09.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— ¿Necesitas que te lleve? — Preguntó subiéndose a la motocicleta mientras se colocaba el casco, la chica negó con la cabeza aferrándose más a la chaqueta de Jason y éste, notando el gesto, sonrió. — Entonces, pastelito, regresaré en cuanto pueda.

— Ten cuidado — le recomendó ella con algo de preocupación en su voz. Siempre tenia miedo de que sus seres queridos salieran a vigilar algo que no les correspondía en lo más mínimo cuidar pero estaba segura de que eso cambiaría cuando ella estuviera preparada para ser un Robín con traje de niña.

Ella los protegería.

Todd arrancó y salio colina abajo.

La castaña suspiró y de metió de nuevo en la cabaña. Ya era muy noche como para volver a Gotham y, estando consiente de que su hermano la mataría por quedarse en la cabaña de Jason, ambos prefirieron que Wayne se quedara segura en aquel lugar.

Una vez dentro del lugar, subió a la recámara del antihéroe y fue directo a un pequeño panel dentro del armario, tal y cómo le indicó él, encendió las alarmas de seguridad y seguido se dejó caer en la cama.

Incluso aquellas sábanas tenían impregnado su olor.

Sonrió abrazando la almohada y un repentino sueño la invadió.

Poco a poco, fue cerrando sus bellos ojos hasta caer en un sueño, mientras roncaba delicadamente como motor viejo.

...

— Ya llegué, perras, que comience la función. — Anunció sonriendo, mirando a sus únicos "familiares" vigilando Gotham desde unas gárgolas de algún edificio sin importancia, Damian lo vio y lo ignoró, Tim le sonrió muy apenas, Bruce siguió sin inmutarse y Dick se lanzó a abrazarlo.

— ¡Palanquitas! ¡Por fin llegaste!

— Quitate de encima, cabrón, pareces gay. — De una patada, el acróbata se cayó de trasero y fruncio el ceño.

— De los que te pierdes. — Movió su cabello en forma de diva y se levantó con toda la dignidad que le quedaba.

— Basta los dos, tenemos trabajo que hacer — anunció Bruce, saltando de su gárgola para caer en la azotea, se sacudió y alzó la vista — Jason, ¿dónde tenias que encontrarte con el sujeto?

El nombrado simplemente se ajustó el traje y brincó ágilmente al siguiente edificio, los demás captaron el mensaje y copiaron su acción a su propio estilo.  Saltaron varias casas, siempre estando al pendiente de ver algún criminal o algún indicio de que algo estaba fuera de lugar y de pronto el del casco hizo que todos pararan en seco.

— Ahora me toca hacer mi trabajo, ustedes vigilen sus movimientos y el perímetro.

Todos asintieron y sabiendo perfectamente sus roles, se separaron y Bruce fue el único que de quedó allí, observando al que una vez había sido su pupilo descender por el techo con agilidad y un sentimiento de nostalgia lo invadió.

— Espero que algún día puedas terminar de perdonarme Jason, en verdad lo siento tanto... — susurró negando con la cabeza cabizbajo.

Red Hood, terminó cayendo de un salto rápido al suelo, sonrió a través de la máscara y advirtió que alguien lo observaba desde las sombras.

— Puedes salir, ya te escuché — Permitió rodando los ojos. Una sombra salió de su escondite y rápidamente se transformó en un hombre alto, encubierto tras un saco color negro y sombrero del mismo color.

— Solo con eso, compruebo que los mitos sobre ti son ciertos — Siseo por lo bajo sonriendo.

— ¿Cuáles mitos? — Preguntó éste haciendo aparecer su ceño fruncido.

— Sobre tus habilidades, por ello, hijo mio, quiero tu ayuda.

— ¿Qué clase de ayuda?

"Amo Todd, le recomiendo mantener distancia con el extraño, el amo Bruce me ha informado que se está acercando demasiado"

Escuchó la vocecita de Alfred a través del comunicador y algo dentro de él rabió. "Si Bruce quiere advertirme sobre algo, que él sea quién me hable" pensó apretando la mandíbula.

— Necesito eliminar a alguien...

— A ver abuelo, si quieres que te ayude, deja el misterio y el drama para otro rato — le advirtió alejándose sin que él se percatara de ello — ¿Qué necesitas, exactamente?

— Necesito desaparecer al Joker, él me ha ocasionado muchos problemas y no me deja cumplir mis siguientes objetivos.

Algo dentro de Jason se removió con brusquedad, sus piernas flaquearon y de pronto la duda llegó a su mente.

Vengarse del hombre que se lo arrebató todo o seguir con su familia...

— ¿Con desaparecerlo te refieres a...

— Sí, exterminarlo, matarlo, decirle adiós, hacer que esa sea su última función, como quieras llamarlo.

Jason asintió sin estar muy convencido.

— ¿Tienes algún plan...?

Estando consiente de que los cuatro héroes restantes escuchaban la conversación, medio aceptó el trato.

El señor negó con la cabeza.

— Estoy en eso, pero si aceptas, tendré los planos de todo en dos semanas.

— Aceptaré, con condiciones.

— ¿Cuáles?

— La primera es que necesito cero misterio, quiero saber quién ed mi cliente y en cuanto las demás, bueno, esas surgirán sobre la marcha.

El hombre se volvió a acercar a Jason, quién de inmediato reaccionó y de un brincó salto hacia atrás.

El hombre se rió de manera amarga.

— Chico listo — Después de murmurar aquello, el hombre se despojo del saco y el sombrero.

Jason tragó en seco y de inmediato entendió porque aquel tipo necesitaba su ayuda.

— Espantapájaros... — Susurró más para él que para el villano.

— El mismo, de carne y hueso.

Jason tragó en seco. Quién sabe qué hubiese pasado si dejaba que ese tipo se le acercara y le clavara su sustancia rara.

— Acepto — contestó sin titubear — en dos semanas, nos vemos aquí mismo.

El Espantapájaros negó rotundamente con la cabeza.

— En el bosque.

Red Hood rodó los ojos.

— En el bosque será.

Y después de eso, ambos se separaron, el antihéroe subiendo nuevamente por la pared y el villano escondiéndose entre las sombras.

Al subir a la azotea, todo el mundo el estaba esperando en silencio.

— ¿Notaron algo raro?

Negaron con la cabeza.

— Al parecer esto es más serio de lo que pensamos, ¿para qué carajo  quiere matar al payaso? — cuestiono Damian cruzando sus brazos.

Batman y Hood intercambiaron una mirada rápida, recordando cosas feas.

— No lo sé, tal vez sea bueno seguirle la corriente hasta que descubramos las razones. — Comentó Dick.

— En dos semanas, en el bosque, tendré preparada a Hanna para entonces.

Y sin decir más, Caperucita los abandonó para ir con la chica.

...

Subiendo las escaleras, Jason escuchaba claramente las risas provenientes de su guarida, fruncio el ceño y se apresuró a entrar.

— ¿Hanna? — La llamó con algo de miedo, la buscó con la mirada en la sala y cuando escuchó un pequeño grito proveniente de su recámara, corrió sin pensarlo.

Abrió la puerta de una patada y encontró el escenario que nunca en su vida se hubiera imaginado.

— ¿Roy....?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro