HANNAH

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Me levanté torpemente de la cama. Había dormido extrañamente bien. Miré el móvil, eran las nueve. Me acerqué al espejo que había justo enfrente de la cama de Tyler, y me peiné lo mejor que pude con las manos.

¿Se habrían despertado ya?

Vaya, esto va a ser incómodo.

Intentado hacer el menor ruido posible, salí de la habitación, buscando algún alma viva. 

-¡Buenos días!- Me asustó la voz de Emily a mis espaldas. Pegué un pequeño saltito y las dos nos reímos.

- Buenos días.- la seguí hacia la cocina.

-¿Qué tal has dormido?

- Bien. Muy bien. Muchas gracias de nuevo...

- A mí no me las des. Dáselas a Tyler. Es él el que ha dormido en el salón en tu lugar.- Dijo mientras señalaba la enorme puerta de la sala de estar.

-¿Cómo que en mi lugar?- Emily esbozó una sonrisa.

- Tú hubieras dormido en el sofá si Tyler no se hubiera ofrecido a dejarte su cuarto, que obviamente es mil veces más cómodo.

¿Tyler había hecho eso por mí?

-¿Café?- Volvió a hablar.

-Si, gracias.- Le sonreí mientras alcanzaba la taza que me había preparado.

- Bueno... ¿Entonces no me lo vas a contar?- Dijo una vez que nos sentamos las dos.

-¿Contar el qué?- Le di un sorbo a mi café.

-Pues lo que pasa entre Tyler y tú.

Casi me atraganto. Y ojalá lo hubiera hecho, porque en su lugar, me estaba empezando a ponerme muy roja.

- No pasa nada, no sé que quieres que te cuente. 

-Venga ya, te ha dejado su cama, Y SU SUDADERA DE LOS NICKS.- Abrió los ojos como platos al decir lo último.

-¿Qué tiene de importante esta sudadera?- Pregunté mientras agachaba la cabeza para observarla.

De repente Emily se puso más seria, como si de repente se hubiera apagado al oír mi pregunta.

-Verás, esque...- empezó a decir- Olivia no es nuestra madre. Es nuestra madrastra. Y esa sudadera- la señaló- se la regaló mamá poco antes de irse. Nunca deja que nadie la use, ni siquiera las chicas a las que ha traído algunas veces.

Genial, ahora me sentía mal por haber preguntado, y por haber mirado a Tyler tan mal todo este tiempo. Emily lo debió notar, y tratando de animarme, volvió al tema.

-Así que, si te la deja a ti... Algo deberá de ser, ¿No?- Sonrió pícaramente, igual que como Tyler lo hacía. 

- No es nada. Tyler y yo no nos llevamos precisamente bien, ¿Sabes? Además, me está intentado robar el puesto, y estoy segura de que él no soñaba con trabajar en Lancaster hasta hace dos días, así que entonces, ¿Por qué lo hace?

- Quizás para poder pasar más tiempo contigo...- Emily seguía dedicándome miraditas.

- Mejor deja de inventar historias.- Tyler se asomó por el marco de la puerta del salón. Tenía el pelo revuelto y la camiseta arrugada, mientras, se frotaba los ojos torpemente.

- ¿Has dormido bien?- Le preguntó su hermana con una sonrisa enorme.

Tyler se limitó a enseñarle su dedo índice, y desapareció de nuestras vistas.

- Ahí tienes a tu bella durmiente.- Decía Emily mientras veíamos a Tyler alejarse hacia el baño patosamente.

- ¡Déjate de tonterías!- Empecé a reír.

Cuando terminé de tomarme el café, fui al cuarto de Tyler, a por mis cosas para marcharme. lamentablemente, viviendo con Matt no me habían acostumbrado a llamar a la puerta.

-¡Mierda, perdón!- Dije en cuanto vi a Tyler solo en bóxers, y cerré rápidamente. ÉL no me respondió, solo pude oírle reír mientras se cambiaba.

-Ya puedes entrar.- Dijo al cabo de unos segundos.

Abrí la puerta, y me lo encontré abotonándose una camisa rosa que le quedaba demasiado bien para mi gusto. Rápidamente, antes de que pudiera ponerme roja, cogí mis cosas y  me dirigí denuevo a la puerta de la habitación.

-¿Ya te vas?

-¿Acaso me quieres aquí más tiempo?- Me giré, levantando una ceja curiosa.

-Eh, no. Estaba esperando a que te fueras para montar una fiesta.- Dijo con tono irónico- Contigo son un rollo.

- Ya claro.- Y le dediqué una última sonrisa antes de abandonar la habitación. El señor James ya se había ido a trabajar,  se lo agradecería cuando le viera, así que ya me podía ir. Estaba ya con la mano en el mango de la puerta, cuando escuché a alguien andando a paso ligero hacia mí.

-¡Espera!- Me giré.

Y otra vez estábamos en lo mismo. Tyler y yo, a esa maldita corta distancia que me hacía querer hacer cosas que no debería de querer hacer.

-¿No se te olvida algo?- volvió a hablar, pero para entonces, yo ya no le estaba escuchando, estaba otra vez paralizada, mirándole a esos ojos azules profundos, y probablemente poniéndome tres tonos más roja.

Cuando caí en la cuenta de la pregunta que me había hecho, pensé. ¿A qué se refería? Le observé en busca de respuestas, pero él había roto el contacto visual y ahora tenía la mirada fija en mis labios.

Tyler Lancaster quiere besarme.

-¿Qué?- Le pregunté, haciéndole volver a mirarme a los ojos.

- La sudadera.- Señaló mi torso.

- AH, eso.-Me la quité avergonzada.

- ¿Pensabas que era otra cosa?- Volvió a acercarse a mí, apoyando una mano en la puerta que tenía detrás, acorralándome.

Podía notar su respiración, y el seguramente la mía, más agitada de lo normal, y a unos pocos centímetros de mi boca, volvió a hablar.

-Dime, ¿Hay algo más que se me olvide?- Esto último lo dijo casi en forma de susurro, con los labios curvados formando una sonrisa que le hacía verse demasiado bien.

- Se te olvida el pan, que se te está quemando.- Los dos nos asustamos al escuchar la voz de Emily por detrás, y Tyler se separó rápidamente de mí, acercándose a la cocina como si nada. 

Yo no me había inmutado todavía cuando me empezó a llegar un olor a quemado, y ví a  Tyler pasar por delante mía hacia el salón con un trozo de pan quemado y un bote de mantequilla. No pude evitar reír, y él solo me hizo una mueca antes de pasar al salón.  

-Así que no hay nada...- Me dijo Emily con una mirada traviesa mientras se llevaba su taza de café de nuevo a los labios.

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━


Temerosa, abri la puerta con la copia de las llaves que Matt me regaló hace cuatro meses. Me quedé observando él llavero, triste. ¿Así acababa nuestra historia?

Fuera como fuese, por ahora Matt no me quería en casa, así que tenía que recoger mis cosas para mudarme al nuevo piso que mi asistente, Jenna había encontrado para mí.

Matt me había dejado un mensaje:

Ya lo hablaremos pronto, ahora mismo necesito pensar y un poco de espacio.

Y efectivamente, Matt me estaba evitando. Normalmente un domingo a las cinco de la tarde lo pasaba en el piso, conmigo. Pero el apartamento estaba vacío. Abrí la maleta que acababa de comprar y cogí la mayoría de mis cosas. Me daba cosa llevármelas todas, eso significaría que no fuera a volver más, pero yo quería volver con Matt.

¿Segura?

Siempre que no implicara matrimonio, claro.

Terminé de cerrar las maletas, y salí del piso. Entonces Jenna me llamó.

- Hola.

-Hola, Jenna, ¿Alguna novedad?- pregunté mientras guardaba las maletas en el coche de mi chófer.

- sí, ya he encontrado el piso, es muy bueno, pero lo tendrás que compartir con una chica.No me parece un inconveniente ya que ella es de tu edad. Además el apartamento es enorme, hay espacio de sobra.

- Perfecto. Prepara los papeles y alquilalo.

- ¿No quieres verlo?

- No hace falta, confío en ti.

- Vale, cuando esté listo te pasaré la ubicación para que puedas ir a dejar tus cosas.

-Gracias.

- A ti, adiós.

- Hasta luego.

Colgué.

Estaba a punto de anochecer, así que le pedí a Jenna la ubicación del piso. Centrak Park South n5..
Aquella dirección me resultó extrañamente conocida, pero no le di muchas vueltas y le pedí a mi chófer que me llevara.

Mientras observaba las calles de la ciudad por la ventanilla, no podía evitar pensar. ¿En qué? Pues en todo y a la vez en nada. Sé que suena muy cliché, pero así me sentía.
Tenía la vista fija en los campos verdes de Central Park mientras una misma voz dentro de mi cabeza resonaba haciendo mil preguntas.
Las intentaba ignorar, porque sabía que no tenía respuesta para ellas, pero era casi inevitable que estas volvieran a aparecer en el momento en el que me quedaba en blanco. La mayoría eran sobre Marc, el dichoso anillo y nuestra discusión. Pero las que más dolor de cabeza me estaban dando eran las de Tyler.

¿A qué venía ese comportamiento tan extraño?

Sabía que, por mucho que le odiara, me ponía nerviosa al tenerle cerca, y eso parecía divertirle. O así lo veía yo.

Y mañana tendría que verle. Y probablemente pasar toda la jornada con él.

Acostumbrate,- me dije- así van a ser los próximos dos meses.

Me muero de ganas.

Todos esos pensamientos tan pesimistas se esfumaron de repente cuando juraría que casi me rompo la nariz contra el asiento de alante.

Martin se disculpó por frenar tan bruscamente, cosa que hizo que despertara y levantase la mirada de la ventanilla. Ya había llegado.
Salí del coche, donde Martin me esperaba con mis maletas y neceseres, pero agradecí no tenerlas en la mano cuando alcé la vista al edificio, porque claramente se me hubieran caído por el asombro.
Quedé petrificada al averiguar por qué se me hacía familiar la dirección.

El edificio frente a mí era en el que vivían los Lancaster.





LA COSA SE PONE INTERESANTE
Serán vecinos??
Nadie lo sabrá hasta
el próximo capítulo.
Bueno en verdad yo ya lo sé pero SHHH

...

Deberían de darme un premio por llegar al capitulo seis jeje
Na es broma, esta historia me la quiero tomar en serio.

Espero que os esté gustando, actualizaré siempre que pueda y no olvidéis votar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro