Capitulo 14

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Lucíana

Han pasado seis meses desde que me fui  de Francia, ya tengo ocho  meses  de gestación, y de haber  dejado todo atrás.  Ahora me encuentro en un quirófano gritando como loca, los bebés decidieron salir antes de su tiempo planeado, por ser gemelos su espacio era poco, estoy feliz pero a la vez, ¡aterrada!

—Aaaggh ... Laura  duele, diles que los saquen, ya no aguanto mucho, ¡duele!.

Mi prima hacía unas muecas de dolor ya que, estoy tomada de su mano con fuerza — Tranquila Lucí, ya estas en tu séptima dilatación, ya casi

—¡Aaah!... No creo aguantar amiga, ¡me siento débil

—Un poco más amiga dale, piensa en tus gemelos...

—S-s-sii..

En esas iba ingresando el doctor quien iba atender su parto

—Lista, ¡vamos a ver como estas mamá!.

Lo fulmino con la mirada, yo queriendo que salgan y él jugando a ser doctor.

<Es un doctor >

—¿Usted valora su vida? .. —el doctor abre sus ojos de asombro y asienta —, pues si no quiere perder su vida, ¡saquelos ya!.. Aaahh...

Me sonríe con cariño, lo miró aún más feo — Tranquila señorita Burgos, ya casi salen, debe dilatar otro poco más, además no es la única amenaza que recibo, este es el proceso del parto, además  usted debe.. — fue interrumpido por la enfermera que lo asiste.

—Doctor, rompió fuente — ahora si comenzó mi proceso de parto, los dolores se me habían presentado con mas fuerza,  ser primeriza y de gemelos ha sido un reto muy grande —, vamos señorita Burgos, puje con todas sus fuerzas, ¡¡ya que son dos!!.

—Aaahhhh .. —boto el aire... Vuelvo a tomar impulso —, aaaahhhh...

<Llanto del primer bebé >

—¡Felicidades señorita, es usted mamá de un hermoso varón!.. Ahora continúe vamos hacerlo con más fuerza, usted puede, solo nos falta uno, puja..

—Aaahhhh ... —veía como la enfermera jugaba con mi pequeño, pero todavía no me lo muestran, sigo en trabajo de parto — Aaahhhh...

<Llanto del segundo bebé >

—Ohh pero qué preciosidad de princesa —decía muy feliz el doctor —, es una hermosa niña.

—lucí, tuviste la pareja y gemelos, que hermosos —mi amiga estaba grabando todo mi parto, ya que mi abuelo se lo pidió, además ella dice que es un hermoso recuerdo que se debe atesorar y guardar muy bien, que uno nunca sabe...

Mi doctor comenzó a limpiarme por dentro de mi útero para dejarme limpia y poder cerrar el hueco dejado por el parto, mientras me distraían un poco, ya que no me puedo quedar dormida, había perdido mucha sangre, pero...

Estoy feliz... Mi sonrisa es por mis hijos, ¡ya soy mamá!, esto es increíble, jamás pensé que me fuera a pasar esto, ¡y sí pasó!.

—Señorita Lucíana, mire a sus bebitos —me pasan al niño mientras preparan a la niña

—¡Hola amor, bienvenido a mi vida! — le acarició la cara, mientras él me toma el dedo con su manita pequeña —, eres perfecto, eres mi vida amor, tu y tu hermana son mi vida.

—Mira Lucíana — le pasan la bebe a Laura —, ¿no es preciosa?, es un angelito, una muñeca, una belleza como la mamá.

Cambiamos de bebés, ahora tomo a mi pequeña niña, es hermosa, ya quería saber como seran sus ojos, si el tono del cabello, siles iba a cambiar o si... Niego varias veces.

Mis hijos son perfectos...

—Luci ..¿ya pensaste en sus nombres? — suspiro y asiento.

—Samuel y Victoria. — Mi amiga me mira asombrada y extrañada.

—¿Osea que le piensas contar a Maximiliano sobre tus hijos?

Asiento.. —Tiene derecho amiga, no le pienso quitar eso, lo que me haya hecho a mi no influye en mis hijos, no tienen la culpa de los errores de sus padres. Además no seré igual que él. Sólo quería un embarazo tranquilo.

—Ay amiga, eres increíble.. —ella suspira —, y ¿tu padre? — me tomó de sorpresa su pregunta todavía no me contacto con él; a mi padre lo vengo evitando desde hace mucho y agradecí durante este tiempo que él estuviera en una excavación en Canadá, así me daría tiempo de pensar como decirles esto que estaba pasando, pero nada, no se me venía nada a la cabeza, niego a mi amiga.

—No amiga, por ahora ellos no sabrán, no sabría como decirles, ¡no estoy preparada!.

—Pues, creo que ya deberías, cuéntales la verdad amiga, por ahí puedes iniciar, no te gustan los engaños y las mentiras, tu familia no la mereces, además ya casi vuelves a Francia.

Asiento — Los llamaré cuando llegue a Francia  y les contaré, te lo prometo,  por ahora quiero descansar.

Todavía no me daban de alta ya que mis pequeños debían estar en observación, ya que nacieron antes de tiempo, aunque el médico me comentó que están bien los niños, ya mañana podría volver a casa con ellos.

Mi amiga asienta y se despide prometiendo venir por nosotros al otro día..

.....

Miró por la ventana del auto ya íbamos camino a casa, mis pequeños estaban dormidos, todavía no me las creo, ¡ya soy mamá y de dos pequeños!, y hermosos bebes

Al llegar a la mansión todos nos ayudan a acomodar el equipaje y las cosas traídas del hospital.

Laura me ayuda con Samuel a su cuarto mientras  llevo a mi pequeña conmigo, ya que se había despertado y no quería que despertara a su pequeño hermano.

—Victoria bebe, bienvenida a casa, pero no te acostumbres tanto, por que esta no será tu casa, dentro de un mes podremos irnos para nuestro hogar. —le digo a ella.

Le doy de tomar seno y se vuelve a queda dormida. La acomodo en la cama y le colocó varias almohadas para que no se me caiga, no quiero que les pase nada

—Hija, Sarai te ayudará con Samuel para que descanses un rato.

—Gracias abuelo — le sonrió —, eres muy lindo conmigo, tomaré un baño y descanso. — veo que sale el abuelo e ingresa Laura

—Amiga ya me voy para Francia, nos vemos dentro de un mes, organizare todo para tu llegada y la de los niños, en la mansión.

—Laura, —ella para y me mira —¿has sabido de ellos?

Ella suspira —No amiga, recuerda que el  abuelo prohibió muchas cosas, hasta que tu vuelvas, tampoco me he vuelto a ver con Claudio.

—¡Lo siento! —ella se acerca y me abraza.

—Tu eres la  menos culpable aquí amiga, fueron ellos ¡No tu! —Laura  está muy herida y más con lo que hicieron, el perdón estaba muy lejos de ella hacia ellos.

—Debes hablar con Claudio, no tuvo nada que ver, es su mejor amigo.

Ella niega —¡No hay nada que hablar!. — me da un beso en la frente —, me voy, nos vemos, ¡me mandas foros! — asiento y me despido

Qué día, ha sido bastante movido...

Suspiro con pesadez y me ducho, me acomodo un poco, me coloco una pijama ligera y cierro las cortinas, pero antes de cerrar, miro al cielo y cierro mis ojos.

—Que será de tu vida... ¡Massi!.

.......

Maximiliano

Han pasado seis meses desde la última vez que la vi, seis meses que llevo postrado en estas condiciones tan deplorables, sin poder caminar.

¿Mi vida en qué momento cambió tan rápido...?

Todos los días venía Luisa que exigía que me dejara ayudar, hasta que le prohíbo el ingreso a mi habitación, se lo dije muchas veces, sino quería que pasara esto, que no volviera a comentar más sobre el tema. Además quien amaría una persona en silla de ruedas.

Tocan la puerta —Adelante...

—Amigo ¿como esta?.

Lo miro incrédulo —¿A que has venido Claudio?— él suspira con cansancio. —¿No se supone que me odias, que me dejarías de hablar?

—Hacerte compañía y hablar un poco, te  vendría bien hermano. Olvida lo de más, ya quedo atrás — pongo mis ojos es blanco, ni él se lo cree.

—¡No necesito nada y no quiero hablar!.. Vete— él asiente y sale de la habitación, así me la paso echando a todos los que se me acercan, quiero estar solo, mi mejor compañera es la soledad.

Ella no dice nada, solo me escucha llorar en las noches y no me obliga a escuchar segundas oportunidades.

Ya no quiero escuchar más voces.

........
Continuará

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