11. Walk through the fire

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«No hay a donde ir, sino directamente a través del humo, la lucha es todo lo que conocemos, ¿nos arriesgamos demasiado?, ¿dejamos que muchas oportunidades pasaran?» Zayde Wolf.

Había transcurrido alrededor de media hora desde que Taehyung dejó la habitación. Jungkook no permaneció ni diez minutos en el interior de la recámara, se paseaba ansioso por la casa hasta que terminó sentado en la sala de visitas, desde allí podía ver al rubio que se encontraba de espaldas a él con los pies metidos en la piscina. Parecía haber estado pensando mucho porque no ha hecho más que mover sus pies en el agua y suspirar.

Cuando ya no pudo esperar un segundo más, Jungkook salió al patio acercándose a Taehyung a pasos sigilosos. Se sentó a su lado y remangó sus pantalones para meter los pies en el agua. Ninguno de los dos tuvo el atrevimiento de decir nada, solo se quedaron allí con la mirada al frente y en completo silencio.

Tae —susurró Jungkook buscando como continuar la conversación que dejaron a medias—. Sé que me comporté como un idiota, pero yo... no eres un objeto sexual para mí, lo siento si te he hecho creer eso en estos días, tampoco creo que seas...

—Lo que no entiendo es que dices quererme, pero tienes miedo de perder todo lo que tenemos, si tanto me quieres, ¿eso no es motivo suficiente como para luchar por ello? —preguntó Taehyung levantando la mirada.

—Joder si —exclamó Jungkook—. Te quiero tanto en mi vida, te quiero tanto, Taehyung, que estoy dispuesto a renunciar a todo por ti, porque prefiero tenerte a mi lado sin todo eso a no tenerte —confesó Jungkook tomado por sorpresa a Taehyung. Este no esperaba que el fuese tan abierto con sus sentimientos.

Desvió la mirada al ver que Taehyung no respondía, pensó que quizás el esperaba que le dijera algo más. Quizás necesitaba escuchar algo más.

—Y entiendo que no estés listo para ser tan abierto emocionalmente, son las secuelas de una mala experiencia, pero —se detuvo—. Te aseguro que no soy así Tae, lo último que quiero es hacerte daño —le aseguró acariciando el dorso de su mano, pero el hecho de que Taehyung apartara la mano fue lo que le hizo suspirar con cansancio, ya no sabía que más decir o que hacer.

—Pero lo hiciste.

Auch. Esas palabras le cayeron como un balde de agua helada.

—Taehyung, no puedes levantar ese muro conmigo y esconderte detrás de él solo porque pasó una vez.

—Una es más que suficiente, si lo permito otra vez te estoy dando la oportunidad de hacerlo siempre que lo desees y no quiero volver a pasar por algo como eso —explicó Taehyung sin mirarlo a la cara.

—Precisamente por eso me alejé de ti cuando las cosas empezaron a ser muy sombrías para mí, no quería que conocieras esta parte de mi —susurró—. Si, sé que soy muy impulsivo, sanguinario, un maldito monstruo cuando no puedo controlar lo que pasa a mi alrededor y odio que hayas sido parte de toda la mierda que pasa cuando el enojo nubla mi juicio.

—Esas son puras excusas, tu y yo no somos muy diferentes en ese sentido, la diferencia es que últimamente tú vas por ahí como el dragón que llevas tatuado y arrasas con todo lo que llevas a tu paso, dejando solo las cenizas, no quiero eso para mí.

—¿No quieres que sigamos juntos?, ¿me estas dejando por lo que pasó hoy? —cuestionó incrédulo.

—¿Por lo de hoy?, ¿acaso no te has dado cuenta lo que has hecho en esta semana? —preguntó Taehyung incrédulo—. Llegas, me besas, tenemos sexo y te vas. No hay una maldita conversación de por medio, ¿te has detenido a preguntar cómo me siento yo? No, solo puedes pensar en ti, en lo que puedes perder.

—Ya, pero eso no es mi culpa solamente, tú has ido a mi casa a hacer exactamente lo mismo, te doy la razón en que he sido un egoísta de mierda, pero en lo demás no la tienes.

—Por seguirte el juego Jungkook, yo también estoy muy frustrado por todo lo que está pasando, pero quien inició todo este jueguito fuiste tú. Yo solo esperaba que me detuvieras en algún momento porque para mí eras diferente, pero no lo hiciste, nunca —admitió en un hilo de voz.

—Menuda mierda —bramó—. Dices que yo inicie todo, pero fuiste tú quien fue a mi habitación y aun cuando insistí en irme me pediste que me quedara...

—No vamos a llegar a ninguna parte si seguimos buscando un culpable —le interrumpió Taehyung con cansancio—. Si, admito que un principio tenía miedo de volver a estar en una relación y por eso me comporté como un idiota, sé que hice mal en no decirte como me sentía, no estoy acostumbrado a hacerlo y solo esperaba que me empujaras a ello como lo hiciste antes de nuestra primera vez juntos.

—Yo...

—Tengo miedo a salir tan lastimado como la última vez, Jungkook, por eso necesito saber si puedo confiar plenamente en ti antes de abrirme emocionalmente a ti —confesó—. Necesito de tu ayuda para poder hacerlo, no esperes que vaya por ahí diciéndote lo mucho que te quiero o hablándote de mis inseguridades, mientras menos demuestro menos salgo lastimado, es un mecanismo que he adquirido con el tiempo y lo activo cuando creo que es necesario.

—Y lo entiendo perfectamente, Tae, yo se que no te he dado la confianza para que me hables de las cosas que te inquietan, sé que en estos días he sido un egoísta, supongo que es lo que pasa cuando no sabes lo que es estar en una relación amorosa —consideró con la mirada en el agua—. No quiero seguir dándote excusas, solo quiero que me des la oportunidad de demostrarte que puedes confiar en mí en todos los sentidos, que no soy como el resto y que no tienes que activar ese mecanismo conmigo —susurró tomando su mano una vez más y esta vez Taehyung no la apartó.

—Quiero que puedas mostrarme cómo te sientes, no tengas miedo conmigo, no me ocultes tus sentimientos, quiero ver todo de ti —masculló llevando su mano a la mejilla derecha del rubio.

—¿Incluso lo desagradable, irritante y lo terriblemente pegajoso que puedo llegar a ser? —cuestionó Taehyung con una sonrisa melancólica.

—Sobre todo eso —murmuró Jungkook acercándose—. Muéstrame tu luz y tu oscuridad, yo aprenderé a querer cada parte de ti. Mi lado oscuro amará la oscuridad qué hay en ti. Yo te mostraré todo de mí, lo romántico y lo terriblemente bestia también.

—Lo bestia, no se si querría verlo, lo romántico si me encanta —opinó Taehyung con media sonrisa que le fue contagiada al pelinegro.

Tae, yo no soy así, solo estoy frente a una situación que no conozco y estoy caminando a ciegas, yo no soy así, no soy de los que lastima a las personas que quiere —le hizo saber Jungkook en voz baja.

—Lo sé, lo sé, no puedo ser un egoísta y no tratar de entenderte, sé que debo poner de mi parte también —masculló en respuesta y lo que hubo después fue puro silencio.

Taehyung lo observó y mientras lo hacía pensó en lo que le había dicho el pelinegro, es cierto que ambos habían cometido errores y que el no hablar de ellos los llevó a aquella inevitable discusión. Ambos eran culpables y al menos eran capaces de admitirlo.

Consideró que a diferencia de él, Jungkook siempre ha sido honesto y transparente en cuanto a sus sentimientos, algo que deseaba poder hacer sin sentir miedo de entregar demasiado de sí mismo. El hecho de que estuviesen pasando por un momento complicado en el que estaba en juego todo lo que habían construido a lo largo de los años solo empeoró la situación, pero saber que también Jungkook estaba dispuesto a arriesgarse lo dejó más tranquilo.

Algo había sucedido aquella mañana con el pelinegro y

Entendió que algo debió pasarle al pelinegro aquella mañana para que llegara tan arrasador y prácticamente lo obligara a tener sexo. Nunca había visto aquella mirada en él, estaba llena de oscuridad y algo de dolor combinado con desesperación, la misma que tenía en aquel momento mientras lo miraba directo a los ojos sin decir una sola palabra.

Taehyung llevó su mano hasta la mejilla del pelinegro, quién cerró los ojos al sentir el tacto del rubio. Él había mencionado algo de defenderlo ante su familia y solo eso le bastó para comprender que no había sido bueno, seguía con el labio partido y había visto moretones en su cuerpo.

No sabía que había pasado exactamente, pero que si tenía que ver con familia no fue bonito. Que su familia supiera su orientación sexual siempre ha sido mayor miedo, así que lo menos que podía hacer era ponerse en sus zapatos por un momento y entender por lo que estaba pasando, fue por eso que decidió simplemente abrazarlo, quizás lo necesitaba y no era capaz de decirlo.

Todo lo que pasaba por la cabeza de Jungkook eran las palabras de Taehyung, estuvo a punto de perderlo y eso le aterró en sobremanera, no quería volver a sentir esa sensación en la que el rubio se le escapaba de las manos. Luego estaban las palabras de su familia, "que decepción", "has ensuciado y deshonrado el apellido Jeon", claro que aquellas palabras le dolieron, era justo lo que tenía miedo de escuchar de su parte.

Los había enfrentado, pero por alguna razón no se sentía liberador, en cambio sentía una gran necesidad de gritar hasta que se le desgarrara la garganta del enojo que apretaba su pecho, no por su familia, sino por si mismo, por ser como era.

Taehyung cubría con sus brazos el cuerpo de Jungkook mientras descansaba su barbilla sobre el cabello del pelinegro. Se asustó cuando sintió su espalda sacudirse y seguido de eso escuchar un sollozo reprimido, estaba llorando.

Con cuidado lo apartó para poder verlo a los ojos, pero este se aferró aún más a su cuerpo, actitud que sorprendió a Taehyung, quién solo optó por darle palmaditas en la espalda y devolverle el abrazo.

Cuando intentó apartarlo nuevamente, mantuvo su mirada gacha con las mejillas empapadas en lágrimas y la punta de la nariz roja; Taehyung levantó su mentón con delicadeza y cuando lo miró a los ojos fue que notó su debilidad, su fragilidad. Siempre se mostraba tan fuerte y dominante que le sorprendió verlo tan delicado por primera vez.

—¿Qué pasa?, ¿por qué lloras? —cuestionó limpiando las mejillas del contrario, pero más lagrimas brotaban de sus ojos.

—¿Por qué no puedo solo ser normal? La única familia que me quedaba me abandonó por no seguir lo que dictan las malditas antiguas reglas de la mafia, casi te pierdo a ti por su culpa y no creo que pueda librar esta batalla solo —expresó con voz temblorosa—. Ya no tengo a nadie que me respalde, estoy solo, todo por no poder ser normal.

—Jungkook, no eres un anormal y esa gente no importa si me tienes a mi ahora, no estas solo, yo soy tu familia, ¿de acuerdo? —le hizo saber Taehyung tratando de limpiar las lágrimas de Jungkook.

Jungkook asintió mordiéndose los labios tratando de reprimir su llanto, pero fue inevitable terminar sollozando en los hombros de Taehyung, quién no tardó en abrazarlo y acariciar su cabello mientras lo escuchaba llorar. Le dolía verlo tan frágil, no necesitaba preguntar qué había pasado con su familia, era obvio que lo había tratado mal, quizás peor de lo que imaginaba como para que estuviese llorando de esa manera. Pensó que debió ser duro para el demostrar rudeza y hombría cuando todo lo que quería era llorar.

Jungkook no recordaba cuando había sido la última vez que había llorado, no sabía que necesitaba tanto hacerlo hasta que Taehyung lo abrazó de repente. Ya no pudo mantener aquella fachada de hombre fuerte y se lanzó a llorar. Había reprimido aquel nudo en su garganta en muchas ocasiones, le conmovió más el hecho de que a Taehyung le bastó con una mirada saber lo que él necesitaba cuando siquiera él lo sabía.

Aquello había sido un acto mucho más íntimo que todas las noches de sexo juntas, no tuvo miedo de mostrar su debilidad ante la persona que quería, era como un libro completamente abierto ante él y eso nadie lo había visto, siquiera Monique. Por eso lo consideró tan íntimo y especial, porque solo Taehyung había visto su fragilidad.

—Perdón —susurró Jungkook en cuanto logra tranquilizarse.

—No me pidas perdón por eso —masculló Taehyung mientras se levantaba para luego guiar al azabache hasta la terraza. Una vez allí le tendió un vaso de agua y una servilleta para que limpiara su nariz.

—¿Quieres hablar de ello? —cuestionó Taehyung limpiado las esquinas de sus ojos. No pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas al escuchar a Jungkook llorar desconsoladamente sobre su pecho.

—La verdad es que no, dijeron muchas palabras hirientes que no quisiera repetir —contestó, a lo que Taehyung asintió y por acto reflejo apartó el cabello del pelinegro que estorbaba en su frente.

—¿Ya te sientes mejor?

—Estaría mejor si me dieras un beso —masculló como una sonrisa a medias.

—Definitivamente estás bien —comentó Taehyung antes de acercarse a Jungkook y dejar caer sus brazos sobre los hombros del azabache antes de juntar sus labios en un beso corto pero cariñoso, no necesitaba más.

—Iba a quedarme en casa todo el día, pero creo que tenemos cosas de las que ocuparnos —masculló Taehyung al separarse por completo de Jungkook e iniciando su camino hacia el interior de la casa con el pelinegro a su lado.

Ambos sabían que después de la noche anterior dieron mucho de qué hablar y que probablemente encontrarían un caos en sus oficinas, esperaban encontrarse con todo tipo de problemas al volver.

—Ya que estamos siendo honesto —empezó diciendo Jungkook mientras ingresaban a su recámara—. Entre sueños me dijiste que me querías.

—No lo hice —negó Taehyung mientras abría la puerta de su closet.

—Si lo hiciste.

Taehyung se quedó en silencio cuando pensó en todo lo que había pasado aquella noche, no recordaba haberle dicho aquellas palabras a Jungkook, lo que si recordaba es haberse despertado sin su ropa, con un horrible dolor de cabeza y un anillo de oro alrededor de su anular izquierdo, no había querido tocar ese tema porque había cosas más importantes que hablar.

—Si es lo que quieres escuchar...

—No, no es que yo lo quiera escuchar es que tu realmente lo sientas y quieras decirlo —comentó el pelinegro dejándose caer de espaldas en la cama mientras Taehyung se vestía en el pequeño cuarto de su guardarropa.

—Te quiero más de lo que crees, te quiero demasiado y tengo miedo porque cada día ese sentimiento se hace más grande y no he sentido algo así de grande por alguien —admitió Taehyung.

Jungkook se sentó de golpe en la cama, le impresionó que el rubio se lo dijera, esta vez sin estar medio ebrio y dormido. Lo que le sorprendió aún más es que el haya confesado que aquellos sentimientos eran cada las más intensos, ¿acaso le estaba diciendo indirectamente que empezaban amarlo?

—¿Como que nunca? —preguntó curioso mientras veía a Taehyung colocarse la camisa sobre su piel desnuda—. ¿Cómo es eso de que nunca has amado a alguien y tu ex qué?

—¿Minjae? Eso solo fue sexo.

—No, habló de Seo Joon —susurró Jungkook con la mano en la nuca esperando que Taehyung lo matara con la mirada, pero solo obtuvo silencio.

Una vez más había tocado un tema fuerte, pero era su oportunidad para decirle la verdad, quería hacer las cosas bien y eso implicaba que fuera completamente sincero con Taehyung. Creyó que lo mejor era que su novio se enterara de su boca que había matado a su ex, porque si alguien más le decía terminaría en una discusión y ya no quería seguir discutiendo con Taehyung, tenía suficiente con sus enemigos.

—¿Cómo sabes de ese bastardo? Ojalá esté bien muerto ese grandísimo hijo de puta —gruñó Taehyung parándose frente a él mientras se acomodaba la camisa. Jungkook desvió la mirada tragando en seco para luego aclararse la garganta—. Eso no fue amor, eso fue dependencia emocional, yo creí que lo amaba, pero no.

—¿Qué es esa cara que acabas de poner? —cuestionó Taehyung al ver que el chico frente a él no respondía—. No te quedes callado y respóndeme —insistió el rubio buscado la mirada de Jungkook.

—No te enojes mucho conmigo —masculló entre dientes.

—¿Qué hiciste, Jungkook? —cuestionó con preocupación en su rostro.

—¿Lo maté? —contestó dudoso alzando sus hombros y Taehyung solo lo miró con los ojos desorbitados. Esperaba que le dijera cualquier cosa menos que había matado a Seo Joon y en ese instante todas las preguntas se hicieron presente.

—Maldición, ¿por qué? Es decir, no te hizo nada, solo era mi ex, no me digas que lo mataste por eso —cuestionó algo alarmado.

—Por cómo te has puesto parece que si lo amaste, si me lo dices no me sentiré mal o algo.

A Jungkook en realidad no le importaba mucho si Taehyung lo amó o no, de todos modos fue cosa del pasado y el tipo ya estaba muerto. Solo quería cambiar de tema rápidamente antes de que lo bombardeara de preguntas que no quería responder pero que en el fondo sabía que debía hacerlo.

—No intentes cambiar de tema, Jeon —señaló Taehyung acercándose más a él—. Y no lo amé, no lo volveré a repetir. No quiero ni recordar lo que me hizo el muy hijo de perra.

—Yo sé lo que te hizo y un poco más —admitió—. Hoseok me lo dijo.

—Tuvo que ser ese bastardo —se quejó el rubio dándole la espalda para buscar en su closet los zapatos que se pondría.

—¿Por qué no le hiciste nada? —cuestionó Jungkook. La verdad es que le daba mucha curiosidad saber porque Taehyung no fue capaz de hacerle nada cuando le había hecho tanto daño.

—Enserio no quiero hablar de eso, eso ya pasó y no lo maté porque si le tenía cariño, no matas a alguien que quisiste por años como si fuera cambiarse de ropa, no es tan sencillo como eso —explicó Taehyung sentándose en el diván, dándole la espalda al pelinegro.

—Bueno, yo lo hice por ti.

—No te pedí que lo hicieras —replicó—. Por Dios tenía un hijo, Jungkook, ¿así de insensible eres? —cuestionó mientras se colocaba los zapatos y Jungkook solo podía observar su espalda y su mandíbula ligeramente apretada.

—Primero que todo, me ofende que creas que soy así de insensible; segundo, ese hijo de perra se lo buscó, dijo que el embarazo solo fue una excusa para deshacerse de ti. Puedes enojarte todo lo que quieras conmigo, ya está hecho.

—¡¿Qué?! —gritó al darse la vuelta y mirar a los ojos a Jungkook—. ¡¿Que el hizo que?!

Jungkook abrió la boca para responder, pero fue interrumpido una vez más por Taehyung.

—¡No me digas, ya no me digas nada más de ese mal nacido! —vociferó apretando los ojos—. ¿Al menos lo torturaste?

—Creo que me pasé con eso, no daré los detalles porque lo que hice no fue lindo, estaba muy enojado con todo y me desquité, fue horrible hasta para mí, pero si, pagó por lo que te hizo de la peor manera —admitió Jungkook.

—Entonces tema cerrado, puedo estar tranquilo sabiendo que murió de la peor forma —señaló antes de ponerse de pie y terminar de peinar su cabello en el baño.

El silencio se hizo presente una vez más, hasta que se escuchó el sonido del secador y los pasos de Jungkook acercarse al baño, quién terminó sentándose en la tapa del retrete mientras observaba a Taehyung terminar de arreglarse.

El rubio no dejaba de pensar en una pregunta que quería hacerle desde hace tiempo a Jungkook, pero no había tenido las agallas para hacerlo, primero porque no sabía cómo reaccionaría; segundo, porque no sabía que tan incómodo se sentiría, pero ahora que estaban tocando esos temas era su oportunidad de preguntar.

—¿Y tú nunca a has amado a alguien?

—No, nunca he tenido nada serio con nadie, siempre lo he ocultado al estar con mujeres —admitió Jungkook—. Es decir, me he enamorado y me he desenamorado, nada serio.

—Bueno, eso me hace la excepción —susurró con las mejillas sonrojadas.

Mientras observaba a Jungkook a través del espejo, lo vio con la mirada en sus manos sobre su regazo, estaba pensando en algo y no podría saberlo si no le preguntaba, se supone que estaban trabajando en su comunicación y ese era el momento perfecto para comenzar a hablar de las cosas que le inquietaban. Así es como debería funcionar su relación.

—Si hay alguna otra cosa que deba saber, este es momento de decirlo —le hizo saber Taehyung dejando el secador a su a un lado.

—Le estoy dando vueltas a algo que quiero decirte, pero no es como hacerlo sin que te enojes aún más conmigo —confesó el pelinegro jugando con sus dedos, acción que Taehyung notó y eso solo lo puso más nervioso.

—Solo dilo.

—Ayer besé a Monique, fue antes de ir al club —declaró sin poder alzar la mirada, esperando algún tipo de golpe por parte de Taehyung, pero lo único que escuchó fue un largo suspiro.

—¿Seguro que solo fue un beso? —preguntó Taehyung tratando de no sonar enojado, pero no le funcionó.

—Estaba medio borracho y quería convencerme a mí mismo de que no me gustaban los hombres porque todo estaba muy complicado entre nosotros y quería huir de eso, pero fue casi un beso de pico, no hubo intercambio de...

—Ya cállate, no quiero saber los detalles, ya está hecho de todos modos —replicó terminando de acomodar su cabello.

Jungkook sonrió al ver que estaba más celoso que enojado; se acercó y lo abrazó por detrás rodeando la cintura de su novio al reposar la barbilla en su hombro.

—Lo siento —susurró antes de empezar a repartir besos desde su mandíbula hasta su cuello.

—No pierdes el tiempo Jeon, no lo pierdes —masculló Taehyung llevando su mirada al chico que ahora lo mirada desde su hombro, haciéndole pucheros. Algo que a Taehyung le pareció demasiado tierno viniendo de Jungkook.

—Ya es hora de ponerle frente a nuestra realidad, ¿nos veremos en la noche? —cuestionó Taehyung mientras se dirigían a la entrada de la casa.

—Depende de todo lo que tengamos que hacer, te llamaré —contestó deteniendo sus pasos junto al coche de Taehyung, su chofer ya estaba listo para irse.

—Conduce con cuidado. —Taehyung palmeó el pecho de Jungkook e hizo ademán de ingresar al auto, pero el pelinegro lo detuvo al tomarlo por el brazo.

—¿No hay beso de despedida? Quizás no nos veamos hasta mañana o quien sabe cuándo, las cosas deben estar ardientes allá afuera —consideró Jungkook.

Taehyung lo observó con una sonrisa maliciosa en sus labios y sin dejar de mirarlo se quitó el anillo de Jungkook y lo dejó en la palma de su mano.

—Es mi castigo por besarte con Monique —señaló con una sonrisa ladina—. No hay beso y tampoco usaré tu anillo en el dedo anular hasta que lo pidas como se debe.

Jungkook no pudo objetar nada cuando ya Taehyung estaba en el interior del auto, lo estaba molestando y sabía que lo haría por un largo tiempo como castigo. Mientras el auto cruzaba el portón de la casa vio a Taehyung sacar la mano por la ventanilla y como hacía un corazón con los dedos, acción que le hizo sonreír.

Taehyung lo tenía a sus pies y lo peor es que el rubio lo sabía.

Aún con una sonrisa de tonto enamorado volvió a usar su anillo y salió de la casa del rubio al instante. Después de la discusión con su familia y con Taehyung había algo mucho más grande de lo que debía ocuparse, sus socios, no estaba al tanto de lo que ha pasado en su clan desde que besó a Taehyung en público, pero de lo que sí estaba seguro es que solo era cuestión de tiempo para que todo empezara a derrumbarse como lo tenían planeado sus enemigos.

En cuanto Jungkook llegó a su oficina todas las miradas se posaron en él, era algo que esperaba que sucediera, ahora todos sabían quién era realmente y con quien estaba, era de esperarse que incluso sus empleados empezaran a hablar de ello.

La primera persona que se acercó a él fue su asesor Mike, quien lucía algo ansioso y furioso también, sabía perfectamente a que se debía ese enojo, porque se supone que el plan era ser discretos mientras sus enemigos seguían esparciendo el rumor, pero Jungkook hizo todo lo contrario al revelar la relación que tenía con Taehyung.

Tan pronto como ingresaron a su oficina le mostró de golpe cada uno de los socios que habían cortado relaciones con su clan, fue en ese momento que empezaron los dolores de cabeza de Jungkook, esperaba que las cosas estuvieran mal pero no que llegara todo de golpe en un mismo día.

El plan de los Shimizu y los Yangban no se vio reflejado hasta ese instante, todo parecía encajar con que ellos ya habían movido sus fichas para el primer ataque desde su última amenaza, y se supone que él había estado preparándose para ese momento al buscar otros posibles socios, incluso ya estaba planificado firmar contrato con cinco de ellos, fue en lo que se refugió para no perder el control.

—¿Qué hay de los extranjeros? —preguntó Jungkook a Mike, presionando la esquina de sus cejas mientras revisaba todos los nombres de los clanes y asociados que habían roto su relación con ellos.

—Hasta ahora solo perdimos alianza con los italianos, no perdonan el hecho de que el líder de Geum este en una relación abierta con otro hombre, lo que según ellos solo traerá decadencia y no quieren perder un centavo de sus acciones.

—Joder —se quejó Jungkook con frustración. Para él los italianos eran uno de sus mejores aliados, que ya se hayan enterado del escándalo quería decir que pronto los demás lo sabrían, así que debía hacer algo rápido.

—¿Qué tanto dinero estamos perdiendo? —preguntó Jungkook temeroso de que la respuesta fuese peor de lo que estaba preparado para escuchar.

—Aun con todos los socios que hemos perdido hemos mantenido al menos el 50%, las ventas ilegales siguen funcionando normal —aseguró Mike.

Jungkook dejó salir un suspiro al saber que al menos no estaban perdiendo dinero, pero sabía que pronto lo harían si no conseguía asociarse con otros clanes, políticos, ejecutivos de alto nivel, incluso con corredores de bolsa. Debía buscar la forma de invertir en empresas medianas que coticen en bolsa sin tener que vincularse abiertamente en ello y así evitar dejar rastro de su participación en cuanto obtuviera los beneficios.

Jungkook se reunión con Monique para almorzar, quien no dejaba de insistirle que debían verse antes de la fecha de reunión mensual y como era de esperarse lo regañó por haber besado a Taehyung en público, no dejó de hablar de lo que todos hablaban, su relación con el rubio.

Después de largas quejas y regaños a los que no respondió, Monique lo puso al tanto de como todos en el establecimiento hablaban de ello y como otros han intentado irse, temerosos de que otros clanes fueran a atacarlos por trabajar para un hombre que acaba de romper una de las principales reglas. La inicia opción que Jungkook tuvo fue enviar a Monique para que les recordara quien les daba comida y hasta un territorio seguro en el que podían vivir.

El resto del día Jungkook se la pasó de reunión en reunión con quienes se supone eran su salvación para no caer por completo en el abismo que acercaba, pero se rehusaron a asociarse con su clan.

Intentó convencerlos de que sus gustos personales y su vida amorosa no interferiría en sus negocios o en su administración como líder de una mafia, pero era una regla que había roto y los jefes de clanes no perdonaban aquello, eso es lo que lo presionaba cada vez más, sentía que iba directo a un callejón sin salida.

El verdadero problema siquiera era el hecho de que el fuera gay o que haya roto una regla, el problema según ellos eran las demostraciones de afecto en público, ya que eso hacía ver a la mafia muy "permisiva" o "rosa", lo que a Jungkook le pareció aún más absurdo.

No querían apoyar sus "disparates" al aliarse con ellos, y que si lo hacían perderían su estatus como hombres malos, rudos y peligrosos, que era justo lo que pasaba con aquel escándalo. Jungkook sabía que tenían razón, que cada segundo que pasaba lo acercaba a ese hecho, a perder su estatus de ser líder de una mafia que siempre ha sido respetada y temida. Tenía miedo de que ese momento llegara antes de que pudiera hacer algo al respecto.

Lo peor es que las opciones se les estaban acabando y entró en pánico al darse cuenta que ese solo era el inicio de una guerra de poder y que lo peor se aproximaba a gran velocidad.

Salió de otra reunión fracasada cuando el sol ya se había ocultado, no había logrado conseguir que ninguno firmara el contrato y eso le frustraba. Intentó inhalar y exhalar para mantener la compostura y tratar de pensar en algo rápido, pero lo único que llegó a su mente fue Taehyung, después de todo seguía siendo un socio, igual responsable de lo que estaba pasado, pero socio.

Empezaba a anochecer y se preocupó porque este no lo había contactado desde que dejó su casa. Intentó llamar a Taehyung desde el interior del auto, pero este no contestaba y eso le inquietó al punto que terminó conduciendo con desesperación a la oficina del rubio.

No le importó las miradas que recibió mientras se aproximabas a pasos acelerados hasta la oficina de su novio, su asesor Caleb intentó detenerlo para evitar que la gente hablara más, pero solo bastó de una mirada fulminante para que lo dejara, al entrar se encontró a Taehyung tal como él estaba cuando llegó a su territorio, desesperado.

Se encontraba ocupado programando reuniones con otros posibles socios porque estaba perdiendo mucha más gente de lo que esperaba, al igual que Jungkook, en el día se mantuvo muy atareado tratando de evitar que las cosas empeoraran.

—Esto se está yendo muy a la mierda, nadie quiere hacer tratos y los que tenemos se están yendo —se quejó mientras se sentaba en su escritorio con la cabeza escondida entre sus manos.

—Creo que ha llegado el momento de usar ese la lista sucia a nuestro favor —consideró Jungkook sentándose frente a él.

—Chantaje, sí enviamos a nuestros asesores quizás sea más probable que no tengamos que llegar a las amenazas —consideró Taehyung con lo que el pelinegro estuvo de acuerdo.

***
Durante la semana la situación empeoró aún más, después de chantajear con el archivo que ellos llamaban lista sucia, pidieron a cambio protección en caso de que la necesiten en contra de sus enemigos y la posibilidad aliarse con empresarios que coticen en acciones en KOSPI, la bolsa de valores del país, que para mayor beneficio de ellos tiene sede en Busan.

Estaban tan ocupados en restablecer su organización que no habían tenido tiempo de hacer otra cosa más que trabajar, lo bueno es que estaban trabajando juntos, lo malo es que estaban perdiendo demasiado, más de lo que ellos estaban preparados.

Se reunieron con una gran cantidad de posibles accionistas que cotizan en la bolsa de valores, pero siquiera eso sirvió para lograr aliarse; fue entonces cuando se enteraron por parte de su infiltrado que los Yangban habían convencido a todos los accionistas y clanes cerca de los territorios Gangseo y Geumjeong, para que no se aliaran con ellos o también estarían violentando las leyes de la mafia y recibirían el mismo castigo.

Esa fue la última vez que supieron algo de su informante, fue asesinado, como prueba Taehyung recibió una nota de su hermano y la mano cortada del infiltrado. Una cucharada de su propia medicina.

"Espero poder encontrarnos pronto, hermanito. Deja de usar a Seokjin para que me detenga, yo cumplo mis promesas y prometí quitarte lo que siempre me ha pertenecido". Ni siquiera sabía a qué se refería con lo de Seokjin cuando este siquiera ha vuelto a mencionar el tema de Namjoon desde que dejó el país y esperaba que no estuviese intentando algo que lo pusiera en peligro, a él y a su familia.

Lo peor fue cuando incluso los clanes más bajos rechazaron aliarse a ellos. Se vieron en la desesperación cuando perdieron a sus vendedores de armas y cuando empezaron a perder dinero en la extorsión de alcohol, en la venta ilegal de cigarrillos, lo que terminó de derramar el vaso de sus desgracias fue el perder dinero en grandes cantidades en sus establecimientos.

Jungkook y Taehyung apenas podían dormir bien sabiendo que después de iniciar una relación publica con un hombre, todo fue de mal en peor, que sus enemigos usaran esa debilidad a su favor era lo que los mantenía despiertos largas horas hasta encontrar una solución y ver si funcionaba. Aún podían usar el archivo, pero las probabilidades de que funcionara era de un 50%, los Shimizu y Yangban estaban dando la batalla para quietarles del poder en ese momento de debilidad, pero ninguno estaba dispuesto a ceder.

Por otro lado, la familia de Jungkook no solo había cumplido con su amenaza de no respaldarlo en la guerra con los Yakuza, sino que ya tenían planeado quitarle el poder que su abuelo le heredó. El pelinegro sabía que ese "perderás tus influencias y el liderazgo del clan también" de su tío, no fue solo un comentario al azar, desde ese momento ya tenían planeado intentar arrebatarle lo que le pertenecía. Ellos solo estuvieron a la espera de que el cometiera el más mínimo error para tomarlo como excusa y quitarle el poder del que ellos nunca lo consideraron merecedor.

Desde que fue bastante obvio la irrupción de su familia en sus oficinas, en su burdel, en todo su territorio, algunos de sus asesinos por encargo y escoltas que estaban en fecha de iniciación se estaba revelando contra él y eso era que el no toleraba ni mucho que perdonaba.

Creyeron que por Jungkook estar en un mal momento como líder era incapaz de darles una lección, que por el simple hecho de que él estuviese en una relación con otro hombre lo hacía débil. Estaban equivocados.

Aquel día Jungkook convocó una reunión en el patio trasero de su centro de operaciones, incluso sus asesor y jefe de operativos estaban presente; nadie sabía de qué se trataba, pero empezaron a tener una idea cuando el pelinegro les pidió a sus escoltas personales, los únicos que confiaba, que ataran de pies y manos a todos aquellos que en algún momento se rebelaron contra él.

Creyeron que su jefe solo había recibido sus comentarios e intentos de rebeldía con una mirada fulminante y nada más que silencio, pensaban que se habían salido con la suya y supusieron haber comprobado los rumores de que Jungkook se volvió débil y menos temeroso después de que conoció a Taehyung. Sabía que su familia estaba detrás de aquel rumor y que eran quienes intentaban poner a sus empleados en su contra.

En cuanto estuvieron todos atados, fueron colocados en una línea horizontal,

—Parece que se les olvidó quien fue que levantó este imperio. Cuando llegué aquí esto no era más que cenizas, ¿y quién lo restauró? —cuestionó paseándose de un lado a otro—. ¡Respondan!

—Usted señor —dijeron todos al unísono.

—¡Exacto! El mismo del que ustedes dudan y tienen la osadía de llamar maricón —señaló apretando sus puños de la rabia—. ¡Malditos bastardos! Yo les di un trabajo, un puto hogar, seguridad y tienen el atrevimiento de ponerse en mi contra ¿porque salgo con un hombre? Cuanto descaro de su parte.

—Y eso señores, eso es algo que yo no perdono —indicó empujando con su pistola la cabeza de uno de los que estaba arrodillado y atado frente a él—. Una vez que se entra a esto la única forma de salir es muerto, no voy a permitir que quieran arrebatarme lo que me costó tanto levantar simplemente porque ustedes no toleran seguir las órdenes de un "homosexual asqueroso y poco hombre".

Jungkook volvió a colocarse delante de ellos, con los demás empleados detrás de él presenciando la escena. En cuanto recargó su pistola las quejas se hicieron presente, aún con las súplicas tiró del gatillo y los mató uno a uno con un tiro en la cabeza.

Eran algunos diez y lo que hizo de ese momento más atroz fue el hecho de que quien seguía era consciente de que su muerte había llegado y eso para ellos lo empeoraba más; se escucharon chillidos y gritos hasta que no hubo uno más vivo. Jungkook los ejecutó a todos sin nada de pudor, la sangre había salpicado en toda su ropa y parte de su rostro, su mirada estaba oscurecida y llena de rabia.

—Ahora. —Movió su cuello de un lado a otro antes de continuar—. Espero que esto haya servido de lección para todo aquel que siquiera esté pensando en irse en contra mío —demandó mientras guardaba su pistola entre sus pantalones.

—Que quede claro esto —apuntó con su arma, la mirada en el piso y su pulgar limpiando parte de la sangre en su rostro—. Que yo sea gay no me hace menos hombre, ni incapaz de ser líder de este clan, el que quiera irse sabe cómo puede hacerlo —indicó señalando a los hombres muertos detrás de él.

—A trabajar —ordenó—. Limpien esto y no dejen un solo rastro.

Fue en ese momento que Jungkook pensó que si querían tener el poder de Geum, debían ir directo a por él e intentar matarlo, estaba seguro de que no le temblaría la mano para acabar con ellos, después de todo dejaron muy claro que ya no eran su familia.

Según la ley de la mafia, los clanes, sus enemigos y su propia familia, habían cometido un grave e imperdonable error.

El único "error" fue aceptar su homosexualidad y ser quien realmente es. Su único "error" fue enamorarse de un hombre que estaba librando la misma batalla que él y que lo harían hasta al final, sin importar a quien tengan que llevarse por delante.

Creo que con este capítulo se puede sentir cada vez más cerca los capítulos finales, solo quedan unas cuantas cositas antes de que termine la historia por completo.De verdad espero que les haya gustado
🥺👉🏻👈🏻.

Tae y JK arreglaron lo suyo pero otras cosas empiezan a ponerse feas y se pondrán peores. ¿Que les pareció?, ¿que creen que pasará? Posiblemente haya un encuentro algo importante en el próximo capítulo🤭😎🔥

Nos leemos en la próxima actualización💜

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