tu parte...

—Esperabamos que gritaras aterrada...

—¿Esto les funciona con las chicas? —inquirió ella con algo de burla, a lo que ellos compartieron miradas—. Lamento ser yo la que tenga que decirlo, pero no me gusta mentir...—fingió pena—. Dan pena.

Fred bufó casi pareciendo tan ofendido como su hermano.

—Nos funciona todo el tiempo—replicó cruzándose de brazos frente a ella—. Al parecer tu eres un caso especial.

—Si eso los hace sentir mejor—canturreó—. Aunque, obviamente, yo siempre soy un caso especial

—O simplemente no funcionó contigo porque ya habías estado aquí—dedujo George provocando otra risa por parte de Neferet, quien se encogio de hombros suavemente sin darles una respuesta concreta.

—No es mi culpa que no preguntaran—contestó ella con simpleza mientras se miraba las uñas con bastante interés—. Pero no se decepcionen, aun me queda conocer por conocer al hermano mayor.

Los pelirrojos sonrieron al instante, pues casi como si la castaña le hubiese invocado, su hermano apareció a lo lejos.

Caminaba cerca de las tiendas a las que los cuidadores iban a descansar de vez en cuando, parecía alerta (al igual que la mayoría de los magos que deambulaban por el campamento) por si alguno de los dragones se salía de control pero caminaba tranquilo, echándole una mirada a la valla de vez en cuando, como si estuviera esperando a alguien. Su mirada se posó en sus hermanos y en la figura femenina que les acompañaba, negó suavemente mientras sonreía, ellos habían dicho que le visitarían pero no habían mencionado que llevarían compañía. Sus pasos se volvieron rápidos mientras se dirigía hacia ellos y observó curiosamente a la chica que se encontraba dándole la espalda, por alguna razón, la pequeña figura de la fémina se le hacía tremendamente conocida y, cuando la imagen de la bonita chica de ojos grises vino a su cabeza, sintió que su mente le estaba traicionando.

Sacudió su cabeza para despejar su mente y sonrió mientras se iba acercando más. Escuchaba a sus hermanos quejarse de algo que no entendía, mientras que veía como la cabellera castaña de la chica se movía mientras negaba y soltaba alguna que otra risa seca.

Charlie estaba más que seguro de que sus hermanos la habían llevado a ver los dragones para impresionarla y solo pudo rodar los ojos con diversión, nunca cambiaban y él esperaba que no lo hicieran. Sus hazañas con las chicas eran de lo que constantemente estaban hablando en sus cartas, sin contar, claro, sus constantes bromas en el colegio y el cómo sacaban de quicio a su madre. Debía admitir que ellos eran bastante ingeniosos (con las chicas y en todo en general), era verdad que no eran los mejores de la clase pero eso no les quitaba el mérito, sus ideas eran muy buenas y precisamente él estaba orgulloso de que ellos hicieran de lo que tanto les apasionara algo de lo cual podían sacar provecho, tambien entendia la forma en la que ellos se sentían al verse criticados constantemente por su madre, pues cuando él decidió que se iría a Rumania a estudiar dragones y no quedarse en el Ministerio como Molly quería, no se puso nada contenta (pero poco le importó) y quiso impedir que se fuera a toda costa.

Por eso les apoyaba. Porque sabía cómo era su madre y porque sabía que su ingenio los llevaría a lograr sus metas.

Vio como Fred le guiñaba a la chica antes de echar una mirada sobre el hombro de ella y señalarle a su gemelo que mirara en su direccion tambien. Aquella acción pareció llamar la atención de la castaña, pues se giró luciendo un poco desconcertada al observar lo que a los pelirrojos les había llamado tanto la atención y frunció el ceño con rapidez, sus ojos brillaron con reconocimiento y parecía ligeramente sorprendida.

La sonrisa ladina de Charlie no se hizo esperar.

Neferet quiso ocultar su sorpresa, pero le fue imposible hacerlo. Ver al apuesto pelirrojo frente a ella nuevamente le causó un hormigueo satisfactorio en el pecho y, cuando quiso darse cuenta, ya estaba esbozando una sonrisa irónica en su dirección. Ni siquiera ella esperaba volver a encontrarse tan pronto con él.

Bendito sea destino y benditos sus ojos por tener la oportunidad de volver a ver a Charlie Weasley.

—¡Charlie!—exclamó George alegremente mientras se acercaba a la valla donde su hermano mayor estaba apoyado—. Es bueno verte entero aún.

El pelirrojo mayor desvió su mirada de la chica y rodó los ojos antes de posarlos en su hermano dándole una mala mirada.

—Sí—apoyó su gemelo colocándose a la par de la castaña—. Verte sin una extremidad no habría causado una buena impresión en nuestra nueva amiga—canturreó haciendo que la atención de Charlie volviera a Neferet, quién no había apartado sus ojos de él en ningún momento, lo cual le hizo sonreír.

Neferet le analizaba con curiosidad, notando la naturalidad de su relación con sus hermanos y como no tenían que cortarse ni un poco al hablar. No pudo evitar compararlos con su relación con su hermano, era...extraña para ella y ciertamente curiosa la diferencia abismal que existía entre ambas relaciones.

—¿Impresionando chicas otra vez?—aquello iba dirigido a sus hermanos, pero él no apartó la mirada de la castaña en ningún momento y eso llamó la atención de los gemelos.

Neferet, casi como si hubiese olvidado cómo sonaba la voz del guapo pelirrojo, sintió como un escalofrío placentero le recorría por la espalda al escucharlo. ¡Merlín! ¿Por qué tenía que ser tan atractivo? Aquellos intensos ojos azules no se apartaban de ella y eso le gustaba, pero su voz... ¡Demonios! ¡Le encantaba!

—Ella es difícil de impresionar, hermano—contestó George.

—No le han sorprendido nada tus dragones, Charlie—dijo Fred con algo de burla, queriendo picar a su hermano y sabiendo que sus dragones eran su punto débil. Sin embargo, Charlie simplemente sonrió—. Ha arruinado nuestros planes.

—Bueno, probablemente la próxima vez deberían elegir a una chica menos curiosa y que no deambule por el bosque en las noches—habló el mayor mientras le daba una significativa mirada a la castaña. Neferet se cruzó de brazos y alzó una ceja hacia él mientras sonreí ligeramente, casi como si estuviera retándole.

Los gemelos compartieron una mirada y bufaron al mismo tiempo con incredulidad.

—¡Le conoces!—acusó George a Neferet, quien simplemente se encogió de hombros.

—Culpable—declaró ella con burla haciendo una mueca—. Pero—dijo girándose a ver a los gemelos—, en mi defensa, tengo que decir que sería una falta de respeto muy grande que yo no conociera a el guapo hermano mayor. Habría sido un desperdicio de belleza.

—Debiste decirnos que ya le conocías—se quejó Fred cruzado de brazos mientras la miraba de forma acusatoria pasando por alto el halago dirigido a su hermano.

—No sabía que era él—Neferet volvió a encogerse de hombros con simpleza.

—¡Venga! Pelirrojo, pecas, ojos azules y guapo—dijo George con obviedad—. ¿Cómo no sabrías que era nuestro hermano?

—Ustedes no son los únicos pelirrojos en el mundo—rodó los ojos de la misma forma.

—¡Pero si los más guapos!

Neferet se volvió a encoger de hombros soltando una suave risa. En eso tenían razón.

—Tendrán que cambiar de tácticas si quieren conquistar chicas—se rió Charlie revolviendole el pelo a George.

—Nuestras tácticas son muy buenas—defendió Fred—. El problema aquí es que no podemos competir contra ti, hermano.

La chica, sin poder evitarlo, soltó una risa mientras observaba cómo el rostro del pelirrojo mayor se descomponía por el desconcierto. No sabía cómo, pero parecía que esos dos pelirrojos ya habían descubierto su interés por su hermano, aunque, tampoco es como que ella se molestara mucho en ocultarlo.

—Así que...—bufó Neferet evitando que Charlie preguntara algo sobre lo que había dicho su hermano—, ¿la primera prueba se trata de tus dragones?

Charlie ladeó una mueca y se rascó la nuca pareciendo nervioso. Probablemente hablar de ello lo metería en problemas pero, ¿que más daba? Sus hermanos ya lo sabían y estaba seguro que la chica no le diría a nadie, puesto que el día anterior los había visto y, hasta ahora, ninguna otra persona había estado merodeando cerca del bosque. Además, esa bonita chica no era ninguna tonta, se había dado cuenta por sí sola, aunque los dragones eran bastante obvios ya.

—Se supone que debería ser un secreto—respondió él formando en sus labios una sonrisa culposa, a lo que sus hermanos bufaron a la par.

—Pues eres muy malo guardando secretos, Charlie—se burló ella saboreando su nombre su nombre entre sus labios.

—Entre mis virtudes no está el poder controlar que chicas bonitas deambulan por el bosque—sonrió directamente hacia ella, a lo que Neferet elevó una ceja con diversión. Le gustaba la actitud de ese chico—. Así que eso no quita el hecho de que sea un buen confidente—dijo casi sugerente provocando una ligera risa de su parte.

Le estaba coqueteando. El guapo pelirrojo le estaba coqueteando.

—Lo tomaré en cuenta, aunque no me gusta contarle mis secretos a extraños—se cruzó de brazos y miró al mayor con picardía, luego llevó sus ojos al otro par de chicos, quienes  parecían entretenidos observándolos con ojo crítico—. Pero, eso no aclara el porqué tus hermanos sabían lo de los dragones.

Los pelirrojos (los tres) compartieron una mirada cómplice, Charlie rodó los ojos y sus hermanos se burlaron de él.

—Digamos que nos gusta leer la correspondencia de nuestra madre—declaró George con una sonrisa egocéntrica viendo a la chica.

—Y que nos gusta estar en el bosque prohibido...—dijo Fred.

—...porque hacer enfadar a nuestra madre y romper reglas es lo que se nos da mejor—completó George.

Neferet rió casi con pesar recordando que, si ella hiciera enfadar a su madre o siquiera llegara a hacer algo que le disgustara un poco, Elizabeth Avery tenía una mente muy creativa y los crucios eran de lo que menos debía preocuparse. Aunque, a veces había momentos en los que se permitía hacer cosas que la habían enfadar, pero se encargaba de estar lo suficientemente lejos de ella como para recibir el castigo en el momento o para que se entere sin embargo, si llegaba a enterarse y una vez de regreso en en casa, su castigo era lo suficientemente malo para arrepentirse de los hechos. A veces no importaba cuán satisfactorio hubiese sido para ella, el dolor era peor.

Bufó suavemente, sabía que iba a arrepentirse después, al fin de cuentas estaba mezclándose con traidores a la sangre y eso era algo que su madre no toleraría pero, ¿que era lo que sí toleraba ella? Nada. Sin embargo, no podía evitar desear estar con personas como ellos. Eran diferentes a las demás personas que conocía, a su familia y a sus amigos, sobre todo a su familia. Eran todo lo contrario a lo que a ella le inculcaron, ellos eran todo aquello que su hermano y ella no debían ser y, además, eran libres.

Negó de forma casi imperceptible, apartando cualquier pensamiento de su mente y centrándose en los pelirrojos que tenía enfrente.

—Asi que han estado espiando al hermano mayor...

—Espiar no es la palabra que nosotros usaríamos—interrumpió Fred con una mueca—. Pero si quieres verlo de esa forma...—se encogio de hombros—. Entonces sí, espiamos a nuestro hermano.

—Y de una forma no muy discreta—comentó el mayor mientras se balanceaba sobre sus pies y observaba curiosamente a la castaña.

—Sí, puedo imaginarlo—dijo ella rodando los ojos recordando la forma nada sutil en la que los gemelos se habían acercado a ella.

Los gemelos resoplaron a la par. Mientras tanto, Charlie llamó la atención de todos cuando, con el mínimo esfuerzo, apoyó las manos sobre la valla y tomando impulso saltó hacia el lado donde ellos se encontraban. Neferet no pudo evitar fijarse en la forma en que todos sus músculos se tensaron en aquel simple acto y se mordió el labio cuando el pelirrojo notó su mirada puesta en él.

George codeó a su hermano al ver cómo estaban siendo ignorados nuevamente por aquellos dos que solo se dedicaban a compartir miradas pícaras y a coquetear descaradamente frente a ellos, Fred asintió ante la mirada que su hermano le estaba dando y se acercó a Neferet rompiendo la burbuja momentánea en la que ella y Charlie se habían metido. Le rodeó los hombros con uno de sus brazos y ella inmediatamente se tensó inhalando profundamente, dirigió su mirada hacia él y luego se sacudió bajo su toque. El chico frunció el ceño al notar su repentina tensión, más no dijo nada al respecto y, formando una ligera sonrisa, apartó su brazo de sus hombros dándole su espacio. Parecía que no le gustaba el contacto físico.

Charlie también notó aquello.

—Bueno—comenzó Fred cuando vio que los hombros de la chica se habían relajado y se acercaba unos cuantos pasos hasta estar a su lado—, George y yo tenemos que arreglar otros asuntos—la mirada que le envió a su gemelo no fue nada disimulada, pero ni el mayor ni la chica dijeron algo sobre ello. Ella porque  parecía estar perdida en sus pensamientos y él, por estar demasiado ocupado observando su cambio de actitud.

—Sí—le apoyó su doble para después darle una ligera palmada en la espalda a su hermano mayor, alentándolo—. Probablemente Angelina esté buscándonos, así que...

—¡Nos vemos luego!

La Avery reaccionó entonces, observando al par con el ceño fruncido. No iba a quejarse, la compañía de Charlie podía ser provechosa, sin embargo, le parecía de mala educación que (al ser ellos quien la habían llevado) quisieran dejarla allí.

—¿Piensan irse sin mi?—inquirió ella elevando una de sus cejas.

—Bueno...—carraspeó Fred que aún no emprendía camino, mientras su gemelo tuvo que detener su caminata para girarse y observarla—. Nosotros tenemos cosas que hacer y lo habíamos olvidado...

—¡Sí!—siguió George con bastante entusiasmo—. Además... le prometimos a Charlie que pasaríamos la tarde haciéndole compañía, pero como tenemos que irnos...—pareció balbucear un poco, probablemente no encontrando las palabras exactas y Neferet quiso reírse al entender lo que querían hacer—pensamos que tú podrías hacerle compañía a nuestro hermano por nosotros.

—Parecen llevarse—comentó el otro— y ya se conocían, así que no creo que eso suponga un problema.

—Además...¡a ella también le gustan los dragones!

—Puedes compartir tu amor por los dragones con ella.

—No creo que eso sea buena idea...

—Cállate.

—Es solo mi opinión. Ya sabes cómo se pone con sus dragones.

—Es algo intenso pero no creo que ella vaya a correr espantada.

—Si tu lo dices...

Y mientras discutían comenzaron a alejarse de ellos con tranquilidad, dejándolos solos.

Charlie la observó fijamente notando como su entrecejo aún seguía fruncido pero parecía más relajada que antes, sus mejillas estaban ligeramente sonrosadas al igual que su nariz debido al frío y en sus labios se formaba una mueca ladeada mientras observaba a los gemelos perderse entre la espesura del bosque. Ella sintió la intensa mirada del pelirrojo sobre ella y se giró para observarle. El muchacho no apartó la mirada al verse descubierto observándola, al contrario, le dio una encantadora sonrisa que provocó que la castaña entrecerrara sus ojos hacia él.

Su ceño fruncido desapareció y una mueca divertida se posó en sus labios.

—¿Ahora si vas a decirme cómo te llamas?


































si, soy yo reviviendo después de una eternidad sin actualizar
espero disfruten el cap y que les guste y lamento de todo corazón haberles hecho esperar tanto tiempo uwu

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro