〰️CAP. 30 "Bocado sexual"〰️

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Entonces, debo darle maíz para que trague" dijo mi sexi morocho sin reparo alguno de lo que pueda provocar en mi interior.

Siete palabras que desarmaron mi coraza predisponiéndome a la acción, mutando mi expresión a la de un deseo abrazador de sentirte dentro mío con ferviente veneración.

—Este pollito quiere que le rompas el culi...

—Pero que pollito atrevido —susurras cerca mío con un media sonrisa de lado y tironeando de mis vestimentas para arrimarme más al calor que expide tu fornido cuerpo.

—Atrevido es lo de menos... —te secundo alborotando el gallinero, porque si de algo estoy seguro es que si aprieto, lo conseguiré...

Estiro mi mano para acariciar por sobre la tela que recubre tu prominente erección. Caliente al tacto y caliente yo, perfecta combinación para mi ansiado acto.

—Eres... —susurras entrecortado y con pesada respiración mientras masajeo por encima de la tela contorneando mi cadera en provocativa invitación.

—¿Soy qué? —murmuro bajo sobre el lóbulo de tu oreja, a puntitas de pie y sellando mi pregunta con una sugerente lamida que provoca tu estremecimiento.

—U-un pollito muy follable... — dictaminas con tu cegada visión mientras disfrutas de la sensitiva recorrida que te doy acariciando con mis pequeñas manos -que traviesas- desabrochan lo que te apresa.

Como ido entre pasión tomas -de brusca manera- mi nuca, buscando la conexión de nuestras bocas que intercambian saliva con creciente afección.

Y mientras muerdes y juegas con mi lengua, estirando mi ribete hasta provocar un jadeo de satisfacción de mi parte, muero porque me manejes como gustes y estar a tu maldita merced.

—Necesito sentirte... —articulo con mi mano franeleando tu dureza mientras manchas mis manos con la viscosidad que generas al estar a punto de ebullición.

—Y... yo quiero que me sientas... — determinante dictaminas mientras enredas mis piernas a tu cadera rozando mi bulto con tu inquieta erección.

Atropellas sobre la mesa tirando todo a su paso mientras jaloneo tus renegridos cabellos y así arrastrar tus calientes labios por la expuesta piel que se asoma a medida que arrancas con creces mis desafortunadas vestimentas.

Piel que quema ante tu tacto...

Y desangro por cuantiosos minutos, rogando por primera vez en mi maldita vida, que el tiempo se transforme en una eterna agonía para poder saborear cada centímetro tuyo mientras gimoteo de placer.

—Eres exquisito mi rubia debilidad. Me dedicaré a adorar cada fragmento de tu dermis y asegurarme de que me recuerdes de aquí hasta la eternidad...

—Una llama viva y encendida solo por tu combustión, amor mío. Adora mi piel y hazme eternamente tuyo —susurro acalorado y enamorado.

Despojas a toda velocidad las prendas que recubren mi creciente necesidad, delineando un sendero de fluidos desde mis turgentes pechos hasta el inicio de mi oculta cavidad.

—Tan ansioso pollito mío... —murmuras entre lamidas con mis piernas suspendidas y ofrendado enteramente para ti.

—Pollito mis pelotas, sexi morocho — alejo repentinamente tu cuerpo de un fuerte empellón para luego incorporarme en el suelo, arrastrándote mientras me doy la vuelta y me entierro de lleno -sin ningún maldito resguardo- en tu enfurecida barra.

—¡Mierda pequeño! —exclamas entre jadeos mientras inspiro profundamente, sosteniendo un quejido provocado por la intromisión profunda de tu sexo.

—Ahora sí, fóllame duro hasta que suplique porque pares, y aún así, no lo hagas una mierda —murmuro pegando mi cuerpo sobre la fría mesa y abriendo mis glúteos con la fuerza de mis manos, para enterrar aún más profundo tu dureza.

〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️

Si hubiera siempre que morir para poder vivir esto...

Agradecido al Señor que proveyó futuro a mi razón para poder ser en este momento.

Porque percibir tu sistema entregado al calor de nuestros cuerpos, sumando a tus graciosos cuentos, generan una repentina sensación de calidez en el interior de mi ser.

Yo, solo puedo dedicarme a adorar cada parte de tu piel amándote segundo a segundo. Y que grabes en tu táctil memoria, lo que me haces escocer.

¡Bienaventurados a morar la vida terrenal!

A morir, una y otra vez, en cada desgarrador orgasmo para luego revivir pleno y feliz con cada roce que me des.

Porque ser el bendito ganador de observar tu culo, abrirse paso ante mi duro falo, hacen perder mi razón.

Y por segundos, me dejo llevar abrazado a tu imponente impronta, despojando todo rastro de duda al coger tu cuerpo desde tu cadera para luego arremeter -una y otra vez- como si fuera la última comida. 

Entonces, susurro para que me escuches nítido y no queden dudas de que no pararé hasta hacerte flaquear las benditas piernas: —Te voy a follar tan duro...

Como maniático me introduzco sin piedad.

Profundo y certero a medida que gritas descontrolados jadeos en cuando empiezo a extraerlo despacio como en agónica procesión y lo introduzco vehemente, hasta chocar brusco contra la piel de tu culo.

Me lanzo sobre tu espalda sudada, empujando -aún más- profundo en la oscuridad de tu piel. Buscando tus labios al girar tu rostro tomado entre mis dedos.

Lamo y muerdo por doquier hasta que debemos separamos por la falta de oxígeno circundante a nuestro alrededor.

—Me calienta que te guste rudo... —te susurro apresando la sensible dermis de tu cuello mientras rebusco con mi mano tu goteante miembro, y así, abocarme a gozarlo certero.

Entonces, una erótica idea se cruza en mi distorsionada cabeza y me alejo de tu cuerpo.

—¿Qué pasa? —cuestionas de inmediato, extrañando mi duro tacto.

—Date vuelta y cuelga tu cabeza hacia mí —ordeno mientras te acomodo el cuerpo sobre que te mueves.

—Mmm ¿Qué ocurrencia tienes? — cuestionas erótico a medida que te posicionas sobre la punta del mueble con tu cuerpo hacia arriba y tu cabeza fuera de la mesa.

—Calla y come... —dictamino severo empujando mi miembro sobre el final de tu garganta. Aguantando mi creciente necesidad de descargar al sentir tu cálido interior y ver cómo, continuamente, te atragantas.

Entonces, deslizo mi cuerpo hacia adelante y elevando tu cadera, me aboco a comer de un solo bocado tu ardiente sexo deseoso de tacto.

Pero sobre que comienzo, desespero por mi inminente final. Y jadeando, te aviso que me vengo para recibir de tu parte un "dámelo todo dentro". Provocando que en un estruendoso gruñido que remarca cada vena de mi piel, me deshaga en un arrollador orgasmo mientras tragas cada gota de mi ser. Siendo sorprendido por tu orgasmo que me deja privado de visión por un momento.











































































DIOS MEA😱 CON ESTE PAR DE HUMANOS AHORA 🤤😏🤭

GRACIAS POR ESTAR😍

LOS AMITO MUCHO❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro