Capítulo 27

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—¿Dos días? —JiMin cuestionó.

—Sí, volveré justo a tiempo para recibir a tu hermano y repasar el plan con él y los demás. Solo necesitamos ajustar ciertos detalles con JeongHan.

Cruzando los dedos sobre su regazo, JiMin cerró los ojos y tomó una profunda respiración antes de volver a encarar a su alfa.

—No me mientas, ¿sí? Solo di la verdad, te estás yendo porque tu celo llegará en cualquier momento.

Los dedos de YoonGi se congelaron a medio camino de hojear una de las carpetas de su escritorio. JiMin pudo sentir la culpa que le embargó gracias a la conexión de su lazo.

—¿Quién te dijo eso?

—Escuché a las chicas de la limpieza hablar de ello, ellas no pudieron evitar comentar lo triste que era que su alfa líder tuviera que irse porque su omega no podía atenderle y lo duro que era para él atravesar sus celos.

—¿Que ellas dijeron qué cosa? —YoonGi gruñó.

—No mal entiendas mis palabras, no lo dijeron exactamente así, más bien señalaron lo triste que era que su futura luna haya pasado por tantas cosas malas al punto en que ni siquiera pudiera permitirse estar plenamente en todos los aspectos con su alfa, que no pudiera asistirte en tus celos cuando era realmente duro para ti atravesarlos.

YoonGi volvió a gruñir. —De todas formas no es algo de lo que ellas deberían estar hablando.

—Son buenas chicas —JiMin negó—. No puedes culparlas por su empatía. Ahora, no cambies el tema, alfa.

—Minnie... —YoonGi le lanzó una mirada afligida—. Escucha, no quiero que te estreses con el tema, por eso me estoy yendo, quiero darte tu espacio.

—Por la luna, YoonGi, soy tu omega.

—Lo sé, pero también sé que no estás listo para dar ese paso, si me quedo, irremediablemente mis feromonas te afectaran y si eso pasa, tu instinto podría llevarte a querer hacer cosas por las que aún no quieres pasar y yo no estaré lo suficiente consciente para detenerte.

—¿Y quién dice eso? ¿Desde cuándo eres quien decide para qué estoy o no listo? —Preguntó, tal vez algo a la defensiva.

—JiMin, cariño, escucha —YoonGi se paró de su asiento y rodeó su escritorio para sentarse su lado, él tomó su mano y aunque reacio al contacto, permitió que lo hiciera—. Lo que las sirvientas dijeron no es mentira, mis celos siempre han sido potencialmente difíciles de manejar, porque mi león se pone algo... digamos que feroz y difícilmente saciable.

—¿Y eso qué demonios significa? —JiMin gruñó, arrebatando la mano del alfa—. ¿Planeas irte y luego qué? ¿Buscar a alguien que sientas sí puede ayudarte?

—Diosa, JiMin, ¿qué atrocidades dices? —YoonGi preguntó casi con alarma—. ¿Cómo puedes creer que yo haría algo así? Ni siquiera pude tomar a alguien antes de que realmente iniciáramos una relación, cuando mi celo llegó solo un par de semanas después de conocerte. ¿Realmente piensas que ahora que estamos juntos podría hacer algo así? ¿Qué sería capaz de traicionarte de esa forma?

—No lo sé YoonGi. —JiMin se arrepintió inmediatamente de su elección de palabras cuando sintió el dolor de su alfa a través del lazo.

Él se estrujó el rostro con las manos, comenzando a sentirse superado por la discusión, no, más bien por la situación.

Porque era imposible negar la tensión sexual que ambos tenían desde que YoonGi hizo ese acercamiento íntimo una semana atrás, mas el alfa nunca volvió a intentar tocarlo con esas intenciones y siempre escapaba cada que estaban juntos compartiendo un momento de pareja y las cosas comenzaban a ponerse serias.

—Escucha, no quiero decir que creo que me traicionarías —repuso, haciendo un ademán despectivo—. Confío en ti y sé que no eres esa clase de persona. —Hubo algo de alivio tirando del lazo y JiMin suspiró.

Bien, eso estaba mucho mejor, porque JiMin no quería que el alfa dudara de su confianza en él.

—Sin embargo, es frustrante para mí que simplemente asumas qué soy o no capaz de hacer, ¿cómo puedes realmente saber si estoy listo para dar ese paso contigo si ni siquiera te has sentado a hablarlo conmigo? ¿Cuándo no me has preguntado?

—Está bien, tienes razón pero sé que...

—No sabes nada YoonGi —JiMin le interrumpió, negando—. Está bien, tu puedes intuir que debido a toda la mierda por la que he tenido que pasar, podría no estar preparado para dar ciertos pasos, pero preferiría que no simplemente lo asumieras.

—¿Qué estás tratando de decir? —El alfa preguntó con precaución.

—Eres mi alfa, YoonGi y te amo. Quiero estar contigo en esto, acompañarte en tus celos, quiero tener sexo contigo, quiero hacer el amor contigo, Diosa, he estado tratando de meterme en tus pantalones toda la semana y tu solo sigues escapando.

YoonGi inhaló y JiMin encontró dulce el sonrojo que comenzó a cubrir sus mejillas.

—¿C-Cómo?

—Por todos los cielos, no pudiste no haberlo notado. —JiMin giró los ojos—. De todas formas, el punto es que, YoonGi, no quiero seguir dejando que las cosas malas que me han pasado sigan rigiendo mi vida. Comprendo que te preocupes, porque ciertamente ha habido mucha mierda para que trate, pero me niego a que eso me siga afectando.

—Explícate mejor, JiMin, porque casi haces que suene como si quieras hacer esto porque quieres demostrar algo.

—Infiernos, tal vez quiero hacerlo. —JiMin alzó las manos al aire con exasperación duran un par de segundos—. Tal vez quiero demostrarme a mí mismo que a pesar de todo, puedo seguir adelante y tener una vida normal con mi alfa.

—JiMin.

—Mira, no puedo decirte que en el momento no pueda costarme un poco y demonios, hasta pueda asustarme y no poder ir todo el camino. —Porque JiMin era realista y él sabía cuan traicionera podía ser la mente—. Pero eso no quiero decir que todavía no quiero intentarlo y lo sé, esto puede parecer apresurado, pero, una vez más, te amo y confío en ti para que me acompañes en el camino.

—Buena Diosa, esto es... —YoonGi calló y su ceño se frunció mientras parecía meditar bien sus próximas palabras—. Muy bien, lo acepto, fue tonto de mi parte asumir sin antes discutirlo contigo, supongo que solo estaba asustado de hablarlo y de alguna forma hacer que te sintieras presionado.

Esta vez fue JiMin quien buscó contacto entre ellos, enredando sus dedos con los del alfa e inclinándose más cerca de él.

JiMin buscó la boca de su alfa, quien por instinto, se acercó el resto del camino y le devolvió el casto y corto beso que JiMin había querido darle.

—Y por estas cosas te amo, pero cariño, a veces, realmente te preocupas demasiado y haces una tormenta de un vaso de agua, soy fuerte, ¿recuerdas? ¿O me has estado mintiendo cada vez que me lo dices y realmente nunca lo has pensado?

Levantando la mano, YoonGi acunó su mejilla y como cada vez que lo hacía, JiMin no puso evitar acurrucarse en su mano.

—Sabes que no —el alfa contestó—. De todas formas, en adelante prometo nunca más asumir nada, ¿está bien?

JiMin sonrió y asintió.

—Muy bien, eso era exactamente lo que quería escuchar.

—Ahora, esto no te hará feliz, pero todavía me estoy yendo esta tarde. No te enojes —pidió el alfa cuando la cara del omega se arrugó en desagrado—. Entiendo tu deseo por ayudarme a pasar por mi celo y bueno, mierda, no es como si no te deseara, he tenido que escapar de ti para aliviarme a mí mismo y evitar saltar sobre tus huesos durante toda la semana.

—¿En serio?

—Bien, llámame estúpido, pero nunca me di cuenta de que realmente estabas tratando de llegar a algo más en nuestras sesiones amor.

JiMin luchó contra la sonrisa divertida que quiso tirar de sus comisuras ante el nombre con el que el alfa llamaba sus encuentros para besarse y mimarse uno al otro.

—Creí que solo me estaba emocionando de más, porque desde que te probé ese día yo... —Buena Diosa, YoonGi se estaba sonrojando de nuevo—. Bien, digamos que mi deseo por ti solo ha aumentado.

—Entonces, ¿por qué todavía me apartas?

—Porque, lindura, cuando eso suceda necesito estar en todos mis sentidos, asegurarme de que estés bien en cada momento del camino y estando en celo eso no será posible. —YoonGi volvió a dejar otro beso en sus labios.

—Tu le león no me dañaría, YoonGi —JiMin repuso y el alfa ronroneó, sacándole de su asiento para llevarle a su regazo.

—Amo que confíes tanto en mí como en mi parte animal —YoonGi frotó sus mejillas juntas y JiMin rio, entre extrañado y divertido por la acción.

—Te has ganado esa confianza —respondió—. Pero no desvíes el tema.

—Eres demasiado astuto como para que pueda lograrlo. —YoonGi rio—. Hagamos esto, cuando pase mi celo, volveremos a discutirlo, ¿está bien? Entonces planearemos esto.

—Pensé que se suponía el sexo debería ser espontáneo —murmuró sintiéndose sumamente cómodo y acogido en los brazos de su alfa, JiMin restregó la mejilla contra el pecho de este y YoonGi pasó sus dedos entre su cabello.

—En la mayoría de los casos lo es, pero no siempre —YoonGi apretó a JiMin aún más contra su pecho—. Y solo para quede claro y no vayas a hacerte alguna idea rara, te deseo JiMin, mucho y sinceramente me cuesta cada vez más resistirme a tus encantos.

Esta vez, JiMin se rio a toda regla.

—Cualquiera hubiera pensado que no —bromeó, pero sus ojos se volvieron sumamente amorosos cuando su mirada chocó con la del alfa—. Te amo, YoonGi.

—Lo sé —el alfa contestó con fingida arrogancia, JiMin le golpeó el hombro con la palma, sacándole una baja carcajada—. También te amo, lindura, con todo mi ser.

NamJoon entró en la celda siendo flanqueado por uno de sus centinelas y Khang JuWon.

Choi DakHo levantó la cabeza mirándole con poco interés, el alfa se enderezó en su lugar encima de la cama.

—Oh, ¿puedo pensar que finalmente ha llegado el gran día? —Choi cuestionó.

—Choi —NamJoon dijo, caminando hasta estar a pocos pasos del hombre—. Está será la última vez que te pregunto, ¿me dirás todo lo que sabes acerca de los planes de SeungYeop y sus escondites?

—Ya deberías saber la respuesta a eso, Kim —DakHo bufó.

—Choi, si no hablas, te entregaré al consejo en este instante, tengo ejecutores esperando afuera por ti. Créeme, tú no quieres estar en sus manos, tu estancia aquí es un paseo en el campo comparado a lo que te harán para sacarte lo que sabes.

—¿Se supone que eso debe asustarme? —El hombre preguntó casi con altanería—. Ya te lo dije Kim, no les tengo miedo y no importa lo que hagan, no voy a decir absolutamente nada.

—Eres un imbécil —JuWon gruñó, acercándose hasta tomar al hombre del cuello de su playera—. El bastardo de Dong SeoHyuk ya está muerto, no hay nadie a quien debas guardarle tu lealtad, en cambio hay muchos inocentes muriendo y siendo esclavizados.

—No-diré-nada —el alfa enfatizó cada palabra.

—¡Tu compañero morirá si no hablas, hijo de puta! —JuWon le sacudió exasperado—. ¡¿Realmente eres tan mal nacido como para dejar que tu destinado muera por mal guardar una lealtad hacia un bastardo que nunca va a merecerlo?!

—¡Suéltame! —DakHo ordenó en voz alfa, sacudiéndose el agarre.

Cuida tu tono, Choi —NamJoon advirtió, dejando salir una leve oleada de sus feromonas alfa para amedrentar al hombre—. Puedo ser paciente, pero en definitiva no estoy tolerando esa mierda.

—Entonces dile a tu mascota que no me toque —DakHo gruñó, haciendo alusión al estatus de presa de Khang y tal vez oliendo que este era alguna clase de animal pequeño.

—¿Cómo me llamaste?

—Khang. —NamJoon advirtió esta vez al ejecutor, quien apretando los labios, guardó silencio.

Girando, él hizo un movimiento de cabeza hacia su centinela, quien, como había ordenado, se mantenía al margen. El hombre sabía que solo debía inmiscuirse en caso de algo se saliera de control.

—Ahora, DakHo, debes saber, lo que Khang dijo es cierto. WoongJoon fue atrapado por Park JaeMin y hace unas horas hemos recibido una grabación del mismo, Choi SeungYeop lo tiene.

NamJoon no se perdió el cambio en el rostro del hombre, aunque esto solo duró un efímero segundo antes de que fuera cubierto con su habitual indiferencia.

—¿Eso qué tiene que ver conmigo?

Un gruñido se formó en el pecho de NamJoon y los presentes se estremecieron. Era obvio que al hombre le afectaba la noticia y NamJoon no estaba aceptando su silencio por un minuto más.

—Tú, imbécil, no me importa si no quieres estar con WoongJoon porque eres lo suficientemente cobarde como para no aceptarlo, pero ni siquiera tú puedes realmente ser tan mal nacido como para dejar morir así a tu destinado.

—Le dije que no se metiera en esa mierda y no escuchó, es su problema ahora —DakHo rebatió.

—Va a morir, hombre, simplemente di lo que sabes, ¿realmente cargarás con la muerte de tu compañero en la espalda por mantener tu lealtad al bastardo de Dong SeoHyuk?

Cuando Choi no habló, NamJoon supo que el hombre era un caso perdido y que en efecto, no le importaba dejar morir a su propio destinado. O eso quería aparentar.

—No puedo creer todo lo que WoongJoon realmente estuvo dispuesto a hacer por alguien como tu —NamJoon escupió, mirando a Choi con todo el desprecio que pudo reunir—. Vámonos, tenemos que hablar sobre su traslado con los ejecutores.

Girando, NamJoon se encaminó hasta la salida, siendo rápidamente respaldado por su centinela.

—WoongJoon era demasiado para ti, de cualquier forma, nunca ibas a merecerlo, esta es la prueba más grande de ello —JuWon escupió antes de seguirlo fuera de la celda.

Una vez llegaron a su oficina y él junto con Khang estuvieron solos en su oficina, el ejecutor volvió a hablar.

—¿Cree que funcione?

—No diré que estoy cien por ciento seguro, pero es lo más probable, el hombre trata de fingir que no, pero es obvio que WoongJoon le importa.—NamJoon meditó el asunto unos segundos—. Hablaré con ChanYeol y le pediré que envié algunos de sus hombres, si no habla, tenemos que al menos fingir que nuestras amenazas eran ciertas.

—¿Lo trasladará a Seúl? —Ellos tomaron asiento, NamJoon en su silla tras su escritorio y Khang en una delante de este.

—Así es, al menos por el momento. Eventualmente tendremos que entregarlo al consejo, pero dada la situación actual, definitivamente no es una opción.

—Entiendo de lo que habla. —Khang asintió—. Por otro lado, ¿por qué cree que Choi SeungYeop esté interesado en el beta de Dong?

—Eso es algo que también me estoy preguntando —reconoció el alfa—. Pero lo que es seguro es que DakHo cumple un papel importante en su juego, o al menos sabe más de lo que incluso nosotros pudimos especular en un principio. Entregarlo al consejo y dejar que los traidores pongan sus manos sobre él, bueno, ni siquiera tengo que decir lo jodido que sería.

JuWon hizo un sonido afirmativo con la garganta, demostrando su acuerdo.

—¿Hay algo más en lo que me necesites?

—No, está bien, me comunicaré con ChanYeol ahora, puedes volver con HoSeok. Sé que ya han retirado los medicamentos que le mantenían en coma.

—Sí, el doctor dijo que ya estaba lo suficientemente bien como para dejar que su terco culo despertara sin correr peligro de que quisiera hacer algo que simplemente empeorara su condición. —JuWon blanqueó los ojos—. Suena a como que ya había pasado más de una vez antes.

—No seré quien te mentirá sobre eso —NamJoon bromeó—. Ciertamente han habido algunos enfrentamientos entre el Doc y HoSeok.

—Sí, gracias, soy consciente de que habrá un montón de trabajo que hacer allí —JuWon bufó, rodando los ojos, sin embargo, NamJoon no se perdió la sonrisa que tiró de sus comisuras.

—Confío en que sabrás manejarlo —Afirmó y Khang aclaro los ojos en una mueca de "por supuesto".

Exactamente tres días después, YoonGi se encontraba en la sala de reunión que habían reservado para el consejo, junto con ChanYeol, NamJoon, GeumJae, JuWon, JungKook, JongIn, JeongHan y su beta MinGyu.

Ellos acababan de soltar la bomba y toda la sala se había sumido en un sepulcral silencio. Cuando parecieron recuperarse del shock, tanto el representante de las águilas como el de los guepardos saltaron en protestas.

—¿Qué pruebas tienen para hacer esa acusación? —El anciano de los guepardos cuestionó.

JuWon se puso de pie. —Oh, gracias por preguntar. —Él sonrió y recogiendo las carpetas apiladas a un lado comenzó a repartirlas entre los demás ancianos.

YoonGi había descubierto en sus reuniones, que el beta podía ser tan... elocuente como su cuñado, con quien, oh sorpresa, había congeniado de inmediato.

—Allí podrán encontrar toda la información —señaló en cuanto todos los ancianos comenzaron a hojear los documentos, incluidos los traidores—. Cuentas en el extranjero, sus tratos con Choi y su gente, sus canales de conexión, sus rutas para abastecerlos de armas y sus contactos para la trata de omegas de las que obviamente se estaban lucrando.

—Todo esto es mentira, información falsa. —El representante de las águilas no dudó en negarse.

—Si eso no basta, contamos con grabaciones, mensajes y algunas de sus firmas autorizando movimientos para nada legales. Además de que, por supuesto, tenemos testigos.

—¿Testigos? —El representante de los leones cuestionó.

—¿Si quiera lo están considerando?—Preguntó con indignación el representante de las águilas.

—Podemos ponerles en contacto. —JuWon aseguró.

—Tendremos que verificar las pruebas —el representante de los pumas dijo—. Mientras esto pasa, nos veremos en la obligación de poner al representante de las águilas y los guepardos bajo custodia, ¿quienes votan a favor de la moción?

Cuando todas las manos del resto de representantes se alzaron en aprobación, varios ejecutores salieron prácticamente de entre las sombras y abordaron a ambos ancianos.

Por supuesto, ellos no estaban yéndose por las ramas dada la situación actual en que se encontraba el país. En otra ocasión, le tomaría muchísimo más que esto el siquiera considerar sus acusaciones, realmente debían estar desesperados por acabar con toda la mierda, como para actuar sobre ello sin siquiera cuestionárselo.

Por supuesto, tenían frente a ellos a cuatro de los principales líderes del país, un ejecutor que ya se había inmiscuido entre las filas de Choi y el respaldo de la mayoría de los demás líderes.

Su denuncia no era algo para tomar a la ligera, no obstante, no podría negar su sorpresa, esperaba que tuvieran que alegar mucho más que esto.

—¡Estos es simplemente estúpido! ¡Te prohíbo tocarme! —El representante de los guepardos gritó a uno de los ejecutores.

—Si te resistes, será peor —el representante de los pumas dijo—. Ve pacíficamente o nos veremos en la obligación de tomarte por la fuerza y entonces serían encarcelados.

—¡Todo lo que dicen es falso!

—Eso lo comprobaremos nosotros mismos. Ahora, llévenselos. —Este hizo un ademán hacia los ejecutores.

Ambos representantes se dejaron llevar, sabiendo que sería peor para ellos el mostrar resistencia, aún más sospechoso también, aunque todavía podían sentir la rabia emanado de ellos, así como podían verla en su cara.

—En cuanto a ustedes, espero que sean consciente de lo que implicaría si se descubriera que sus acusaciones son falsas —el representante de los leones dijo.

—Lo sabemos muy bien —YoonGi respondió, entonces miró a ChanYeol, quien con un asentimiento, tomó la palabra.

—Estamos seguros de que no será difícil para ustedes comprobar la culpabilidad de los ancianos. —ChanYeol miró a cada uno de ellos a los ojos, cosa que en realidad podría ser tomada como un desafío, pero al alfa no le importaba siempre y cuando mostrara su punto—. Tenemos incluso una lista de nombres con algunos traidores de menor rango trabajando entre sus filas, se las facilitaremos y dejaremos que sean ustedes quienes los comprueben.

—Verificaremos esa lista —concluyó el propio representante de los lobos, quien era en realidad un familiar del alfa—. Ahora, si no tienen nada más que discutir, tenemos mucho trabajo en nuestras manos —el hombre señaló las carpetas sobre el escritorio.

—Solo una cosa —JeongHan intervino—. Queremos carta libre para tomar cualquier medida de prevención de creerlo necesario.

—El alfa Yoon tiene razón, sabemos entenderán que obviamente los ancianos no trabajaban solos y por ende no estamos precisamente fuera de peligro —NamJoon secundó.

Los ancianos discutieron su petición por un par de minutos hasta que llegaron a un acuerdo, entonces le encararon una vez más.

—Por votación de la mayoría, hemos decidido aceptar su solicitud —anunció finalmente el representante de los osos—. Sin embargo, advertimos para que mantengan un perfil bajo, al menos en lo que terminamos nuestras investigaciones.

—Una vez más, no es de nosotros de quienes deben preocuparse, lo que me recuerda —ChanYeol repuso—, espero que junto con su detención, los privilegios con los que cuentan los ancianos se les sean revocados.

—Eso está más allá de nuestros límites —el representante de los alces dijo.

—Espero que nos entienda cuando decimos que no creemos que sirva de mucho ponerlos bajo custodia si estos siguen gozando de cada uno de los privilegios que el ser representante del consejo les otorga —ChanYeol insistió.

—Alfa Park, no podemos simplemente...

—Señores representantes —ChanYeol interrumpió, lo que era claramente una falta de respeto, cosa que se reflejó en los ceños arrugados de los ancianos.

Una vez más, a Park no pareció importarle en lo más mínimo.

—Estamos poniendo mucho en riesgo aquí, nuestra familia, nuestra manada, ya tuvimos que trabajar por nuestra cuenta para recuperar a mi pareja, que está embarazada y a la pareja del alfa Min de las manos de Choi y el difunto Dong SeoHyuk —puntualizó—. Lo hicimos solos, porque ni siquiera podíamos confiar en nuestro propio consejo.

—Alfa Park, tendré que pedirle que mida sus palabras —medió el representante de las serpientes.

—No estoy tratando de ofenderles, pero no pueden negar que nuestra precaución no fue infundada, hay traidores entre sus filas.

—No hasta que lo comprobemos.

—Cuando lo confirmen. —ChanYeol entrecerró los ojos hacia el representante de las serpientes—. Ahora, creo que sería mucho más fácil para ustedes y probablemente nos costaría mucho menos perdidas, de recursos y de vidas, el que retiren los privilegios a dos hombres que son "presuntamente" culpables de traición.

—Alfa Park...

—Necesitaremos hablarlo en privado —el representante de los simios interrumpió al de las serpientes—. Les invitamos a retirarse mientras discutimos su nueva petición.

—Por supuesto. —ChanYeol se puso de pie y el resto de ellos lo imitaron—. Confiamos en que su resolución será la más conveniente para todos —agregó y haciendo una reverencia, comenzaron a marchar fuera de la sala.

Una hora después, se les informó que se les retirarían los privilegios a ambos representantes, al menos hasta que se comprobara su culpabilidad y a partir de ahí ellos se encargarían del proceder.

—Bien, mierda, finalmente hacen algo razonable. —Había resoplado ChanYeol.

—Desde que quedarían como unos imbéciles si se negaran a hacerlo, no me preocupaba demasiado eso —YoonGi comentó—. Ellos ya debían sentirse lo suficientemente estúpidos desde que dos de sus integrantes jugaban sucio justo frente a sus narices y ellos ni siquiera sospecharan.

—YoonGi tiene razón —JeongHan apoyó—. Por otro lado, tus argumentos ya eran lo bastante sólidos por si solos. Los ancianos pueden ser unos imbéciles, pero incluso ellos saben cuándo dar su brazo a torcer.

—De cualquier forma, nuestro asunto aquí está hecho, es hora de irnos. —NamJoon palmeó la espalda de Park—. Hay un alfa terco con el que todavía tengo que tratar.

—Ya he asignado a cinco de mis hombres para ir a tu manada, deberían estar allí para cuando llegues —ChanYeol dijo hacia NamJoon.

—Gracias, hombre.

—Lo que necesites. —ChanYeol inclinó la cabeza en reconocimiento y luego se giró en dirección a YoonGi—. ¿Vamos? Aún tengo que ir por Baek.

El omega de Park había querido visitar a JiMin y dado que su casona había sido el punto de encuentro, no le había costado nada a Park consentir a su embarazada pareja.

—Por supuesto. —YoonGi asintió.

Girándose llamó a JungKook, quien estaba apartado hablando con JuWon en una esquina, haciendo lo mismo con GeumJae, quien también se encontraba apartado mientras hablaba con MinGyu y JongIn.

No mucho tiempo después, ellos se encontraban en la carretera de camino a su casona, Park viajaba en la camioneta tras ellos junto con su gente, mientras que él iba con JungKook, GeumJae y uno de sus centinelas que hacia de chófer.

Ellos debían estar a mitad de camino cuando la alarmada voz de GeumJae, quien iba de copiloto, les alertó.

—Mierda, tenemos compañía —Había dicho este exaltado, viendo la hilera de camionetas que le cortaban el paso a varios metros por delante de ellos.

—¿Ponemos en marcha el plan, señor? —Su centinela cuestionó, aunque él ya estaba marcando el código en el dispositivo de la camioneta.

—Por supuesto —YoonGi afirmó.

—¡Eso no servirá de nada! ¡Retrocedan! —JungKook gritó, mas fue en vano, pues segundos después, el Stinger fue detonado desde las camionetas frente a ellos y el misil se precipitó hacia ellos.

En Daegu, en la casona de la manada Min, JiMin sintió que su corazón se congelaba, la bandeja en sus manos cayó al suelo y los vasos en ella se hicieron añicos. Los pies del omega se doblaron bajo su propio peso y él cayó de rodillas sobre los trozos de vidrio, mas él no pudo registral el dolor, el único sonido que salió de entre sus labios, fue un gemido de puro terror.

Así mismo, al otro lado de la ciudad, en algún lugar de la manada Kim, TaeHyung abrió los ojos por primera vez después de meses en coma.

Stars_Of_Saturn.

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