Capítulo VIII

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Capítulo VIII:
Obras y Encuentros

El nuevo día comenzó a despertar, trayendo consigo la promesa de nuevos momentos y posibilidades. La luz del sol se filtraba por las cortinas, iluminando la habitación de Taehyung mientras se preparaba para enfrentar lo que le esperaba. Hoy era el día de su exposición de arte, un evento que lo había mantenido en vilo durante semanas.

El nerviosismo latente se mezclaba con la emoción mientras Taehyung se dirigía al lugar donde tendría lugar la exposición. Caminaba entre las obras que había creado con tanto cuidado y dedicación, asegurándose de que todo estuviera perfectamente ubicado y listo para recibir a los visitantes. Cada trazo y pincelada que había colocado en el lienzo tenía un significado especial, y esperaba que los espectadores pudieran captar la emoción que había depositado en cada una de ellas.

En medio de la preparación, Taehyung sintió la inspiración repentina de agregar una última obra a la exposición. Un dibujo que había creado en un momento de intensa emoción: el recuerdo de cuando vio a Jungkook por primera vez en el parque. La imagen reflejaba sus propios sentimientos y sorpresa, capturando la esencia de ese momento crucial en su vida. Con un toque de audacia, decidió enmarcarlo y colocarlo en un lugar destacado, sintiendo que su historia personal también merecía ser compartida con el mundo.

Al llegar la tarde, el hambre comenzó a hacerse presente, y Taehyung decidió tomar un descanso y disfrutar de un almuerzo en un pequeño café cercano. Mientras caminaba por la concurrida acera, una figura conocida se cruzó en su camino. Jimin, con su sonrisa radiante, parecía estar en medio de su propia misión.

"¡Taehyung!" exclamó Jimin, saludando con entusiasmo.

Taehyung sonrió y se detuvo, encontrando el genuino placer en la compañía de su nuevo amigo. "¡Jimin! ¿Cómo estás?"

Ambos decidieron quedarse juntos y compartir un rato charlando sobre cosas triviales y cotidianas. La conversación fluyó fácilmente, como si hubieran sido amigos de toda la vida. Hablaron de los pequeños detalles de la vida en la ciudad, las últimas tendencias y las anécdotas divertidas.

Finalmente, Taehyung decidió compartir algo más personal con Jimin. "Sabes, tengo una exposición de arte esta noche. Invité a alguien especial."

Jimin levantó una ceja curiosa. "¿Alguien especial? ¿Quién es?"

Taehyung dejó escapar una risa suave, tratando de mantener el misterio. "Es un fotógrafo maravilloso y bastante cotizado. Creo que te encantaría conocerlo."

Jimin sonrió, claramente intrigado. "¡Oh, un fotógrafo famoso! Bueno, me aseguraré de estar ahí para conocer a esa persona."

La sonrisa de Taehyung se ensanchó mientras disfrutaban de su tiempo juntos, compartiendo risas y confidencias. A medida que el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, los destinos de Taehyung y Jimin seguían entrelazándose, creando lazos de amistad que se fortalecían con cada encuentro.

El sol comenzaba a teñir el cielo con tonos de naranja y rosa mientras la tarde cedía paso a la noche. Taehyung y Jimin compartieron risas y confidencias, disfrutando del rato juntos antes de que el tiempo los separara. El momento de la despedida finalmente llegó, y se separaron con sonrisas y la promesa de volver a encontrarse.

Taehyung, sumido en sus pensamientos, tomó un taxi que lo llevó de regreso a su hogar. Con cada minuto que pasaba, su emoción aumentaba. Sabía que esta noche era especial, no solo por su exposición de arte, sino por el encuentro que lo esperaba con Jungkook, el chico que había dejado una marca imborrable en su corazón.

Una vez en casa, Taehyung se sumergió en una ducha refrescante, dejando que el agua eliminara cualquier rastro de tensión acumulada. Después de vestirse con esmero y elegancia, se observó en el espejo, ajustando los detalles de su atuendo para asegurarse de que estuviera perfecto para esta ocasión única.

La vibrante energía en el aire era palpable mientras Taehyung recibía un mensaje en su teléfono. Jungkook le preguntaba por la dirección del lugar de la exposición. Taehyung no pudo evitar una sonrisa ansiosa mientras compartía la dirección y acordaba encontrarse allí.

A medida que las agujas del reloj avanzaban, Taehyung se dirigía al lugar de la exposición. A las 6:30 en punto, se encontraba frente a la entrada, el edificio iluminado por luces tenues que añadían un toque de misterio al ambiente. Mientras se mezclaba con los invitados que comenzaban a congregarse afuera, Taehyung experimentaba una combinación de nerviosismo y anticipación.

En medio de las conversaciones animadas y las risas, la atención de Taehyung fue atraída por un elegante automóvil negro que se detenía frente a él. La puerta se abrió con una elegancia que capturó su atención, y de él emergió Jungkook, vestido de manera impecable y con una sonrisa deslumbrante que iluminaba su rostro.

Los ojos de Taehyung se encontraron con los de Jungkook, y en ese momento, todo lo demás pareció desvanecerse. Sus sonrisas se encontraron en un intercambio silencioso que transmitía más de lo que las palabras podrían expresar. Lentamente, Jungkook se acercó a Taehyung, cerrando la distancia entre ellos.

El tiempo pareció ralentizarse cuando finalmente estuvieron frente a frente. Ambos se miraron a los ojos, dejando que el silencio comunicara lo que no era necesario decir. Una sonrisa traviesa cruzó el rostro de Jungkook antes de que finalmente rompiera el silencio. "Hola, Taehyung. Te ves increíble esta noche."

Taehyung sintió que su corazón latía con fuerza mientras devolvía la sonrisa. "Gracias, Jungkook. Tú también te ves impresionante."

La chispa en el aire era palpable mientras compartían una conexión que trascendía las palabras. A medida que se saludaban y compartían elogios, la emoción crecía en sus corazones. Taehyung no podía evitar sentir una mezcla de nerviosismo y felicidad, pues este era el momento que había estado esperando, el momento en que finalmente se encontraría cara a cara con Jungkook.

La entrada a la exposición de arte parecía abrir un portal a un mundo lleno de emociones y experiencias. Jungkook y Taehyung cruzaron el umbral juntos, dispuestos a explorar las obras que habían sido creadas con tanto cuidado y pasión. La atmósfera estaba cargada de anticipación y curiosidad, y cada pieza de arte era una ventana a la mente y el corazón de Taehyung.

Jungkook llevaba consigo su cámara, lista para capturar las imágenes que resonaran con su alma. Con habilidad y discreción, comenzó a tomar fotografías de las obras que habían sido un testimonio de las emociones y pensamientos de Taehyung. Cada vez que su lente capturaba un trazo, un color o una forma, sentía que se sumergía más profundamente en el mundo de Taehyung.

Taehyung observaba a Jungkook mientras se movía con gracia y destreza, inmortalizando la esencia de sus creaciones en cada imagen. La admiración y el respeto llenaban sus ojos mientras veía a Jungkook encontrar belleza y significado en su trabajo. Mantuvo su silencio, deseando no interrumpir la concentración de Jungkook mientras avanzaban por la exposición.

La pasión de Jungkook por la fotografía era palpable, y Taehyung encontraba una sensación de dicha al saber que su arte estaba siendo apreciado de una manera tan única y auténtica. Con cada clic de la cámara, Jungkook inmortalizaba momentos fugaces que habían sido capturados en los lienzos con cuidado y amor.

El recorrido los llevó a la última obra que Taehyung había agregado a la exposición: el dibujo que representaba sus sentimientos al ver a Jungkook por primera vez. Jungkook se detuvo ante esa imagen, sus ojos fijos en los detalles que habían sido trazados con tanto cuidado. Sentía como si hubiera un lazo íntimo entre él y la obra, como si la emoción capturada en el papel le fuera propia.

Finalmente, Jungkook rompió el silencio, sus palabras cargadas de emoción. "¿Esta pintura está en venta?"

Taehyung asintió, pero con una sonrisa gentil, respondió: "En realidad, puedo regalártela si te gusta."

Jungkook parpadeó, sorprendido y agradecido. Un abrazo espontáneo surgió entre ellos, un abrazo que parecía sellar un entendimiento profundo y sincero. Taehyung sabía que esa pintura no estaba en venta porque llevaba consigo un significado íntimo, pero la estaba compartiendo con Jungkook, la razón detrás de esa obra.

Cuando se separaron, Jungkook buscó la mirada de Taehyung, sus ojos llenos de curiosidad y emoción. "¿Qué significa esta pintura para ti?"

Taehyung tomó un momento antes de responder, cuidadoso de cómo expresar sus sentimientos. "Es una representación de cómo me sentí en un momento especial. El arte me permite capturar emociones y experiencias que de otra manera podrían ser difíciles de expresar."

Jungkook asintió, como si hubiera captado una parte de la respuesta que no se había compartido. La conexión entre ellos crecía con cada interacción, cada palabra no dicha y cada mirada compartida. Juntos, continuaron explorando la exposición de arte, mientras el arte y las emociones se entrelazaban en un baile íntimo y apasionado.

Mientras Taehyung y Jungkook compartían sus pensamientos y experiencias, se dejaron llevar por la conversación animada. Taehyung explicó cómo había crecido en la industria del arte, enfrentando desafíos y triunfos que lo habían llevado hasta ese momento. Ambos sostenían copas de champaña, las burbujas de la bebida parecían reflejar el brillo en sus ojos.

En un instante, la conversación se vio interrumpida cuando Jimin apareció de manera espontánea, saludando con una amplia sonrisa a Taehyung. Jungkook, por su parte, recibió un saludo más cordial y seductor. Taehyung observó la interacción con una mezcla de emociones, sabiendo que su amistad con Jimin no era tan sólida como podría parecer.

La necesidad de Jungkook de tomar una foto de una obra de arte les dio una excusa para separarse momentáneamente. Con un gesto de despedida, Jungkook se alejó, dejando a Taehyung y Jimin solos. La tensión parecía palpable en el aire, y Taehyung mantuvo una sonrisa forzada mientras enfrentaba la conversación que sabía que estaba por venir.

Jimin no perdió el tiempo y habló abiertamente, sin rodeos. "¿Ese fotógrafo es guapo, no? Definitivamente es mi tipo. ¿Crees que estaría dispuesto a darme su número?"

Taehyung se esforzó por mantener la calma y la compostura, a pesar de sentir un nudo en el estómago. "Podrías preguntárselo directamente a él, Jimin. Es mejor si lo haces tú mismo."

Jimin rió suavemente, pareciendo aún más seguro de sí mismo. "Oh, no te preocupes. Planeo pedírselo. Y si todo sale bien, tal vez podamos llegar a algo más."

Taehyung asintió, su sonrisa un tanto forzada mientras intentaba mantener sus emociones en equilibrio. "Bueno, ten en cuenta que Jungkook tiene una novia. Así que no te hagas ilusiones."

A medida que las palabras salían de su boca, Taehyung se dio cuenta de lo que estaba diciendo y cómo resonaban en su propio corazón. Recordó a Rosé, la novia de Jungkook, y la imagen de ellos juntos volvió a su mente, causando un destello momentáneo de tristeza.

Jimin pareció no notar la ligera tensión en el ambiente, y su expresión se mantuvo alegre. "Oh, no te preocupes por eso. Siempre he sido bueno en cambiar las cosas a mi favor."

La conversación continuó, pero Taehyung se encontraba en un torbellino de emociones internas. Mantuvo una fachada tranquila, pero en su interior, lidiaba con la realidad de que Jungkook estaba ya involucrado con otra persona. Mientras las palabras de Jimin seguían fluyendo, Taehyung hizo todo lo posible por mantener su sonrisa, a pesar de que el recuerdo del primer encuentro con Jungkook y la imagen de su novia continuaban latentes en su mente.

La noche caía suavemente sobre la ciudad, y Taehyung y Jungkook se encontraban en la salida de la exposición de arte. El evento había llegado a su fin, y el tiempo para despedirse había llegado. Sus miradas se encontraron, y en ese momento, ambos sabían que sería difícil decir adiós.

Un sincero agradecimiento escapó de los labios de Taehyung, expresando su gratitud por la presencia de Jungkook en su exposición. Jungkook sonrió, transmitiendo su aprecio por la experiencia y la belleza de las obras. Hablaron de la pintura que Taehyung le había regalado, y Jungkook aseguró que ocuparía un lugar especial en su hogar, donde todos pudieran apreciarla.

La cercanía entre ellos crecía con cada palabra compartida. Jungkook ofreció llevar a Taehyung a su casa, y Taehyung aceptó con gratitud. Se acomodaron en el auto de Jungkook, y mientras el camino avanzaba, Taehyung observaba a Jungkook con admiración. No solo era un fotógrafo talentoso, sino también un conductor seguro y confiado.

La curiosidad finalmente llevó a Taehyung a preguntar sobre las edades. Jungkook soltó una risa suave y confesó haber investigado un poco. "Sé que tienes 27 años y que tu seudónimo es Vante."

Taehyung se sonrojó ligeramente ante la revelación, y JungKook finalmente compartió su propia información. "Yo tengo 25 años, y mi seudónimo es Jk. Simple y directo."

La conversación fluyó con facilidad mientras compartían detalles triviales y se reían de vez en cuando. Llegaron a su destino, y Jungkook fue el primero en salir del auto para rodearlo y abrir la puerta para Taehyung. Un gesto cortés que no pasó desapercibido.

Una vez más, sus ojos se encontraron, y esa conexión especial parecía intensificarse. Se sonrieron con ternura, a pesar de la tristeza que comenzaba a asomarse en sus corazones al saber que se estaban despidiendo.

La palabra "adiós" se formó en sus labios, pero ninguno de los dos parecía dispuesto a moverse. Era como si el tiempo se hubiera detenido en ese momento, y solo existían ellos dos en medio de la quietud nocturna.

Jungkook tomó valor y dio el primer paso, envolviendo a Taehyung en un abrazo cálido. "Gracias por todo, Taehyung. Estoy agradecido por la invitación y por conocerte. Espero verte pronto."

Taehyung devolvió el abrazo con fuerza, sintiendo el latido de sus corazones en sintonía. "Yo también espero verte pronto, Jungkook. Ha sido un placer compartir este momento contigo."

Aunque el abrazo se rompió, sus miradas seguían conectadas, como si ninguna palabra fuera suficiente para expresar lo que sentían. Con un último suspiro, se separaron y Taehyung ingresó a su casa. Jungkook se quedó mirando el lugar donde Taehyung había desaparecido, antes de subir a su auto y dirigirse a su hogar.

El eco de su encuentro resonaba en sus corazones, y mientras la distancia física crecía, la conexión entre Taehyung y Jungkook solo parecía fortalecerse.

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