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Tras darle un golpe en seco al suelo con sus botas al verlos entrar por las puertas de la Academia, Jason se puso su casco y arrancó más rápido de lo que una vez lo hubiera hecho en su vida.

En menos de cinco minutos, ya se encontraba dentro de la mansión Wayne.

Soltó un suspiro demasiado grande antes de dejar su casco allí y sacar su celular. Por ahora, Hanna tendría que desalojar por un rato sus pensamientos.

Entró a la mansión y buscó con la mirada a alguno de sus hermanastros. Nada.

Fruncio el ceño, todos deberían estar allí, al fin y al cabo aún era demasiado temprano como para que dieran inicio a sus estúpidas actividades cotidianas.

La cocina. Pensó de inmediato y corrió hacia allí encontrándose únicamente con Alfred.

- Alfyyyyy - canturreó en un tono inesperadamente empalagoso - ¿has visto a Bruce?

- El amo Bruce salió hace veinte minutos directo a una junta importante, ¿sucede algo joven amo Todd?

Negó con la cabeza.

- Nada importante.

Y sabiendo que sí lo era, salió del lugar en busca de Timothy.

Subió a su habitación y justo cuando iba a tocar la puerta, el chico salió con su mochila en los hombros.

- Uph... - Tim esquivó el puño que casi se estrella en su cara - ¿Sucede algo Jay?

- Necesito rastrear esta cosa - le entregó el celular y Drake lo observó curioso por unos minutos -, ayer, después de ir a visitar a Brown, me llegó ese estúpido mensaje y algo me dice que no es solo una broma.

El chico asintió.

- ¿Estas seguro de que no es por parte del Espantapájaros o algo así?

- No, no lo es.

Desde kilómetros de distancia, Tim podía notar el intento fallido de rabia contenida de Jason.

-¿ Te encuentras bien? - Cuestionó acercándose a su hermanastro y guardándose el celular en el bolsillo izquierdo.

- Hanna y un tipo de cabellitos zanahoria - murmuró rabioso, sin negar sus celos y cruzándose de brazos -. Quise arreglar las cosas, el wey llegó y Hanna se fue con él como si fuera su amigo de toda la vida, ¡Carajo!

Drake supo de inmediato de quién se trataba, bueno, más o menos. ¿Era Alex, Látex, Axel?

En fin, sabia perfectamente a lo que se refería..

Tim hizo que Jason pasara a su habitación.

- Todavía tengo buen tiempo para que hablemos de esto.

Jason asintió decidido.

Al parecer, sus sentimientos se estaban aclarando más pronto de lo que creía.

~~~~

Hanna  se sentía nerviosa mientras caminaba por los pasillos junto a Axel, sabia perfectamente que en cuanto se encontrara con su mejor amiga la escuela ardería en llamas.

— Te noto distante — le comentó el chico de cabello anaranjado — ¿Sucede algo? ¿Estas bien?

La chica, recientemente sacada de su pequeño trance de nervios, sacudió la cabeza.

— Es que Nir-

— ¡ALLI ESTAS HIJA DEL CHILAQUIL! ¡DE ESTA NO TE SALVAS NI POR OBRA DE ZATANNA!

Ambos se voltearon y observaron a Nirvana correr como nunca lo había hecho en su vida hacia ellos. Sus piernas largas le permitían dar enormes zancadas así que Hanna y Axel apenas tuvieron tiempo de reaccionar cuando la castaña estaba en el suelo echa bolita intentando cubrir los golpes débiles de la peli azul.

— ¿Qué rayos? — Se preguntó el chico saltando hacia atrás en pose de defensa.

— ¡FALTASTE AL ENSAYO! ¡ERES UNA MALA AMIGA! ¿QUE ERA MAS IMPORTANTE QUE MI OBRA!

Los chillidos de la chica hubieran roto los tímpanos de cualquiera que se atreviera a estar cerca, sin embargo, tuvieron la suerte de que todavía faltara tiempo para que comenzaran a llegar.

— Lo siento — murmuró Wayne y al ver que sus disculpas eran calladas por los chillidos de Vana, subió la voz — ¡YA LO DIJE! ¡LO SIENTO, EN VERDAD!

Y de nuevo, el pasillo entero quedó en silencio. Axel se sintió incomodo.

— ¿Por qué no viniste? — Susurró dolida, esa obra era sumamente importante para ella.

— Tuve algunos inconvenientes — murmuró de vuelta levantándose — ¿por qué crees que llegué temprano hoy? Quería reponer todo lo posible de ayer.

La sonrisa de Vana fue suficiente para calmar los nervios de Hanna y, seguidamente, ambas se abrazaron.

— Nunca volvamos a pelear...

— ¿Y quién dijo que esto era una pelea? — Cuestionó la castaña divertida.

Antes de que le contestaran Axel se metió entre ambas.

— Bonita escena de reconciliación chicas, las shippeo, pero por ahora, vamos a aprovechar el tiempo para la obra de teatro.

Wayne fruncio el entrecejo.

— ¿Estas en la obra?

— ¡Sí! ¡Va a ser protagonista masculino, osea, tu pareja! — Contestó su mejor amiga alzando los brazos al aire.

— Vaya, esa no la vi venir.

— Andando señoritas, nos queda poco tiempo para adelantar un poco los detalles antes de que llegue el equipo.

Las chicas asintieron y empezaron a caminar a paso veloz directo al teatro.

Una vez cruzadas las puertas de color rojo vino, Hanna quedó impresionada por el inmenso tamaño del teatro. Aparte de las tribunas estratégicamente distribuidas por el centro, el alto y el bajo de la enorme habitación, los cables y los puestos para el equipo técnico eran de las cosas que más resaltaban en el sitio. El escenario estaba compuesto por escaleras, cajas, uno que otro bote de pintura, vestuarios completos en los percheros, escarcha y pequeños carteles junto a varios libretos.

Justo cuando Wayne sintió la sonrisa de Axel sobre su oreja, se dio cuenta que se había quedado paralizada.

— ¿Verdad que es un lugar hermoso? — Le susurró con ternura, muy diferente de como lo hacia Todd.

Ella asintió.

El chico de cabellos anaranjados sonrió, la agarró delicadamente de la muñeca haciendo que Hanna sintiera que su corazón se le iba a salir del pecho y la guió hasta el escenario, donde Vana los esperaba impaciente.

— ¿Ya terminaste de enamorarte del lugar? — le preguntó con un libreto en mano.

— Ya casi.

— Como sea nena, ten, te daré el libreto para que lo estudies en casa, por ahora, tenemos que terminar de mover estas cosas y arreglar el escenario.

— Aguanta, aun tengo una duda.

— ¿Qué sucede?

— ¿Qué obra voy a hacer?

Por el silencio, se escuchó cómo Axel se golpeaba la frente con la palma de la mano y se reía.

— Caperucita Roja.

— Oh.... Vaya...

Y justo en ese momento, ambas puertas del teatro se azotaron de par en par y alguien entró.



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