02

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La capa, el traje aunque sudara como embarazada después de un maratón, los artilugios, la adrenalina que le llamaba la atención secretamente, el desahogo que sentía al patear culos, las noches sin descanso, la doble vida que la hacia parecer más interesante, los enemigos que aunque le causaban temor les agradaba y todo lo que conllevaba tener ese manto bajo sus brazos.

¿En realidad había algo que no añorara secretamente cuando decidió eso?

A pesar del miedo, sabía que siempre quiso defender Gotham al igual que su hermano. Y aunque le hubiera costado un poco que se papá accediera a darle un lugar en la Batfamily, había valido la pena.

— ¿Me van a tener que entrenar de nuevo? — Preguntó un poco sorprendida unos días después del accidente de Stephanie Brown mientras veía caminar a Robín y Batman de aquí para allá, buscando cosas bastante atareados para volver a salir y hacer sus respectivos trabajos como vigilantes.

— Es un entrenamiento diferente — murmuró Bruce —, no es como el que tenían ustedes y más contigo.

Ella asintió sin comprender muy bien lo que le decían, miró a Nightwing quien le sonreía entre burlón y comprensivo.

— ¿Cuándo empiezo? — Preguntó con inseguridad, mirando que todos iban directo a la salida.

— Ahora mismo, solo espera a que se digne a llegar.

Y fue lo ultimo que escuchó salir de la boca del murciélago antes de que la tenue nube de polvo y aire chocaran contra su cada y levantaran vuelo.

Suspiró algo frustrada y se digno a ir a la sala de entrenamientos esperando a algo que ni siquiera sabia qué era.

Al entrar a la habitación notó que las luces estaban apagadas, fruncio  el ceño y caminó hasta donde supuso que estaría el apagador, con el dedo buscó y hasta que al fin lo encontró prendió la luz y dio un salta hacia atrás pegándose contra la pared.

Allí estaba él de nuevo.

— ¿Jerry? — Preguntó ella con duda.

— Jason. — Corrigió el otro, rodando los ojos y acercándose a la chica.

— ¿Qué haces aquí? — Volvió a cuestionar intentando retroceder pero sabiendo que sería imposible ya que no era ningún fantasma como para poder atravesar paredes.

— Voy a ser tu entrenador para el puesto ¡Sorpresa! — Hizo un ademán con las manos fingiendo emoción.

Ella asintió sin estar muy convencida.

— ¿Tienes alguna experiencia siendo Batgirl? — Su voz sonó burlona y aún así, hizo que Todd soltara una pequeña carcajada.

— Robín, el segundo de este lugar.

— Qué raro... Nunca me hablaron de ti. — Y de pronto, Hanna se sintió algo excluida porque seguramente todos sabían de él. Se sentía idiota.

La sonrisa de Jason se ensombreció al recordar sus épocas como Robín pero rápidamente intentó dejar esos pensamientos de lado.

— Posiblemente se les olvido, esta casa está llena de idiotas. — Respondió quitándole importancia. Sí, al idiota de Batman seguramente no le había importado su muerte, ni mucho menos su vida después eso así que era obvio que se le olvidara.

Entonces, ella le mostró una cálida sonrisa mientras cerraba esos ojos grises en medio del gesto, caminó hacia unas pequeñas tribunas que había en el lugar y llamó a Jason para que se sentara.

El hombre en la habitación lo dudó por un momento, sus movimientos carecieron de confianza al ver su rara acción pero al final caminó hacia ella.

— Me sorprende que entrenes sentada. — Comentó sarcástico.

— Primero tengo que conocer a mi entrenador ¿no crees?

Él asintió pensando en que probablemente esa chica era algo estúpida. Iban a entrenar, no hacer súper amigos.

— ¿Qué quieres saber de mí? ¿Con cuántas me liado?

— Oh sí, saber con cuántas te has liado me ayudará a salvar Gotham. Pero sí, quiero saber más de ti para tenerte más confianza, no entreno con cualquiera.

Jason se pasó la mano por la cara, algo frustrado por esa idea algo tonta.

— Pues... No lo sé, que te lleguen a preguntar  cosas sobre ti así de la nada te deja en blanco.

La chica puso una mano en su mentón pensando las cosas y Jason tuvo la oportunidad de verla bien por primera vez.

Era hermosa, así de simple era la palabra. No se parecía casi en lo absoluto a esa estúpida bolita de odio, tenia un aire más cercano al de su madre con la diferencia de que sus ojos eran grises y su cabello era más oscuro. Sus pestañas eran largas y una pequeña pero muy notoria cicatriz recorría su mejilla derecha, dándole un aire de inocencia perdida.

Cautivado, el segundo Robín cayó en un pequeño trance en el cuál se dedicó a observar cada perfección e imperfección que hacían a aquella Wayne preciosa.

— ¿...? — Reaccionó cuando la chica pasó una de sus manos por su vista, sacudió la cabeza y fruncio  el ceño.

— ¿Qué?

— Que si empezamos por tu historia como Robín ¿Te parece?

El se limitó a asentir, pensando rápidamente en alguna forma de pasarse detalles dolorosos.

— Pues... No lo sé, no hay mucho qué contar, digo, todos los Robins estamos para lamerle las botas a Batman. — Respondió cortante y con un enojo repentino.

— ¿Cómo te eligió? — Cuestionó la chica, notando su comportamiento pero decidiendo ignorarlo. Le mostró otra sonrisa e hizo que Jason se preguntara cómo era posible ser tan paciente con alguien que tenia su carácter.

— Supongo que vio potencial en mí cuando me encontró robando las llantas del batimovil.

La chica soltó una carcajada.

— ¿Y por qué estarías haciendo una tontería así? ¿Tus papás te dejaron?

Y la mirada del chico se ensombreció haciendo que Hanna se diera cuenta que había tocado un tema delicado.

— Y-Yo... No sabes cuant-

— No, tú no podrías sentirlo de verdad, no sabes qué se siente estar solo en la calle, valerse por sí mismo por mucho tiempo mientras cargas con el dolor de tus padres, no tienes idea de todo lo que tuve qué hacer, no sabes cómo tuve que subsistir y sobrevivir ir día a día, no sabes cómo me siento y nunca lo sabrás. En total, nunca sabrás lo que es ser Jason Todd. Por eso no lo puedes sentir.

La repentina actitud y cambio del chico, hizo que la castaña se sintiera mal y se le encogiera el corazón, desvío la vista sintiéndose algo culpable.

— ¿Puedo preguntar otra cosa?

— Ya lo hiciste, pero supongo que no me queda de otra — Respondió frío y sin dirigirle una mirada.

— ¿Por qué dejaste de ser Robín?

Y la pregunta le cayó como un balde de agua fría.

— El Joker acabó conmigo y el estúpido de tu padre nunca vengó mi muerte, el cómo estoy aquí ahora es otra historia. — Contestó directo y con la intención de ahorrarse otra posible pregunta.

La actitud del chico la ponía algo nerviosa y triste, le sorprendía lo fácil que hacia parecer el decir aquel tipo de cosas pero le costaba, lo notaba en sus ojos. Se levantó haciendo que Jason le dirigiera una mirada cortando de alguna forma el incómodo silencio que se empezaba a formar en la habitación.

— ¿A dónde-

Y lo interrumpió cuando se abalanzó a él y lo abrazó por sorpresa. Todd no movió ningún músculo y se quedó tenso, confuso por aquel tipo de demostración, fruncio  el ceño y cuando iba a protestar Hanna se apartó bruscamente de él.

— Te veo mañana a la misma hora, Jay, espero que vengas listo para una buena pelea.

Y se fue dejando al chico completamente confundido, con la boca entreabierta y con el corazón latiendo al mil.

¿Qué carajo  había pasado?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro