Extra: Fury

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Movía su mano constantemente, acariciando su espalda, tratando de darle al menos algo de seguridad mientras seguía encogida en su lugar, aun con su traje de héroe cubriéndolo por completo, esa túnica negra era ese parásito al igual que la máscara, estas, incluso, temblaban con ella pero no por su acción si no porque ambos sentían cosas diferentes.

Ella tenía miedo, el traje hecho de ese pequeño monstruo tenía hambre y arrepentimiento.

La abrazó, tratando de esconderla del mundo con su propio cuerpo, que, si podía, recibir todas las culpas que llegaban a su mente como piedras a su cuerpo.

Al final, ella terminó de enviar su solicitud a los demás miembros de la Liga, pidiendo asamblea para que pudiera anunciar su decisión ante lo que ya todos sabían.

Hubo respuesta de todos los miembros más importantes al igual que los de nuevo ingreso.

Se cubrió la cara, las manos aun manchadas de sangre y él solo pudo abrazarla más fuerte, ambos escondidos dentro de la bionave mientras a ella casi le daba otro ataque de nervios.

Habían aceptado y eso la aterraba.

Megan era la encargada de manejar la bionave, en su mente podía escuchar el alboroto mental que tenía (...), sintiendo parte de su culpa y arrepentimiento, si en ese momento le hubiese quitado a ese parásito nada de esto estaría pasando.

No estarían dirigiéndose a la Atalaya así, con la bionave, porque ahora (...) era denegada a usar el teletransportador mientras se escuchaban ecos de los gritos histéricos de la gente.

Trataba de esconderse antes de la verdad, solo repitiendo "se acabó" en su mente, sabe que, si la primera vez la dejaron regresar, entonces, ahora, quizás no dudarán en eliminarla.

Eliminar al primer infectado para evitar una propagación de la enfermedad.

Tengo miedo, pensaban ambos, ¿vamos a morir?

No iban a culparlos.

No miró a nadie, no pidió por ayuda a nadie, en cuanto se apartó de Conner y Megan, siguiendo su camino sin mirarlos porque también sentía que los había decepcionado.

-Dejo mi lugar como miembro de la Liga -fueron sus palabras, obligándose a mantenerse recta y con una supuesta compostura.

Se daría una gran investigación y sería quitada de su puesto, terminaría por cortar toda conexión tal y como lo hizo Will en cuanto asuntos de la Liga, pero ella de verdad lo haría de raíz y los otros héroes se asegurarán de ello, su presencia ahora era una mancha que si no era sacada solo daría un nombre aun más cuestionable a toda la Liga.

Suficiente tenía con sus miradas de desaprobación, en su mente, le apuntaban, diciendo "asesina" como las personas que estuvieron cerca y vieron todo su espectáculo.

Aun sentía la boca amarga por el sabor de la sangre.

Tengo hambre, seguía repitiendo esa vocecita en su cabeza.

Quiero desaparecer, pensaba ella.

Y estaba dispuesta a hacerlo, mientras cerraba las maletas en su departamento, empacado cada cosa, deteniéndose unos momentos en cuanto se preguntó a sí misma si estaba bien tomar la pequeña caja con ella.

¿Qué diría él de mí? ¿soy igual a ese hombre? Pero, fue uno de esos hombres...

Casi sin mirar lo metió entre sus cosas, demasiado perturbada y apresurada para pensar bien las cosas o usar sus poderes, para cuando Conner entró por la puerta abierta y la vio en pleno desastre no supo qué hacer más que acercarse, en un primer instante (...) trató de huir en cuanto se dio cuenta que era él, pero luego se dejó llevar a un abrazo.

Ah, iba a extrañarlo tanto.

-Creo que lo mejor-

-No pienso alejarme de ti -respondió mucho antes de que ella terminase su oración- sé que no puedo dejarte sola en estos momentos.

Ay, por más que sus palabras fueran tan comunes le daban tanto alivio, en ocasiones, Conner sacaba su lado de reina del drama.

-Cielos, ¿Qué haría yo sin ti? -rió, tomando más cosas y continuando con su trabajo de guardarlas.

-Creo... -se acercó a ella, tomando su mano para guiarla a su cama, bueno, al colchón porque las sabanas ya habían sido guardadas entre todo el equipaje, tomando asiento y tratando de recrear ese espacio que alguna vez tuvieron en el antiguo cuarto de ella- serías capaz de perderte en tus libros o en esos cómics asiáticos...

-Mangas y otros -mencionó, sintiéndose tonta por no poder recordar el nombre de los de procedencia coreana, China o los que fueran.

-Eso, leyendo eso, quizás, aun estarías con tus robots.

-Hubiera sido mejor para todos quedarme solo con mis robots, ¿verdad? -se quedan en silencio, la mira sorprendido, esta hablando de manera extraña, como el primer día que estuvo infectada- si me hubiese quedado así, aun tendría hambre, nunca, nosotros nunca hubiéramos estado juntos.

Debía ser sincero, le preocupaba en demasía que ella y ese parásito hablen así, aun no podía olvidar cuando ella se cruzó con Escarabajo Azul; el desastre que crearon los parásitos de cada uno casi terminan destruyendo un manzana de Jersey mientras que sus anfitriones casi no pudieron hacer nada para detenerlos, los dos hablando con voces que no eran suyas.

-No es así -le aclara de inmediato- incluso para mi fue difícil, cuando regresaste con esa cosa, no fue fácil -miraba sus manos, rememorando su estado- al inicio, yo y Superman lo supimos, te estaba comiendo, te estaba matando desde adentro, pero luego fue sanando lo que te hacía y al poco tiempo te dio poderes de mutación celular y auto regeneración, te hiciste una heroína gracias a él, y me hizo muy feliz poder ir a todas esas misiones contigo al igual que todos los que te han conocido -(...) también mira las manos de Conner, tiene la necesidad de tocarlas, para usarlas como una ancla a su perjudicada mente- pero, (...), hay una brecha muy grande entre dar poderes y matar a tantas personas.

-¡Teníamos hambre! -se defiende de inmediato, pero luego niega con la cabeza- no, no sé qué me pasó, pero, Conner, los olí, olían tal y como Jason olía ese día, ¡¿Cómo podría hacer como si nada pasó?!

Lo recuerda a la perfección, estaban buscando pistas de la nueva red de comercio de potenciadores de poderes que se hacían cada vez más usados en los meta humanos; ellos dos estaban juntos en el reconocimiento mientras el resto del equipo esperaba en la bionave para actuar cuando se diera la señal, (...) patrullando los cielos sobre él mientras se acercaban al punto de encuentro de los vendedores, entonces, sin ningún aviso, ella se quedó mirando a algún lugar en el horizonte, Megan la llamó por el enlace mental pero no hubo respuesta hasta eso sonido.

Ese sonido chirriante que la hizo abrir toda la boca y más, transformándose en algo que él no podría describir, medía 5 metros mínimo antes de salir volando a toda velocidad.

Para cuando dieron con ella, una hora después, también lo hicieron los medios locales de Ciudad Gótica al igual que los Linternas Verdes de la tierra.

Era obvio ver que, por cómo estaban vestidos y sus armas, eran gente del Guasón, pero aún así, no se sintió nada de justicia mientras (...) se mantenía mordiendo la cabeza del último sobreviviente hasta ese momento, retirando su masa cerebral y lamiendo los restos con una lengua queratinizada.

-Esa no era la manera -trata de sonar lo más tranquilo que puede, negándose a la idea de gritarle por más que crea que es lo que debe hacer en esos momentos.

Tenía que hacerlo, debía hacer que de una u otra manera expulse al parásito de su cuerpo.

-SB -dijo ella, siendo rápida como para llegar a la ventana antes que él- tú no lo entiendes -fue lo que dijo antes de lanzarse y desaparecer una vez más en la penumbra de la noche en gótica.

Los siguientes meses, su modus operandi ya era conocido por todos los medios de comunicación: si había violencia, allí se iba a aparecer, se comería al perpetrado y dejaría traumatizada a la víctima por ver tamaña masacre, luego se iría a buscar más.

No quiso creerlo, menos cuando ese charlatán de Gordon empezó a hablar de ella en su programa como una vigilante sanguinaria de la ciudades aledaña a Gótica y a la misma, apuntándola como un monstruo cuando él aun no podía borrar de su mente a la chica que se acercó a él el primer día, acercándose con cautela al no conocerlo y llevando ropa en una bolsa.

De ahí a ese momento, las cosas habían cambiado drásticamente.

Ahora, (...) se había convertido en la mayor amenaza de vida de tantos villanos, ella ya no dudaba y cada vez se acercaba más a arrancarle la cabeza a alguno, antes de que eso pasase, ya tenían un plan.

Y ese plan era usar a jóvenes meta humanos para hacerla aparecer, ese incentivo extra funcionó, los niños poco o nada pudieron hacer, el equipo ya había llegado y ella también, pensó que todo estaría en orden en cuanto la volvió a ver, separándose para ayudar a un niño pequeño que se quedaba atrás.

-¡(...)! -le llamó cuando dejó al niño a su cuidado con obvias intenciones de irse, ella volteó, apenas para verlo- detén esto, podemos encontrar una forma de calmar tu hambre, ¡Batman esta buscando una manera! -le hizo saber, ella disolvió su máscara, mostrando su rostro después de tanto tiempo.

-¿Es eso cierto? -tenía la guardia baja, el punto que ellos buscaban estaba a la vista, el supuesto inocente niño usó sus poderes para lanzar una serie de cuchillos a ella mientras ambo se miraban con esperanza.

Fue cosa de segundos, el niño huyó, Conner corrió tratando de alcanzar las cuchillas, el parásito la protegió tanto como pudo, pero una de esas armas llegó a donde había sido planeado, le había perforado el cuello, clavando su cuerpo con fuerza en la pared, empezó a patalear, pero a los segundos tuvo una convulsión mientras trataba de gritar, fue rápido en tratar de ayudarla, cayendo en pánico cuando ella dejó de moverse a los segundos.

-¡Escúchame! -le gritó en cuanto vio al parásito emerger de su piel, mirando lo que ocurría, su usual forma de fuego presente- yo voy a sacarla pero tu tienes que seguir curándola, ¡¿entiendes eso?! -miraba a Conner con sus ojos negros, luego al cuerpo de (...) que, cada que la curaba, se movía, pero algo no estaba bien- ¡¿lo entiendes?! -hay desesperación y solo puede volver dentro del cuerpo para seguir sanando los tejidos cerebrales y los ligamentos.

Conner prácticamente rezó a quien fuera que pudiera escucharlo mientras tomaba las temblorosas manos de (...) para evitar otro de sus movimientos erráticos, haciendo la fuerza necesaria con su otra mano en la cuchilla para evitar hacer cualquier movimiento brusco y siendo lo necesario para quitarla de esa trampa mortal lo antes posible, se dio cuenta que mientras más lo hacía más ella se dejaba de mover, pero se aferraba a que en cuanto la rescate ella estaría en perfecto estado.

En cuanto por fin acabo ese tortuoso sonido de huesos y carne siendo cortada fue cuando la tomó en sus brazos, tomando su débil cuerpo y moviendo el cabello de su nuca para ver, aliviado, que todo el tejido se curaba con rapidez y ya ni había una cicatriz del todo visible.

Sonrió, un gran suspiró de alivio salió de sus labios, tomó sus hombros, alejándola para ver su rostro, pero todo lo que había era una expresión pérdida en la nada.

-¿(...)? -preguntó y tras algunos ligeros temblores para por fin lograr levantar la cabeza, pudo verlo mejor, ella se veía bien, podía escuchar todo su cuerpo funcionar correctamente, su corazón bombeando sangre, sus pulmones trabajando; aun así ella no le respondía- ahora estás bien, fue un golpe fuerte y... -lo hizo a un lado con su brazo de manera delicada, mirando a todas partes y luego volviendo a enfocarse en él, Conner sonrió con tranquilidad, también algo de pena- debió doler mucho, perdóname por... por no haberte ayudado cuando debí, por dejar que te fueras así, incluso por esto -puso su mano en su hombro, ella volvió a mirarlo, movió los labios, empezó a vocalizar, su voz sonaba rara, como cuando se quedaba dormida.

Esa voz la había escuchado hace mucho tiempo.

-Semilla impura de Kripton -dijo, mientras su forma empezaba a perderse y ganaba tamaño con una figura irreconocible, un alienígena como en las películas que a ella tanto le gustaban- ella ya no está aquí.

Y se echó a correr en cuanto vio a los de la Liga de la Justicia llegar, soltando un rugido atroz antes de abrir vuelo con sus alas membranosas.

Dejándolo ahí, sin poder creerlo, mirando hacia donde había huido, haciendo caso omiso a las palabras ajenas.

Supo que no sería como en las otras ocasiones que se separaron, todas esas veces que tomaron distancia uno de otro, en donde al menos tenia oportunidad de buscarla y arreglar las cosas, supo en cuanto escuchó esa voz, esa manera de llamarlo, tan lejano de lo que conocía.

Sabía que eso no era (...).

Ella se había ido y sabía que nunca podría hacerla volver, ya no habían otras oportunidades, ya no podría ir a buscarla.

Al final, ese final feliz que tanto buscaron, simplemente, se esfumó.

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La historia continua en "Happy End: The worst ex girlfriend".

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-Oye, SB.

-¿Hm?

-¿Crees que pueda poner una cámara de movimiento en tu comunicador la próxima vez? -levantó sus manos, dejándole ver como las había juntado mostrando su plegaria- por favor.

-Ya hablamos de eso, sería molesto -en verdad si seria molesto, pero la completa realidad de sus palabras es que se sintiera culpable si terminase por romper el aparato ese con su fuerza.

Suficiente tenía con verla al punto del colapso cada que le regresan sus cámara drone hechas añicos.

-Oh, vamos -se acercó más a él, juntando sus cuerpos sobre el colchón, haciendo rebotar su cuerpo para llamar más su atención pero no funcionaría, Superboy era más pesado que el suyo, no lo movió un centímetro- Entonces, ¿Qué tal si vamos el fin de semana a comprarte ropa?

-Creo que ya dije que lo siento -se cerró de inmediato, (...) no le entendió al inicio pero luego suspiró con entendimiento.

-Hey, SB, no me refiero a tu camiseta, es decir, en parte -se sentó, su mano sobre el colchón de la cama- no debes cerrar tu mente a eso, es ropa.

Es importante, le quiso replicar, esa camiseta, en sí, era el primer regalo que (...) le había dado, el primero de toda su vida además de la libertad que le otorgaron sus congéneres en el laboratorio y sus nuevos amigos.

(...) lo entendió, a Superboy aun le costaba expresarse y era entendible; a ella también le entristeció un poco cuando él regresó con la camiseta hecha tiras pero era algo normal.

Nada dura para siempre y lo entendía.

-No te preocupes -se levantó del todo, poniendo pausa a la significativa canción que se estaba reproduciendo en esos momentos- vamos ahora entonces, alquilamos unas películas de la tienda y comer hasta reventar, ¿Qué te parece eso? -ella sonreía, él sonrió ante ello, dejando que lo arrastre hacia sus planes inmediatos- ¿Qué prefieres? ¿pizza o hamburguesas? ¿AvP o Gremlins? Te dejo escoger hoy.

-Dices que escojo yo, ¿pero solo me das esas opciones?

-No soy perfecta, amigo.

En ese momento, no se dieron cuenta del todo de aquello que ya compartían y que en el futuro iban a perder.

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