"Que la vida me perdone las veces que no la viví"

He estado pensando, como siempre, y me di cuenta que no estoy viviendo. Después que pasó lo de mis padres empecé a pensar que inevitablemente me iría pronto con ellos, pero a pesar de eso siempre quise hacer muchas cosas con mi vida. Estoy segura que ustedes me entenderían. Hacer locuras, no sentir vergüenza por nada si no que hacer las cosas sin pensar. Eso, no pensar, porque creo que yo me ganaría el premio. Siguiendo con el tema, quiero hacer de lo que me quede lo mejor, quiero vivir, no sentir, solo vivir. Quiero hacer cosas sin pensar, cosas malas, cosas buenas, sin que nada importe.

Está decidido, desde hoy haré lo primero que se venga a mi mente. Sin remordimientos, sin pensamientos, sin sentir nada.

Pero antes de dejar de pensar tengo que decidir que diré en la terapia. Hoy era miércoles así que tenía un día y medio para trabajar en la excusa perfecta.

-Bueno chicas, he decidido que vamos a empezar a hacer muchas cosas- dije con una felicidad actuada.

-¿A qué te refieres?- dice Cori mirando a Matilda con cara de que estoy loca.

-¡Vamos a vivir chicas! hagamos cosas, no sé qué, pero hagamos algo. Estoy aburrida de la rutina, aburrida de siempre hacer lo mismo, vamos, tienen que empezar conmigo esta nueva etapa de nuestras vidas-

-¿Estás drogada?- dice Matilda mirándome con los ojos demasiado abiertos.

-Pues... sí- dije riendo.

La verdad es que si lo estaba. Me había fumado un cigarrillo de Marihuana que tenía para emergencias, para relajarme cuando de verdad lo necesitara, pero como decidí que ahora no me importaría nada de nada y haría todo sin pensar, me lo fumé y ¡estaba de la puta madre!

-¿¡Quién eres y que hiciste con nuestra fría Adela!?- dice Cori horrorizada.

-Hey ¡relax!, ya les dije... quiero vivir, quiero disfrutar lo que me queda-

-¿Lo que te queda? ¿A que te refieres, Adela? Me estás asustando enserio- dijo Matilda ahora sentándose a mi lado.

Mierda. Mundito, ayuda.

-Bueno, uno nunca sabe cuánto le queda de vida, por eso quiero disfrutar a todo momento- dije salvándome.

-Ajá. Si es así, te sigo- dijo Matilda volviendo a ser la feliz de siempre.

-A mí no me cuenten. No no no. Yo vine a estudiar no a hacer estupideces- dice Cori más seria que nunca.

-¡Vamos Cori! quiero disfrutar este tiempo con las dos, no sólo con Matilda. Por favor, no me dejes sola con ella, no puedo- dije suplicante.

-Hey ¡qué te pasa!- dice Matilda haciéndose la enojada.

-No sé por qué les cuesta tan poco convencerme. ¡Hagamos estupideces!- dijo casi gritando y saltando del asiento.

-Eso es innecesario pero me gusta tu entusiasmo- Dije riendo- Entonces está decidido, hoy nos vamos de fiesta- 

-Justo hoy habrá una fiesta en el campus, no les había dicho nada porque pensé que no querrían pero ahora que estamos en tema "disfrute" pues ¡hagámoslo!- dijo con entusiasmo-  Adela en tu casa a las 9, ¡Adiós!- Haciendo una seña con sus dedos, tomando del brazo a Cori y llevándosela lejos de mí.

Empieza la operación "Disfrute y a la mierda todo".

Había dejado la mitad de mi "cigarrillo" para fumarlo antes de la terapia con Asa, así que iba de lo más "feliz" hacia allí.

-¡Hola hola!- dije cuando lo vi.

-¿Qué te pasa?- dijo mirándome preocupado.

-Pues nada- Mi sonrisa no me abandonaba. 

-¿Cómo que nada? A ver, acércate-

-Acércate tú- dije y empezó a acercarse.

-¿Estás fumada?-

-No...-

-Si lo estás. ¿¡Por qué eres tan irresponsable Adela!?- dijo enojado.

-Hey, tranquilo. Vine y eso es lo que importa. Ahora sentémonos y empieza con tus preguntas tontas que no me sirven para nada- dije bostezando.

Me estaba dando mucha hambre y sueño y recordé que no había comido mucho durante el día.

-Mis preguntas no te sirven porque tú no pones de tu parte-

-A ver, como te lo digo sin herir tus sentimientos... Yo nunca te diré lo que me pasa, nunca contestaré a tus preguntas, nunca daré de mi parte, nunca me importarán estas estúpidas sesiones, ni "estar bien", ni decirte cosas para que no pierdas tu trabajo. Esta terapia nunca funcionará conmigo. No sé cómo no te has dado cuenta ya. ¿Tú no piensas? ¿no entiendes lo que te digo? Te lo puedo decir en otro idioma si quieres, dímelo y lo busco en el traductor-

-Eres la persona más insoportable que he conocido en mi vida, desprovista de amor hacia ti misma y hacia los demás. No aceptas la ayuda de nadie. Estás cegada por la rabia, y creo que es por la rabia hacia ti misma. No tienes esperanza. No crees en nada ni en nadie. No te importa nada. No quieres sentirte mejor. No quieres ser salvada-

-¡Es tan malditamente simple! ¿Por qué no lo entiendes? ¿Por qué nadie lo entiende? No quiero ser salvada, tienes razón ¡Al fin te diste cuenta! Te daría un regalo pero no tengo nada conmigo. No quiero tu ayuda ni la de nadie- Dije parándome de un salto- Ahora no arruinarás mi humor. Buenas tardes- dije retirándome de su vista.

Nada ni nadie arruinaría lo que he decidido para mí. Hoy me espera una gran noche y pienso encontrarme un chico para pasar el rato. Ya está decidido. Adiós virginidad, hoy será tu ultimo día.

Asa P.D.V.

No sé que le pasa, no sé como ayudarla. Tengo tanta frustración que la desaté con ella y dije cosas sin pensar. Volvimos al paso 1. 

No sé como arreglaré esto.

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