〰️CAP. 14 "La verdad en ti"〰️

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Despabilo -lentamente- percibiendo abarrotado todo mi maldito cuerpo. Es como si una aplanadora hubiera arrasado contra mis caderas, mis sensibles nalgas queman y para colmo, al finalizar con la apertura de mis párpados noto marcas moradas sobre mis brazos.

"¿Pero qué demonios?" En automático me reviso como doctor en urgencias mientras me aguijonea la puntada de mis caderas, recordando que bien entrada la mañana, de domador no tuve nada. Y así, me regresa de improviso a la validez del momento.

—¡Mierda morocho! Casi me atraviesas —me susurro recostando mi cuerpo nuevamente y emitiendo un profundo suspiro.

No sé cuanto tiempo ha pasado o si alguna vez he morado amanecido en alguna cama que no fuera la mía. Siempre fue sexo rápido, repetitivo y se podría decir que era más por instinto que por pasión desenfrenada, o alguna otra mierda de esas.

Fue más como una pseudo manera de imponer mi poder sobre los otros. Sin apego, sin aflicción, sin una maldita pizca de compasión alguna, más que consumir y descartar como un trapo inmundo y en desuso.

Pero, rememorar la mañana y la sensación de su toque cuando tomaba mis manos se percibe como un endemoniado presagio proclamador de mi derrumbe.

—¡Por favor demonio! ¡Vamos! ¿Me vas a decir que un pequeño angelado puede con los tuyos? —me digo ofuscado por mi impronta ante su presencia. Es como si todo mi dominio se basara a su semejanza. Apartando lo que soy para ser con él "débil y patético" dirían mis súbditos.

Debo dejar de tontear como un simple humano y dedicarme a lo que sé, a lo que realmente soy...

El mismísimo Dāeva, el suplantador de tu miserable alma si se me da la reverenda gana.

¿O debería apostar y enunciar quién soy?

En una de esas, puedo tener todo al mismo tiempo... Aunque su humanidad -que por parte me apresa- por el otro me asquea, generando rabia en mi interior por querer remediarlo todo.

A parte, un seguidor de Él no aceptaría nuestro trato... ¿No? —Morocho, estás más para ir abajo que para ir arriba —me susurro.

¿Y no es como si los malditos humanos no decidieran con sus actos? ¿Yo? Simplemente soy un simple interventor, nada más... ¿Por qué él debe intervenir en cualquier acto de violencia que repare?

Me incorporo en el lecho como puedo y entre quejidos, rebusco la cajetilla de cigarrillos de mi pantalón perfectamente acomodado a los pies del aposento.

Entonces, comienzo a observar alrededor. La habitación es un pequeño nido de ratas con una porquería de colchón, que en vez de calmar mi cuerpo, agudiza mi dolor.

Completamente desnudo y sin apuro, disfruto del espeso humo que recorre mi garganta cuando advierto abrirse el acceso de la habitación e ingresar un sonriente JungKook junto a un par de bolsas. Y lo observo sin perderme detalle de su caliente cuerpo con cada movimiento que realiza.

—¿Estás despierto? —consulta.

—No, todavía estoy dormido —le contesto entre risillas inhalando -nuevamente- de mi cigarro.

—Pero que chistosito nos despertamos hermoso. ¿Pudiste descansar? —pregunta retirando su chaqueta para acercarse a mí lado.

—¿En éste colchón de mierda? Lo dudo...

Él, me atisba con media sonrisa y negando con su cabeza se recuesta encima mío como en una acción completamente natural. Y retirando con sus dedos algunos cabellos de mi rostro comenta: —Espero que tu cuerpo no esté tan adolorido. En la tienda te compré unos analgésicos, porque creo que me emocioné mas de la cuenta con la fuerza, lo siento. 

—¿Cómo dijiste tú..? "El dolor me calienta"... Bueno, eso —le respondo sin despegar mi visión de sus renegridos y provocadores ojos —. Al dolor lo siento, pero en la misma medida que me lo saboreo.

〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️

Al regresar a mi modesta habitación, lo encuentro despierto y desnudo fumando sobre la cama. Como si nada hubiera pasado en el amanecer antecesor o como si pudiera agregarle un mal mayor a mi pesar, está como si no me diera cuenta de qué esta conexión que percibo a flor de piel, no fuera la trama tóxica de algún diálogo.

"La pecaminosa delicia de lo prohibido", "El desacierto de la elección de tu compañero sexual" o "¿Cómo entregarte a la absorción de tus entrañas mientras te escupen como fuego pasional?" Podrían ser los títulos de algunos de los guiones. Todos y cada uno de ellos, cargados de sentimientos encontrados, de malas decisiones, y de confusiones extremas.

—Vamos a comer, ¿quieres? Es casi media tarde y no quiero morir de inanición —no tengo ganas de meditar nada, solo de disfrutar aunque me queme, del abismo de su piel antes de retornar al labor en el antro.

—Si sales de encima mío podré acompañarte a comer, de lo contrario, deberás probar el postre primero... —murmura con su erótico tono cargado de morbosidad inyectando en mi sistema una dosis de adrenalina que golpea fuertemente mi pecho y siguiendo rumbo a mi entrepierna.

No dudo ni un instante más y arrastrando mi cuerpo sobre el suyo, me inclino para morder y apresar esos regordetes labios partidos que al advertir mi lengua, dan despliegue como una clara invitación a sucumbir en su boca.

Aprisiono sus inquietas manos a ambos lados de su rostro mientras restriego mi cadera sobre la fina sábana que recubre su dureza, sustrayendo apenas unos sonoros gemidos que son elixir para mis oídos.

—Pequeño provocador —murmuro entre húmedos roces que nada predisponen a la venidera comida. Y de no ser por el fuerte rugido de mi estómago -que esfumó el ambiente como por arte de magia al estallar ambos en continuas risas- seguiría entre sus labios.

—Mejor comemos o me comerás a mí... Y no de la manera que quiero —comenta empujando mi cuerpo hacia los pies de la cama.

Entonces, me incorporo hasta la pequeña mesa y dando la vuelta le consulto: —¿Te piensas quedar en la cama?

—Sí, trae tu culo y la comida aquí... Y de paso aliméntame, que bastante doliente quedé... A parte, ya me acostumbré a tu duro colchón de mierda. 

Y tengo -nuevamente- frente a mí, a la dualidad que lo caracteriza. Vesánico y enfermizo por un lado y un imán tierno y adorable por el otro.

Así que, otra vez, haré caso omiso al llamado de mi Señor. Las descripciones apuntan hacia dónde no quiero ver por el momento... Así que prefiero gozar con mi lado humano de lo que siento en éste preciso instante y ceder el completo control a mis más bajos instintos.

"Estás jugando con fuego..." Me dijo el emisor de mi recado. Y solo puedo vislumbrarme quemándome en mi enflaquecimiento.


















































COMO QUE SÉ, PERO NO QUIERO🤦‍♀️🤣

RECUERDEN QUE UN SEXO RUDO Y CONSENSUADO, NO ES ABUSO. Y DE PASO, RECUERDEN QUE ESTO ES FICCIÓN😉

PORQUE... TENDREMOS MUCHO SEXO DURO😱

MEPA QUE NUESTRO ÁNGEL, SE NOS VA PA ABAJO🤭🤣

GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR😍

LOS AMITO MUCHO❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro