14; VIRGINIA SALVATORE

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

1x14

VIRGINIA SALVATORE

Con la aparición especial de:

Emeraude Toubia como Virginia Salvatore-Mikaelson

■■■■

Después de un año buscando soluciones a sus problemas sin llegar a ningún lado, Marcel decidió que era momento de llamar a alguien de afuera. Por eso se encontraba lejos de Nueva Orleans, en busca de la persona que seguramente lo quería ver muerto, pero no tenía otra opción. No después de prometerle a Vincent que encontraría la manera de salvar a Brooke.

—Estás lejos de casa, Marcel.

El aire a su alrededor pareció tensarse cuando la voz de ella llegó a sus oídos y cuando se giró para mirarla por primera vez en dos años sintió el tiempo detenerse.

—Dicen que casa no es el lugar donde están los que más quieres—ella arqueó una ceja—, la familia.

—¿Ahora somos familia?—dejó salir una carcajada amarga—¿Después de lo que le hiciste a nuestra familia?

El silencio que se instaló entre ellos se sintió pesado.

Mirando a la mujer frente a él Marcel no pudo evitar pensar en el pasado, cuando apenas la había conocido. Virginia Salvatore, ahora Mikaelson. Era una joven bruja que no podía practicar magia por sí misma y por eso era rechazada por el resto de las brujas, por lo menos hasta que se cruzó con los Mikaelson y se convirtió en una de las brujas más poderosas del barrio francés en ese entonces. La mujer se había casado con Elijah bajo la bendición de la familia, también se había convertido en la mejor y única amiga de Niklaus, y en la confidente de Rebekah, era un miembro más de Mikaelson. Aunque, claro, también era familia de Marcel, o así se veían hasta hace dos años.

—Si quieres algo de mí, estás perdiendo el tiempo, no quiero tener nada que ver contigo—la pelinegra se giró para regresar por donde había venido.

—Necesito tu ayuda.

—No me interesa ayudarte, Marcel—lo miró sobre su hombro—, tengo cosas más importantes que hacer.

—Tus hermanos me prometieron que no ibas a intervenir—le recordó asumiendo que estaba intentando despertar a los Mikaelson.

—Mis hermanos—sacudió la cabeza—, ellos me necesitan más que tú, no pienso dejarlos. Adiós, Marcel.

Al ver a su única esperanza alejarse se sintió desesperado, tenía que conseguir su ayuda de una forma u otra y a pesar de tener el impulso de amenazar a sus hermanos sabía que ella lo mataría en un instante por eso.

—¡Ella puede ver fantasmas!—exclamó avanzando también.

—¿Qué me importa alguien que ve fantasmas?—no le importaba en lo más mínimo. —Intérnala en un psiquiatra.

—Camille está viva—sus pasos se detuvieron—, ella la trajo de regreso.

Otro silencio cayó sobre ellos, solo se podía escuchar el sonido de los grillos. Virginia se giró para mirarlo y Marcel pudo notar la mezcla de tristeza y preocupación reflejada en sus ojos, claramente lo que estaba pasando era más grande que cualquier ser en existencia y ella parecía saber qué era lo que estaba pasando.

—¿Dónde está el portal?—preguntó al final.

—Tuvimos que sacarla de Nueva Orleans, estaba siendo atacada por una bruja y...

—No importa dónde esté, si estuvo en Nueva Orleans, no está segura en ningún lugar—la pelinegra pasó una mano por su cabello—. Yo iré a Nueva Orleans, tú ve por ella.

—¿Podrías decirme qué está pasando?—él la miró confundido, todo el asunto de las brujas lo confundía.

—Es un asunto de brujas—volvió a darse la vuelta—. Tengo que llamar a Damon, nos vemos en Nueva Orleans.

Marcel la siguió con la mirada hasta que desapareció por la puerta del depósito abandonado, las palabras de la bruja se repitieron en su mente una y otra vez, pero no pudo encontrarles sentido. Lo único que tenía sentido era que Brooke estaba en peligro y necesitaba encontrarla antes de que algo malo sucediera.

Sin embargo, mientras él estaba intentando conseguir la ayuda de Virginia algo malo ya estaba pasando. En su ausencia las brujas se habían tomado la libertad de invadir su pent-house con la esperanza de encontrar aquello que los ayudaría, o más, eso que ayudaría a su ancestro. A pesar de haber cortado la conexión con los ancestros algunos de ellos aún seguían a la única bruja que quedaba de los ancestros y tristemente eso significaba que Vincent tenía fuertes enemigos entre su gente, enemigos que se encargaron de mantenerlo ocupado mientras ellos atacaban el pent-house.

Amelia y Finn los habían escuchado entrar y claramente podían escuchar como estaban intentando quitar las protecciones que Vincent había puesto en la habitación en la que estaban encerrados. Ninguno de los dos podía hacer nada más que esperar a ver qué sucedería una vez lograran ingresar en la habitación, pero estaban seguros de que no sería algo bueno, no con una bruja poderosa siguiéndolos. Para cuando lograron penetrar las protecciones para que uno de ellos ingresara el sol ya estaba saliendo en el horizonte anunciando el comienzo de un nuevo día, ninguno de los tres se dijo nada, los fantasmas simplemente observaron como el brujo rompía el círculo que los mantenía en el mundo de los vivos. Del otro lado los esperaban varias brujas y, cansados de pelear, se tuvieron que rendir ante ellas. Ya no podían proteger a Brooke, ahora todo dependía de Vincent y Marcel.

—Qué pocilga—Virginia arrugó la nariz apenas puso un pie en el pent-house de Marcel—, ¿Acaso nadie limpia aquí?

Horas después del ataque Virginia había llegado a Nueva Orleans, apenas llegó tuvo el impulso de ir a la mansión Mikaelson, pero al final se decidió por ir directamente al hogar de Marcel donde se encontró el desastre que las brujas dejaron.

—¿Virginia?—Josh apareció por una de las habitaciones con una vela en la mano—¿Qué haces aquí?

—Estoy tratando de evitar una catástrofe—se acercó a él—, ¿Qué sucedió aquí?

—Brujas.

—Mmh, una verdadera molestia—ella pasó junto a él—. ¿Se llevaron algo? ¿Qué querían aquí? Dudo que Marcel tuviese algo de valor para ellos.

—No entres...ahí—Josh hizo una mueca de dolor al ver como ella se chocaba con la barrera de Vincent—. Vincent puso una protección.

—Ya lo noté.

La pelinegra levantó sus manos llevándolas a la barrera y comenzó a extraer la poca magia que mantenía la barrera de pie, no le tomó mucho extraerla por completo gracias a lo débil que estaba por el trabajo de los brujos. En el interior de la habitación había velas y otras cosas que utilizaban las brujas para protegerse, pero lo que más llamaba la atención era el cuerpo sin vida en medio de todo.

—¿Uno de ellos?—le preguntó a Josh empujando el cuerpo con su pie.

—Cuando llegué ya estaba muerto—aclaró de inmediato el vampiro.

—¿Para qué era esta habitación? ¿Acaso tenían a alguien encerrado aquí?

—Dos personas, de hecho—informó Josh observando como ella caminaba por toda la habitación—. Finn y Amelie Mikaelson.

Los pasos de Virginia se detuvieron apenas escuchó aquellos nombres. No se le hacía raro que Marcel ayudará a su madre, pero ¿Finn?

—Déjame adivinar—la pelinegra se giró para mirarlo—, las brujas los están buscando para traer el portal de regreso a la ciudad.

—Su nombre es Brooke...

—No me importa—empujo una vela que se encontraba sobre un estante—. De hecho, no me importa nada de esto.

—¿Y por qué estás aquí?

—Porque necesito deshacerme del portal antes de que sea demasiado tarde.

Josh la miró confundido, le tomó un segundo entender a lo que se refería, pero cuando intentó hacer algo su cuello fue roto con magia. Virginia miró el cuerpo inconsciente en el suelo y suspiró con fastidio, si los Mikaelson estuviesen despiertos eso no estaría pasando. Dándole una última mirada a la habitación arrastró el cuerpo de Josh y lo encerró en la misma, lo que menos necesitaba era de alguien que interrumpiera su plan.

Marcel llegó a Nueva Orleans cerca del medio día, Camille estaba con él ayudándolo a llevar a una Brooke inconsciente a su pent-house, cuando llegaron después de luchar por ocultarse de las brujas se encontraron con la puerta abierta y un desastre. Virginia estaba en medio del desastre, había velas encendidas a su alrededor y un envase de vidrio lleno de sangre frente a ella, ninguno de los dos quiso moverse para no interrumpir lo que sea que estaba haciendo, pero ella los había detectado desde que ingresaron a Nueva Orleans.

—Tardaste demasiado—comentó ella aún sin abrir los ojos.

—¿Qué estás haciendo?—preguntó Marcel dejando a Brooke sobre el sofá—¿Qué pasó aquí?

—Estaba intentando invocar las almas de Finn y Amelie—abrió los ojos para mirarlos—. Camille.

Marcel se quedó a un lado dejando que las amigas tuvieran su reencuentro, sabía lo mucho que eso significaba para ellas y no pensaba interrumpirlas.

—Así que este es el portal—Virginia se alejó de Camille.

—Brooke—aclaró Marcel.

—El portal, Brooke, lo que sea—la pelinegra sacudió su mano restándole importancia al asunto.

—¿Puedes ayudarla?—preguntó Camille preocupada.

—Si, pero no les va a gustar la idea.

Camille y Marcel compartieron una mirada mientras Virginia se agachaba junto a Brooke para inspeccionarla, a ninguno de los dos les había gustado la respuesta de la hereje, pero ella era su única esperanza de salvar a su amiga.

■■■■

NOTA:

No iba a meter a Virginia en este libro, pero al final decidí hacerlo para que el siguiente libro tuviera más sentido. Habrá un libro (precuela) sobre Virginia por si les gustaría leerlo en algún momento cuando se publique.

El siguiente capitulo es el último y tiene una fecha de publicación tentativa para el lunes, ¿Están listos para decirle adiós a Brooke y Finn?

Por cierto, si se están viendo la casa del dragón y les gustaría leer una historia de Daemon, ayer subí la introducción de una.

Lu.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro