Capítulo 28

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

JiMin empujó las puertas de la unidad de emergencias y entró como una pequeña tormenta al lugar, los enfermeros y guardias cercanos se sobresaltaron y estos últimos dieron un paso en su dirección, mas se detuvieron de inmediato cuando vieron al antiguo alfa Min tras este, diciéndoles con un ademán que le dejaran tranquilo.

JiMin, ignorante a esto, continuó con su rápido caminar hacia el cubículo de información, mas se detuvo a mitad de camino cuando visualizó a JungKook sentado en una de las sillas cercanas a la sala de emergencias.

JiMin corrió hacia él, llevando una mano hasta la cabeza de su hermano y echando el pelo de este hacia atrás para despejar su cara en cuanto llegó a su lado.

—Por la Diosa, JungKook —JiMin dijo casi sin aliento—. ¿Estás bien?

JungKook soltó un quejido por el brusco movimiento, pero asintió hacia las palabras de su hermano.

—Estoy bien —aseguró—, no soy de quien hay que preocuparse —agregó, mirando por sobre el hombro de su hermano al señor Min acercarse, siendo seguido de cerca por la luna Park y varios centinelas.

—¿E-Eso qué significa? —JiMin preguntó con genuino miedo—. ¿Qué fue lo que sucedió exactamente?

—Nos atacaron, nos interceptaron a mitad de camino y nos bombardearon con misiles —JungKook contestó, frunciendo el ceño mientras sostenía su brazo vendado—. Por suerte, el centinela de YoonGi pudo esquivarlo y no fuimos impactados de frente.

—¿Dónde están YoonGi y los demás?

—Esa es la cosa, aunque no fuimos impactados de lleno, aún no pudimos alejarnos lo suficiente, por lo que todavía fuimos alcanzados.

—¿JungKook?

—Yo salí prácticamente ileso, solo con un par de quemaduras de segundo grado, pero GeumJae y el centinela no corrieron con la misma suerte, ni siquiera YoonGi. —JungKook hizo una mueca—. GeumJae y el centinela están en cuidados intensivos por quemaduras de tercer grado, YoonGi también tuvo algunas, solo que en menor alcance.

JiMin no pudo disimular el suspiro de alivio que se escapó de sus labios, JungKook miró con cierta ternura a su hermano, porque este se mostró avergonzado inmediatamente después.

—No estoy muy seguro de todo, porque perdí el conocimiento después de que el auto se volcara, cuando desperté, YoonGi estaba arrastrando a GeumJae fuera del auto y algunos hombres del alfa Park hacían lo mismo con el centinela.

—¿Qué hay de ChanYeol? ¿Dónde está? —BaekHyun se adelantó.

—No estoy seguro realmente, estaba bastante aturdido y...

—Yo puedo responderle a eso. —Ellos giraron su atención al recién llegado.

—JuWon. —JungKook reconoció.

—Debes ser el centinela, Khang. —El señor Min le tendió la mano y JuWon la aceptó, inclinando a su vez la cabeza en señal de respeto.

—Señor.

—¿Pues decirnos lo que sabes, hijo?

—En cuanto a eso —Khang se giró en dirección a BaekHyun—. El alfa Park me pidió que le avisara que estaba bien, que por favor se quedara con los señores Min y que el corte fue para no abrumarlo. —JuWon se mostró confundido por eso último, pero BaekHyun simplemente asintió, aparentemente comprendiendo todo.

—Está bien, pero ¿exactamente a dónde ha ido?

—Resulta que había un traidor más con el que no contábamos.

—¿Uno más? —El señor Min preguntó, frunciendo el ceño.

—Así es, por lo que averiguamos de las personas que capturamos, el aliado era el representante de los alces. El alfa Park se comunicó con el consejo y ahora esta siendo principalmente asistido por el representante de los lobos.

—¿De verdad? —La sorpresa en el rostro de todos era genuina.

—Resulta que en realidad el anciano no es muy fan de SeungYeop y había estado investigando por su cuenta porque también había tenido sospechas de que alguien se estaba moviendo entre ellos.

—¿Eso quiere decir que el hombre ya había sospechado de los representantes de las águilas y los guepardos? ¿Tiene información que podamos utilizar? —El señor Min preguntó.

—De hecho, la tiene, tal parece que tenía planeado comunicarse con nosotros más tarde, pero ante el último acontecimiento, ha adelantado sus planes. Ha movido sus hilos para que se efectúe la orden de captura contra el anciano de los alces.

—Bien, al menos lo sucedido ha servido para terminar de exponer las manzanas podridas. —JungKook suspiró.

—Oh, JungKook, tengo una importante noticia que darte, es sobre el señor Kim.

—¿NamJoon? ¿Sucedió algo? ¿No se estaba el encargando de los imbéciles que nos atacaron? —Khang negó con la cabeza—. ¿Entonces?

—Es sobre el señor TaeHyung.

—¿TaeHyung? ¿Qué sucedió? —Todo el cuerpo de JungKook se tensó.

—El señor Kim recibió una llamada justo antes de que saliera hacia aquí, JungKook, TaeHyung despertó.

—¿Despertó? —JungKook jadeó, sus ojos abiertos de par en par.

—Lo hizo. —JuWon sonrió.

—T-Tengo que ir... tengo que ir con él. —JungKook comenzó a ponerse de pie, pero fue rápidamente devuelto a su lugar por su hermano.

—Tranquilízate, no estás en condición para ir solo a ninguna parte —JiMin amonestó.

—JiMin, justo ahora, no hay nada que puedas hacer o decir que evite que vaya con TaeHyung —JungKook gruñó, JiMin blanqueó los ojos.

—¿Crees que no sé eso? —Le dijo—. Sé que aunque te atara encontrarías la forma de liberarte e irte, sin embargo, no es lo que estoy tratando de hacer, dame unos minutos en lo que consigo que me digan tu verdadero estado y alguien que te acompañe.

—En realidad, ese es mi trabajo. —JuWon se adelantó—. El alfa Kim me mandó por él, dijo que era demasiada cabeza dura para dejarle solo. —Khang sonrió—. Supongo que a esto se refería.

—Puedes llevarte a algunos de mis hombres —el señor Min ofreció, haciendo un ademán hacia uno de sus centinelas—. Encárgate de conseguir dos guardias para él, iré con JiMin a averiguar algo más sobre YoonGi, GeumJae y nuestro centinela.

—Como ordene, señor. —El centinela hizo una breve reverencia y girando sobre sus talones, salió de la sala.

—Tu espera aquí y no muevas un solo musculo de tu lugar. —JiMin señaló a su hermano, quien no disimuló su mueca de desagrado.

—JiMin...

—Serán solo unos minutos, JungKook —le interrumpió—, puedes esperar, piensa en que TaeHyung te necesita con él, de nada servirá que te aceleres y entonces seas quien necesite ser hospitalizado. Volveré pronto, solo espera.

JungKook suspiró resignado y asintió hacia él, después de todo, su hermano tenía razón, él ya había esperado durante meses para que su compañero despertara, hacerlo por unos minutos más no haría una gran diferencia.

Para la suerte de JungKook, a JiMin no le tomó más de veinte minutos reunir toda la información y hacer el papeleo de su alta, aunque por supuesto, sabía que aquello solo era debido a la influencia del señor Min, JiMin es enfermero y él sabe cuán tedioso ese proceso puede realmente ser.

Resulta que su hermano, como le había dicho, solo tenía quemaduras de segundo grado en su brazo y costado derecho, junto a unas de primer grado en su pierna, además de una leve contusión cerebral.

Ellos habían querido mantenerle en observación por ese día, pero dado el caso, era imposible, por lo que al final había tenido que firmar los documentos que exoneraba al hospital ante cualquier cosa que le pasara a este una vez fuera de él.

—Esta es la receta que te han asignado y estos unos estudios para revisar tu avance. —JiMin dio golpecitos en su propia sien—. JuWon, ¿podrías entregarle esto a SeokJin-ssi una vez lleguen? También, por favor dile que lo llamaré más tarde —pidió, pasándole los papeles al susodicho.

—Sin ningún problema.

—Gracias por todo, sé que también tienes alguien de quien preocuparte.

—Sí, HoSeok ya está mucho mejor, él incluso fue pateado de la clínica.

—¿Pateado?

—Es una larga historia, solo digamos que las enfermeras y el Doc se cansaron de tener que discutir con él. —JuWon se encogió de hombros y el resto de ellos le miró con curiosidad, mas nadie se animó a preguntar nada—. Entonces, ¿JungKook, nos vamos?

—Envíenme un mensaje en cuanto lleguen, ¿está bien?

—Cuenta con ello. —Juwon asintió, ayudando a JungKook a mantenerse de pie.

—Y tú, Kook —JiMin llamó su atención, acercándose a él para acariciar su brazo sin vendas—. Debes mantener la calma, sé que es difícil en este momento, pero piensa que si Tae no hubiera estado lo suficientemente bien, ya habrían avisado.

—Está bien. —JungKook asintió, pero JiMin todavía no creyó mucho en sus palabras, él conocía muy bien a su hermano.

—Lo tomaré —aceptó—, los centinelas del señor Min le están esperando en el estacionamiento, ¿estás realmente bien para caminar? Porque puedo pedir una silla de ruedas.

—Puedo hacerlo —el alfa afirmó.

—Entonces, ¿JuWon? Lo estoy dejando en tus manos.

—Le mantendré a raya. —Ellos ignoraron la mueca inconforme de JungKook ante sus palabras.

—Bien, una vez más, gracias por todo.

—Por cierto, antes de que lo olvide —JuWon dijo, volviendo a girar en dirección a BaekHyun—. El centinela Oh SeHun llegará en cualquier momento, el alfa Park le ha designado su seguridad.

—Entiendo, gracias. —BaeHyun asintió.

Poco después, JungKook salió del hospital, dejando a su hermano atrás junto a la luna Park y dos centinelas del antiguo alfa Min. Ese sería probablemente el viaje más largo de su vida.

—Eso es todo, alfa —la enfermera anunció, recogiendo los utensilios usados para desecharlos—. Me retiraré ahora, si el efecto de los calmantes pasa o, uh... —Ella se sonrojó—. Usted sabe bien qué hacer, estamos a una llamada.

—Está bien, gracias. —YoonGi asintió hacia ella y está inclinó la cabeza respetuosamente antes de salir.

Su padre entró casi inmediatamente después, parándose un segundo para recorrerle con la mirada antes de terminar de acercarse.

—Bueno, es un alivio que estés bien, mucho mejor de lo que esperaba. —El hombre dijo eso, pero por la rigidez en sus hombros y cuello, él sabía lo mucho que realmente se preocupa.

YoonGi mostró sus brazos vendados a su padre.

—Quemaduras de segundo grado, tengo unas de tercer grado en la espalda, pero no son demasiado grandes —informó y este asintió.

—Te vez muy sereno, no cualquiera lo diría.

—Hay más drogas de las que crees en mi sistema, papá, pero te aseguro que estoy bien, relájate.

—GeumJae...

—GeumJae está fuera de peligro —interrumpió—, nuestro centinela igual, aunque fueron quienes recibieron lo peor del impacto, ahora están tan bien como podrían estar, están sedados y siendo atendidos en cuidados intensivos, cuando estén lo suficientemente bien, pediremos los trasladen al hospital central.

—No he podido verlos —su padre admitió, tomando una de las sillas en la habitación para sentarse junto a la camilla en la que se encontraba—. No me permitieron entrar, aparentemente están algo saturados y no es conveniente.

—Me dijeron lo mismo. —YoonGi asintió en medio de un suspiro—. Es un hospital pequeño y por lo poco que pude recorrer antes de finalmente ser obligado a venir aquí, le faltan algunas cosas de las que planeo encargarme después de que haga una investigación.

—Hum, ¿averiguaras sobre la gestión de gastos y la administración del director?

—Sí, quiero asegurarme de que la condición en que están no se deba a ninguna mal versación de ingresos —En realidad, él ya había hecho una lista de pendientes en su cabeza—. Con todo lo que está sucediendo, es indispensable que todos nuestros centros de asistencia médica estén funcionando al cien por ciento, aún peor, este es un centro público, es donde la parte más vulnerable de nuestra gente viene a buscar ayuda.

—Bien, se supone que el consejo debería tener gente pendiente de esto, por algo se le da una comisión.

—Aún así, como el alfa, de vez en cuando debería recorrer la manada y estar pendiente de este tipo de cosas, soy quien tiene la responsabilidad de abogar por ellos. —YoonGi negó con la cabeza—. De todas formas, esto es algo que trataré más tarde.

—Te ayudaré cuanto pueda —su padre dijo y YoonGi le agradeció el gesto—. Ahora, en cuanto a su reunión, por lo que el centinela Kang me dijo y obviando el altercado, puedo deducir que les ha ido bastante bien.

—Mejor de lo que esperábamos, en realidad ni siquiera tuvimos que presionar demasiado, el consejo parecía estar lo suficientemente desesperado.

—Hay demasiada gente muriendo, es lo menos que pueden hacer. —Su padre suspiró—. Ahora, también pudieron sacar a la luz un enemigo no estipulado.

—El muy imbécil se expuso a sí mismo. —YoonGi sonrió con burla, parpadeando repetidas veces cuando sus parpados comenzaron a sentirse pesados—. Al parecer se asustó después de que expusiéramos a sus dos cómplices y actuó precipitadamente.

—Bueno, punto para nosotros.

—En efecto, tenemos a Choi acorralado, arrancamos de raíz todos sus contactos, ahora sin apoyo desde arriba ni desde el exterior, es cuestión de tiempo antes de que caiga. —YoonGi no podría estar más conforme en saber que finalmente tenían toda la ventaja sobre el bastardo—. Lo tenemos pisado por la cola, sin muchas vías de movimiento y sin forma de que pueda reabastecerse de ninguna manera.

—Por lo que solo nos queda esperar su último gran golpe —meditó el antiguo alfa líder—. Choi sabe que es su última oportunidad, todo o nada, no pasará mucho antes de que se ponga en movimiento.

—Así es —YoonGi confirmó—. Preveo que se apoyará bastante en su veneno, pero desde que tenemos la ventaja del antídoto... bien, estamos más que preparados para cualquier mierda que quiera lanzarnos.

—De cualquier forma, no es prudente confiarnos, Choi ha demostrado ser un bastardo bastante astuto e impredecible cuando se lo propone —aconsejó.

—Lo sé, no planeo bajar la guardia —aseguró, disimulando un bostezo.

La puerta de su habitación fue tocada y segundos después abierta, YoonGi vio la cabeza de JiMin asomarse y una instantánea sonrisa se extendió por sus labios.

—Minnie.

—¡YoonGi! —JiMin se apuró a llegar junto a él, inclinándose sobre la cama para tomar su magullado rostro entre sus manos—. Querida Diosa, realmente estás bien —suspiró.

YoonGi miró de reojo como su padre se ponía de pie y salía silenciosamente de la habitación. Él llevó una de sus manos al rostro del menor y acarició su mejilla, JiMin se acurrucó en ella.

—Casi muero del susto cuando vi lo que estaba pasando por medio de nuestro lazo —JiMin dijo casi sin aliento—. Cuando se cortó nuestra conexión, yo... Diosa YoonGi.

—Lamento haberte asustado, lindura.

JiMin negó con la cabeza y se inclinó para dejar un beso sobre sus labios. YoonGi cerró los ojos y se deleitó con la simple presión, hubo un peso levantándose de su pecho, aunque el sentimiento no se sintió como exactamente suyo, por lo que dedujo que aquello era en realidad de parte de JiMin.

—Estoy bien, lindura —aseguró una vez JiMin se alejó, removiéndose hasta acomodarse en su costado sano.

JiMin pasó las yemas de sus dedos sobre las vendas que rodeaban su pecho y acarició la parte baja de la cicatriz en su ojo.

—¿Qué dijo el doctor? —JiMin preguntó.

—Ya sabes, lo habitual, desinfectar constantemente, aplicar cremas, vendar. —Desestimó con un ademán—. La quemadura más grave está en mi omoplato derecho, pero no es demasiado grande, es apenas del grosor de cuatro de mis dedos y unos veinte centímetros.

—Y no es nada grave, ¿eh? —JiMin blanqueó los ojos.

—Pudo haber sido peor —puntualizó, JiMin simplemente suspiró, aceptando el hecho.

—¿Exactamente qué tan drogado estas como para que no parezcas sumergido en un infierno de dolor?

—No estoy exactamente seguro, pero definitivamente mucho. —YoonGi blanqueó los ojos divertido y JiMin hizo el amago de pegarle, sacándole una baja carcajada al alfa.

—Recibirás el alta pronto, al parecer —el omega comentó, dejando un último beso en los labios del alfa antes de alejarse y tomar asiento en la silla que el señor Min había estado ocupando—. No puedo decir lo mismo de GeumJae y el centinela, me comuniqué con su esposa antes de venir aquí, ya he designado a alguien para que pase a por ella y la traiga.

—Y luego dices que no tienes madera para ser mi luna, parece que te estás haciendo cargo de todo muy bien. —YoonGi tomó la temblorosa mano de JiMin entre la suya y le regaló un reconfortante apretón.

YoonGi sabía que el menor en realidad estaba bastante nervioso y solo estaba tratando de ocultar lo realmente cerca que tal vez estaba de alguna crisis, sin embargo, YoonGi no señalaría el hecho, porque él lo estaba llevando maravillosamente bien. Aún así, él se aseguró de enviar reconfortantes oleadas de amor a través de su lazo.

—Gracias. —JiMin le dedicó una pequeña sonrisa—. Aunque creo que es algo que cualquiera haría, ¿no?

—Deja de quitarte meritos —gruñó inconforme, bostezando segundos después—. Finalmente los calmantes están golpeándome.

—Descansa, estaré justo aquí —JiMin le alentó.

—Gracias amor —YoonGi murmuró, sinceramente más dormido que despierto—. Por cierto, JungKook...

—Ya lo he visto, no te preocupes por nada, me haré cargo del resto, ¿sí? Tu solo descansa.

—Hum... te amo —murmuró, justo antes de quedarse dormido.

Cuando JungKook llegó a la casa de seguridad, la camioneta ni siquiera se había detenido por completo cuando él estaba saltando fuera de ella. Ignorando el dolor en su pierna y prácticamente todo su cuerpo, él corrió directamente a la habitación de TaeHyung.

SeokJin estaba saliendo de ella cuando él llegó y JungKook le miró con ansiedad.

—¿Cómo está?

—No muy bien —SeokJin dejó salir un agotado suspiro y JungKook palideció—. No me refiero a... físicamente está mejor de lo que se esperaba, un poco desgastado por la falta de movimiento, pero los masajes y ejercicios que le ayudamos a hacer mientras estuvo inconsciente ayudaron mucho.

—¿Entonces a qué te refieres?

—Me refiero a emocionalmente, Kook, Tae no se ha tomado bien el perder su parte animal, tuvo un colapso nervioso un poco después de que despertara, porque él no era capaz de sentir su lazo, no dejaba de preguntar por ti y luego se dio cuenta de que en realidad no podía sentir a su tigre en lo absoluto.

JungKook cerró los ojos durante un momento y una mueca de dolor se extendió por sus labios.

—Sabíamos que esto podría pasar —comentó, abriendo los ojos nuevamente.

—Lo sé, pero fue duro verlo así después de que estuvo inconsciente por meses y... de cualquier forma, el doctor Lee vendrá mañana temprano para revisarlo y hablar con él, probablemente lo mejor que podamos hacer hasta entonces, es mantenernos junto a él.

—¿Está despierto? —JungKook miró la puerta cerrada de la habitación.

—Me dijo que estaba cansado y quería dormir, pero estoy seguro de que solo deseaba que lo dejara solo. —SeokJin se estrujó la cara con una de sus manos—. Probablemente en este momento eres la única persona a la que dejaría a su lado, eres su alfa y aunque ya no tenga a su tigre sigue, siendo un omega, eres su lugar seguro.

—Bien, gracias, iré con él.

SeokJin asintió y se alejó por el pasillo. JungKook encaró la puerta una vez más y alzó su mano para girar la perilla. Todo él estaba temblando de nervios y ansiedad.

Cuando finalmente entro a la habitación, él vio a TaeHyung acostado de espalda a la puerta, una vista inusual en los últimos meses. Los ojos de JungKook se llenaron de lagrimas y apenas pudo obligar a sus temblorosas piernas a moverse y llevarle al lado de su compañero.

Inclinándose sobre el menor, él no pudo contenerse, rodeándole con sus brazos y hundiendo la cabeza en su nuca.

—Mi amor —Kook sollozó, dejando un húmedo beso en el cuello del omega, quien se tensó lo que pareció un eterno minuto antes de girar sobre su costado y enfrentarlo.

JungKook sintió como su corazón se fracturaba al ver el rostro rojo y lleno de lágrimas de su pareja.

—J-JungKookie... —TaeHyung lloró, luchando por alzar sus brazos y devolverle el abrazo—. JungKook yo... no puedo, no puedo sentirte, Kook, no puedo sentir a mi tigre, no puedo, no puedo sentir nuestro lazo.

—TaeHyung...

—Ni siquiera soy capaz de sentirte como mi compañero, Diosa JungKook, no puedo sentirte —lamentó, su llanto volviéndose más ruidoso con el pasar de los segundos.

Todo lo que el mismo JungKook pudo hacer, fue arrástralo entre su brazos y mantenerlo contra su pecho mientras le apoyaba y le acompañaba silenciosamente entre su llanto, porque como TaeHyung había dicho, hace tiempo que su propio conejo estaba sumido en la ansiedad, porque él mismo no era capaz de sentir al omega como su compañero.

JungKook lo había estado negando, pero aparentemente, él no podría evitar el hecho por más tiempo.

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro