V. "Bésame otra vez."

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V. 

Bésame otra vez.






Los días siguieron pasando y con ellos aumentaba la preocupación de todos. Victoria no había vuelto a aparecer, lo que tenía muy inquieto a Edward, quien no dejaba a Bella ni por un segundo del día.

La relación entre Jade y Paul iba mejorando cada instante, ambos tenían muchas cosas en común, como sus gustos musicales, como les gustaba pasar el rato e incluso, algo que sorprendió a la chica, la lectura.

Paul no era el típico chico que al verlo creerías que pasaba horas leyendo un libro, pero era todo lo contrario. Jade al ver su biblioteca personal quedó completamente sorprendida, había cualquier tipo de libros, desde históricos hasta fantásticos.

Todos en la manada ya sabían sobre la imprimación de Paul. Y Edward, quien no pudo evitar escuchar los pensamientos del metamorfo, mantuvo informado a su familia, los Cullen, sobre la situación "sentimental" que tenía Paul con su pequeña Jadey.

La única que no estaba al tanto de la situación era la pobre de Jade, lo que era irónico ya que ella es la que se encontraría más involucrada. Pero, Paul no quería acelerar las cosas, él quería que ella se enamorara de él por quien realmente es, no porque el "destino" así lo predijo y ella se sienta presionada a amarlo.

Por lo que Paul, como siempre intentando de pasar el mayor tiempo posible junto a ella, la invitó a la fogata de aquella noche, aunque Jade, junto a el resto de los Argent, ya había sido invitada a ella por parte de Billy Black.

Jade ya se había bañado y cambiado, sólo esperaba junto a Felix que Kat terminara de elegir su ropa y maquillarse, lo que parecía una misión imposible.

Luego de otros treinta minutos, Kat finalmente salió del baño y con la camioneta Ranger Rover de Felix, se dirigieron a La Push.

El camino fue bastante ruidoso para Felix, en cambio para las dos hermanas fue musical. No pudieron evitarlo, la radio reproducía las canciones del momento incitándolas a cantar a todo pulmón, lo que fue una tortura para el primogénito de los Argent hasta llegar a su destino.

Apenas bajaron, Kat y Jade corrieron como niñas hacia Billy Black, quien junto a Sue y Quil las recibieron alegres como el resto de los presentes.

— ¡Seth!— gritó Jade al verlo.

El pequeño Clearwater, ya no tan pequeño, corrió hacia ella y se fundieron en un gran abrazo de oso. Jade siempre trató a Seth como su pequeño hermanito, con Leah lo volvían loco, ya que lo obligábamos a jugar con ellas a la gran familia feliz, en la cual él hacía del bebé de la familia.

— ¿Tu también?— le preguntó sorprendida — ¡¿Acaso le ponen esteroides a la comida de estos chicos?!— dijo más alto para que todos escucharan su "indignación", provocando risas, especialmente de Billy.

— ¡Oh, Jade! Hacías falta por aquí.

Le sonrió al hombre y pudo ver que Felix se acercaba a hablar con él, y a juzgar por su cara era de algo importante, así que se dirigió a sentarse en uno de los troncos a un lado de la fogata.

— ¿Me harías el honor de decirme porque Paul no te saca los ojos de encima?— le susurró, Kat en el oído al sentarse a su lado.

Extrañada, Jade, comenzó a hacer una vista panorámica del lugar: Felix hablaba con el Consejo, Leah estaba con Seth, Embry junto a Quil, Jacob y Bella, Emily con Sam y Jared, y Paul... Oh Dios.

— Es todo un bombón— siguió la menor de los Argent.

— ¿Crees que no lo sé?— le preguntó sarcástica.

— ¿Por qué no vas a hablarle?

— Eso sería raro.

— ¿Por qué? Llevan viéndose todos estos días.

— Sí, pero no tan públicamente.

Unos brazos rodearon el cuello de la castaña provocándole un pequeño salto por el susto. Al girar se encontró con Embry, quien le sonrió y se sentó a su lado, cubriendo a ambos con una de las mantas, mientras que la otra se la pasó a Kat, ya que una sola no alcanzaba para proteger a los tres del frío de esa noche.

Hablaron de temas diversos, Embry al ya estar enterado sobre la imprimación de Paul con su mejor amiga, le hacía preguntas incómodas sobre el chico tan sólo para molestarla, por otro lado Kat había comenzado a hablar con Emily sobre la más reciente temporada de Gossip Girl, lo que hizo que ambos amigos se alejaran un poco para no escuchar los chillidos de ambas chicas.

— He escuchado que eres toda una Winchester— se burló Embry de la profesión de su mejor amiga, comparándola con los hermanos Winchester de la serie que tanto amaban.

Jade rió antes de contestarle.

— ¿Cómo lo sabes? Nunca te lo mencioné.

— Digamos que al estar en una manada no hay secretos entre nosotros a la hora de transformarnos. El vínculo no nos lo permite— le dijo Embry refiriéndose claramente a que se enteró por medio de Paul.

Justo cuando Jade iba a indagar más sobre el tema, Billy Black llamó la atención de todos los presentes para comenzar con las historias de todas las fogatas.

— Comenzaremos con una de las historias favoritas de dos de nuestras invitadas— comenzó, Billy dirigiendo su mirada hacia Jade y Kat, aunque no fue la única que nuestra protagonista sintió sobre ella—. Los Quileutes han sido pocos desde el principio, pero en nuestra sangre siempre ha habido magia. Éramos grandiosos espíritus guerreros que se transformaban en poderosos lobos, eso nos permitía defendernos de nuestros enemigos y proteger a nuestra tribu. Un día los guerreros se encontraron con una criatura, parecía un humano, pero era duro como una piedra y frío como el hielo. Los filosos dientes de los guerreros finalmente lo desgarraron, pero sólo el fuego lo destruyó completamente. Vivían con el temor de que el hombre frío no estuviera solo y tenían razón. Desató su venganza contra la aldea, nuestro antiguo jefe, Taha Aki, era el último espíritu guerrero que quedaba cuando mataron a su hijo. La tercera esposa de Taha Aki sabía que él perdería, la esposa no era un ser mágico, sólo tenía un poder especial, el valor.

— Esta es mi parte favorita— susurró Jade, aunque al parecer lo dijo más fuerte de lo pensado, ya que todos giraron a verla, algunos sonriendo y otros molestos de que había interrumpido la historia.

Billy rió y continuó.

— El sacrificio de la tercera esposa distrajo a la mujer fría, lo suficiente para que Taha Aki la destruyera. Ella salvó a la tribu.

— ¡GIRL POWER!— exclamaron las hermanas Argent para luego chocar sus puños frente a todos, causando aún más risas y la mirada aún más enternecida de Paul.

— Con el tiempo nuestros enemigos desaparecieron, pero quedan algunos, Los Fríos. Nuestra magia despierta cuando están cerca y lo sentimos ahora, su amenaza en la sangre. Algo terrible se aproxima y debemos estar listos, todos nosotros— terminó seriamente, mirándonos a cada uno de nosotros, advirtiéndonos que tuviéramos el mayor cuidado posible.

Sin poder evitarlo las miradas de Jade y Paul se conectaron enviándose un mensaje silencioso, que para la extrañeza de Jade, era que no se querían perder el uno al otro.

Una guerra se aproximaba y todos debíamos estar listos.

La tensión del ambiente se vio más relajada luego de una típica broma de Jared, incitando a todos a que vuelvan a sus conversaciones. En cambio, Jade no pudo sacarle los ojos de encima a Paul quien se alejaba de muchedumbre dirigiéndose a la playa.

Realmente quería ir junto a él, pero le avergonzaba que todos la miraran ir hacia allí, todos se darían cuenta de que iría a dónde se encontraba Paul y vayan a saber qué iban a hacer.

— Ve.

— ¿Qué?— preguntó completamente extrañada hacia la palabra que soltó su mejor amigo de repente.

— Ve— repitió—. Ve con él.

— Pero...

— ¡Sólo ve con él!

Embry no tuvo que decir ni una palabra más para que Jade hiciera su camino hacia la playa con la mirada de Billy y Sue sobre ella.

Al llegar pudo ver como Paul, quien estaba sentado en la arena, se sorprendía de verla llegar y sentarse a su lado apreciando como las olas llegaban a la costa a unos metros de ellos.

— No te gusta mucho estar con demasiadas personas, ¿cierto?— le preguntó Jade luego de un largo silencio.

— A veces prefiero estar solo con mis pensamientos.

— Oh, entonces mejor me voy— Jade se levantó un tanto decepcionada pero Paul agarró su muñeca antes de que se fuera.

— Tú no eres una molestia, nunca lo eres— dijo volviéndola a sentar a su lado—. Adoro tu compañía.

El corazón de Jade latía a mil por hora, lo que no pasó desapercibido por el chico a su lado, y aún más al escuchar la pregunta de este.

— ¿Crees en el amor a primera vista?

Jade se quedó muda, realmente la había dejado desprevenida.

— Creo que para amar a una persona debes conocerla, a lo que llaman "amor a primera vista" es sólo atracción física— comenzó—. Una persona puede ser hermosa exteriormente pero en el interior puede ser una mala persona, además suena más a un cuento de hadas que a otra cosa— rió al final.

— Pues yo sí lo creo.

Paul no pudo evitarlo más y la besó sin su consentimiento, esos labios llevaban atormentándolo hace semanas y ya su control estaba acabándose. El beso no duró mucho, a pesar de que Paul lo deseara, sabía que no podía sobrepasarse, no quería asustarla.

Jade había quedado sin palabras, al separar sus labios lo único que pudo hacer fue dar un pequeño suspiro, casi inaudible para el oído humano y mirar a los labios de Paul fijamente, aún sin separarse del todo.

El chico comenzaba a ponerse nervioso por el silencio, por lo que no pudo evitar cortarlo.

— Di algo.

Silencio.

Paul comenzó a desesperarse, pero antes de que pudiera decir algo más, Jade se adelantó.

— Bésame otra vez. 



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