12

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

- ¡¿Qué le hiciste a mi hermana, Todd?! - Rugió Damian en cuanto el dúo llegó a la mansión, estaba oscureciendo y al adolescente no le había parecido en lo absoluto que su hermana se fuera con Jason desde ayer después de la escuela y que para el colmo, faltara a clases al día siguiente.

— Nada que no quisiera — contestó sonriendo y cruzándose de brazos en busca de provocar al menor. El chico gruñó y se intentó abalanzar contra él pero su hermana se interpuso.

— No sucedió absolutamente nada, Damian, solo aprendí un par de cosas nuevas — el nombrado seguía tenso, con la mandíbula contraída y en busca de cualquier oportunidad para golpear al antihéroe. Hanna pudo notarlo así que simplemente abrazó a su hermano, éste se sonrojo pero se relajó rápidamente.

Jason se puso celoso. Lo peor de eso era que no sabía por qué, tal vez con Roy tuviera justificación pero aquí no.

— ¿Estas segura? — Preguntó en susurro, pensando en lo débil que se volvía ante su hermana, la única capaz de tranquilizarlo en un solo segundo.

Ella asintió.

— No te preocupes — Sonrió sintiéndose mal por omitir los detalles de la noche anterior pero solo era una verdad a medias, la que había intentado hacer algo fue ella y Todd se había contenido.

— Iré a la habitación — Avisó y se fue sin dirigirles la mirada.

— Mentiste... — acusó el muchacho boquiabierto.

Ella se giró rápidamente hacia su amigo, frunciendo el ceño y sintiéndose ofendida.

— Yo nunca mentiría y tampoco me gustaría que lo hicieran conmigo, si omiti la idiotez que hice fue porque no quería que Damian te golpeara cuando sé perfectamente que tú me frenaste.

Y enojada por tal acusación subió las escaleras echando humo por las orejas, refunfuñando y sintiéndose sucia al pensar en que alguien pensara en la posibilidad de que ella dijera  una mentira.

— Creo que lo arruinaste — susurró una voz masculina desde las sombras, Todd se giró rápidamente para descubrir a su hermanastro mayor, Dick.

— No sé de qué hablas.

— No te hagas el tonto Jay, todos saben que te gusta la chica.

— ¿Por qué lo dices? — Cuestionó negando con la cabeza pero sintiendo el rubor subir rápidamente por sus mejillas.

— La forma en que la miras te delata, además, nunca te había visto tan dispuesto a ayudar a la familia con una aprendiz.

El muchacho arrugó la nariz.

— Es una amiga.

— Di lo que quieras pero te apuesto que mañana te querrás ahorcar cuando veas en el lío en el que te metiste haciéndola enojar.

Tras dar una risa amarga, Grayson también fue escaleras arriba.

— ¿También caíste en sus redes? — Cuestionó Tim saliendo de la cocina.

Jason pegó un salto y fruncio el ceño.

—¡Esta bien que seamos los caballeros de la noche pero dejen de aparecer así de la nada! — Chilló.

El de cabellos largos soltó una risilla.

— Perdón hermano, es la costumbre — avanzó hacia el antihéroe y puso amistosamente una mano en su hombro —. En serio, ¿te has enamorado de Hanna?

Todd se dio cuenta de la tristeza que intentaba ocultar su voz. Después de analizar un poco la situación, soltó un suspiro pesado.

— No lo sé Tim, hermano, no sé lo que quiero, no sé lo que siento. Cuando estoy con ella, hay una guerra constante entre mi corazón y cabeza y es allí donde me pierdo, no sé si coquetear con ella, si respetarla o salir corriendo montando en un pollo. Sé que allí hay un sentimiento pero todavía no estoy seguro de qué...

— Lo entiendo — susurró Drake sintiendo cómo su corazón se rompía. Sabia que Jason nunca se había enamorado, solo era sexo y ya, atracción tal vez, pero esa ocasión, sabia perfectamente que no podía interponerse ante los sentimientos de su hermano favorito.

Valdría la pena por Hanna y por él. Renunciaba por el bien mayor.

— ¿Tú...

— Sí, pero te dejo el camino libre, es lo menos que mereces por todo lo que has pasado. 

Y así, el muchacho subió a su cuarto algo derrotado pero a fin de cuentas feliz, no había perdido nada y había hecho lo correcto.

Jason se quedó solo, pensando en todo lo que había pasado en las ultimas 24 horas. Demasiados sentimientos encontrados.

Negó con la cabeza y subió corriendo hacia el cuarto de Damian y Hanna con la intención de disculparse con la castaña.

Tocó una vez, volvió a tocar y justo antes de que sus nudillos tocaran la madera por tercera vez, la puerta se abrió sola, revelando algo que hizo que el antihéroe hirviera de celos, de nuevo.

Los hermanos durmiendo juntos, abrazados y con las piernas entrelazadas.

Y Grayson volvió a aparecer detrás de Jason.

— Es su extraña forma de reconciliarse — comentó sonriendo tierno.

— ¿Alguna vez tendré que acostumbrarme a esto? — murmuró quitando asqueado la mano de su hermanastro de su hombro.

— Es mejor que te vayas preparando, ahora eres parte de la familia de nuevo.

Y ambos decidieron irse a dormir.

...

La mañana siguiente transcurrió con rapidez para todos excepto Jason, quien se estaba muriendo en vida al ver que Hanna se había ofendido en serio ayer. En toda la mañana, lo había ignorado por completo.

— Deberías ocultarlo mejor — le murmuró Tim en medio del desayuno —, se ve desde kilómetros tu cara de preocupación.

Todd asintió avergonzado. ¿Desde cuándo no podía controlar sus emociones?

Tras un silencio casi espectral e incómodo, Hanna se levantó con prisa de la mesa.

— ¿Sucede algo cariño? — Cuestionó Bruce — todavía falta media hora para que se vayan...

La castaña negó con la cabeza.

— Tengo asuntos pendientes hoy, ¿Alfred?

El nombrado le sonrió.

— ¿Sí, ama Wayne?

— Hanna, por favor. ¿Crees que podrías llevar-

— ¡Me ofrezco como voluntario! — Chilló Jason al darse cuenta de lo que la chica quería.

Ella rodó los ojos.

— Como decía, Alfr-

— Vamos Hanna, apenas y se sentó en la mesa y tú y yo ya hemos terminado. Llegarás más rápido en motocicleta.

La castaña se limitó a asentir a regañadientes, se dio media vuelta y fue a su habitación por el resto de sus cosas.

Todd sonrió.

— Hasta luego chicos.

— No será pan comido, imbécil — le advirtió Damian y Dick le golpeó la cabeza — ¡Ey!

— Lenguaje.

— Lo que digas — rodó los ojos y el antihéroe aprovechó para salir del lugar.

Cuando Hanna salió de la mansión con su uniforme, mirada baja y puños apretados, lo invadió un sentimiento amargo.

Algo parecido a lo que sentía cada vez que pensaba en el Joker.
¿Temor...?

Pero si él no le temía a nada a excepción del payaso.

¿Qué estaba pasando?,

— Sube, preciosa — le murmuró entregándole el casco.

— Lo que sea — contestó entre dientes, Todd cerró los ojos sintiéndose estúpido y arrancó despacio al notar que la castaña no lo iba a abrazar.

El camino fue un recorrido eternamente incomodo y eso no le agradó a ninguno, sin embargo, Hanna podía llegar a ser lo suficientemente orgullosa cuando se trataba de sus sentimientos que no le importó.

Bajó de la motocicleta, le entregó el casco y se dio la media vuelta.

—¿ Paso por ti para entrenar...?

Su voz sonaba esperanzada y eso removió algo dentro de ella.

Se quedó tensada sin darse la vuelta.

— Eh...

Axel llegó justo a tiempo para salvar el día. Corrió hacia Hanna con una hermosa sonrisa en el rostro.

— ¡HANNA! — Chilló hasta abrazarla y la nombrada se sintió rara pero bien.

— ¡Axel! — le sonrió de vuelta — ¿cómo estas?

— Bien, ¿y tú? Me enteré de que ayer no viniste, Nirvana me lo dijo, ¿estas bien?

Al verlos, tal vez Jason podría necesitar la ayuda de los bomberos para apagar las llamas de los celos.

¿Quién carajo era ese tipo y por qué la miraba de esa forma?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro