━ CINCO.

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( CAPÍTULO CINCO
AVADA      KEDAVRA )

"¿Lo vas a intentar?", preguntó Elijah a Cedric con una enorme sonrisa, definitivamente desde que escuchó lo que prometía aquel torneo no pudo evitar querer participar. Desajustó su corbata al ver que ningún profesor estuviera cerca y pudiera decirle nada y se giró a mirar a su amigo para prestarle aún más atención a su respuesta.

    "Lo estoy considerando", dijo el más alto y se giró a mirar a su amigo de vuelta, ". Por otro lado, veo que tú ya estás decidido", se burló. De haber estado vacío el pasillo, su risa abría resonado, pero saliendo del gran comedor después de recibir una gran cantidad más de estudiantes, los pasillos ahora pocas veces estarían en completo silencio.

    "Es una oportunidad como ninguna, Ced. Solo imagínalo".

    "¿Quieres más reconocimiento en el mundo mágico?"

    "Quiero que me vean y digan: "el valiente chico que ganó el Torneo de los Tres Magos", no "el hijo de Etzio Wrightson, el mortífago de sangre fría", no solo necesito que la gente cambie de página, yo necesito hacerlo también, dejar atrás mi pasado".

    "¿Tu mamá estará de acuerdo?"

    "Es un torneo escolar, nada puede salir mal. No hay razón por la que no esté de acuerdo".

    "No quisieron dar a entender eso en la cena, Elijah. No es solo un juego".

    "Cedric, ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Un rasguño? ¿Un hueso roto? Potter se ha quedado sin hueso sin estar en el torneo y por culpa de un profesor. No es como si el torneo fuese a matar a alguien, Cedric", a lo lejos Elijah reconoció una cabellera, estaba por dar la vuelta en el pasillo.

    "¿Seguro que quieres ir tras ella?", preguntó Cedric notando la mirada de su amigo, ya estando fuera de la sala común de Hufflepuff.

    "Nos vemos mañana, Cedric", palmeó el hombro de su amigo evitando la pregunta y fue detrás de la chica.

    Estaba acompañada de más chicas, Elijah contó cuatro además de ella, sus rasgos físicos muy parecidos a los de su amiga. El azul de su uniforme hacía resaltar el azul de sus ojos; lucía extremadamente diferente con aquel uniforme puesto, la primera vez que la conoció llevaba un vestido de flores rosadas, unos zapatos del mismo color de las flores y el cabello completamente suelto cayéndole por los hombros, cosa que era muy diferente ahora que lo tenia en una coleta debajo de sus sombrero de punta.

    "Hola, extraño", saludó Annick con una sonrisa. El resto de las chicas miraron a Elijah sonriendo y hablaron en un tono ajo, hablando en francés, sin embargo, Elijah lo comprendió todo.

Ser hijo de la Luna tenía muchas virtudes y pocas desventajas. Una de las múltiples virtudes contaba en entender y hablar todas las lenguas e idiomas. Su madre siendo un ser que estaba en todos lados y escuchaba plegarias y deseos de millones de personas, criaturas e incluso animales en el globo terráqueo tenía la habilidad de comprender y en caso de querer contestar, poder hablarlo, tal como hizo aquella noche con Rae. Esta misma cualidad la había heredado Elijah, por lo que comprendió cuando las jóvenes susurraron "c'es un beau garçon"— es un chico guapo—, lo cual lo hizo reír pero no dijo nada, no quería incomodarlas. Annick sabía que el joven parado frente a ella había comprendido pero le permitió a su amigas creer que habían sido discretas.

"Je les atteindrai plus tard—las alcanzare luego", dijo sin despegar su mirada del castaño. A sus espaldas sus amigas rieron y se alejaron yendo a la sala que a la escuela le habían asignado.

"Tus amigas parecen agradables".

"Lo son" afirmó riendo, sus ojos aun sobre los de él.

"Fue una gran entrada la tuya y de tus compañeras. Todo Hogwarts estaba cautivado" ella rió, "¿por qué no me dijiste que vendrías?", preguntó recargándose en la pared con los brazos cruzados. "Pensé que éramos amigos", Annick abrió la boca para contestar pero fue cortada. Una chica rubia con corbata verde y plateado la empujó, Annick parecía querer ir detrás de ella para encararla pero Elijah la tomo de la mano deteniéndola.

"¿Pasa algo, Wrightson?", si algo compartía Maleït con su hermano Draco era ese sentido de superioridad, logrando hacer sonar un simple apellido como la más grande escoria. "¿Tu amiga tiene algún problema conmigo?", dijo al ver los bruscos movimientos tras su espalda.

"¿No es muy tarde para que estes fuera? No creo que le agrade a Snape que estés fuera".

"Tampoco creo que a McGonagall le guste que tú estés fuera, Elijah. Incluso Ramona no estará orgullosa que estés rompiendo las reglas tan pronto".

"¿Vas a buscar a Cedric?", la pregunta hizo que la chica palideciera, definitivamente estaba escondiendo su posible relación con el chico Hufflepuff.

No se habló más y la rubia desapareció por el pasillo. Había tocado terreno sensible.

"¿Rompiendo las reglas recién regresando de vacaciones?"

"Tú también lo estás haciendo".

"Tú me interceptaste", carcajeó.

"Bueno, no me gusta seguir el sistema", bromeó. "¿Ya me dirás por qué no me avisaste que te traerían?"

"¡No lo sabía!", Elijah compartió una mirada de pocos amigos con ella al saber que estaba mintiendo. "Okay, quería darte una sorpresa. Vamos a estudiar todo este año juntos, sera como un cuento de hadas, será magnifique", dijo posando sus manos en el pecho del muchacho.

A la distancia se escucharon risas y algunos comentarios. Tal parecía que no eran los únicos que iban tarde a sus alcobas. Elijah quería decir que le sorprendió ver al trío atravesar la el pasillo quedando frente a ellos, pero no fue así.

"¿Podemos imaginar lo increíble que sería que Maleït no fuera como su hermano? Quiero decir, ¿es mucho pedir?", dijo riendo el pelirrojo, pero en respuesta recibió un codazo de su mejor amigo.

"Buenas noches, Elijah", dijo la joven bruja.

"Hermione, hola", sonrió ampliamente.

"¿Son tus amigos?", preguntó Annick, pero no lo dejo responder. "Pensé que solo eras amigo de Cedric. Tenias este secreto guardado bastante bien", rió y se separó caminando donde el resto. "Un placer, mi nombre es Annick", extendió su mano.

"Annick, estos son Harry y Ron. Y por supuesto Hermione".

"Esto es increíble. Un montón de amigos reunidos".

"Ellos son su propio grupo, yo estoy con Cedric y tú... bueno, con el resto de tus amigas".

"¿Por qué limitarse a grupos pequeños?", se escucharon pasos y estos se detuvieron cuando vieron a los chicos.

"¿Qué hacen aún afuera? Gryffindors a su sala, Señorita, vaya con su escuela", habló firme Ramona.

"Si, Señorita Fraser", el trío comenzó a caminar.

    "Ya sabes que romper las reglas no es opción, Elijah", dijo la mujer de cabello cobrizo acercándose a abrazarlo. Cualquiera de su edad se habría separado, pero aquello era lo más cercano a un abrazo de una madre y con completa honestidad, a veces lo necesitaba.

    "Está en mi ADN", ambos rieron.

    "¿En que momento creciste tanto?"

    "Las vacaciones ayudaron bastante", dijo por fin alejándose. "Ramona, ¿podemos charlar luego?", dijo notando que Hermione iba más atrás que sus amigos y que Annick ya no estaba.

    "Seguro, pero nada de estar rompiendo las reglas", no contestó y corrió donde la bruja.

    "Quiero agradecerte por lo de la cena".

    "¿Qué?"

    "Ya sabes... cuando hablaban de mi padre y todo eso de Ojoloco".

    "Ah, eso. Seguro, no ha sido nada. Me imaginé que te haría sentir incómodo".

    "Eres considerada. ¿Qué tal el libro?"

    "Lo empecé en el trayecto hacia acá, apenas voy por el capítulo tres".

    "Te aseguró que te gustará", la joven no contestó, Elijah no sabía que mas decir. Ya habían llegado a la sala común. Hasta aquel punto, Ronald y Harry ya no estaban. Solo eran ellos dos frente al fuego de la chimenea.

    "¿Te inscribirás en el torneo?"

    "Si. Bueno, si dicen que los reprobados no pueden participar, no, pero de lo contrario, si, eso quiero".

    "Suena peligroso".

    "¿Hermione Granger hablando de peligros? ¿Las historias que cuentan en los pasillos desde que llegaste a la escuela son falsos? ¿No has sido tú la que ayuda a Harry a salvar el mundo mágico?"

    "Yo no lo llamaría salvar el mundo mágico", rió suave, olvidando la molestia que había sentido al verlo en el pasillo con la chica de Beauxbatons, "solo hemos evitado un par de catástrofes".

    "No deberías ser modesta. Tus actos han ayudado, abraza eso", dijo y se detuvo junto a la entrada del dormitorio de las chicas. "Supongo que nos veremos mañana. Descansa, Hermione".

    "Descansa, Elijah", contestó y desapareció dentro del dormitorio.

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Estaba sentado al final de la fila del centro del aula, casi escondido entre la penumbra. Tenía que cursar el mismo curso de defensa contra las artes oscuras del año anterior. Su comportamiento despreocupado, rompiendo continuamente las reglas le había propiciado aquello, ahora estaba ahí, con los chicos menores, los de tercero, tomando clase.

Se suponía que debía cruzar a sexto y en teoría debía estar con los de cuarto, pero McGonagall, por castigo había decidido hacer que el joven de diecisiete años se encontrara tomando clases con los de catorce y quince; y si no fuera todo, Dumbledore había traído a Alastor Moody a dar las clases. No es que odiará al hombre, pero el hecho de que ningún mago, a excepción de su padre se le escapara de entre los dedos le hacía perder respeto.

    "¿Preguntas?"

    "¿Por qué no ha atrapado a mi padre?", bufó por lo bajo, dibujando en la esquina de su pergamino pequeños garabatos.

    "Tú, el del fondo", habló y todos se giraron a mirarlo. "¿Qué dijiste?"

    "Que esta clase va a ser educativa, señor", un par rió ante el notoriamente sarcástico comentario de quien seguía sentado y sin molestarse en mirarlo.

    "De pie", Elijah obedeció dejando la pluma sobre el pergamino sin importarle que el resto de tinta goteara, y por fin lo miró a la cara. "¿Nombre?"

    "Elijah. Elijah Wrightson".

    "Wrightson... tú y tu padre parecen ser parecidos", el joven apretó los puños. "Solo que... hay una diferencia física bastante notoria", su piel, por supuesto, Elijah no dijo nada. Procuro no reaccionar. "¿Saben que hechizos ha conjurado su padre?", el salón guardó silencio, los ojos chocolate de Hermione estaban sobre él. "¿No? Toma asiento", ordenó el hombre y Elijah tomó asiento. "¿Alguno puede decirme cuántas maldiciones imperdonables existen?"

    "Tres, señor".

    "Y son llamadas así porque..."

    "Porque son imperdonables. El conjuro de cualquiera de ellas..."

    "Te conseguiría un pase directo a Azkaban. Correcto. Ahora, el ministerio dice que son muy jóvenes para ver lo que estas maldiciones hacen. ¡Yo opino lo contrario! Sobre todo teniendo al hijo de uno de los hechiceros que los conjura con regularidad entre ustedes. Deben saber a qué se enfrentan, necesitan estar preparados", dijo y aún escribiendo en la pinzará. "¡Necesita encontrar otro lugar donde esconder su goma de mascar, señor Finnigan!"

"Imposible, el anciano puede ver desde detrás de se cabeza", el mayor molesto lanzó el pedazo de tiza con el que estaba escribiendo en la pizarra y cayó justamente en el escritorio de Elijah.

"Y escuchar todo lo que dicen", el salón se quedó en silencio, Elijah limpio la tiza de su pergamino y prestó atención. "Entonces, ¿qué maldición veremos primero? ¡Weasley!", gritó el apellido del joven.

"¿Si?"

"De pie", Ron hizo lo que se le ordenó en completo silencio. "Dinos una maldición".

"Bueno, mi padre me ha contado de una", el profesor espero a que continuara. "La maldición Imperious".

"Si... tu padre claro que sabe todo de ella. Le dio al ministerio un poco de molestia hace algunos años. Tal vez esto te enseñe porque".

El hombre caminó donde tenían acumuladas, y atrapadas, varias criaturas pequeñas. De entre ellas tomó un arácnido y tras pronunciar engorgio y apuntarlo con la varita, la criatura creció por lo menos cuatro veces su tamaño. Seguido pronunció: "imperio" e hizo que aquel arácnido comenzara a flotar, dirigido por su varita, por el salón. Parecía que jugaba con la criatura y con los estudiantes del frente.

Elijah al ver el giro que la clase había dado se acomodó en su asiento y prestó atención a la clase riendo ante las expresiones de aquellos a los que el profesor había decidido usar como víctimas.

"No se preocupen. Es completamente inofensiva", segundos después la más grande víctima fue Ron Weasley, a quien le puso la criatura en la cabeza. Este por supuesto en terror absoluto no pudo evitar poner una mueca bastante graciosa, arrancando una carcajada de Draco Malfoy, Alastor lo notó. "¿Tú de que te ríes?", dijo y llevó a la criatura al rostro del rubio, parándola en su nariz, las risas estallaron aún más alto. "Es talentosa, ¿no es así?", dijo divertido. "¿Qué debería hacer que haga ahora? ¿Qué salte por la ventana?", las risas poco a poco se fueron ahogando, la gracia había desaparecido, "¿hacerla que se ahogue?", la llevo a un cubo de agua cerca de la ventana, el arácnido en todo momento batallando por mantener su vida.

En pocos segundos el hombre había logrado hacer que un ambiente de risas cambiara a uno bastante obscuro, al proponer lastimar a la inocente criatura. Nadie en el salón contestó, sólo observaban. El hechicero trajo de vuelta hacia él, el arácnido y lo puso en su mano.

"Múltiples brujas y hechiceros han aclamado decir que hicieron cosas para ustedes-saben-quien por la influencia de la maldición Imperious. Pero aquí está el detalle, ¿como sabremos quienes mienten? Uno más... uno más...", muchos levantaron sus manos, a Elijah no le pasó desapercibido que Hermione no levantó su mano pero miró alrededor, sus ojos se encontraron, ninguno de los dos quería participar en aquello. "Longbottom, ¿así es?", se acercó al joven. "Arriba", Neville obedeció. "La profesora Sprout me dice que tienes aptitudes para la herbología", el chico no habló pero Elijah vio el movimiento de su cabeza, afirmando lo que decía.

"También está um... la maldición Cruciatus".

"¡Correcto! ¡Correcto!", lo apuntó con la varita. "¡Ven! ¡Ven!", caminó y Neville fue con él. "Peculiarmente grotesca. La maldición de la tortura. Crucio", conjuró y la araña comenzó a retorcerse y chillar bajo la tortura del hechizo. Neville veía todo en primer plano y su rostro demostraba lo incómodo que estaba ante aquello. Incluso Elijah que estaba bastante lejos pudo percibir dolor puro de lo que estaba presenciando el joven. Como sus ojos querían dejar de mirar pero había algo llamándolo a seguir haciéndolo.

"¡Deténgase! ¿No ve que le está molestando? Deténgase", gritó la joven bruja. Alastor la miró un segundo y después al chico, dejando el hechizo. La criatura descansó.

El hombre la tomó, de nuevo, en su mano y caminó donde la joven estaba, finalmente dejando la criatura sobre el libro que Elijah le había regalado y que ella había decidido llevar consigo.

"Tal vez usted podría darnos la última maldición imperdonable, señorita Granger", ella negó, Elijah imaginó que tenía un nudo en la garganta.

Elijah se puso de pie y fue donde ambos. Los ojos de todos sobre el mayor quien se paró junto a Hermione quedando frente el profesor, sacó su varita y apuntó a la criatura.

"Avada Kedavra", pronunció antes que el profesor, haciendo que la araña cayera muerta. El salón guardó completo silencio, muchos conteniendo la respiración. Ni siquiera él se creyó capaz de hacer aquello. El profesor lo observo. "¿Qué? ¿No se supone que estamos aprendiendo?", preguntó molesto y tomó al arácnido en sus manos, sintiendo pena por lo que había hecho, justamente su padre le había hecho aquello mismo a su madre, Rae.

"La maldición asesina", continuó la lección Alastor mientras veía a Elijah regresar a su lugar con el cadaver de la araña en sus manos. Solo se ha sabido de una persona que la sobrevivió. Y esta sentada en esta habitación", desde ahí, Elijah perdió el hilo de lo que ocurrió en el salón, estaba decepcionado de sí mismo.

Al cabo de un rato se escucharon campanas que les indicaban que podían dejar el salón. El primero en hacerlo fue Elijah, sus libros en una mano, el cadaver en otra. Salió a toda prisa, bajando las interminables escaleras. Había sido él el causante de aquella muerte, lo único que le quedan hacer era darle un entierro digno.

Vale que por fin me ha dado tiempo de subir nuevamente este capítulo, lo que significa que el siguiente que venga será completamente fresco hahaha.

Estoy muy emocionada, hasta ahora es mi capítulo favorito por todo lo que ocurrió justamente durante la clase. Igualmente, por fin hubo introducciones más... formales a dos chicas Maleït y Annick; además de que se exploró un poquito de la relación de Ramona y Elijah que se irá desarrollando durante la historia.

Cuéntenme, ¿qué opinan de Maleït y su posible relación con Cedric? ¿Y de Annick? ¿Creen que propiciará algo? ¿Les agrada? ¿No les agrada? ¡Basta!, que esto ya es un bombardeó de preguntas hahaha. Igual si quieren contestar o simplemente comentar que esperan que ocurra son todos bienvenidos.

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