Ya pasó otoño y me gusta escribir cuando es otoño porque me gusta ver por mi ventana como las hojas caen mientras escribo, bueno tengo dos cosas importantes que decirte.

Uno ¿Te acuerdas de aquella chica que te dije? Bueno, me siento nervioso al decirte esto. Ella y yo somos novios, aunque es una relación a distancia, he estado ansioso por verla pronto, y ese día será esta semana, ya que seré mayor de edad, somos novios desde febrero, no te lo dije la anterior vez porque, bueno, con tantos problemas lo olvidé por completo, perdóname, simplemente lo pase por alto, ahora ya con más calma te lo puedo decir con toda seguridad, ni yo puedo creer que esté viviendo esto en este momento.

Nicolás se reía viendo su pantalla, perdiendo su mirada con una sonrisa.

—Es increíble que te haya pasado eso. –Dijo en un tono algo burlón y escéptico.

—Créeme que si cielo, es que no lo creía hasta que lo vi ahí. –Le respondió ella con una sonrisa al hablar.

—Oye mi amor. –Hizo una breve pausa. —¿Tienes planes para esta semana? –Le preguntó con naturalidad y curiosidad.

—Saldré a comer con unas amigas, quizás ir y comprar algo, ¿Por qué? –Le preguntó con curiosidad.

—Quería ver una película de nuevo contigo para saber qué día tenías libre. –Le respondió un poco nervioso sonriendo.

El viaje será sorpresa, ella no sabe que estaré ahí, ya quiero llegar y abrazarla, besarla, ser el motivo de su sonrisa, tomarte fotos con ella, estar con ella, quiero todo, eso sí es con ella, nada más escribir, esto me hace sonreír y sentirme en el cielo.

Todo esto de tener novia es tan maravilloso, esa sensación inexplicable te siente débil, siente que debe cuidarla, ella se convierte tu motivo para despertar con una sonrisa, sin darte cuenta ella se convirtió en tu mundo, sientes que el corazón salta por tu pecho cuando la ves sonreír, siempre le escribo cartas cuando cumplimos un mes más de relación y espero pronto entregárselas personalmente, así que debe de suponer que está carta es la que más voy a esforzar, mis mejores frases y rimas van a estar plasmadas en ese papel lleno de corazones.

—Cada carta tiene un solo significado. –Dijo con amabilidad mientras metía la carta dentro del sobre.

—¿Y cuál es? –Preguntó ella con curiosidad y con una sonrisa.

—Que todos los días me sientas a tu lado, jamás lejos de ti. –Le respondió con cariño sonriendo.

—Wow, te amo tanto. –Le respondió ella con timidez y sonrojada.

—Si lees la inicial con la que inicia cada carta. –Hacía una breve pausa viendo a su lado para volver a mirarla. —Va a encontrar un mensaje oculto, especialmente para ti.

—¿En serio? –Preguntó sorprendida poniéndose de pie. —Tengo que comprobar eso. –Tomando su celular caminaba descalza por su casa. —Guardo tus cartas siempre detrás de este cuadro. –Lo mostraba a través de su pantalla.

—Muy buen anime, por cierto. –Se mencionó de forma casual.

—Lo amé. –Le respondió ella, seguido de un corto grito.

Al levantar con una mano el cuadro se caían todas las cartas al suelo.

—Ay que tonta soy. –Se agachaba recogiéndolas. —Luego las organizo, vamos a ver si es cierto. –Le advirtió con cierto tono bromista y gentil.

—Recuerda es en el mismo orden en que te las mande. –Él se emocionó con cierta alegría.

Ella comenzaba a buscar la inicial de cada carta, poco a poco se formaban algunas palabras, pero aquel mensaje de amor estaba aún incompleto, dejando una chica impaciente por las demás cartas que recibiría.

Pasado mañana cumpliremos ocho meses juntos, bueno casi juntos, me siento tan enamorado, siento que no existe nada que nos separe, ni la distancia podrá hacer eso, ni lo que los demás piensen del amor a distancia, porque si me ha afectado ver esos comentarios en algunas publicaciones donde se habla sobre el tema, muchos finales tristes en cada comentario.

Por si te lo preguntas, mi relación entre ella y yo, es algo secreta, al menos mi madre no lo sabe y nunca sabrá nada, puede que sí crea que soy gay, pero conociéndola así sea feliz con algo, ella sería capaz de arruinarlo, así que por ahora únicamente lo sabes tú y Sebastián no necesario que algo más lo sepa.

Ella también ha querido que esto sea así de oculto, me ha dicho que sus padres son algo estrictos y que los novios la desconcentran de sus estudios, lo que ellos no saben es que la he estado ayudando en su estudio en lo que he podido, ya que tengo conocimientos pequeños en su carrera, me encanta estudiar a su lado y explicarle las cosas de manera más sencilla posible, verla sonreír y decirme que soy muy listo y que eso se le hace atractivo hace que el mundo gire más lento.

Sosteniendo un lápiz con sus labios haciendo cara de pato la veía.

—Es fácil, corazón. –Dijo con algo de dificultad por la posición de sus labios.

El lápiz caía y él sonreía, agachándose para recogerlo.

—Tengo una duda mi amor, pero es sin ofender. –Se levantaba girando el lápiz entre sus dedos. —Si no eres tan buena con las matemáticas, ¿Por qué escogiste esa carrera? –Le preguntó con amabilidad viéndola.

—Mis padres decidieron por mí, yo quería estudiar diseño en modas, pero, ya que. –Le respondió un poco estresada sin ver la cámara.

—¿Te sientes bien? –Le preguntó preocupado al verla así.

Ella miraba la cámara y sonreía.

—Es solo estrés por la tarea y el no poder entenderla. –Le respondió algo cansada, suspirando.

—Tu tranquila, así me tomé todo el día. –Miraba a su alrededor viendo las tareas acumuladas que tenía de la universidad. —Te explicaré con mucha paciencia y sobre todo cariño.

—Eres un amor, por eso te amo. –Le respondió con cariño sonriendo.

Aquellas palabras hacían que Nicolás se sonrojara y sonriera.

—Continuemos para poder acabar rápido y bien. –Se expresó con amabilidad tomando el lápiz. —Presta atención.

Mañana es mi cumpleaños, cumpliré dieciocho; desde la muerte de mi padre, mis cumpleaños no son iguales y mi madre es indiferente a esto, dice que es un año menos de vida, ni pastel me compra, dice que los cumpleaños no son motivo de celebración, pero ya no me importa tanto recibir un pastel, me conformo con un "Feliz cumpleaños Nico." No sabes lo increíble y las vidas que puedes cambiar con una pequeña acción, cada persona merece, aunque sea, un feliz cumpleaños.

Te contaré un pequeño secreto, hace un tiempo había visto una publicación, recuerdo que era un video de un chico, estaba solo en centro comercial junto a pastel, comenzaba a cantar el feliz cumpleaños estado solo, la empatía humana te dice que debe decirle lo mejor ese día, algo especial siempre va a esperar en tu cumpleaños, entre tantos comentarios, un chico en especial llamo mi atención se veía realmente mal, solo le deje su feliz cumpleaños en corto mensaje hoy en día cada vez que hay una festividad, me escribe ya sea navidad, san Valentín o mi cumpleaños, solo había dicho anteriormente, ese día él se quería suicidar, y mi mensaje paro aquel acto, es como un amigo distante sin notarlo ambos felicitamos al otro por sus logros, es increíble lo que puedes hacer con una sola palabra.

¿Quieres decírmelo? Me alegraría mucho el día, ese pequeño feliz cumpleaños cambia muchas cosas para las personas más solitarias.

Adelante, dilo, yo lo recibo con una sonrisa, acá en el silencio de mi habitación, no te lo he dicho antes, pero ya después de dos años quiero decirte, o mejor, confesarte, que el imaginar que esto lo lee tú me ayuda a seguir escribiendo, así que, gracias por leer mis alegrías y tristezas, aunque no te escriba tan seguido lo he hecho siempre cada vez que tengo un momento libre.

Te escribiré pronto, lo prometo y espero con buenas noticias para que no te preocupes tanto, trataré de pasar al menos un buen cumpleaños, ya pronto seré adulto, quizás eso sea mejor que ser un niño.

Dejando su diario aún lado tomaba su laptop, el reloj marcaba las tres de la mañana, tenía demasiados trabajos atrasados que debía levantarse más temprano, su retraso se debía al quedarse tantas horas explicándole aquella chica sobre sus tareas.

Las horas avanzaban junto a los trabajos de Nicolás, poco a poco había menos libros a su lado, ya era casi las diez de la mañana, el cansancio podía más quedándose dormido sobre la mesa.

Aquel hombre pasaba por el pasillo y lo veía dormido sobre aquella mesa con lápiz aún en la mano, se le acercaba y antes de poder tocarlo él despertaba.

Limpiándose la boca, miraba a su alrededor sin ver a nadie, aunque ese hombre estaba parado de pie de él.

—Me he quedado dormido. –Susurró algo cansado, rascándose los ojos.

Continuaba con sus estudios y trabajo hasta que recibía una llamada, el número era desconocido, aún así atendía la llamada.

—¿Hola? –Preguntó cansado.

Aquella persona hablaba al otro lado de la línea mientras el rostro de Nicolás cambiaba conforme avanzaba la conversación, dejando una mirada pérdida y pálida.

Tu mirada puede llegar a decir más que tus palabras.