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El Rey de tez blanquecina se encontraba sentado en su gran trono de oro, mirando con una sonrisa maliciosa al pobre chiquillo de apenas 18 años. Lo habían atrapado por ser "El príncipe desaparecido" Cuando él simplemente era hijo de una de las sirvientas que trabajó en aquel palacio.

—Jiminie... Mi dulce y tierno Jiminie, Cuánto tiempo ¿verdad?—Rió mirando al de cabellera rubia con esa mirada oscura que intimidaba a cualquiera—¿Recuerdas cuando jugábamos en tu palacio? ¿Las veces que dormíamos juntos en mi cama?

El chico estaba arrodillado ante su Rey pero no podía evitar sollozar debido al terror que sentía, él no tenía nada que ver en aquel suceso. Ni siquiera tuvo tanta comunicación con el príncipe Jimin.

—¿No piensas responderme?—Se levantó de su trono y a pasos lentos caminó hasta al chiquillo, que ahora secaba sus lágrimas con torpeza. Lo tomó del mentón e hizo que lo mirara a los ojos, aquellos eran azules pero no transmitían paz y tranquilidad como los de el heredero de la corona.

—Yo... Yo no soy el príncipe Jimin, s-sólo soy el hijo de uno de sus sirvientes. Ni siquiera hablé tanto con él, mamá no me lo permitía—Explicó temeroso—¡N-no porque sea el Rey tiene que atrapar a cualquiera!—Al decir aquello tapó su boca rápidamente, había firmado su acta de muerte.

—¿Cómo te atreves a hablarle de esa manera a tu Rey?—Tiró su delgado cuerpo al suelo—Soy el Rey de este lugar, el señor y dueño de todo este palacio. Con solo chasquear mis dedos te puedo mandar a matar ¿acaso quieres eso?

—Jungkook, ya basta—Musitó un chico de tez morena, interrumpiendo la escena—Deja al niño en paz, ya te ha dicho que no es Jimin—Dirigió la mirada al rubio—Puedes irte, muchacho—Este asintió y salió corriendo de la sala.

—¿Podrías dejarme terminar lo que empecé, Taehyung? Puedes ser mi primo mayor pero yo soy el Rey aquí y sabes que es mi trabajo acabar con los que me faltan el respeto y sobre todo si tuvieron algo que ver con Jimin.

Suspiró rendido ante la situación.

—Esto te está desquiciando, deberías de dejar esto por la paz. Jimin de seguro está muerto y tú mortificándote.

—Si él estuviera muerto ¿No crees que su cuerpo hubiera aparecido? Hace doce años que desapareció por completo, no hay ningún rastro de él.

—¿Cómo puedes tener ganas de matarlo si cuando eran pequeños él te gustaba?—Miró a su primo parar en seco y soltar un suspiro pesado.

—Solo fue algo de niños. Ahora lo que importa es mantener este Reino en pie, no voy a permitir que algún día él regrese y todo lo que logró mi padre se venga abajo.

—Dejemos este tema por ahora, me dan ganas de golpearte. ¿Vamos a practicar arqueria?

—No tengo otra opción.

P.JM

—Madre ¡Ya llegué!—Gritó con una sonrisa en su rostro, pero al ver unos guardias frente a su casa empezó a correr hasta allí.

—Sé que no cumplo con los impuestos que pide el Rey, pero soy una humilde señora que vive con su hijo—Tomó al castaño de los hombros con suavidad.

—Lo siento mucho señora, pero deberá acompañarnos.

—¿Sabe qué?—Habló él castaño—El Rey puede venir hasta aquí y chupármela, mi madre nunca le ha dado problemas a nadie. Siempre trata de seguir órdenes y esto que pide el Rey es una gran estupidez.

—Ambos vendrán con nosotros en este momento—Uno de ellos tomó bruscamente de los brazos al castaño, subiéndolo a un caballo al igual que a la señora. Esta estaba más que asustada por lo que le fuera a suceder a ella y al joven príncipe.

A los pocos minutos llegaron al palacio y rápidamente entraron a este, llamaron al Rey y este pidió que dejaran a los ''marginales'' en la sala del trono, estuvieron esperando unos minutos hasta que el Rey apareció.

—¿Tú otra vez pequeño ladrón?—Rió, sentándose en el trono—¿Podrías repetirme lo que dijiste sobre mi en tu basurero?—Dijo, refiriéndose a su casa.

Él miró a su madre decidido y habló.

—Que si a usted le da la gana puede venir hasta donde estoy y chupármela.

—¡Jimin!—Gritó la mujer aterrada al ver como los pies del Rey chocaban contra las costillas del castaño.

—¡Eres un maldito insolente! ¿¡Quién te crees que eres para hablarme así?!—Gritó, desgarrándose la garganta.

—¡Déjelo por favor, si quiere matarlo no lo haga! ¡Yo tomaré su lugar!—Se metió al problema la mujer, el Rey se detuvo y rió al unísono al escucharla.

—No sería mala idea, eh. Si te mato no podrías pagar la condena, en cambio, si asesino a tu madre puedes trabajar para mi y vivir con el gran dolor por la muerte de la vieja esta—Rió—¿Cómo no lo pensé?

—Mamá—Sollozó.

Jungkook tomó del mentón al de ojos azules y otra vez volvió a sentir esa extraña sensación.

—Serás un perfecto esclavo los demás han muerto debido a las exigencias, pero tienes un cuerpo tonificado. Eres fuerte ¿verdad?—Rió, mirándolo a los ojos.

—Haré todo lo que usted me pida pero por favor. No le haga nada a mi madre, es lo único que tengo. Se lo suplico, tenga un poco de piedad—Sus ojos se llenaron de lágrimas y estás no tardaron en recorrer sus mejillas.

—Ustedes par de imbéciles, llévense a esta señora. Mátenla o no sé, yo me encargo de el niño—Ellos asintieron y se llevaron a la mujer de la sala, dejando al castaño frente a frente con el Rey.

❲ ✿ ❳

M-me lastimé la rodilla—Sorbió la nariz—No debimos haber subido al  caballo, me duele.

No seas tonto, solo fue una caída. Además mi caballo no es tan grande todavía.

Eres un insensible... Por eso me gusta pasarla más con Taehyung.

❲ ✿ ❳


—Porfavor Perdóneme, no quise faltarle el respeto... No le haga nada malo a mi madre, piedad—Tapó su rostro y rompió en llanto, el pálido se lo quedó mirando con una sonrisa victoriosa y esta se borró al ver a su primo entrar a la gran habitación.

—¿¡Te volviste loco?! ¡La señora que condenaste a muerte acaba de morir por un ataque al corazón!—Gritó exaltado, aumentando el llanto del castaño.

—¿Cuándo aprenderás a tocar?—Se acercó al moreno y rodó los ojos con fastidio.

—¿Y que le estás haciendo a este joven?

—Nada, solo está llorando porque su madre murió.

—¡Usted provocó su muerte!—Gritó ahogado en lágrimas.

—Ya cállate de una vez, tus llantos me están aturdiendo. Tienes mucho por hacer, como por ejemplo limpiar todo el castillo sin ayuda de las sirvientas.

—No te reconozco, Jungkook—Intervino su primo, ayudando a levantar del suelo al castaño—Pobre chico, perdió a su madre. Deberías de entenderlo tú más que nadie.

—No intentes defenderlo, me faltó el respeto. Tiene mucha suerte que no lo condene a muerte, así que mejor mocoso ve a hacer tu trabajo en este momento.

El chico levantó su mirada, dejando al moreno asombrado por el gran parecido que tenía con el príncipe Park. Este, a pasos lentos salió de la sala, dejando a los primos solos.

—¿No crees que tiene un parecido con Jimin?—Dijo, mirando la puerta por donde había salido.

El pálido rió.

—¿Esa rata callejera? No me hagas reír. Si él fuera Jimin ya me hubiera dado cuenta.

—Creo que tu locura me está afectando—Suspiró—Iré a ver que todo esté en orden con él—Y salió de la sala, dejando al pálido pensativo mirando a la nada ¿Y si su primo tenía razón? ¿Y si el príncipe Park acababa de estar frente a él y no se dio cuenta? Era estúpido aquello, si aquel chico fuera el príncipe desaparecido este le hubiera reconocido con facilidad y viceversa.

El castaño se encontraba limpiando con un trapo el piso de la sala principal aún llorando, todo había pasado en un día. La muerte de su madre y ahora era un esclavo, ¿Qué podría salir peor? Algo que lo inquietaba era lo extraño que se sentía en ese lugar, como si hubiera estado ahí hace tiempo atrás, pero aquello era imposible, ¿Cómo alguien de su clase pudo haber estado en un palacio tan grande?

—Te odio Rey Jeon—Murmuró, mientras limpiaba con fuerza el piso. Palideció al escuchar una voz detrás de él.

—Si vas a insultar a mi primo al menos hazlo cuando nadie te escuche, aquí hasta las paredes oyen.

—Príncipe Kim. Yo, perdón—Hizo una reverencia hasta el piso, el chico lo ayudó a levantarse y le sonrió con tranquilidad.

—A mi no me debes de tener miedo, no soy como él, soy su primo pero sé como comportarme.

—Su primo le provocó la muerte a mi madre. Estoy solo en este mundo, ahora... Ahora debo estar aquí.

—Mientras yo esté aquí no dejaré que Jungkook te haga nada—Acarició su cabello con delicadeza, cabe destacar que antes de la desaparición del príncipe, Taehyung estaba completamente enamorado de este pero nunca pudo decirle sus verdaderos sentimientos por miedo de ser rechazado. Y ahora que ese chico castaño había llegado a sus vidas sentía una fuerte conexión hacia él.

—Muchas gracias joven príncipe—Sonrió, y otra vez esa sensación. Ambos sentían que se habían visto de alguna parte, Taehyung se repetía una y otra vez que ese chico de cabellos castaños era su Jimin y el contrario trataba de recordar al chico moreno, trataba de pensar porqué sentía que lo conocía de alguna parte.

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