Abrí la puerta de casa entre risas mientras que JiWoong me seguía contando el sueño que tuvo en el que Hao era Rapunzel, Flynn Rider era HanBin y Madre Gothel era su madre.

—¿Y EunChae y yo? —Pregunté mientras buscábamos a mi madre.

—EunChae era Pascal y tú... Tú eras el abuelo ese en pañales disfrazado de cupido.

—¡Oye! —Le di un empujón mientras reíamos.

—¡Es broma! Tú aparecías como Elsa y yo era la lagartija esa que sale en Frozen 2.

—Sí, ya. Intenta solucionarlo ahora. —Me burlé mientras me asomaba por la puerta que daba al jardín.

Mi madre aún no había llegado a casa del trabajo.

—Supongo que nos tocará esperar. —Bufé mientras volvíamos al salón para sentarnos en el sofá.

—Hasta las cuatro tenemos tiempo. —Dijo JiWoong mientras revisaba la hora en su móvil. —¿Qué crees que traiga la madre de EunChae para cenar? —Preguntó mi amigo en voz baja.

—No lo sé. —Dije mientras me quitaba las zapatillas. —Su madre sabe que me encanta el brownie con helado de vainilla, por lo que obviamente lo traerá.

—Niñita consentida. —Se burló JiWoong mientras me daba un pequeño empujón en el hombro.

—Soy la favorita de la madre de EunChae. —Me burlé mientras me levantaba del sofá y recogía mis zapatillas y mi mochila. —Voy a cambiarme rápidamente y bajó.

—No te preocupes, estoy en mi casa. —dijo JiWoong mientras se tumbaba en el sofá, yo solté una risa y subí a mi habitación rápidamente.

Tiré mi mochila y mis zapatillas a un lado rápidamente y abrí mi armario en busca de ropa más cómoda, me di la vuelta para dejar un par de pantalones sobre la cama cuando vi al rubio idiota sobre esta.

Solté un grito del susto.

—¿Qué mierda? —Lo miré de arriba a abajo, pensando que era una ilusión. —¿Qué demonios haces aquí?

—ChanHee me ha dejado curiosear la casa mientras se duchaba. —Murmuró mientras miraba detenidamente la decoración de mi habitación.

—Eso no contesta a mi pregunta.

—Sí que lo hace.

Apreté los puños. Estaba comenzando a enfadarme. —Largo de mi habitación.

—¿Por qué eres tan arisca? —preguntó mientras se levantaba de mi cama y se acercaba a mí con los brazos cruzados. —Eres como un gatito enfadado, niña.

—Lárgate. —Entrecerré los ojos. —Que el idiota de ChanHee te haya dejado curiosear no significa que puedas estar en mi habitación.

El chico hizo un puchero mientras sonreía. —Pensé que te haría ilusión tenerme en tu habitación... —El chico acercó su cara hacia la mía. —Chica del servicio.

—¡Largo! —Me aparté de él y comencé a empujarlo hacia la puerta de mi habitación para echarlo.

—¡Me llamó Ricky!

Cerré la puerta en sus narices.

—Qué pesadilla de chico. —Bufé.

Me cambié rápidamente y bajé al salón de nuevo. Mi madre ya estaba en casa y estaba hablando con JiWoong.

—Buenas tardes, señora Lee. —Respondió JiWoong. —Lamento haber venido sin avisar.

—Oh, no te preocupes. —Mi madre se acercó para abrazarlo y yo me acerqué hasta ellos. —HeeJin, cielo.

—Hola, mamá.

JiWoong hacía hasta lo imposible por no reír. —Había venido para invitar a HeeJin a una merienda-cena para celebrar el inicio de las clases. Si no es una molestia para usted y su marido, claro.

Era tan divertido ver a JiWoong comportarse de esa manera.

Mi madre nos miró emocionada. —Claro que no, es una idea genial.

JiWoong me miró. —En ese caso. ¿Tienes tus cosas?

—Me he dejado el móvil, voy a por él. —Contesté mientras le daba un pequeño abrazo a mi madre como agradecimiento. —Enseguida vengo.

Mi madre y JiWoong se quedaron hablando mientras que yo iba a buscar mi teléfono el cual estaba dentro de mi mochila. Al bajar las escaleras de regreso un brazo me arrastró hacía la cocina. Eran ChanHee y el chico idiota al cual me niego a pronunciar su nombre.

—¿Por qué vas a cenar con JiWoong? —Me preguntó ChanHee con el ceño fruncido sin soltar mi brazo.

—¿Qué pasa? ¿Te da miedo que me acueste con el chico que te gusta? —Dije burlándome cínicamente mientras me soltaba de su agarre. La cara de ChanHee era todo un cuadro. —Idiota.

JiWoong y yo nos fuimos a su casa para que el chico se pudiera cambiar por ropa más cómoda y después nos fuimos hasta la casa de EunChae.

[ . . . ]

Todos nos reunimos en casa de EunChae para ver un par de películas y celebrar que hacía un año desde que nos habíamos hecho amigos.

—De verdad que te odie mucho en ese momento. —Me explicó EunChae mientras se acomodaba en el sofá. —Arruinaste mi sudadera blanca favorita. ¡Las manchas de frutos rojos no salen!

Todos soltaron una risa.

—¡Te compré dos sudaderas nuevas por tu cumpleaños, meses después! —Me quejé riendo yo también. —No una, ¡Dos!

—Ese día fue una locura. EunChae parecía una frambuesa y HeeJin parecía un bebe al borde del llanto. —Dijo Zhang Hao quién estaba sentado en un sofá individual mientras hacía trenzas en mi cabello.

—Sí no hubiera sido por EunBin, estoy seguro de que EunChae te habría ahorcado. —Dijo JiWoong mientras se estiraba sobre la alfombra que había en el suelo. —Antes eras tan violenta. —JiWoong enfatizó el «tan» mientras miraba a EunChae.

Kim y yo nos encontrábamos sobre la alfombra. Yo sentada de espaldas al sofá individual en el que Zhang Hao estaba sentado y JiWoong completamente tumbado frente al sofá en el que estaban HanBin y EunChae tumbados, cada uno de un lado mientras jugueteaban dándose patadas.

Oímos la cerradura de la puerta y vimos cómo era abierta por la madre de mi mejor amiga.

—¿Alguien ha pedido comida a domicilio? —Preguntó la madre de EunChae mientras cargaba con un par de bolsas.

Todos nos levantamos rápidamente para ayudarla.

EunChae y su madre tenían una especie de tradición de ir a cenar todos los viernes. Es por eso por lo que su madre trajo comida.

—Mamá te dije que me avisaras cuando aparcaras el coche para que no tuvieras que cargar con todo. —Se quejó EunChae mientras hacía un puchero y abrazaba a su madre como forma de saludo.

—No importa, corazón. —Dijo la madre de EunChae mientras la abrazaba de vuelta y dejaba un beso en su cabeza. —Con que me deis algo de comida me sirve.

—¡Usted sabe que es una más! —Dijo Zhang Hao mientras sacaba los platos y los ponía sobre la mesita que había entre el sofá y la televisión.

—¡Eres tan adorable, Hao! —El chico se puso rojo mientras sonreía.

—Usted siéntese que nosotros le servimos. —Le dijo HanBin mientras le servía algo de beber.

—¿Qué le apetece cenar? —Le pregunté a la madre de EunChae, mientras que JiWoong, EunChae y yo sacábamos la comida de las bolsas.

—¿Cuántas veces tengo que deciros que no me llaméis de usted o señora? —Se quejó la madre de EunChae.

—Están siendo educados, mamá...

—¡Hao ha dicho antes que soy una más! —Se quejó mientras apuntaba al chico extranjero. —Por cierto, me apetecen unas piezas de pollo crujientes que había pedido HanBin. —Murmuró mientras apartaba la mirada algo apenada. —Tienen muy buena pinta...

—¡Marchando, JinSoul! —dijo JiWoong emocionado mientras le llevaba la comida. —¿Por qué no eliges una película o una serie? Ya hemos terminado los últimos capítulos que nos quedaban de la segunda temporada de Heartstopper.

—¿Alguien quiere unos chupitos? —Preguntó mi mejor amiga.

—EunChae, aún sois menores de edad. —Dijo la madre de mi amiga.

—Pero mamá, ¡Hay que celebrar nuestro amigaversario! —Preguntó EunChae sacando las bebidas.

—¿Amigaversario? —Preguntó la madre de EunChae. —¿Ya ha pasado un año desde que conocisteis a Jinnie?

Todos asentimos con la cabeza contentos.

—Como pasa el tiempo... ¡Ahora me siento más vieja! —Se quejó de nuevo haciendo un puchero.

La madre de EunChae era un complemento amor de persona y era todo un personaje.